El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




jueves, 30 de junio de 2011

El duelo

Recientemente conversábamos con una buena amiga sobre lo duro que representa romper el silencio, ese silencio muchas veces auto impuesto, que a menudo nos paraliza en el tiempo ante la pérdida de un ser querido. Y es que  apenas unos días después de habernos despedido de esa persona todo lo que nos envuelve también está embargado por ese silencio y nos dejamos llevar.

Los que nos rodean, amigos, familia, conocidos, tratan de consolarnos sin hablar, casi como si nada hubiera pasado y lo más que oímos es que “hay que tirar para adelante, que él o ella es lo que querrían”…. Entonces confiando en que todos pasamos por el mismo trance antes o después, escuchamos los consejos y nos apresuramos en volver pronto al trabajo, a nuestra rutina y tratamos  de estar ocupados permanentemente para no pensar, esperando que el tiempo nos traiga otras cosas más alegres y, poco a poco, aunque no olvidemos, podamos vivir como si hubiésemos olvidado. Todos deseamos hacer un proceso lo menos doloroso posible y no sabemos cómo. ¿Pero, es eso lo que realmente necesitamos?

Seguramente no. Y  lo sabemos cuándo pasado un tiempo en que hemos vuelto a sonreír y ha habido momentos cada vez más largos en que no hemos pensado, de repente, en un instante cualquiera, nos invade la tristeza y nos vemos atrapados en los mismos pensamientos (¿porqué a él/ella? ¿por qué a mí, a nuestra familia? Que injusto….) y sintiendo la perdida como si fuera en ese mismo instante.

Quizás, apenas nos quedó espacio para llorar, para hablar o recordar y revivir tantos momentos compartidos con él/ella. Quizás no lo hicimos porque no quisimos o quizás no pudimos por miedo. Como me decía esta amiga, a veces no podemos ni escribir en un papel lo que sentimos por miedo incluso a reprocharles su partida.

Reflexionando sobre todo esto y sintiéndome muy cercana a su dolor, sentí que, como siempre, las palabras y los consejos de poco sirven, porque cada ser humano se expresa de acuerdo a como se siente. Y el sentir es algo que está basado en la forma de ver la vida en toda su magnitud, en la manera de vivirla y de vibrar con ella.

Ante una pérdida es humano y lógico que, al principio y aún durante un tiempo, nos invada la desesperación, las preguntas, los porqués y que nos quejemos y lamentemos de lo injusta que es la vida, porque sentimos que nos han arrancado una parte de nosotros mismos y que ya nada será igual. Y es cierto, nada ya es igual, porque nuestra vida se va tejiendo con los hilos que nos sujetan en cada momento.

Sin embargo, poco a poco, puede ayudarnos establecer un diálogo sereno con uno mismo sobre quiénes somos y cómo queremos vivir todo lo que la vida nos va trayendo. Podemos elegir sentirnos de alguna manera concreta (desgraciados, tristes….) o sencillamente podemos sentir y sentirnos como lo que verdaderamente somos: pura energía y reconocernos cómo alma. Es entonces cuando dejamos de reprochar nada porque sabemos que lo que llamamos cuerpo es tan solo un vestido mientras estamos en la Tierra. Y sabemos que a aquél o a aquella que se ha ido, aprendimos a necesitarlo, pero no queríamos su cuerpo, sino que amábamos a la persona, al ser, al alma. Y esta permanece en el espacio y el tiempo.

Si podemos llegar a sentir esto, nos damos cuenta también de cuan absurdos son los reproches, porque él/ella,  como todos, escogió cuando nacer y cuando morir, de qué manera y en qué lugar, para su aprendizaje, para su evolución, y para el aprendizaje y la evolución de cuantos le/la rodearon y compartieron su vida.

Pero como le decía a mi amiga: aquí ni Dios mismo, ni el Universo, ni ninguna fuerza extraordinaria puede hacer nada por nosotros para amortiguar nuestra pena y nuestro dolor, si antes nosotros no emprendemos el camino del autoconocimiento intenso de quiénes somos realmente y de lo que sentimos.

            Nadie nos garantiza un duelo sin lágrimas, lloros, quejas y/o reproches, incluso puede ser necesario, pero lo que sí es cierto es que si logras sentir más allá de tu cuerpo físico y tu mente, una vez pasada  la tormenta podemos recogernos en la calma y alcanzar a sentir paz en el corazón y, aún sin olvidar, permitirnos cerrar nuestro duelo para siempre, pero no cerrar nuestro amor, porque seguiremos amándola/le por siempre.

            Entrada publicada por Elisenda Julve.





miércoles, 29 de junio de 2011

Kundalini (II)

            Sigamos con la Kundalini: Decíamos que la energía Kundalini en el cuerpo humano se encuentra en la base de la columna vertebral; en donde, tratándose de una persona corriente, permanece dormida y desconocida durante toda la vida. Es mucho mejor que permanezca así, dormida, hasta que la persona haya alcanzado el adecuado desarrollo moral, hasta que su voluntad sea bastante fuerte para regularla, y sus pensamientos bastante puros  para hacer frente a su despertar sin riesgo.
Aunque parezca una tontería hablar de voluntad, moralidad y pensamientos; y unirlos al movimiento de una energía del cuerpo, no lo es. Si el despertar de la Kundalini va parejo al crecimiento de la persona como ser espiritual, es normal esa unión. “Crecer” significa fortalecer la voluntad, dejar en la mente los pensamientos puros, tratar a los demás como iguales, desechar los deseos, vivir una vida de amor hacia todo y hacia todos, ser compasivo/a, ser honesto/a, ser generoso/a con los que más lo necesitan.
            El movimiento de la Kundalini es ascendente, desde la base de la columna, hasta alcanzar la coronilla. En su recorrido va limpiando, purificando y fortaleciendo cada uno de los centros energéticos, (chakras), por los que va pasando. Si en alguno de esos centros hay bloqueos, la energía se estanca, provocando distintas reacciones, dependiendo de los centros que se encuentran bloqueados.

