El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




sábado, 2 de julio de 2011

El movimiento se demuestra andando

“El movimiento se demuestra andando” y “Nada es para  siempre” son frases que todos conocemos y que hoy  resuenan en mi de una manera especial.  Muchas vivencias y sentimientos encontrados que también pueden ser los tuyos.

Ni las palabras más poéticas que dirigimos a alguien ni las que escuchamos y/o leemos  tienen sentido en sí mismas si quien las pronuncia no es un instrumento de la sabiduría divina. Ni tampoco significan nada las palabras dichas o escritas a los demás, si no provienen de lo que ya estamos sintiendo y viviendo en nuestro día a día.  Porque hablar del futuro o de lo que haremos es hablar del vacío. Y hablar del pasado buscando justificaciones para el presente es perder el tiempo.

En la vida sólo importa quién eres ahora, como actúas de acuerdo a lo que dices que sientes y puedes medirlo de acuerdo a cómo se sienten los demás cuando están a tu lado. ¿La gente que te rodea se siente cómoda a tu lado? ¿Puede contar contigo cuando realmente lo necesita? ¿Eres capaz de perdonarles en todo momento? ¿Les dices  una cosa pero piensas otra? Quizás en muchos momentos actúes así y te vaya más o menos bien, pero no creas que puedes engañar a nadie. Sólo a ti mismo/a creyendo que haces suficiente. Nunca es suficiente.  Porque además  nada es para siempre. Absolutamente todo es pasajero porque la vida es movimiento y pasa. Sólo el Amor permanece.

Así  pues, cualquier movimiento tuyo que navega en el vacío no permanecerá por mucho tiempo. Podemos comprobar si nuestro movimiento vibra con la energía del amor porque esta forma un círculo perfecto y todo lo que enviamos en ella lo recibimos  multiplicado infinitamente.

Puedes  comprobarlo cuando quieras.  ¿Te sientes sólo, cansado, sin energía, triste, desasosegado demasiado  a menudo? ¿Te reconoces en la crítica permanente, sintiendo rabia interior? ¿Te quejas y lamentas de “tus desgracias” a la vez que te olvidas que existen millones de personas que también padecen?

Sí es así, si te reconoces en alguna o algunas de estas  actitudes no pierdas más el tiempo. No te entretengas demasiado pensando que le pasa a la gente sino más bien pregúntate que te pasa a ti. ¿Qué energía estás enviando con tus palabras y tus actos, ya que todo lo que la vida te devuelve es vacío? ¿O casi todo?

No podemos hablar de amor si no somos capaces de perdonar.  No podemos hablar de lo que significa para nosotros la familia si hemos decidido romper con ella. Es nuestra libertad, por supuesto. Pero nuestro movimiento es entonces lento y torpe  porque está totalmente descoordinado con el fluir de la vida y con la verdadera esencia de ésta.

Importa pues que sepamos medir nuestras palabras y usarlas para el bien nuestro y el de todos los que nos rodean. Tanto aquello que pensamos en silencio o aquello que pronunciamos en voz alta. Todas están cargadas de la misma energía. Y si en ellas hay vacuidad porque no sentimos lo que decimos o si nuestros actos no reflejan  aquello que pretenden transmitir, no sirven de nada.  

Camina lento, pero firme, que tu movimiento sea armónico con lo que tú dices ser. Es más, no hables de nada que no puedas demostrar que eres capaz de hacer. No uses las palabras como un instrumento para convencer o influir a nadie sobre nada y menos sobre quién eres. Por sus actos les conoceréis podemos leer en la Biblia. Y así es. Casi un imperceptible sonido puede distinguirse en medio del barullo si éste es auténtico.

Nada es para siempre, por eso es necesario decir permanentemente cuanto amas a los seres que te rodean. Más aún, caminar a su lado mostrando tu amor en cada acto. Acompañarles, acogerles, contemplar y escucharles tendiendo tu mano hasta llegar a abrazar con ese Amor a todos los seres humanos.

Entrada publicada por Elisenda Julve.



2 comentarios:

  1. M'ha agradat moltíssim la publicació, i tot i que a vegades aquest caminar ens sembla difícil i ens perdem, suposo que tot és qüestió de voler aprendre, de voler canviar allò que no funciona i deixar-se portar per aquest Amor que ens envolta. Ara bé, com desenvolupar les eines interiors que ens permetin portar tot això a terme? sovint es crea una contradicció entre el que voldríem i el que fem i una dicotomia inherent entre el que creiem pensar i sentir. Sovint es parla del que hem de fer, però la meva incertesa va encaminada en el com fer-ho?

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  2. Amigo/amiga Anónimo
    Desarrollar las herramientas que nos permitan lleavr a buen puerto la busqueda de falicidad, no es dificil. Practicamente todas las entradas de este blog hablan de lo mismo. Sólo tienes que elegir la que sea más fácil para tí.
    Pero todas confluyen en la misma herramienta: Mantener la atención. No hagas ni digas nada, sin antes haberlo pasado por el filtro de la atención: Si lo que vas a hacer o a decir, te agradaría sobremanera que te lo hicieran o dijeran a ti, ¡adelante!, si a ti no te gustaría, no lo hagas. No juzgues ni critiques nada, no estas aqui como juez de nada. Y sólo con esas reglas, al cabo de cierto tiempo, oh! ¡Sorpresa!, se empieza a ser feliz las 24 horas del día, cada día. Suerte. Que seas feliz. Un abrazo

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