El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




martes, 30 de noviembre de 2010

Nostalgia

La vida es un continuo, no para ni para coger impulso, la vida es como ir subidos en una cinta sin fin, avanzando, avanzando, siempre avanzando, aunque a veces, observando la cinta de la vida nos encontramos con personas que intentan caminar en el sentido contrario al del avance de la cinta, quieren volver hacia atrás, sienten nostalgia de algo que fue y que ya no es, y no quieren vivir, en su fuero interno han decidido no vivir la vida que tienen delante y volver atrás.
Tienen ese sentimiento de volver al pasado, sienten nostalgia, pero nostalgia es tristeza, es melancolía, es soledad, es aislamiento, es perdida, es idealización; creer que cualquier tiempo pasado fue mejor, es negarse a crecer, es negarse a evolucionar, es renunciar a la vida. Mirando hacia atrás, la vida va pasando por delante de ellos sin enterarse, porque están, posiblemente, pensando en ese niño pequeño que corría entre las faldas de su madre, pero el niño se ha hecho hombre; o pensando en ese amor primero, pero el amor ha madurado; o pensando en aquella casa de la infancia, pero la han derruido porque se caía a pedazos. No se puede volver atrás porque el pasado no existe, sólo existe en su recuerdo, recuerdo que ni tan siquiera es la realidad, sólo es su realidad.
Si eres de los que vas en la cinta mirando hacia atrás, date la vuelta y empieza a vivir la vida, empieza a ver lo que tienes delante porque cada minuto que pasas mirando atrás te pierdes la belleza de una vida que no volverás a vivir, ese minuto que te has perdido podía haber sido el minuto en el que la vida te ponía delante el amor de tu vida, y te lo has perdido; o podía pasar por delante de ti la oportunidad que tanto esperabas, y te la has perdido; o podías recibir el mensaje de tu misión en esta vida, y te lo has perdido. Estás mirando atrás, al vacío, a la nada, y te estás perdiendo la luz.
En vez de añorar el pasado, agradécelo, porque es gracias a ese pasado que has llegado hasta el momento presente. Decisiones distintas te habrían llevado a otro punto distinto, así que agradece lo que ha pasado, ¡son tantas las cosas buenas que te han pasado!, seguro que hay muchas más cosas buenas que menos buenas, así que ¿por qué hacerle caso a las menos buenas?
El lugar donde estás ahora es el lugar idóneo para empezar el primer día del resto de tu vida, ¡decide que ese resto de tu vida sea feliz!, está en tus manos.
No te lo pierdas. La vida es una fiesta, y hay que vivirla conscientemente, no hay que pasar por ella mirando atrás, así solo cogerás tortícolis.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Un viaje de ida y vuelta

                Si tuvieras claro lo que realmente eres, tu vida daría un giro de 180º y las cosas que hoy son tan importantes dejarían de serlo.
            Pero ¿qué somos realmente? Somos chispas de Fuego Supremo, somos fragmentos divinos separados como entidades individuales. Vivimos desde el principio de la Creación en un plano de divinidad, pero siendo inconscientes a las vibraciones del resto de planos, y para poder ser conscientes en todos los planos y poder responder a todas las vibraciones divinas en el Universo teníamos que pasar por todas las experiencias. No todas las chispas divinas querían pasar por todas las experiencias, las que no han querido se han quedado en sus planos de divinidad, pero las que si queríamos, hemos bajado a la materia para crecer, evolucionar y alcanzar la perfección y ser así, al final de nuestro proceso de evolución, conscientes y sensibles en todos los planos.
            Por lo tanto, estamos en el mundo de la materia porque hemos elegido vivir, y con la elección de la vida, hemos elegido el sufrimiento, la risa, las lagrimas, hemos elegido sentir una caricia y el amor por un hijo, hemos elegido la alegría y el dolor. Todo es nuestra elección. Este impulso divino, buscando siempre la más amplia manifestación de vida, es perceptible en toda la naturaleza y se denomina “Voluntad de vivir”. Aparece en la semilla al asomar su brote hacia la luz, en el capullo rompiendo su prisión y expandiéndose a la claridad del sol.
            Pero una vez aquí, con las memorias borradas, vagabundeamos sin consciencia de lo que hemos venido a hacer, sin conciencia de lo que somos, sin conciencia de dónde venimos y adónde vamos. Nos creemos que somos una entidad separada que debe defender su espacio y a los que considera “los suyos”, sin saber que los suyos son todos los demás, ya que todos tenemos la misma procedencia y el mismo destino, todos tenemos la misma esencia y todos hemos sido creados por el mismo Padre, "todos somos hermanos".
            Estamos aquí temporalmente, y al final del trayecto sólo vamos a llevarnos nuestras experiencias, sin embargo, vivimos y actuamos como si hubiéramos venido aquí para quedarnos, acumulando bienes materiales, apegos y emociones.
            Estamos en un viaje de ida y vuelta y nuestras pertenencias materiales a la vuelta van a ser las mismas que a la ida. Nuestra maleta de vuelta sólo va a contener las experiencias del alma: más paciencia que a la ida, más amor, más voluntad, más misericordia, más hermandad. En el auto-examen que nos hacemos a la vuelta, con la memoria recobrada de lo que somos, no vamos a valorar el extracto de nuestra cuenta corriente, vamos a valorar las veces que hemos ayudado, vamos a valorar las veces que hemos sentido piedad y compasión por hermanos que decidieron nacer en lugares alejados de nuestros, con otro color, con otra cultura, con otra creencia; vamos a valorar las veces que hemos abierto la puerta de nuestro corazón a quien demandaba ayuda; vamos a valorar sobre todo el amor.
            Nunca es tarde para empezar a vivir como si no hubieran sido borradas tus memorias. Empieza a dejar hablar a tu corazón, al principio es como una vocecita, sin fuerza, que se opone a ciertas cosas, le llamamos “la voz de la conciencia”, pero si vas actuando según su dictado, va cogiendo fuerza hasta el punto que llegareis a ser un solo ser, indivisible, viviendo y actuando para alcanzar la perfección en el Amor Divino.
             