Es posible que hayáis oído o leído que la Kundalini es peligrosa. No lo es, siempre y cuando se sigan ciertas normas, como son:
            Mantener un cuerpo físico puro y sano: Esto significa aumentar en el cuerpo la proporción de las clases más finas de la materia y eliminar o disminuir las más toscas.     Es mediante el sistema nervioso que el alma opera cuando usa el cuerpo físico. El cuerpo es un instrumento, pero el sistema nervioso es el instrumento especial por el que se expresan las emociones y los pensamientos.
Tal como sea la calidad del cuerpo físico será la del sistema nervioso, y por lo tanto su capacidad de responder a vibraciones de diferentes clases, una de ellas, la energía Kundalini.

El cuerpo físico se construye con el alimento y las bebidas que ingerimos, y naturalmente, de la calidad de sus constituyentes dependerá la calidad de esos alimentos.

Es imprescindible el seguir una dieta adecuada:
                   o   Eliminación de  la carne de cerdo.
                   o   Reducción del resto de carnes.
                   o   Incrementar frutas y verduras.
                   o   Abstenerse de:
                               Fumar.
                               Tomar drogas.
                               Bebidas alcohólicas.
                               Beber con moderación (vino, cerveza).

Mantener el cuerpo fuerte y elástico, con alguna de las actividades como:
                              -          Yoga.
                              -          Natación.
                              -          Ejercicio físico.

¿Por qué comer poca carne?: Las carnes son proteína animal concentrada. Cuando matan al animal, sus proteínas se coagulan en pocas horas. Es un proceso llamado de autoputrefacción, en el que la sustancia original empieza a descomponerse liberando diversas toxinas.

Cuando se come carne no se puede descomponer completamente en el tracto digestivo superior, y su proceso de descomposición y liberación de toxinas continua en el colon. Estas toxinas pueden, inicialmente, ser absorbidas por el hígado, pero al cabo de un tiempo el hígado no las puede soportar y el cuerpo se contamina.

Las proteínas vegetales no sufren una autoputrefacción ya que su residuo es la celulosa, que es estable.

La carne está entre los alimentos que más acidez produce y deja un residuo de ácido úrico en la corriente sanguínea. El ácido úrico es una toxina que hace más difícil alcanzar los estados meditativos más claros y superiores debido a que es un irritante en el estómago.

La carne tarda 3 días en pasar a través de todo nuestro sistema. Para una buena salud, los hombres necesitan digerir los alimentos dentro de las 24 horas, y las mujeres en 18 horas.

De cualquier forma, tampoco conviene ser un “integrista”, no se consigue la espiritualidad en la cocina.

La pureza corporal es un medio para conseguir un fin.

Salud significa funcionamiento armonioso de todos los órganos vitales del cuerpo físico.          La persona que goza de buena salud casi no se da cuenta de su cuerpo físico, mientras que la que sufre de mala salud está siempre pendiente de alguna parte de su cuerpo.

Cuando la enfermedad es causa de distracción, es un obstáculo en el camino de unión con el alma. En muchos casos, la enfermedad resulta de desarmonía interna y falta de dominio propio, y desaparece cuando desaparecen esas causas.

Pero a veces, la enfermedad no se puede superar por causas kármicas o por ser necesaria esa enfermedad para el trabajo que ha de desarrollar esa persona. Entonces la persona debe proseguir su trabajo, manteniendo la actitud correcta.
           Mantener una mente sana y un equilibrio emocional:
                              -          Libre de pensamientos impuros
                              -          Agudeza y claridad mental.
                              -          Mantener la calma y la paz interior para ver las cosas con desapego.
                              -          Humildad, gratitud, respeto.
                              -          Honestidad, bondad, compasión, misericordia

Seguir estas pautas es el salvoconducto que va a permitir el ascenso de la Kundalini sin peligro.
            Los peligros del despertar esta energía con un cuerpo insano, una mente enferma de pensamientos y deseos, o mantener desequilibrios emocionales, se denominan: “Síndromes de Kundalini”, y pueden ser físicos, emocionales, mentales, sexuales, kármicos, espirituales y místicos.

Manifestaciones del síndrome físico: Insomnio, fiebre, debilidad física, dolores musculares, irritación cutánea, depresión.

Manifestaciones de los síndromes emocional y mental: Irritabilidad y rabia, problemas de relación, crítica e intolerancia, orgullo, amplificación de los aspectos negativos de la persona.

Manifestaciones del síndrome sexual: Aumento del deseo sexual, deseo sexual incontrolado.

Manifestaciones del síndrome kármico: Mala suerte en cualquier circunstancia de la vida, problemas económicos por doquier.

Manifestaciones de los síndromes espiritual y místico: Superactivación de los sentidos (vista, oído, olfato), experiencias místicas, pérdida del sentido práctico.

