El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




domingo, 27 de marzo de 2011

Ofrece tu vida

            Pocos son los que no creen que existan los ángeles, los guías, los maestros o el mismo Dios. Unos creen por sus creencias religiosas, (fe es creer lo que no vemos), otros por convencimiento, otros incluso, por deducción lógica. Son muchos los que no lo reconocen, y que incluso defienden a capa y espada la existencia de nada al otro lado de la vida física, pero en su fuero interno, más de una vez han pedido ayuda o han suplicado a Algo superior a ellos; el caso es que se pueden contar con los dedos de la mano los que son verdaderamente ateos.
            Si tú eres de los que crees pública o privadamente que hay Algo más, me atrevo a pedirte un momento de reflexión: Imagina que uno de esos guías, o ángeles, o maestros, o el mismo Dios se hiciera carne y bajara a la tierra a vivir entre nosotros. ¿Cuál sería su comportamiento? Bueno, en realidad no hace falta que imagines mucho si conoces la vida de Jesús, de su Madre María, de Buda, de San José, de San Francisco, o más cercanos en el tiempo como la Madre Teresa de Calcuta, el Padre Pío, Vicente Ferrer, o tantos y tantos Seres que han estado entre nosotros, repartiendo su amor, su compasión, su comprensión, su misericordia, su respeto hacia los demás.
            Todos ellos pasaron por las mismas circunstancias por las que todos nosotros estamos pasando, todos son como nosotros una chispa divina, todos tuvieron un primer nacimiento, todos  pasaron por la vida con dolor y sufrimiento, pero ellos supieron transformar el sufrimiento en Amor, supieron transformar la tristeza en alegría, supieron transformar la pobreza en abundancia, supieron transformar el egoísmo en servicio a los demás. ¿Crees que eran diferentes a ti? ¿Crees que tenían algo especial que les hizo santos? ¿Crees que lo que ellos eran es incompatible con tu vida? ¿Crees que tú no puedes hacer lo mismo? Y tanto que puedes.
            Todo lo que haga una persona, lo pueden hacer los demás; todo lo que una persona consiga, lo pueden conseguir los demás; tú también……. ¿Cómo?......, ofreciendo tu vida a Dios, es lo que hacían ellos. Ofrecer la vida a Dios no es hacerse cura o monja, no. Ofrecer la vida a Dios es dejar que la vida fluya a través de ti, sin componendas mentales; es dejar que la vida transcurra según el Plan Divino, sin forzar acontecimientos para que la vida sea lo que a ti te gustaría que fuera. Cuando consigues eso, te cambia la vida, porque Dios, al que le has ofrecido tu vida, con tus problemas, con tus dudas, con tus miedos, se encarga de que empieces a vivir la vida  que necesitas vivir, no la vida que tu crees querer vivir.
            Cuando despiertes cada mañana dedica un minuto, no hace falta más, a ofrecer tu vida a Dios y a entregarle tus problemas. Después de eso puedes levantarte y empezar tu día, sin darle vueltas a nada, permaneciendo alerta a cómo va pasando ese día. Con la mente en calma, observando el fluir de tu propia vida, aceptando cada segundo, porque cada segundo es enviado por Dios, verás cómo empiezan a suceder cosas que antes te podían parecer imposibles, verás cómo va llegando la paz y la serenidad y la felicidad, veras como va llegando el Amor.
            Después de eso, sólo te queda cada noche agradecer la vida recibida, incluso si el día no parece haber sido de tu agrado, agradécelo, porque ha sido un día necesario, y eslabón anterior de acontecimientos futuros, necesarios para tu aprendizaje.
            Recuerda: Al despertar ofrece tu día a Dios entregándole los problemas, y al anochecer agradece todo lo recibido. Comprobarás así, que tu vida no va a diferir mucho de la vida de los santos que hayas imaginado.

2 comentarios:

  1. Me alegro de seguir leyendo cosas tan bonitas que me llegan al corazón, me siento feliz al leerlas y sentir que sigues ahy para ayudarnos a ser mejor persona. deseo que estes muy bien y feliz ,Aurora

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  2. Hola, esto significa que no tenemos que tener expectativas de evolucionar en nuestra vida en el día a día. Debemos fluir momento a momento sin pensar que es lo que nos gustaría hacer para crecer espiritualmente o como persona? Lo digo porque yo ,tengo inquietud de aprender ,de hacer algo, no se, es algo que se que tengo que cambiar y me gustaría cambiar en mi vida, pero no se como hacerlo, ni que es,o por donde empezar y pienso cada día que será lo mejor para leer o que hacer o algún curso que me aporte este cambio que quiero hacer en mi vida,que me de más conocimiento para poder vivir la vida plena,feliz, pero no llega.Será porque no es el momento?entoces termino con lo que empezaba ,no tengo que tener esas ganas de evolucionar,lo dejo todo fluir sin hacer nada, sólo haciendo mi vida cotidiana. bueno muchas gracias por todo. besos

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