El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




domingo, 29 de marzo de 2015

Enfados del alma


Perlas para el alma
 

La verdadera y futura curación se efectuará cuando la vida del alma pueda fluir sin impedimento ni obstáculo a través de cada aspecto de la materia, pudiendo entonces vitalizarla con su potencia y eliminar así los bloqueos que son la fuente de las enfermedades.
Un sinfín de enfermedades tienen su origen en un, “enfado del alma”.  Sólo hay que ser honestos con uno mismo, escuchar lo que dice el corazón, y seguirlo al pie de la letra.

viernes, 27 de marzo de 2015

Preguntas


Perlas para el alma
 
En nuestra civilización, con nuestra mentalidad y con nuestra manera de vivir, la muerte es inaceptable, vivimos y nos comportamos como si fuéramos a vivir para siempre. Pero no es así, la muerte llega en cualquier circunstancia, con cualquier edad, en un instante.
            La vida….., es esto. Nadie nos prepara para morir, pero es normal, porque ni tan siquiera nos preparan para vivir, y solamente podemos prepararnos tanto para la vida como para la muerte, si somos lo suficientemente curiosos para hacernos a nosotros mismos algunas preguntas, cuyas respuestas nos van a llevar a entender lo que es la vida y también lo que es la muerte.

Meditación para sentirte radiante y tener una mente clara


Meditación para sentirte radiante y tener una mente clara (Kundalini-Yoga)
Esta meditación fue enseñada por Yogui Bhajan el 15 de Octubre de 1979 en Española.
Postura
·         Siéntate en postura fácil con la columna recta.
·         Levanta los brazos doblándolos por el codo, y lleva las manos a la altura de la barbilla.
·         Coloca los dedos en Gyan Mudra, con las palmas mirando hacia delante.
·         Los ojos abiertos una décima parte.
Mantra
SAT NARAYAN WAHE GURU
HARI NARAYAN SAT NAM
·         SAT NARAYAN  es el “Verdadero Sostenedor”
·         WAHE GURU es “Sabiduría Indescriptible”
·         HARI NARAYAN es “Sostenedor Creativo”
·         SAT NAM es “Verdadera Identidad”
·         Cantar este mantra da paz interior, felicidad y buena fortuna.
·         Las palabras invocan los diferentes nombres de Dios para ayudar a traer prosperidad, paz mental y capacidad para ver más allá de este mundo, para comprender el Infinito.
Beneficios
·         Hasta las personas con una baja autoestima, desmoralizadas, y creyendo que no son nadie, y no tienen nada, pueden llegar a sentirse radiantes.
·         Esta meditación ayuda a pensar con claridad.
Tiempo
·         Intenta hacerla un mínimo de 11 minutos.
·         Puedes llegar hasta 31 minutos.
 

Sólo importa la vida


            Vivir significa disfrutar de cada momento de la existencia,
 tengamos diez años u ochenta.
Og Mandino

            No importa quién eres al otro lado de la vida, no importa quién hayas sido en vidas anteriores, ni importa que no tengas conocimiento de cuál es tu misión, ni tan siquiera cuanta es la cantidad de Karma pendiente.
Lo único importante es tu vida actual. Todo lo que tengas que aprender, todo lo que tengas que enseñar, todo lo que tengas que pagar y todo lo que tengas que cobrar, lo has de hacer en esta vida, con este cuerpo y con las circunstancias que te has dado.
Todo lo demás no es importante, ni poco ni mucho. Todo el trabajo es aquí y ahora.
Aprende a respetar a la familia, a los amigos, a los enemigos, a los desconocidos, aprende a compartir con quien no tenga, aprende a ayudar a quien lo necesite, en definitiva, aprende a amar a todos, sin distinción, y nada más importa.
Si te queda Karma pendiente, ya lo programarás para liberarte de él en próximas vidas, en esta, no vas a poder hacer nada con él, así que no te preocupes, porque mientras distraes tu atención por ese Karma en el que no puedes actuar, estás dejando de prestar atención al Karma que te has traído a esta vida, en el que si puedes actuar.
 