           

sábado, 27 de noviembre de 2010

La felicidad permanente es posible

Vivimos al dictado de nuestros deseos, que es como hemos aprendido a vivir,  es como nos han enseñado, porque las enseñanzas de vida, nos las da la propia vida y las recibimos con el ejemplo que tenemos siempre delante de nosotros: progenitores, educadores, líderes políticos y religiosos, líderes de opinión, medios de comunicación. Y todas sus enseñanzas nos llevan a la consecución de logros materiales para ¿conseguir la felicidad?, hay muy pocas enseñanzas sobre cómo conseguir una felicidad duradera, y no vienen precisamente de nuestros modelos, ya que ellos, realmente no nos enseñan a desenvolvernos ante la vida, nos enseñan la ley que hemos de aplicar: “la ley del más fuerte”.
Todas sus enseñanzas están basadas en crearnos necesidades y carencias; en eso sí que son verdaderos maestros, es normal que lo sean, lo llevan haciendo siglos, vida tras vida, y  los alumnos aplicados rápidamente hacen suyas esas carencias: El último modelo de coche, la casa en propiedad más grande y más cara, las vacaciones más alejadas de tu residencia; la pareja más alta, más guapa, con más dinero; los hijos más listos, con muchas actividades; etc., etc.
Y como ya te lo venden así: “Sea Vd. feliz viviendo en la urbanización Plim”, hasta que no consigues vivir en la urbanización Plim eres infeliz. ¿Cuántos deseos tendrás que cumplir para ser completa y permanentemente feliz?, ¿cumplirás tus deseos antes de cumplir 80 años?, ¿esperarás hasta entonces para ser feliz?
Párate un momento y reflexiona: Con la vida que llevas, viviendo al dictado de tus deseos y aplicando la ley del más fuerte, ¿estás consiguiendo tus deseos?, ¿te satisfacen?, ¿Cuándo consigues alguno, te sientes feliz las 24 horas del día, cada día?, ¿te decepciona no conseguirlos?, ¿has desterrado la ansiedad, el miedo, la inseguridad?
¿Cuál es el resultado de la encuesta? Si todo está bien, no sigas leyendo. Si sigues leyendo contéstate a esta otra pregunta: ¿has pensado en cambiar algo?, y a esta otra: ¿Qué pasaría si poco a poco fueras eliminando tus deseos?
Si eliminaras los deseos ya no habría decepciones por no conseguir algo, ya no habría infelicidad por no conseguir ciertos logros, no habría carencias, tendrías todo lo que necesitas para vivir, por lo tanto, serias feliz, y lo serias cada día, un día tras otro, el resto de tu vida.
¿Cómo eliminar un deseo?: Es un trabajo de reflexión y aceptación. Piensa en cómo has generado el deseo: Un buen día pensaste que necesitabas algo para……… y en la consecución de esos puntos suspensivos condicionaste tu felicidad. La eliminación del deseo es el trabajo contrario:
Empieza sabiendo cuales son realmente tus deseos, y para que seas consciente de todos haz una lista con todos ellos, a un lado los deseos materiales, al otro los emocionales y/o espirituales. Ordénalos después del más difícil de conseguir al más fácil, y ya estás en condiciones de empezar el trabajo:
1º Reflexión: Reflexiona sobre el primer deseo de la lista: ¿Es imprescindible conseguirlo?, ¿es cuestión de vida o muerte? Seguramente no lo es, ya que has vivido hasta hoy sin él, por lo tanto si es prescindible, prescinde.
2º Aceptación: Acepta que no lo necesitas para vivir, que puedes vivir perfectamente sin él, que ya no lo quieres.
La aceptación hace que sientas una especie de relajación, es la energía de ese deseo que te ha abandonado. Si queda algo de él, cada vez que se repita vuelve a la reflexión inicial. Y después vete por el siguiente deseo de tu lista, así hasta que hayas eliminado todos tus deseos.
Este trabajo de reflexión y aceptación, que de tan sencillo parece una tontería, es justo lo contrario a tu tontería de condicionar tu felicidad a la consecución del deseo.
Puedes deshacerte del deseo en un minuto, en una hora, en un día o en una semana; no debería durar más. Depende de tu honestidad para el trabajo.
Y cuando tengas claro que quieres ser feliz y empieces a trabajar, recuerda que siempre eres ejemplo de alguien, tus hijos, tus amigos, tus alumnos, tus subordinados, tus vecinos, tu pareja. Da ejemplo a los tuyos de cómo conseguir la felicidad sin condicionarla a tus deseos, de cómo vivir la vida sin aplicar la ley del más fuerte.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

El poder de la bendición

Bendecir es practicar espiritualmente la bondad hacia otras personas. La energía que genera esta práctica es tan poderosa que incrementa la energía del chakra cardiaco en tal medida que permite percibir la sensación del Amor Divino, tanto en el emisor, la persona que bendice; como en el receptor, la persona bendecida.

Hay gran poder en la palabra bendición. Bendición significa:
-          Pedir el favor de Dios para alguna situación o condición.
-          Desear el bien a una persona o situación.
-          Hacer feliz o próspero.
-          Alegrar, glorificar y alabar.

Bendecir significa desear y querer el bien ilimitado incondicionalmente, totalmente y sin reserva alguna,  para los demás y para los acontecimientos de la vida.

 Quien sea bendecido es un ser privilegiado y consagrado. Bendecir significa invocar la protección divina sobre alguien o sobre algo, pensar en la persona con profundo reconocimiento, evocarla con gratitud y con amor. Significa además llamar a la felicidad para que venga sobre la persona.

Podríamos sencillamente decir que bendecir significa traer el bien a una situación, una condición o una persona.

Un simple "Dios te bendiga" expresado verbalmente, es la descarga del Poder Infinito del Universo, ansioso y deseoso de envolver a la persona que requiere de dicha bendición y a la persona que bendice.

Al despertar, bendice tu día; bendice a la gente al cruzarte con ella por la calle, en el autobús, en tu lugar de trabajo, bendice a todo el mundo. La paz de tu bendición será la compañera y la luz de su camino. Mientras paseas, bendice tu ciudad, bendice a los políticos, a los educadores, a los barrenderos, a los sacerdotes y a las prostitutas; bendice a todo el mundo.

Cuando alguien sea agresiv@ contigo, responde con una bendición silenciosa. Bendícelo total y sinceramente, porque esas bendiciones son un escudo que te protege de la ignorancia de sus maldades, y desvia la flecha que te han disparado.

Bendecirlo todo, bendecir a todos, sin discriminación alguna, es la forma suprema de la bondad, porque aquellos a los que bendices nunca sabrán de dónde vino aquel rayo de alegría que cambió su día, y tú no sabrás hasta que punto cambiaste su vida.