Es posible que con un incorrecto despertar de la Kundalini, y sobre todo en los síndromes espiritual y místico, a ciertas personas se les desarrollen ciertos poderes supranormales, con los que ellas, en su ignorancia se sientan orgullosas y poderosas, pero son de una clase que los pone en contacto con una evolución de orden inferior, con la cual no hemos de tener relación. Al otro lado de la vida, no todo son ángeles y querubines, hay verdaderas fuerzas oscuras, que arden en deseos de captar para “su causa” a cuantos más humanos mejor. Es fácil saber si se entra en contacto con estas fuerzas oscuras: Con ellas “nada se hace por amor”.

El despertar incorrecto de la Kundalini tiene otras consecuencias desagradables. Lo intensifica todo en la naturaleza de la persona, y alcanza a las cualidades bajas y malignas antes que a las buenas. En el cuerpo mental, por ejemplo, se despierta muy pronto la ambición desmedida a un grado increíble, probablemente acompañada de un gran poder intelectual, con orgullo anormal, en medida casi inconcebible para lo que es común en las personas.

Si a pesar de todo: Trabajar el cuerpo y mantenerlo fuerte y sano, purificar la mente de pensamientos insanos, mantener el equilibrio emocional, etc., etc., tienes alguna manifestación de estos “síndromes”, consulta con un experto, (ojo, hay muchos que se consideran expertos y no saben, ni han sentido jamás la circulación de la Kundalini). Pero mientras tanto sigue estas normas:

-          Que tu ejercicio físico sea saltar. ¡Sí!, no es una tontería, así la energía vuelve a su lugar de origen.

-          Toma dos o tres baños al día en agua salada. En media bañera echa dos kilos de sal, y permanece en el agua veinte minutos. Si no tienes bañera, al gel de baño añádele sal fina y frota toda tu cuerpo.

-          Mientras dure el síndrome, que la alimentación sea solamente fruta y verdura.

-          Y si realmente has trabajado tu mente, toma contacto con el lugar de tu cuerpo en que se encuentra estancada esa energía y muévela con tu pensamiento: Devuélvela a su punto de partida, o intenta hacerla subir hacia la coronilla.

            Esperamos haber aclarado un poco lo que es la energía Kundalini, y con qué se pueden encontrar las personas en la época actual. Estamos en la Era de Acuario, en ella el crecimiento espiritual va a ser infinitamente superior al que hasta ahora llevaba la humanidad, y puede ser normal el despertar de esta energía. Que al menos se tenga la información imprescindible para tratar con ella.

            Ten por seguro, si estás leyendo esto, que de los cuarenta y nueve niveles de energía Kundalini que todos hemos de despertar, tienes como mínimo tres o cuatro despiertos, y no te has enterado. Así que no sufras por los cuarenta y cinco restantes.

Cuida tu cuerpo, lleva una vida honesta, busca la paz interior y trata a todos como si fueras tú mismo/a. Es la mejor receta para que la energía Kundalini, se manifieste rápida y segura.


martes, 28 de junio de 2011

Poder

       Yo digo muchas veces que dentro de nosotros está la sabiduría, el conocimiento y el poder. Y no sé si siempre ha quedado suficientemente claro, sobre todo cuando digo “poder”.
      Porque puede entenderse como el poder de este mundo físico. Ese poder que nos hace desear ser las personas más importantes y más influyente del mundo.
     Pero no es ese poder. Porque ese poder es una enfermedad, es la peor enfermedad que padece el ser humano en el mundo entero, y desgraciadamente, todos los sistemas educativos, todas las culturas, todas las sociedades, e incluso todas las religiones fomentan esa enfermedad.
     Pocas son las personas que no están empeñadas en conseguir el poder, pero ese afán de poder sólo surge de un vacío en el interior de la persona.
     Ese poder es limitado, es reducido, es enfermizo. El poder siempre se ejerce sobre alguien. Y la sola idea de ejercer poder sobre los demás significa arrebatarles su dignidad, destruir su individualidad, obligarles a ser esclavos. Queremos tener el poder en el trabajo, en la amistad, en la relación, en la familia, etc.

     Este mundo está dominado por personas que en realidad son inferiores, pero que intentan ocultar su inferioridad con alguna clase de poder, mejor dicho con cualquier clase de poder, cualquier poder es bueno para ellos. Y se han inventado muchas formulas. Y como no todo el mundo puede ser presidente, dividen la tierra en estados, y los estados en estados más pequeñitos, y estos en otros más pequeñitos y así sucesivamente, para que muchas personas puedan ser presidentes, ministros, consejeros. Y los que no pueden llegar ahí ejercen el poder sobre las personas que tienen a su alcance.
     Hay otro poder mucho más auténtico: Un poder que no tiene nada que ver con el dominio sobre los demás. El verdadero poder no tiene nada que ver con nadie, ni tan siquiera necesita que nadie lo vea.
     Es verdadera independencia, es lo que lleva a la esencia del ser, a ese lugar desde el que nace a borbotones la vida a cada momento, y no sé si es correcto llamarle poder a este poder.

     Debería de llamarse paz, amor, compasión
     La persona sin deseo de poder es una persona satisfecha, feliz, tranquila, contenta con lo que es. Todo su ser expresa una gratitud hacia la existencia, no tiene nada que pedir, está satisfecha. Todo lo que tiene se lo han dado sin haberlo pedido. Es un regalo de la Naturaleza.
     La única manera de liberarse del absurdo deseo de dominar es internarse en el vacío. Hay que utilizar toda la energía para no torturarte o ser violentos con uno mismo, que es de donde nace la pasión por la dominación y por el poder. Hay que entrar en la nada.
      Y en esa nada se encontrará la fuente de la vida eterna, porque desaparecerá ese complejo de inferioridad que hace comparar permanentemente unas personas con otras personas e intentar dominarlas.
     Únicamente el cambio y la transformación interior proporciona la paz. De esa paz brotará el amor, la sabiduría, la creatividad. Para eso hay que ir variando el rumbo de los pensamientos al silencio, de la mente a la meditación.