Si en otras vidas has sido rey o mendigo, héroe o asesino, tampoco importa, lo que importa es lo que eres, porque es con esta personalidad que te has dado con la que vas a realizar tu aprendizaje para esta vida.
Tenemos, todos, verdadera locura por conocer cosas que nada importan para nuestro crecimiento. Mientras pensamos que es lo que hemos venido a aprender, no lo estamos aprendiendo, porque lo único que estamos haciendo es darle pábulo a la mente, solo es una argucia más que nos presenta la mente para no perder su poder, la diferencia con otras mentes más mundanas es que le da vueltas a temas que nos apasionan, como las vidas pasadas, el espacio entre vidas, nuestra misión y nuestro futuro. Es decir, una forma de volver al pasado o de viajar al futuro envuelto en papel de regalo y con un lazo de colores.
No hay diferencia entre esos pensamientos y los pensamientos de riqueza, de pobreza, de enfermedad o de cualquier otro tipo. Estos, y los otros, sólo son pensamientos, y hay que erradicarlos, hay que dominar a la mente, en definitiva hay que meditar.
La no consecución de los deseos, ya sean materiales, emocionales o espirituales, generan ansiedad y nos alejan de la paz que necesitamos para estar abiertos al libre fluir de la vida, para poder así ser conscientes de las oportunidades que pasan delante nuestro, que son muchas y se presentan de manera permanente para poder cumplir nuestra auténtica misión.
No nos ceguemos con el brillo de lo que hemos sido, porque la ceguera nos a impedir ver quiénes somos realmente; no le demos vueltas a las cosas que hemos de hacer, porque las vueltas no nos van a permitir hacer lo que hemos de hacer. Aceptemos y disfrutemos la vida, porque es la mejor que podemos tener, y además no tenemos otra.
 

 

jueves, 26 de marzo de 2015

Reflexiones sobre la muerte


            Esta semana está siendo especialmente trágica: Han muerto las ciento cincuenta personas que viajaban en el avión siniestrado en los Alpes franceses, han muerto otras treinta y ocho personas más en el choque múltiple en Huarmey (Perú), en el que además hay ochenta y cuatro heridos; y otros ocho muertos, siete desaparecidos y veinticinco heridos en el huaico, (desprendimiento o alud de piedras y lodo), de Chosica, también en Perú, y es posible que algunas desgracias colectivas más, de las que no llegamos a tener conocimiento.
            El sentimiento general ante catástrofes de estas magnitudes es de consternación, de dolor contenido e incluso puede ser de indignación, según las circunstancias. Todos colocándonos, en primer término, en el lugar de los accidentados, pensando en los momentos anteriores al siniestro, como les debió de ocurrir a los pasajeros del avión, que durante ocho minutos descendía y descendía hacia una muerte segura, dramático el dolor, dramática la impotencia, dramática la desesperación, dramático el terror; y en segundo término, colocándonos en el lugar de los familiares y amigos de los accidentados, incrédulos, sacudidos de manera brutal en su estructura humana, con un dolor infinito, desgarrador y puede que, en un primer momento, algunos, con una pizca de esperanza porque, a lo mejor, su familiar se había salvado.
 
            En nuestra civilización, con nuestra mentalidad y con nuestra manera de vivir, la muerte es inaceptable, vivimos y nos comportamos como si fuéramos a vivir siempre. Nadie, que no esté gravemente enfermo o lo suficiente mayor como para creer que ya tiene suficiente número de años, piensa que va a morir. Pero la muerte llega en cualquier circunstancia, con cualquier edad, en un instante, y la muerte, que es tremenda en cualquier circunstancia, acaecida en accidentes como los ocurridos en la presente semana, es trágica, es aterradora, es inaceptable, no sólo porque sea en grupo, sino porque en esos grupos hay bebés, hay adolescentes, hay jóvenes y personas sanas, que ni tan siquiera pensaban  en que había llegado su momento.
            Pero la vida….., es esto. Nadie nos prepara para morir, es normal, porque ni tan siquiera nos preparan para vivir, y solamente podemos prepararnos tanto para la vida como para la muerte, si somos lo suficientemente curiosos para hacernos a nosotros mismos algunas preguntas, cuyas respuestas nos van a llevar a entender lo que es la vida y también lo que es la muerte.
            Creo que todos los que nos asomamos a esta ventana tenemos, más o menos claro, que somos un espíritu, que somos eternos, es decir, que vivimos desde siempre y vamos a vivir para siempre, sólo que con una forma distinta a la que tenemos en lo que denominamos vida. El problema está en que este es un conocimiento racional, para nada integrado en el ser, y podemos hablar y hablar de que somos un alma, de que somos eternos, pero en el momento en que la muerte llama a nuestra puerta, no pensamos ni actuamos desde este conocimiento, sino que actuamos desde la racionalidad de que vamos a vivir en el cuerpo para siempre, y que los accidentes y la muerte es algo que no va con nosotros, que siempre ocurre a otros.
            Lo que nosotros llamamos vida bien podíamos calificarla como muerte, ya que, en la inmensa mayoría de los casos, mientras dura la vida en el cuerpo, nos olvidamos de lo que realmente somos, estamos en una especie de sueño, del que despertamos, en un instante, cuando acaece la muerte del cuerpo.
            Todos, por experiencias propias o por experiencias contadas por clarividentes, por clariaudientes o por psíquicos, tenemos conocimiento de que ya, en el mismo funeral, el muerto se está paseando entre la gente, sonriente y feliz, despidiéndose de sus familiares y amigos, intentando que alguien diga a sus familiares lo bien que se encuentra.
            El drama no es para el que se va, una vez abandonado el cuerpo, el drama es para el que se queda, que no puede abrazar más al ser querido, que no puede tener su compañía, que jamás va a volver a verle. El drama es porque se va alguien a quien se ama. Pero esto no es más que otro error, y sucede porque no solo no nos han enseñado a vivir ni a morir, sino que tampoco nos han enseñado a amar.
            Amar, seguro que todos lo habéis leído o escuchado cientos de veces, es algo que se da a cambio de nada, como también habréis escuchado que en el amor, en el auténtico amor, lo único importante es la felicidad del ser amado. ¿Por qué entonces el dolor?, ¿Por qué el sufrimiento?, si realmente supiéramos amar, estaríamos felices porque el ser que se ha ido de nuestro lado, al otro lado de la vida, está en casa, está feliz, está sin dolor, está despierto, está vivo, y además se ha ido porque así estaba programado.  Estas deberían de ser suficientes razones para que el dolor, o no fuera tal, o fuera más liviano.
            De cualquier forma, como aunque tengamos el conocimiento, no está integrado, solo nos queda, cuando la desgracia llame a nuestra puerta, pedir ayuda a la Divinidad para que nuestro dolor se atenúe, y cuando la desgracia llame a otras puertas, como en esta ocasión, acompañar, ayudar y orar.