Cuando en tu jornada diaria surja algún suceso inesperado que te desconcierte y eche por tierra tus planes, ya sea en el trabajo, en tu casa o en la calle, bendice, porque es seguro que ese desconcierto no es más que una nueva lección de vida. Porque ese acontecimiento que te parece tan desagradable, de hecho es una programación tuya para aprender la lección que corresponde en ese momento.

Cuando veas a alguien que sufre y llora, o que da muestras de sentirse destrozado por la vida, bendícelo, llénalo de Energía Divina.

Y sobre todo no te olvides de bendecir a esa persona maravillosa, absolutamente bella en su verdadera naturaleza y tan digna de amor, que eres tú.

Es imposible bendecir y juzgar al mismo tiempo. Con un “Dios te bendiga”, puede ser suficiente, pero puedes dedicar un poco más de tiempo después de tu meditación, aplicando la formula que te presento a continuación:

-          Levanta las manos a la altura del pecho, con las palmas dirigidas al frente. Los brazos cómodos al lado del cuerpo.
-          Imagina que llega una Luz Divina a tu chakra corona y desde allí baja hasta tu pecho, y sale de tu corazón y de tus manos 
-          Piensa en un momento feliz que te haga revivir una emoción o sentimiento de alegría o felicidad, (puede estar relacionado con cualquiera, o con cualquier situación).
-          Siente la emoción de ese momento feliz.
-          Visualiza a la persona que quieres bendecir delante de tí y repite en tu interior, sintiendo esa energía que sale de tu corazón y de las palmas de tus manos:
-          “Yo te bendigo con paz, con amor, con alegría, con serenidad, con abundancia y prosperidad......”. Bendice con todo lo bueno que deseas para esa persona, como si fueras tu mism@”.

¡Qué Dios te bendiga!

lunes, 22 de noviembre de 2010

El idioma del alma

El idioma del alma es el silencio.
El silencio y la soledad son dos de las cualidades del alma. Cuando el Ser deja sus cuerpos físico, emocional y mental inferior, se recoge en el plano causal, en soledad y en silencio, descansando de su última encarnación y preparándose para la siguiente.
Mientras el Ser permanece aquí, encarnado en la materia, también puede ponerse en contacto con su alma, pero para ello ha de hablar el idioma del alma, el silencio.
Si hablas chino, te puedes entender con setecientos millones de personas, si hablas español te puedes entender con quinientos millones de personas, pero si dominas el silencio, si dominas el idioma del alma, te puedes entender con Dios.
Son muchísimas las personas a las que el silencio les asusta, y procuran por todos los medios tener siempre ruido: el ruido de la música a través de un MP3 por la calle, el ruido de la tele en su casa, simultaneando todo esto con el ruido de sus pensamientos. Son incapaces de soportar el silencio, en realidad, sólo es miedo, un miedo inconsciente de conectar con su alma.
Es posible que te pases la vida haciéndote preguntas: ¿Cuál es mi misión?, ¿qué hago aquí?, ¿de dónde vengo?, ¿hay vida antes de la vida? Y es claro que si te haces las mismas preguntas un día y otro, es, o porque no has recibido respuesta, o si te han respondido no lo has escuchado. Te saco de dudas: Si te han respondido, siempre lo hacen, pero con tanto ruido como hay en ti, es imposible que escuches nada.
Cuando haces una pregunta en el mundo físico, esperas un momento, en silencio, y escuchas la respuesta. Haz lo mismo con tu alma, para el ruido de tu mente y espera, el alma siempre contesta, sólo has de estar atent@; si no callas, es imposible que te llegue nada aparte de tu ruido.
Es en el silencio cuando vas a recibir información, toda la información que necesitas conocer, a veces, sin que preguntes. Sólo tienes que practicar el silencio, de la misma manera que has practicado cualquier otro idioma, un día tras otro, con paciencia, con perseverancia.
Y así, de puntillas y en silencio, llegamos al mismo banco de trabajo: Dedica una parte de tu día a esa práctica. Siéntate en silencio, escuchando cada pensamiento, hasta que consigas que se vaya calmando tu mente. Lo vas a conseguir con la práctica, y entonces descubrirás que el sonido del silencio es el más hermoso de cuantos hayas podido escuchar, porque en él vas a sentir la melodía de tu alma, vas a sentir la melodía del amor, vas a sentir la Voz de Dios.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Una meditación sencilla

Sólo tienes que sentarte, cerrar los ojos, colocar la punta de la lengua en el paladar, dejar las manos apoyadas en los muslos con las palmas de las manos hacia arriba, y respirar, lenta y suavemente, por la nariz, con una respiración abdominal, permitiendo que con la exhalación vaya saliendo toda la tensión de tu cuerpo. Y empieza a repetir en silencio: “Yo Soy Luz, Yo Soy Amor, Yo Soy la Resurrección y la Vida”.
Puedes hacerla el tiempo que quieras, pero intenta que el mínimo sean once minutos.
Con ella vas a conseguir que se abra tu mente para que empieces a percibir pensamientos de frecuencia más elevada. Los pensamientos que te permites recibir en la actualidad son los que te va marcando la sociedad, todos de baja frecuencia, y que son los que la sociedad impone sobre creencias de cualquier tipo: familia, amigos, sociedad, religión, normas morales; es decir, sólo te permites tener los pensamientos que son aceptados por los demás.
Pero con este tipo de pensamientos, mantienes encadenadas tus ilusiones, solo dejas volar las ilusiones que la sociedad permite; este tipo de pensamientos te impide conocer tu gloria y la gloria de Dios, te impide desarrollar tu poder y te impide alcanzar la felicidad plena, ya que nunca te aventurarás hacia lo desconocido, ni vas a contemplar la posibilidad de realidades más grandiosas, por miedo a que ellas signifiquen un cambio. Cambio que efectivamente ocurre, ya que hay mucho más que ver, mucho más que entender que lo que hay en ese mundo material y ordenado que nace, crece, envejece y muere bajo la dirección de la sociedad.
Con los pensamientos que te has permitido tener, ya has aprendido lo que es el miedo, lo que es la tristeza, lo que es la inseguridad, lo que es la avaricia, lo que son los celos, lo que es el odio, lo que es la enfermedad y lo que es la muerte. Y sobre todo ya sabes lo que es vivir alejad@ de la Fuente Divina.
Es momento de alcanzar todo lo contrario y sobre todo acercarte a tu esencia, permitiendo que entren en ti, otras frecuencias más elevadas y más sutiles de pensamiento. Lo vas a conseguir con esta meditación.
Con ella va a activarse la glándula pituitaria, con lo que tu cerebro va a estar mucho más despierto, es posible que incluso sientas un ligero dolor de cabeza, o que sientas mareo, si es así, deja la meditación, tendrás que ir acostumbrándote poco a poco.
A medida que empiezas a recibir frecuencias más altas, se transforman en una corriente eléctrica de alto poder, que se va repartiendo a cada célula de tu cuerpo a través del sistema nervioso central, causando como un estremecimiento o sensación de hormigueo. Sólo es que empieza a circular por tu cuerpo otra energía más sutil, haciendo que aumente la frecuencia vibratoria de cada célula. Cuantos más pensamientos elevados recibes, más vibra tu cuerpo, más luminoso se vuelve, más aumenta tu amor, tu compasión, tu misericordia, tu comprensión.
Puedes tener lo que quieras, ¿por qué te limitas?.