     Y nada más entrar en contacto con el ser interior, se desvanece todo deseo de dinero y de poder. No existe comparación posible, porque se encuentra la divinidad dentro de la persona, y entonces, ¿qué más se puede desear?
     Los que tienen poder en este mundo físico, también han de entrar en contacto con su ser interior para ejercer ese poder desde su divinidad. Porque siempre tendrá que haber un presidente, un capataz, una madre, un profesor. Por eso se ha de limpiar su inconsciente, para que ejerzan el poder desde su interior de luz, para que ejerzan el poder desde su alma, para que ejerzan el poder desde el amor.


lunes, 27 de junio de 2011

Kundalini (I)

            Kundalini es una forma especial de la energía humana.

Kundal significa rizo e ini se traduce como amor. Por lo tanto, poéticamente, podríamos traducirlo como rizo de cabello de la persona amada.

La energía Kundalini es una energía que permanece dormida en la base de la columna, (entre la cuarta y quinta vértebras lumbares, a un pulgar por debajo del ombligo, en la espalda), y se representa como una serpiente enroscada tres veces y media con la cabeza hacia arriba.

La energía Kundalini también se llama el poder de la serpiente.

Es posible, que algunas de las personas que leáis esto, no hayáis oído hablar nunca de la energía Kundalini y cuál es su función. Pues bien, se conozca o no, esta energía es nuestro más alto potencial, ya que no podemos alcanzar ninguna forma de conciencia más elevada si no trabajamos con la Kundalini.

Ya sabemos que no somos un accidente de la naturaleza, ni el producto de una noche de amor. Somos un alma que sólo tiene un objetivo, volver al seno de la Energía Divina, volver al seno del Padre, volver a nuestra auténtica morada. Pero para eso hemos de conseguir un equilibrio físico, psíquico y espiritual, hemos de conseguir un estado de conciencia mucho más elevado, hemos de conseguir ser amor, amor puro; hemos de conseguir la unión de nuestro cuerpo y nuestra alma, hemos de conseguir la unión de nuestra conciencia con la Conciencia Divina.

La consecución de todos esos objetivos va estrechamente unida con el “despertar de la energía Kundalini”. Lo creas o no, ya hay una parte de esa energía circulando por tu cuerpo energético, y dependiendo de tu evolución, de la madurez de tu carácter y de tu equilibrio emocional, es más que probable que la cantidad de energía Kundalini circulante en tu cuerpo, sea mayor que en otras personas más inmaduras, menos evolucionas o más desequilibradas emocionalmente.

Mantener mayor cantidad de energía Kundalini circulante, sólo quiere decir que esa energía dormida se ha despertado.

¿Cómo se puede despertar? Permitirme un símil: Todas las personas tienen los mismos músculos, pero si una persona los trabaja, esos músculos se van desarrollando. Estaban ahí, pero estaban dormidos, realizando el trabajo para el que estaban concebidos, sin más. Con la energía Kundalini, pasa lo mismo, hay una parte pequeña que se usa en determinadas funciones, pero para desarrollarla, hay que trabajarla, hay que despertarla. Para desarrollarla, no es necesario ir al gimnasio. El lugar para desarrollar la energía Kundalini es la vida. Y lo mismo que para desarrollar los músculos se hacen cientos de repeticiones, para despertar la energía Kundalini se han de realizar cientos de repeticiones de actos de compasión, de actos de misericordia, de actos de comprensión, cientos de repeticiones de actos de amor.

Los practicantes de yoga y muchos meditadores, sueñan con el despertar de la Kundalini. ¡Dejar de soñar!, ya la tenéis despierta. Lo que no sabéis es en qué grado. Porque casi siempre hemos oído que cuando se despierta la Kundalini, ya se alcanza el grado de conciencia más elevado que se pueda conseguir en la Tierra y se alcanza la Iluminación. No es así. La Kundalini tiene grados de elevación o de despertar.

Tiene siete niveles, y cada nivel siete subniveles. Es decir, si cada despertar fuera uniforme, tendría la persona que conseguir cuarenta y nueve subidas de Kundalini para alcanzar su grado máximo. Esto se consigue a lo largo de muchas vidas, y su conquista se ha de repetir en cada encarnación, puesto que los vehículos son nuevos en cada una; pero una vez se ha conseguido dominarlo, las repeticiones son cada vez más fáciles.

La energía Kundalini es una energía muy potente, por lo que además de prepararse psíquica y emocionalmente, es bueno también preparar el cuerpo. Es necesario un cuerpo sano para que la Kundalini, en su ascensión por la columna vertebral energética o canal central, no encuentre bloqueos energéticos debidos a un mal funcionamiento o un maltrato del cuerpo, drogas, tabaco, alcohol, comida insana, exceso de carne, etc. Todo el ser se purifica con la Kundalini, y para que esta energía circule sin peligro, se necesita un cuerpo y una mente fuertes, preparados para superar el cambio que experimenta la conciencia.

Cuando esta energía despierta, empieza a subir chakra a chakra, hasta alcanzar la coronilla. Al atravesar cada chakra produce el despertar de la región correspondiente y cuando la travesía ha concluido se dice que la persona ha alcanzado la iluminación completa.

La Kundalini es el poder latente del alma, no es una experiencia de revelación mística. Es un proceso gradual a través del cual la persona puede ir elevando y transformando su conciencia hasta alcanzar un grado de conciencia superior.

