El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




martes, 9 de noviembre de 2010

Abrir el corazón

Camina………. camina………. sigue caminando, no te detengas, la vida es un continuo, sin paradas, es como si fueras subid@ en una cinta sinfín que te va llevando adelante, siempre adelante.
Es posible que a veces te dé la sensación de un parón en tu vida. No es tal, la vida sigue, sólo eres tú viviendo en tus pensamientos, desconectad@ de tu divinidad, aislad@, como un niño perdido. Sólo estás pres@ de tu mente, atad@ a tu cuerpo, entre las rejas de tus pensamientos.
Suéltate………. hazlo………. y sigue adelante con el fluir de la vida, sólo tú puedes hacerlo, nadie puede liberarte salvo tú.
Puedes hacerlo………. Siéntate, cierra los ojos y empieza a sentir tu respiración, inhala, retén el aire un instante y exhala, y otra vez, y otra, sigue sintiendo tu respiración y vuelve a ella cuando te vuelvas a sentir atad@ a tu pensamiento; y pronto vas a sentir como la cinta sinfín de la vida empieza a moverse para ti, y sientes que te estás alejando de ese pensamiento que te mantenía prisioner@ sin dejarte avanzar.
Respira y sigue adelante ………. no te canses ………. no te aburras ……….  Respira y siente tu respiración, sigue adelante.
Y ahora que ya eres un/a expert@ respirando, lleva la atención al centro de tu pecho, ahí está tu corazón, siéntelo, empieza a sentir su bombeo, siente la vida circulando por tu corazón, sigue, no te canses, respira por tu corazón; empieza a sentir que algo se expande en tu pecho, respira, siente la expansión en tu pecho.
¿No sientes nada?, No te preocupes, es normal, es la primera vez que lo haces, para eso estamos aquí, para ponerle remedio. La práctica te ayudará a sentirlo. Imagina que lo sientes, imagina que se expande. Esa expansión es la energía del amor. ¡Estás abriendo tu corazón a la energía del amor!, y en el centro de tu pecho aparece un punto de luz dorada, míralo radiante y luminoso, y con cada bombeo de tu corazón empiezan a salir rayos hacia fuera, alcanzando a todas partes.
Visualízate delante y mira como te llegan esos rayos, y con cada bombeo de tu corazón vete repitiendo que te quieres. (Si te llamas María, vete diciéndote: María te quiero). Y sigue sintiendo ese amor por ti. Hasta que te quieras lo suficiente.
 Es el momento de sentir al amor verdadero, el amor divino, el amor universal. Es el momento de sentir que formamos parte de todo y que siempre vamos a tener la ayuda que necesitemos. Es el momento de confiar en la vida, de enviar amor a las personas que amamos, de eliminar envidias, rencores, odios, y transmutarlos en comprensión y misericordia.
Es el momento de sentir a Dios.

3 comentarios:

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  2. Me llega y me vibra en mi interior, con fe y pasión, te vas conociendo y encontrando a ti mismo.
    Gracias

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  3. Cuando el fruto esta maduro, cae del arbol por si mismo. En un momento pende de las ramas, lleno de jugo. Al siguiente momento cae, no porque se le haya forzado a ello, o por que haya hecho el esfuerzo de desprenderse, sino porque el arbol a reconocido su madurez y lo suelta.
    Gracias por compartir tu nectar.

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