Salvemos la Tierra

lunes, 15 de noviembre de 2010

Vivir conscientemente

La mente siempre está trabajando. Cuando digo mente, me estoy refiriendo al cuerpo mental, una de las capas del aura del ser humano. Y esa mente que siempre está trabajando, tiene una facultad creadora, que es la imaginación; es decir la mente siempre está generando ideas o imágenes mentales. Esta es la manera de crear de la mente, no con palabras; las palabras es lo que utiliza el ser humano para explicar de una manera muy tosca como es esa imagen mental.
Estas imágenes mentales generan algo que se denomina forma de pensamiento, que es una especie de nube vibratoria que permanece en el entorno del pensador. ¿Cuánto tiempo permanece esa forma de pensamiento en el entorno del dueñ@ del pensamiento?, depende, depende de la intensidad del pensamiento y de la reiteración. Un pensamiento que se tiene una y otra vez, adquiere una gran fuerza, lo cual hace que permanezca con el creador incluso después de haber abandonado el cuerpo físico, (este es el fundamento del Karma del que ya hablaremos en otra ocasión).
Para que esta forma de pensamiento pueda expresarse ha de llegar al cerebro, lo cual quiere decir que nuestro cerebro está permanentemente bombardeado por imágenes mentales. Así que podemos afirmar, que la mente siempre está elucubrando, siempre maquinando, siempre imaginando, siempre recordando, siempre comparando, siempre juzgando, siempre criticando; la mente no descansa, siempre hay pensamientos; y como no hay palabras sin pensamiento, ni hay acción sin pensamiento, está claro: toda la vida pasa antes por la mente, lo cual nos lleva a recordar las palabras del Buda: “Somos exactamente lo que pensamos”.
Por lo tanto, la conclusión parece fácil: “Si consigo organizar mi pensamiento, consigo organizar mi vida”, “Para vivir de una determinada manera, sólo he de pensar de esa determinada manera”, “Para ser feliz, sólo tengo que pensarlo primero”
La conclusión sí que es fácil, lo que no parece tan fácil es llevar esa conclusión a la práctica. No parece fácil, pero sí que lo es, sólo se requiere una cosa: “Atención”. Atención para comprobar cuales son los pensamientos que estás teniendo en cada momento, para no quedarte enganchad@ a ellos; con lo cual no les vas a dar energía, no les vas a dar poder; y así desaparecerán lo mismo que han aparecido.
Es decir: HAS DE VIVIR CONSCIENTEMENTE. Has de estar pendiente en todo momento de tu mente, manejarla, controlarla, quitar el piloto automático. Para estar pendiente de la mente, sólo has de ser consciente de la vida, hacerlo todo con atención, vivir la vida con atención.
Como soy consciente de la debilidad humana, te propongo un plan: Empieza a ser consciente de tus pensamientos y de tu vida un determinado tiempo cada día, no mucho, por ejemplo media hora cada día, siempre a la misma hora, con tu actividad habitual, sin cambiar absolutamente nada. El único cambio es que vas a estar alerta. No te enfades contigo si al principio parece difícil, sólo lo parece, ¡vas a poder con tu mente!, otr@s much@s lo hemos hecho, ¿por qué tú no? Y así irás observando tus progresos. No intentes más tiempo hasta que no domines tu media hora. Qué tardas un mes, ¡perfecto!; que tardas seis meses, ¡perfecto!; que tardas un año, ¡perfecto! Todo está bien.
Realmente solo te estoy proponiendo una meditación consciente, una meditación en movimiento, una vida en meditación.
Te aseguro que merece la pena.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Ser feliz