De la misma manera que cuando se empiezan a ejercitar los músculos aparecen agujetas, también pueden aparecer en el despertar de la Kundalini, que en este caso se denomina “síndrome Kundalini”. Hablaremos de ellos en días posteriores.

Empieza ya a trabajar tu Kundalini. Ayuda a despertarla: la práctica del yoga, la meditación, una mente serena y tranquila que no juzgue ni critique, una vida correcta en la que el trato hacia los demás sea de igual a igual, una vida en la que los actos de ayuda, de compasión y misericordia no sean la excepción, en definitiva, una vida de amor.



jueves, 23 de junio de 2011

Vive cada día como si fuera el último

            ¿De que serviría enfadarte con el vecino, si dos horas después tuvieras la visita de la muerte?, ¿Tendría algún objeto mantener sentimientos de rencor hacia tu hermano, si ese mismo día dejaras de existir?, ¿Cuán importante sería pisar a tu compañero de trabajo para conseguir un ascenso, si al día siguiente ya no fueras a trabajar por haber muerto?, ¿Cómo te gustaría dejar este mundo?, ¿Sabiendo que has hecho felices a tus seres queridos, o con el regusto amargo de haberte pasado las últimas horas de tu vida criticando cualquier acción de tu familia?, ¿Cómo te gustaría que te recordaran?, ¿Como la persona que ayudó a los demás cada vez que se presentaba una oportunidad, o como el egoísta que no sólo no prestaba ningún tipo de apoyo, sino que además, se apropiaba de todo lo que pudiera favorecerle aunque perjudicara a sus hermanos?

            Reflexiona durante un momento………….. Imagínate que mañana no verás el nuevo día, ¿cómo te gustaría despedirte? ¿Te gustaría que dijeran eso tan manido de “tanta paz lleve como paz deja”? No, no somos lúgubres ni tétricos, puede pasar, de lo único que podemos estar seguros es de que vamos a morir. No sabrás lo que vas a comer mañana, ni cómo será el hotel de tus vacaciones, pero puedes estar seguro/a de que un día vas a dejar de existir en tu cuerpo físico. ¿Por qué no mañana?, ¿Alguien te ha dicho que será dentro de diez, veinte o cincuenta años?

            Reflexiona……….., reflexiona……….., reflexiona si merece la pena la vida que llevas de críticas, de enfados, de rencores, de tristeza, de silencios, reflexiona………

            ¿Qué pasaría si supieras la fecha de tu muerte y esta estuviera próxima?,  ¿No te gustaría que tus compañeros de trabajo, al ver tu asiento vacío, les inundara un sentimiento de amor y lealtad por lo mucho que has hecho por ellos?, ¿No te sentirías feliz porque cada persona con la que has tenido contacto te recordara por tu amabilidad, por tu sencillez, por tu colaboración, por tu alegría?, ¿No les harías saber a los tuyos lo mucho que les quieres, lo feliz que te han hecho, cuanto han hecho por ti?

            ¡Pues hazlo!, Cuando te levantes de la silla después de leer esto empieza a actuar como si mañana fuera tu último día en la Tierra: No critiques, ¿de qué sirve?, y además no serás criticado/a; no juzgues, ¿de qué sirve?, y además no serás juzgado; expresa tu amor a todos, ayudando, apoyando, colaborando, todos son tus hermanos, y lo verás más claro cuando dejes el cuerpo y veas tu conexión con todo y con todos. Sin cuerpo ni hay razas, no hay sexo, no hay ideologías, no hay creencias, Pero sobre todo expresa tu amor a los tuyos: que no pase ni un solo día sin decirles “Te quiero”, que no pase ni un día más sin pedir perdón por tu comportamiento crítico, que no pase ni un segundo más por tu ¿maltrato emocional?

            Así llegarás al último día de tu vida alegre, feliz, en paz y lleno/a de amor. Así la energía que te llegue el día que te vayas será amor puro, y te ayudará a seguir creciendo allá donde vayas.

Actúa cada día como si fuera el último. No lo dejes para mañana, puede ser tarde, muy tarde, puede ser que ya no estés.

             

martes, 14 de junio de 2011

Meditación con Kuan Yin

           Kuan Yin es  la Bodhisattva de la Compasión y es venerada por los budistas de Asia del Este. También se la conoce como la Bodhisattva china de la Compasión. El nombre Kuan Yin significa "la que oye el llanto del mundo".

Es comúnmente aceptado que la figura de Kuan Yinn es la homóloga femenina de Avalokitesvara. En Occidente suele ser conocida como la "Diosa de la Misericordia", que es su cualidad más destacada. En la mitología taoista, donde se dan otras historias sobre su origen que no están directamente relacionadas con Avalokiteśvara, es conocida como  Ci Hang Zhen Ren y es reverenciada y considerada inmortal.

Kuan Yin ha hecho voto de no entrar en los reinos celestiales hasta que todos los seres vivientes hayan completado su proceso de iluminación y se liberen del ciclo de nacimiento, muerte y reencarnación.

En la devoción popular, Kuan Yin rescata a quienes acudan a ella en momentos de dificultad, sobre todo ante los peligros producidos por el agua, el fuego o las armas. La Bodhisattva comprende los sentimientos de temor y responde a las peticiones de ayuda con su compasión. Como Madre Misericordiosa, oye las peticiones de quienes desean tener hijos.

Meditación con Kuan Yin
Sentados con la espalda recta

Respira suave y pausado, con calma y tranquilidad, permitiendo que salga toda la tensión de ti con la exhalación.
Tienes una gran sensación de paz y serenidad invadiendo todo tu ser.