              

lunes, 23 de marzo de 2015

Comprar la vida


Perlas para el alma

 
“Para mí la meditación es algo más que un pasatiempo. Es algo así como un refugio donde olvido el pasado y principalmente el futuro, teniendo en cuenta además, que algunos creen que no tengo futuro por estar enferma, aunque la verdad es que nadie tiene futuro, sanos o enfermos, porque nadie tiene comprada la vida”.

Del Diario de Patricia (11)

sábado, 21 de marzo de 2015

Adios Cusco - (Para Alfonso de Patricia. Para todos de Alfonso)


Nuestra etapa en Cusco ha finalizado. Han sido años intensos, en los que hemos conocido a personas increibles, de los que siempre guardaremos un grato recuerdo.
Gracias, gracias a todos, gracias por vuestra amistad, gracias por vuestra comprensión, gracias por vuestro apoyo.
Entre esas personas hay una especial: Patricia. A modo de despedida transcribo la suya.
Para Alfonso:
No sé si volveré a verte, porque además cuando finalizamos la terapia me encontré en mi camino con una gripe muy fuerte, con muchas flemas y mucha fiebre. En fin, ya pasó.
El motivo de esta nota es porque quería decirte lo mucho que valoro tu trabajo, y como tardaríamos mucho si te lo digo hablando, por lo de mi lengua de trapo, te lo digo escribiendo.
Quería decirte que eres un buen ser humano, y que nunca cambies, porque lo que necesita el mundo es gente como tú y como Elisenda. Si en el mundo hubiera más personas como vosotros el planeta sería otra cosa.
Muchas, muchísimas gracias por tanta paciencia, y sobre todo por ser esa fuente de amor incondicional. Permanecerá en mi memoria esa sonrisa, esa calidez y toda la buena onda que trasmites.
Comprendo que así es la vida, conoces a alguien, disfrutas de su compañía y en otro momento lo tienes que dejar partir a recorrer su propio camino, y todo debe fluir, porque así es la vida, pero es mucho más fácil escribirlo  que sentirlo.
Y por favor, nunca sientas que no has hecho nada por mí. “Me has curado el alma”, me has dado tanta paz y tanta fuerza, que afrontar este reto que es mi vida es mucho más fácil. En verdad has hecho mucho por mí, lo valoro inmensamente. ¡Bendito seas allá donde Dios te lleve!, siempre voy a ser tu paciente del alma.
Patricia Flores Núñez
 