         ¿Has pensado alguna vez que pasaría si en lugar de lamentarte por lo que tú crees que te falta, agradecieras lo que realmente tienes? La respuesta es fácil, serías feliz. 
         Cada persona nace con unos dones, con unas cualidades, que son las que necesita la persona para el trabajo que ha venido a realizar, para la misión específica que la persona ha de cumplir. Y esos dones, y esas cualidades no las tiene porque si, las tiene porque en sus encarnaciones anteriores ha ido trabajándolas e incrementándolas, ha ido especializándose en ellas,  y están ahí, guardadas en su armario de cualidades, para elegir las necesarias en cada vida para los trabajos específicos a realizar. No se te ocurriría nunca para arreglar tu jardín llevarte una regla y un compas; llevarías un pico, una pala, unas tijeras de podar, una segadora de césped, una manguera, etc. La vida es igual, tienes un trabajo que realizar y necesitas unas herramientas específicas, no otras.
         Pero como no tienes un manual de vida escrito debajo del brazo, y no sabes de manera consciente, por no tener un papel firmado ante notario, de cuál es tu trabajo, observas tus fortalezas, y comparas con lo que ves a tu alrededor; y entonces te encuentras con que hay una persona que es más inteligente que tú, otra  más guapa, otra más alegre, otra más chistosa, otra más paciente, otra más voluntariosa, otra con más fortaleza, otra clarividente, otra con gran poder de comunicación, etc., etc.; porque cada vez que levantes la vista vas a encontrar siempre a alguien que tiene algo que tú no tienes. Pero lo malo de todo eso, es que tú lo quieres todo, igual que los niños, ¿Qué les pasa a los niños?, que quieren todos los juguetes.
         Tienes que madurar y sacar a tus juguetes el máximo provecho. Observa los deportistas. Sólo uno gana las olimpiadas en su especialidad, pero para poder ganar, el ganador y todos los demás que practican esa especialidad se entrenan cada día, sabiendo de antemano que con su carrera no van a conseguir medalla, pero que si van a superarse a sí mismos, que si van a batir su marca; y eso es lo importante. Si te quedas sentad@ lamentándote, sin entrenarte, no sólo no vas a superar tu marca, sino que cada vez tu marca será peor porque tus músculos se van a quedar fofos.
         Trabajar tus cualidades y sacar de ellas el máximo provecho, es respetarte, es amarte, es valorarte. Empieza ahora. Siéntate con un papel y un lápiz, y apunta en una lista todo lo que tú crees que te falta, todo eso por lo que te pasas la vida lamentándote; y haz otra lista con tus fortalezas, tus cualidades, de todo tipo, físicas, mentales, emocionales, espirituales; no se te olvide apuntar lo, más importante en la lista de cualidades, y es que tienes vida, ya que eso es lo primero que tendrás que agradecer; porque si no tuvieras vida, ya no estarías leyendo esto, no tendrías carencias. Acuérdate también de apuntar cosas que parecen obvias, que vives bajo techo, que tienes hambre y abres la nevera, que tienes sed y abres el grifo, que tienes frio y enciendes la calefacción. ¿Sabes cuantos millones de personas no tienen esto?
         Realizar esa lista puede llevarte semanas, no importa, que son tres o cuatro semanas, comparado con el tiempo que llevas lamentándote; lo importante es que la lista esté completa. Mientras trabajas la lista, ya vas a trabajar una cualidad importantísima, yo diría que vital: la honestidad. Si fuera necesario pregunta a los que te conocen, nadie como ellos para conocer tus debilidades y tus fortalezas, ten en cuenta que tú no te ves, que sólo ves tú sombra.
         Y cuando tengas la lista empieza a trabajar: Cada día agradece y potencia, (con práctica diaria), alguna de tus fortalezas; y después reflexiona, serena, seria y honestamente, para que necesitas lo que tú crees que son tus carencias. Verás cómo cada vez te sientes más segur@ con tus habilidades y como empiezan a desvanecerse lo que tú crees que son carencias. Este trabajo te va a llevar meses, o quizás algún año, no importa, ¿qué es un año o dos comparado con todo el tiempo que llevas lamentándote.
         Suerte en tu trabajo, y si necesitas algún tipo de ayuda, por algún sitio de este blog aparece mi correo, úsalo.
                 

martes, 9 de noviembre de 2010

Abrir el corazón

Camina………. camina………. sigue caminando, no te detengas, la vida es un continuo, sin paradas, es como si fueras subid@ en una cinta sinfín que te va llevando adelante, siempre adelante.
Es posible que a veces te dé la sensación de un parón en tu vida. No es tal, la vida sigue, sólo eres tú viviendo en tus pensamientos, desconectad@ de tu divinidad, aislad@, como un niño perdido. Sólo estás pres@ de tu mente, atad@ a tu cuerpo, entre las rejas de tus pensamientos.
Suéltate………. hazlo………. y sigue adelante con el fluir de la vida, sólo tú puedes hacerlo, nadie puede liberarte salvo tú.
Puedes hacerlo………. Siéntate, cierra los ojos y empieza a sentir tu respiración, inhala, retén el aire un instante y exhala, y otra vez, y otra, sigue sintiendo tu respiración y vuelve a ella cuando te vuelvas a sentir atad@ a tu pensamiento; y pronto vas a sentir como la cinta sinfín de la vida empieza a moverse para ti, y sientes que te estás alejando de ese pensamiento que te mantenía prisioner@ sin dejarte avanzar.
Respira y sigue adelante ………. no te canses ………. no te aburras ……….  Respira y siente tu respiración, sigue adelante.
Y ahora que ya eres un/a expert@ respirando, lleva la atención al centro de tu pecho, ahí está tu corazón, siéntelo, empieza a sentir su bombeo, siente la vida circulando por tu corazón, sigue, no te canses, respira por tu corazón; empieza a sentir que algo se expande en tu pecho, respira, siente la expansión en tu pecho.
¿No sientes nada?, No te preocupes, es normal, es la primera vez que lo haces, para eso estamos aquí, para ponerle remedio. La práctica te ayudará a sentirlo. Imagina que lo sientes, imagina que se expande. Esa expansión es la energía del amor. ¡Estás abriendo tu corazón a la energía del amor!, y en el centro de tu pecho aparece un punto de luz dorada, míralo radiante y luminoso, y con cada bombeo de tu corazón empiezan a salir rayos hacia fuera, alcanzando a todas partes.
Visualízate delante y mira como te llegan esos rayos, y con cada bombeo de tu corazón vete repitiendo que te quieres. (Si te llamas María, vete diciéndote: María te quiero). Y sigue sintiendo ese amor por ti. Hasta que te quieras lo suficiente.
 Es el momento de sentir al amor verdadero, el amor divino, el amor universal. Es el momento de sentir que formamos parte de todo y que siempre vamos a tener la ayuda que necesitemos. Es el momento de confiar en la vida, de enviar amor a las personas que amamos, de eliminar envidias, rencores, odios, y transmutarlos en comprensión y misericordia.
Es el momento de sentir a Dios.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Perdonar