Lleva la mano izquierda a tu corazón………
Tienes un gran sentimiento de amor…………

Deja que ese amor crezca y se manifieste en tu corazón……… en tu cuerpo………. Y en tu alma……….
En el centro de tu corazón tienes un Templo Sagrado………. Sólo tú tienes acceso a él………….. y ese templo es tu refugio indestructible……….

Es un buen sitio para que recojas tu mente cada día, de esa manera mantienes el camino de tu vida abierto y libre de formas de pensamiento dañinas…..
El Templo de tu corazón es luminoso, como un sol radiante…………….. En él se encuentran la gloria y el poder………. Como un pequeño universo, acogedor………. Bañado por una luz entre celeste, lila y dorada.

Si permaneces en silencio escucharás una melodía tranquila y celestial.
En el centro de ese templo hay una llama encendida, de color violeta…….

Luminosa………. Y vas a entrar dentro de esa llama………. No hay ningún peligro, es la llama del amor………… descansa ahí un momento…………….
………………….

Y observa ahora como esa llama se transforma en una cascada de agua purísima de color violeta, que va limpiando todos tus apegos………. Tus rencores………. Tus gestos negativos………. Todo lo que no te gusta de ti………. Y Perdónate………. Perdónate todo………. Perdónate por todo………..
Sal de la cascada………. Vuelve a visualizar la llama………. Y deja que entre en ella la persona a la que quisieras enviar tu perdón definitivo…… tu armonía…… tu paz……. Tu amor……..
Desde el mismo centro de la llama, en tu corazón sale un rayo de luz de amor…… hacia la persona que has colocado en la llama…….

Esa luz llega al corazón de la persona………. Y puedes ver su respuesta…….. Sientes su agradecimiento……….. Sientes su felicidad………. Sientes una liberación, en los dos, de soledades………. de tristezas……….. de rencores.
Sientes que el amor y la misericordia son muy bien recibidos………. Y te son devueltos a ti multiplicados………..

Entonces se produce una sanación de energía………. Porque la energía de amor que sale de tu corazón creó la luz sanadora más potente que existe……….
Es La fuerza de la luz y el amor que ilumina todas las almas……….

Nunca deja de iluminar………. Y es bien recibida por todos……..
Puedes sentir como una corriente de retorno llega a ti…….. Es una ley inquebrantable e infalible……… siempre recibes lo que estás enviando.

Deja que se desvanezca la imagen de la persona que habías colocado en la llama………..
Mantén tu silencio interior sintiendo esa llama en el centro de tu templo, en tu corazón……..

Ofrece ahora tus momentos de amargura a la llama violeta……… como una ofrenda de tolerancia……… y permite que se quemen……….. Hazlos polvo con esa llama de color violeta………. Todo gesto de desagrado……… de fastidio o de intolerancia……….. Debe ser purificado también a través del Perdón……….
Y según se van purificando tus emociones sientes que esa llama la Chispa Divina que habita en ti………… y te otorga la felicidad……….. la paz……….. la serenidad………..

Y empiezas a ver como una figura luminosa aparece en el resplandeciente Centro de tu templo………
Es la Virgen María…………

Has logrado que ella misma esté presente en el Templo de tu Corazón, y te regala sus bendiciones:
Repite en silencio dentro de ti:

Que la Paz de Dios sea sobre mi hogar.
Que el Amor de Dios sea en mi Corazón.

Que la Luz de Dios sea en mi Alma.
Que la Sabiduría de Dios sea en mi mente.
Que la virtud y la pureza de Dios sea en mis sentimientos.

Que la Fuerza y la Vitalidad de Dios sea entre los miembros de mi familia
Que la Salud y Bienestar de Dios sean manifiestos en mi cuerpo.

Que la Gracia de Dios sea en mi adoración.
Que los Talentos e Ingenios de Dios sean manifiestos a través de mis sentidos.

Así cada día:
            Mi fe será perfecta.

Mi voluntad será perfecta.
            Mi palabra será perfecta.

Mi acción será perfecta.
            Mis medios de existencia perfectos.

Mi memoria será perfecta.
            Mi meditación será perfecta.

Yo Soy   Yo Soy   Yo Soy
Y por siempre, la Virgen María quedará en el Templo de tu Corazón.

-          Mantente en meditación sintiendo ese amor todo el tiempo que te apetezca.
      -          Y antes de dar por concluida tu meditación, acuérdate de agradecer la ayuda que has recibido de Dios, de la Virgen María, los Maestros, de tus guías, de los ángeles.

-          Y  termina respirando más profundamente alargando la inspiración.


viernes, 10 de junio de 2011

Yo confieso (II)

            He perdido la cuenta de cuándo fue la primera vez que me senté a meditar, pero lo que no he perdido es la sensación de cambios en mi carácter a lo largo de esta vida de meditación.

            Han sido muchos los cambios, y todavía muchos que quedan por cambiar, (parece que no se acaba nunca de construir el carácter). Pero para que esos cambios se produjeran ha sido imprescindible “darme cuenta” de “las fallas en mi carácter”.

            El primero del que soy consciente, fue la “falta de voluntad”. A pesar de que me encontraba muy bien meditando, me costaba sentarme, o al menos, me costaba sentarme a ciertas horas, como podían ser las horas del amanecer. Tuve que trabajar duro para poder dominar a esa especie de animalito que todos, o yo al menos, llevaba dentro y que me decía quedito: “¿Dónde vas a estas horas con lo bien que se está en la cama, y con lo poco que has dormido?”. Como entonces todavía me identificaba al ciento por ciento con mi cuerpo, cuando vencí al animalito, lo sentí como un triunfo personal y me sentí muy “orgulloso” de mí mismo.