¿Por qué estás molest@ con tus suegros?,  ¿por qué no te hablas con tu amigo?, ¿por qué estas ofendid@ con tu hermano?,  ¿por qué le guardas rencor a tu cuñada?, ¿por qué odias a tu vecino?
¿Es posible que te sientas ofendid@ por algo que han dicho, o por algo que han hecho, o por alguna omisión? ………………. No han sido ellos, no ha sido a ti.
Y no han sido ellos, porque no son conscientes de sus pensamientos, y si no son conscientes de sus pensamientos, muchos menos de sus actos. Son como bebés, dominados por la inconsciencia. Y no ha sido a ti, si ha ocurrido, ha sido a tu cuerpo, y tu, recuerda, no eres el cuerpo.
Puede que incluso haya sido que no se han cumplido tus expectativas. Y las expectativas las creas tú con tus pensamientos. No son reales. Son imaginarias. Por lo tanto, en este caso, no te han ofendido, has sido tú quien se ha sentido herid@.
Pero incluso en los casos en los que pudiera haber razón para el odio, por haberte despojado de tus bienes o por haber sentido el ultraje de la violencia, no puedes guardar dentro de ti esa energía de odio, de ira, de deseo de venganza, de rencor; porque es esa energía la causante de un gran porcentaje de enfermedades físicas y emocionales. Mantener esas energías en ti, es como ir tomando un veneno gota a gota, y además la otra persona, a la que odias, no se entera de tu odio, ella sigue con su vida. Tu sol@ estás recibiendo el daño, cada día, es como si la ofensa te la estuvieran haciendo un día tras otro.
Solo hay una manera de eliminar esa energía destructiva: Perdonar. Cuando eliges perdonar: Sanas física y psíquicamente, liberas tu memoria y te permite vivir el presente, creces interiormente, se desarrolla tu conciencia, madura tu carácter.
Perdonar no borra el mal hecho, no quita la responsabilidad al ofensor por el daño hecho, ni niega el derecho a hacer justicia a la persona que ha sido herida. No necesitas para perdonar abrazarte a quién te ha ofendido. Es un proceso interior, en el que la energía de odio va desapareciendo dejando paso al Amor.
Perdonar es olvidar. Por eso quien dice que perdona pero no olvida, no está perdonando.
Recuerda a Jesús en la cruz: “Perdónales Señor, que no saben lo que hacen”. Y le estaban matando.
¿Cómo hacerlo?: Después de tu meditación. Y si no haces meditación, (que deberías hacer), en cualquier momento del día.
Sube las manos a la altura de los hombros, con los brazos al lado del cuerpo, cómodamente relajados, las palmas al frente.        
Lleva la atención al corazón.
Visualiza a la persona que vas a perdonar delante de ti.
           Lleva la atención a tu corazón sintiendo que sale un rayo de luz, igual que de las palmas de tus manos, y repite en tu interior: Yo te perdono, cualquier cosa mala que me has hecho, voluntaria o involuntariamente, con pensamientos, palabras, hechos y omisiones, incluso aunque ya no te acuerdes de lo que es.
Y después dile: Y tú, perdóname por todo el daño que te he hecho, voluntaria o involuntariamente, con pensamientos, palabras, hechos y omisiones, incluso aunque ya no me acuerde de lo que es.
Al principio, va a ser un trabajo de la voluntad, porque es posible que se revuelvan tus entrañas, pero hazlo cada día, por la mañana y por la tarde, hasta que sientas que el rencor ha desaparecido y que incluso ya no te acuerdas de la ofensa.



sábado, 6 de noviembre de 2010

Saber pedir

Ya lo decía Jesús: “Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide recibe y el que busca halla y al que llama se le abrirá”.

Es posible que estéis pensando que esto no deja de ser más que una cita en un libro, algo escrito que suena bien, pero que nada tiene que ver con la realidad.  Porque puede ser que te hayas pasado la vida pidiendo para poder pagar cómodamente la hipoteca, y no parece que te escuche nadie ya que los problemas siguen ahí un mes tras otro; o pidiendo salud para ese familiar enfermo, y no termina de curar; o pidiendo que te toque el primer premio de la lotería, y nada, silencio, nadie al otro lado.

Parece lógico pensar que no haya nadie que escuche. Sin embargo, si hay quien escucha, y además te escuchan siempre. Posiblemente es que no pedimos adecuadamente, o que no sabemos pedir.
Pero antes de entrar en cualquier tipo de explicación voy a empezar con una historieta, que puede ser más ilustrativa que cualquier explicación: Imagina una madre que está preparando a su hijo para ir al colegio; en ese colegio es obligatorio el uniforme, y el niño se va al colegio vestido con su uniforme. Ese uniforme es un poco especial, tiene un artilugio para preservar su integridad; ese artilugio es una especie de cerebro, es un ordenador integrado, y cada vez que el uniforme cree que está en peligro de algún tipo, como romperse una manga, ensuciarse el cuello, aparecer una arruga, etc., el uniforme mismo, sin intervención del niño, pide ayuda; y la petición de ayuda es una voz grabada en una cinta en ese ordenador. El ordenador está conectado al ordenador de sus padres, por lo que cada vez que el ordenador pide ayuda, los padres lo pueden recibir. Pero de la misma manera que el uniforme pide ayuda, todas las peticiones del niño, son recogidas por el ordenador del uniforme y enviadas al ordenador de los padres; los cuales saben perfectamente cuál es la petición del uniforme y cuál la petición del niño. A la hora del recreo son muchísimas las peticiones del uniforme: que me estiran de una manga……. que se moja el pantalón en el charco…… que se ensucia el cuello……, etc., todo eso llega a los padres, que no hacen caso, porque saben que el niño está perfecto, sólo es el vestido del niño el que parece que se queja. Pero sería suficiente un simple quejido del niño para que sus padres actuaran de inmediato, llamando al colegio o desplazándose personalmente.
Nuestra vida es igual: Los padres son nuestros guías y maestros, el colegio es la tierra, el uniforme del niño es nuestro cuerpo, y el niño es lo que realmente somos nosotros, una chispa divina.
Venimos a la Tierra que es nuestro centro de aprendizaje, vestidos con nuestro uniforme que es el cuerpo, y nuestros guías permanecen vigilantes. ¿Cuáles son nuestras peticiones?.................... no parece necesario exponerlas aquí; todas pertenecen a la materia, a aquello que pasa con nuestro uniforme. Pero todas aquellas peticiones realizadas por o para nuestra alma son atendidas de inmediato. Pero incluso, para todo lo que consideramos problemas de nuestra vida física, y que no son más que las lecciones que hemos venido a aprender, recibimos alivio.
Recuerda esa historia tan bonita  de aquel soñador, que soñaba que caminaba a lo largo de una playa acompañado por Dios, y durante la caminata veía proyectadas en el cielo escenas de su vida, y según iban pasando las escenas notaba que unas huellas  se formaban en la playa. A veces se veían dos pares de huellas, y otras veces sólo un par. Y se fijo que en las escenas más angustiosas o más tristes  de su vida solamente podía ver un par de huellas en la arena. Entonces el soñador le dijo a Dios: Señor, tú me prometiste, que si te seguía, tu caminarías siempre a mi lado, sin embargo he notado, que durante los momentos más difíciles de mi vida, solo había un par de huellas en la arena: ¿Porque cuando más te necesitaba, no estuviste a mi lado? A lo que el Señor respondió: Hijo mío, las veces que sólo viste un par de huellas en la arena, era porque yo te llevaba en mis brazos.
Para establecer contacto con tu alma, y para saber que necesitas pedir y como pedirlo, siéntate en meditación y vete repitiendo dentro de ti: “YO SOY EL ALMA”.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Tolerancia si, mejor igualdad

Algunos representantes de nuestra sociedad, aunque desgraciadamente muy pocos, tratan de inculcar a esta sociedad la práctica de la tolerancia.
Pero ¿qué es tolerancia? Podríamos decir que tolerancia es soportar o respetar a otros que tienen unas creencias, unas normas o unos valores distintos a los tuyos. O que tolerancia es aceptar a otros que tienen actitudes distintas frente a los valores propios. O también que tolerancia es escuchar y comprender el valor de las distintas formas de entender la vida.
Para que exista tolerancia es necesario el conocimiento del otro, ya que el miedo y la ignorancia son las raíces de la intolerancia y de la incomprensión. Para que exista tolerancia es imprescindible el respeto aunque no exista entendimiento entre las partes, sobre todo cuando no existe ese entendimiento.
Por lo tanto, toleramos al que consideramos distinto, por cualquier causa: distinta creencia religiosa, distinta forma de entender y organizar la sociedad, distinta raza, distinta tendencia sexual, distinta cultura, etc., entrando en este etcétera todas las distinciones que a cada persona se le pudieran ocurrir.
Así que parece claro: “Ante aquello que nos parece distinto, hay que aplicar la tolerancia”. Pero te propongo una actividad diferente: ¿Y si en vez de trabajar para soportar, para aceptar, para respetar, para conocer, en suma para tolerar; trabajas para que no haya distinción, trabajas para que exista la igualdad? Si empiezas a ver al distinto como a un igual, ya no tienes que tolerar al otro más que a ti, ya sois iguales.
¿Sabes lo que pasaría si en vez de tolerancia hubiera igualdad?: No habría guerras ni habría hambre, porque todos los recursos serían compartidos; reinaría la paz y la concordia, y en vez de pasarte la vida luchando para defender o vigilar lo tuyo, sólo te ocuparías en ser feliz.
Una sola persona puede cambiar el mundo. Empieza a cambiar, tu cambio hará que cambie tu entorno, y después empezará a cambiar el entorno de esos que han cambiado contigo, y se extenderá de manera exponencial hasta que todo el mundo haya cambiado. ¡No esperes más!, todos los que están a tu alrededor son iguales que tú. ¡Hazlo ahora!

martes, 2 de noviembre de 2010

Meditación del perdón

Sentados, la espalda recta, ojos cerrados.
Si estás en una silla, las plantas de los pies apoyados en el suelo, sin apoyarte en el respaldo.
Las manos en los muslos con las palmas hacia arriba.
La punta de la lengua en el paladar.

Inspira completa y profundamente contando hasta 6, retén contando 1, exhala lentamente.
-  otra vez, inhala, retén, exhala.
-  y otra, inhala, retén y exhala lentamente.
-  deja que con la exhalación salga de ti la tensión.
-  siente la relajación aumentando en tu cuerpo con cada respiración.

No tienes nada que hacer en este momento. Esto es todo lo que tienes que hacer..... siente tu respiración...... siente la relajación de tu cuerpo...........  siente la mente serenándose..........  respira suavemente..........  deja que la respiración siga su ritmo, no intervengas.

Prepárate para hablar con tu Alma……. prepárate para hablar con tu Alma Superior…….. prepárate para hablar con tu Padre Divino y con tu Madre Divina…………….tu Alma que es perfecto amor, te está esperando para decirte que te perdona……………. tu Padre y tu Madre Divinos, que son perfecto amor, te están esperando para decirte que te perdonan……………

Sigue respirando, lenta y suavemente……………. entra dentro de ti……………. entra dentro de ti……………. entra dentro de ti para ir a encontrarte con tu ser interior.

Visualiza delante de ti una escalera de 10 peldaños……………. esa escalera va a llevarte hasta tu ser interior…….. hasta tu ser más reverenciado…………….  hasta esa parte de ti que es amor, sólo amor.

Vas a ir bajando los peldaños, y lo vas a hacer respirando lentamente……………. vas a inhalar, vas a realizar una pausa, vas a exhalar lentamente, para volver a realizar una pausa antes de volver a inhalar……………. empieza a bajar los peldaños, 10…….. 9…….. 8…….. sigue respirando lentamente…….. inhala…….. pausa…….. exhala……..  pausa……..  inhala…….. pausa…….. exhala…….. pausa…….. 7…….. 6………. estás bajando…….. te estás relajando…….. tu respiración es cada vez más lenta…….. 5…….. 4…….. 3…….. inhala…….. pausa…….. exhala…….. pausa…….. inhala…….. pausa…….. exhala…….. pausa…….. te sientes bien…….. tu cuerpo cada vez está más relajado…….. y tu mente cada vez más serena…….. 2…….. 1…………….. ya estás abajo.

Frente a ti hay una puerta cerrada…. la llave de esa puerta la tienes tú…… esa puerta es la entrada hacia tu ser interior……… coge la llave…… siéntela en la mano…… métela en la cerradura…… abre la puerta………… delante de ti se encuentra un lugar espacioso, grande, luminoso……. ES TU SER INTERIOR. Ahí están tus secretos. Están tus ilusiones y esperanzas. Está tu ternura. Está tu amor. Están las mejores cosas de tu vida. Está tu futuro. Pero... también está tu pasado. Con el dolor y con el sufrimiento. Disfruta ahora de ese lugar y mira lo que hay en él. Todo es luz. Flores, el cielo azul, el sol brillando sobre tu cabeza, los pájaros trinando pasan revoloteando a tu alrededor, y delante de ti, el mar, majestuoso, sereno.

Te acercas caminando hasta la orilla, y ves que caminando por la orilla, desde lejos, una figura se va acercando a ti……… según se va acercando puedes comprobar que la figura es esa persona a la que vas a perdonar.
-          La figura se va acercando hasta que llega frente a ti.
-          Sin hablar quedáis uno/a frente a otro/a.
-          Le/a miras a los  y dices humildemente:
“ Yo te perdono….. desde lo más profundo de mi corazón yo te perdono….. te perdono por lo que me has hecho….. por todo lo que me has dicho….. por todo lo que me has ofendido….. por todo lo que me has humillado….. por todo lo que me has maltratado….. por todo lo que me has herido….. por todas las penas y tristezas que me has ocasionado consciente e inconscientemente, en esta y en anteriores vidas, aunque ya no me acuerde de lo que es”.