            El segundo fallo que tenía, era “esperar algo”. Cuando escuchaba hablar a los maestros que guiaban mis meditaciones del “despertar de la Kundalini”, de “la serenidad de la mente”, de los “siddhis o poderes psíquicos”, de la “sanación a través de la meditación”, etc., yo, quería conseguirlos todos en una hora, mejor que en un día, o en un  mes, o en un año. ¡Pobre infeliz!, entonces todavía no sabía, y no terminaba de hacer todo el caso que debía a mis maestros, que meditar esperando un objetivo, es la mejor manera de no conseguir ese objetivo, y casi añadiría más, no es meditación. Sólo empezaron a suceder “cosas”, cuando me senté a meditar por puro placer. Pero entonces, lo importante para mí, no era lo que sucedía, sino la propia meditación. Y volví a sentirme “orgulloso” de mi mismo.

            Recuerdo ahora, que uno de mis maestros me dijo un día: “Tendrías que trabajar tu orgullo”, y recuerdo mi respuesta como si fuera hoy: “Yo soy así, es mi carácter”.  Claro que era mi carácter, pero un carácter a medio construir. Cuando fui consciente y empecé a trabajar el orgullo, un ochenta por ciento desapareció de inmediato. Después de eso, ya no me sentí orgulloso. Todo empezaba a estar bien.

            He seguido y sigo “dándome cuenta” de cada acontecimiento que sucede en mi vida, y las preguntas que me hago en cada suceso son: ¿Esto tiene amor?, ¿Está hecho con amor?, ¿Esto lo quiero para mí?, ¿Me gustaría que eso que he dicho me lo dijeran a mí? Por supuesto que las respuestas a esas preguntas no siempre son las acertadas, aun sigo errando, por eso sigo meditando, por eso sigo trabajando mi carácter.

            Yo sé que no soy perfecto, como ninguno de los que estamos en un cuerpo en la Tierra. El día que llegue esa perfección, en esta vida o posteriores, se habrá acabado nuestro ciclo de nacimientos y muertes, ese día nos iremos a otro lugar, ya sin cuerpo, para seguir trabajando otras facetas que ahora no alcanzo a entender.

            Y tampoco quiero entenderlo, sólo sigo meditando, sólo quiero ser cada día una mejor persona, y espero conseguirlo algún día, en alguna vida.

            Si te has visto retratado por tu falta de voluntad, por tu querer conseguir poderes meditando, por tu orgullo, por tu intransigencia, etc., etc., sólo puedo decirte que no te desanimes, que puedes conseguir eliminar todos esos defectillos. ¡Sigue meditando!

martes, 7 de junio de 2011

El arte de meditar

            En la mayoría de los casos nuestra mente trabaja a un ritmo vertiginoso día y noche. Nuestros pensamientos son un maremágnum continuo de horarios, preocupaciones económicas, fantasías sexuales, listas de la compra, problemas domésticos, inquietud por los hijos, planes de vacaciones, etc., etc., etc., como un carrusel que nunca para. Esos pensamientos suelen girar en torno a las actividades cotidianas y crean unas pautas mentales que no dejan lugar para el silencio.

El problema es que hoy tenemos los mismos pensamientos que ayer y los mismos que vamos a tener mañana. Nuestras mentes están ocupadas en la misma conversación interior todos los días.

Aprender a estar en silencio y a meditar implica descubrir como entrar en los espacios que existen entre los pensamientos.

En ese silencioso espacio vacío entre nuestros pensamientos, podemos disfrutar de una sensación de paz total que normalmente nos es desconocida, lo que pasa que con todos los pensamientos que pasan por nuestra mente cada día, no hay tiempo para entrar en ese hueco entre pensamientos, sencillamente ¡porque no existe!, y eso trae como consecuencia el que nos sintamos tensos, inquietos, estresados, y eso en el mejor de los casos, ya que también podemos enfermar, el cuerpo es un reflejo de lo que pasa por nuestra mente.

La manera tradicional de controlar esos pensamientos es la meditación. Meditar es experimentar alivio del desasosiego y del parloteo constante de la mente para llegar al silencio y sentir paz interior.

Meditar significa que no debe haber ningún movimiento en la mente, que debe estar completamente quieta. No hay movimiento, no hay tiempo, no hay pensamiento. Meditar es un “arte”, es colocarlo todo en su sitio, de manera que no haya ningún tipo de confusión. En la meditación, la mente descubre por sí misma la “Grandeza” de todo lo que es verdadero, del objetivo de la vida, de lo sagrada que es la vida y todo lo que la envuelve, con lo que llegados a este punto se tratan todas las cosas con respeto, ya que son sagradas.

            Pero…… ¿Puede la mente estar realmente quieta?, ¿Puede parar su cháchara tanto en la meditación como en la vida diaria?, ¿Puede dejar que comparar de manera permanente?, ¿Puede atender al cien por cien?, ¿Puede prestar completamente su atención a todo lo que pasa?, o permanece siempre comparando con el conocimiento acumulado, con situaciones anteriores, con lo que se espera o desea, con el resto del mundo.

            La meditación es algo que llega, que no puede ser buscado, y para que eso ocurra se ha de entrenar permanentemente a la mente. Un magnifico entrenamiento es vivir la vida con total atención, atención sin comparar, atención con cada célula del cuerpo. Si se presta total atención a la vida, sin utilizar el propio conocimiento, sin las creencias, sin los deseos, entonces hay verdadera atención, y esa atención es silencio, y ese silencio es meditación, verdadera meditación.