Imagina a la otra persona diciéndote con humildad: “ Yo te perdono….. desde lo más profundo de mi corazón yo te perdono….. te perdono por lo que me has hecho….. por todo lo que me has dicho….. por todo lo que me has ofendido….. por todo lo que me has humillado….. por todo lo que me has maltratado….. por todo lo que me has herido….. por todas las penas y tristezas que me has ocasionado consciente e inconscientemente, en esta y en anteriores vidas, aunque ya no me acuerde de lo que es”.

Mírate levantando ahora tu mano derecha y bendice a esa persona diciéndola: “Yo te bendigo….. yo te bendigo con paz….. con amor….. con salud….. con abundancia y prosperidad….. con crecimiento espiritual….. Yo te bendigo”.

Imagina que la otra persona levantando sus dos manos también te bendice: “Yo te bendigo….. yo te bendigo con paz….. con amor….. con salud….. con abundancia y prosperidad….. con crecimiento espiritual….. Yo te bendigo”.

Di a la otra persona: “Yo soy libre, tu eres libre, nada nos une, nuestras vidas van por caminos diferentes”…. Mira un cordón que une tu plexo solar con el suyo…. mira en tus manos unas tijeras……. Y con ellas corta ese cordón, y dile a la otra persona: “Vete en paz”.
Y mira como se da la vuelta y se va por la orilla de la playa, alejándose de ti, hasta que llegas a perder su visión. Se ha ido para no volver jamás.

Te pones a caminar por la playa, y  ves que un/a niño/a viene hacia ti………te sonríe dulcemente, y la/e reconoces, eres tu de pequeña/o……….. estás sonriendo, eres feliz. ………. Os abrazais……….. la emoción os hace llorar a los/as dos……….. estás llorando con el/ella en la playa……….. y esa niña/ese niño feliz entra dentro de ti……….. y  ahí permanece. Recuérdala/e.
...................
¿Cuál es su edad?.......... piensa si tienes algún sentimiento de culpa desde esa edad por alguna cosa que pasó……….. recuerda lo que no te gusta de tu vida desde entonces……….. para cambiarlo......, para perdonarlo.......
..............................
Y esa niña/ese niño, se va, poco a poco, poco a poco, poco a poco hasta que también la/e pierdes de vista.
.......................

Ahora vas a salir de ese lugar. Camina hasta la puerta por la que entraste. Abre la puerta. Pasa al otro lado y cierra tras de ti. Delante de ti está la escalera por la que bajaste, empieza a subir, lentamente1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10. Estás arriba. Respira lentamente. Respira. Respira.

Lleva la atención a tu corazón…… Recuerda un evento, un acontecimiento feliz………. Tu centro del corazón es el centro del amor. Del amor por todo, de la ternura, de la bondad. Levanta las manos con las palmas dirigidas al frente, y visualiza delante de ti a personas que sufren y necesitan amor. Envía amor desde tu corazón, deja que pase por tus brazos y tus manos hacia las personas que tienes delante de ti.
........................
Lleva ahora la atención a tu chakra corona. ………Recuerda un evento feliz……….. Tu chakra corona es el centro del amor divino. Envía tu amor y tus bendiciones a tus guías y a los ángeles del perdón.
…………….........
Lleva ahora la atención a tu chakra cardiaco y a tu chakra corona y di: Yo soy una luz de Dios. Yo soy una luz divina. Siento amor por todo el mundo. Siento amor por todo lo creado, por cada árbol, por los pájaros, por los animales, por las personas, por todo, sin distinción. Ese es el amor de un alma por todo.

Repite en tu interior: Gracias a los ángeles del perdón por ayudarme en esta tarea de perdón. Gracias a los ángeles de la sanación. Estoy muy feliz. Acepto el perdón y perdono completamente. Sin reservas. Gracias, gracias, gracias.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Nuestra misión

La planificación de una vida en la Tierra es una tarea extraordinariamente compleja, ya que se ha de programar cada encuentro, cada situación, cada circunstancia, cada interacción.
Piensa por un momento en todas las personas que tienen o han tenido algo que ver en tu vida, piensa en todas las personas que se han relacionado contigo a través de la familia, los estudios, el trabajo, la diversión, las aficiones, etc., etc. Pues cada uno de esos encuentros, cada situación, cada circunstancia, ha sido minuciosamente planificado, haciendo coincidir en el tiempo y en el espacio a todas y cada una de esas personas, y haciéndolas coincidir en las situaciones específicas para cada una; unas han de ser padres de…. y abuelos de…., a la vez que compañeros de estudios de…., y vecinos de……. Párate un momento y piensa en el entramado de relaciones que existe en tu vida, como has ido conociendo a las personas, como unas te han acercado a otras o como has ido alejándote de algunas; si eres consciente de todo eso, verás la grandeza y la sincronicidad que existe………………. pues como la tuya hay otros siete mil millones de almas en el planeta que tienen la misma planificación.
Y todo este ingente trabajo, ¿para qué? Todo este trabajo, toda esta planificación, todo este entramado que nos enlaza a los unos con los otros, ¿qué objeto tiene? Sólo uno,  facilitarnos  la consecución de nuestro objetivo, el mismo para todos: Convertirnos en Amor, vivir desde el Amor, sentir el Amor por todo y por todos.
El resto de lo que llamamos “nuestra misión”, sanador/a, clarividente, comunicador/a, guía espiritual, etc.; los trabajos kármicos, la construcción del carácter, el crecimiento interior o el desarrollo de la conciencia, sólo son muletas en las que apoyarnos para ir eliminando bloqueos energéticos que nos permitan llegar a la energía del Amor.
Pero si tienes claro este camino, camina en línea recta, empieza a vivir las veinticuatro horas del día como si ese Amor ya estuviera en ti, y todo lo demás se va a ir recolocando en su lugar o eliminándose de manera mucho más sencilla que si trabajarás cada aspecto por separado. Es un trabajo duro, pero sólo hay que estar despiertos, ¡Suerte!.