            Es en ese momento cuando se produce la transformación de la mente, y la vida se convierte en comprensión, en misericordia, en amor. Es en ese momento cuando alcanzamos la meditación. Es en ese momento cuando la meditación se convierte en un arte.

           


jueves, 2 de junio de 2011

Dormir..... soñar...... despertar...... recordar

            Si crees que eres un cuerpo y que estás en la Tierra por accidente, por casualidad o por una noche loca de amor, y que al final de esto que llamamos vida no hay nada más que la desaparición de la faz de la Tierra y la descomposición del cuerpo, no hace falta que hoy sigas leyendo esto.

            Pero si eres de los que crees, que no estás aquí por casualidad y que tu estancia en la Tierra es algo elegido por ti, (aunque no te acuerdes de ello), y que además has pactado tu nacimiento, cada paso de tu vida, cada encuentro, cada situación y cada aprendizaje. Si crees que al final de la vida física sólo desaparece tu cuerpo y que tu “vida” sigue de alguna manera, no recordada ahora por nosotros, entonces si, puedes continuar leyendo, si te apetece.

            El trabajo que tienes que realizar para desarrollar tu aprendizaje, en realidad, es muy sencillo. Ni siquiera es aprendizaje, sólo es un recordatorio. Si somos eternos, antes de nacer en un cuerpo físico, es seguro que estábamos en algún lugar, y es a ese lugar a donde tenemos que volver, una y otra vez. Volvemos tantas veces como veces dejamos el cuerpo, y casi nada más abandonar el cuerpo, nos volvemos conscientes de donde estamos, nos volvemos conscientes de que estamos en nuestra verdadera casa, con nuestra verdadera familia. La razón por la que no recordamos cuando estamos en el cuerpo, es bien sencilla: Si recordáramos de dónde venimos, no querríamos estar aquí, querríamos abandonar el cuerpo para ir a nuestra casa. Y eso no era lo pactado.

            Insisto, recordar es muy sencillo. Y si no lo parece es porque lo complicamos sin ninguna necesidad, lo complicamos por desconocimiento, lo complicamos porque algo dentro de nosotros nos impulsa a “servir” y a “proteger” a nuestro ego. Nuestro ego es el “yo”, el “mi”, lo “mío”. Pero este impulso de servicio y protección de nuestro “yo”, no es necesario, y no lo es porque aquello que realmente somos, no corre ningún peligro.

¿Qué somos?, ¡somos un alma! Y el alma, nunca se ha visto herida, no necesita protegerse, no necesita sirvientes, porque sigue como cuando estaba en “casa”, limpia, pura, sin que la afecten los problemas de la vida.

¿Problemas?, ¿Qué problemas?, los únicos problemas que existen, todo aquello que queremos solucionar y proteger no existe fuera de nuestra mente.

Nacer a la vida, es dormir mientras esta dura. Y mientras estamos en la Tierra, dormidos, soñamos otra realidad. La realidad del deseo, la realidad del sufrimiento. Nuestro sueño comienza en el instante del nacimiento, ya que en los primeros compases de la vida vamos paulatinamente olvidando de dónde venimos. Y a partir de aquí, vamos, en nuestro sueño, acumulando ideas y creencias sobre nosotros mismos y el mundo. Conceptos, prejuicios, deseos, temores, como somos, que piensan los demás de nosotros, quien nos agrada y quien nos disgusta, etc., etc. Pero todo esto, sólo está en nuestra mente, en la manera en la que hemos ido interpretando nuestras experiencias, ya que si las hubiéramos interpretado diferente, todo cambiaría, todo tendría un sentido diferente. Pero a nosotros nos da lo mismo, para nosotros es nuestra propia realidad y nos quedamos enganchados a ella. ¡Nos olvidamos completamente de nuestro verdadero ser!, ¡Nos olvidamos del alma!

Creer que somos una entidad diferente es una quimera, es una ilusión, es producto de nuestro sueño mientras permanecemos en el cuerpo. Pero sí que hay una realidad, el cuerpo y la mente si necesitan protección y cuidados; pero no el alma.

Vivimos en un mundo de sueños donde lo mental y lo físico son las únicas realidades que percibimos, y nos vemos a nosotros mismos y a nuestros semejantes como seres diferentes, independientes, separados. No es así, estamos dormidos.

Sólo hay que despertar, sólo hay que recordar. Pero, ¿Cuándo se inicia el despertar? ¿Cuál es el despertador que hay que utilizar? ………., ¡Fácil!, hay que utilizar la propia mente:  Permanecer atentos, para soltar “la creencia”, “el punto de vista”, “el placer”, “el dolor”, “la enfermedad”, “el sufrimiento”, “el deseo”. Soltar es vivir la experiencia, sólo hay que permitirla sin juzgar, permitirla tal como es, permitir el dolor y el placer en la misma medida, en el momento justo. No se ha de permanecer presentes en la experiencia permanentemente, se ha de vivir en “el momento que toca”, completamente, sin rechazarla, sin esconderla. Se ha de vivir la experiencia, pero una vez que esta ha pasado no se ha de volver a ella.

Vivir completamente la experiencia es el inicio de la sanación, es el inicio del despertar, es el inicio de ver a Dios en todas las cosas. Permitir la experiencia sin juicios, permitirla tal como es, permitirla en el momento que llega, nos va a permitir despertar, recordar y crecer para acercarnos a nuestro verdadero hogar, para acercarnos a Dios.