De Alfonso para Patricia
En el continuo de la vida llegó el momento de cerrar una etapa, llegó el momento de abrir la puerta a una nueva experiencia, a una nueva vida. Primero fue de España a Cusco, ahora de Cusco a Lima, mañana……, ¡Dios dirá!
Pero ni la ilusión del cambio, ni la alegría de la nueva experiencia pueden impedir que vayan pasando por mi corazón todos los momentos vividos en Cusco, todas las personas, y sobre todo todas las terapias contigo, vernos dos veces a la semana durante muchos meses, crean un vínculo especial. Nuestras conversaciones, a pesar de “tu lengua de trapo”, permanecerán en mi recuerdo.
Ahora mis ojos están brillantes, quieren salir las lagrimas, ¡soy un llorón!, pero no es por tristeza, ni por añoranza, es por amor; el mismo que estoy poniendo en cada letra para que cuando leas esto, puedas sentir, aunque sólo sea un instante, el amor que ahora vive en mí.
Ya estás en mi corazón y en mi alma, pero también estarás siempre en mi pensamiento, en mis oraciones y en mi meditación.
¡Bendita seas!, ¡Cuídate!, ¡Te quiero!
 
Escuchar la canción, es el mismo video que puse cuando me despedía de mi país de nacimiento.
 

El diario de Patricia (11 y punto y seguido)


Época de tristeza
La tristeza no es que sea necesaria, pero es parte de la experiencia humana, ya que  si todo fuera alegría seria un poco hasta aburrido. Para saber lo que es la alegría debemos saber lo que es tristeza, sino conociéramos las dos, no sabríamos diferenciarlas. No es que sea necesaria, pero está ahí, está y está bien. No creo que en esta vida terrenal sea posible ser feliz de manera permanente. Sólo se de un lugar donde se puede ser feliz todo el día, y digo todo el día para expresarlo de alguna manera, ya que allí no existe ni el tiempo ni espacio. Ese lugar es nuestra casa, nuestra verdadera casa, allí, con Diosito, nuestro autentico Padre, quien nunca nos falla porque nos ama, y nos ama mas en las épocas de tristeza aunque nosotros no podamos sentirlo así.
En verdad la cosa más triste que me paso fue la muerte de mi abuelita materna. Una señora que crio a sus siete hijos, y lo hizo sola porque quedo viuda muy pronto, y sacó a todos sus hijos adelante, todos profesionales. No entiendo la razón de tanto dolor por mi parte. Estaba viejita y era lo que tocaba, supongo que sería porque nunca había sentido la muerte tan cerca de casa, y además tampoco pude despedirme, ya que murió en Puno en casa de un tío. La última vez que la vi fue cuando se fue precisamente a Puno.
Lo único que me alegra es que nunca me vio así, con el cuerpo enfermo, ya que ella hubiera sufrido mucho porque me quería mucho, era su nieta favorita. Espero que mis primos no lean esto.
Después de eso entré en depresión, aunque no tanto por la muerte de la  abuelita. La verdad es que me sentía muy débil física y emocionalmente, en todo sentido tan vulnerable con hipocondriaca.
Digo lo de hipocondriaca porque me puse a recordar de manera obsesiva los ataques epilépticos que tenía una compañera de colegio exactamente en tercero de secundaria. En ese momento yo juraría que me había contagiado. ¡Qué pensamientos tan absurdos!.
La muchacha de los ataques tenía un cuadro muy triste: daba un grito y se caía empezando las convulsiones, perdía el conocimiento y al despertar no recordaba nada.
No sé porque tenía tan loca idea, y esto se unido a los ataques de pánico de los que ya hable antes en la universidad, me hacían temblar de manera descontrolada. He notado que cuando me emociono, ya sea por alegría, miedo, pena o euforia, tiemblo un poco mas y últimamente, cuando estoy distraída o muy concentrada en cualquier cosa, no tiemblo nada, parece que toda la atención se va a otro lado.
Ahora entiendo que esas ideas negativas como las del contagio y las otras contribuyeron, o mejor dicho fueron la raíz de mi enfermedad. Así que de una forma u otra soy responsable de este cuadro clínico.
Los pensamientos tienen poder y más si los usas negativamente. Está comprobado científicamente que las personas con una actitud positiva superan más rápido los males, por eso siempre trato de mantenerme feliz, y eso que hay días en que es más difícil la sonrisa, pero hay que seguir siempre adelante. Me viene ahora a la cabeza la frase de una película: “Retroceder nunca, rendirse jamás”. 
Cómo conectarse con Dios
Esto no es algo que haya inventado, ya existe desde la antigüedad. Es algo que puede parecer muy fácil, pero no lo es, sobre todo en los inicios, y se requiere práctica constante. Estoy escribiendo sobre la meditación: Meditando aquietamos la mente, aunque solo sea unos minutos. No me refiero a aquietar la mente como organizadora, planificadora o para resolver problemas, no, me estoy refiriendo a esa vocecita parlanchina que habla en tu cabeza y para el colmo, la muy cotorra, lo ve todo de color gris. Esa voz que te dice: “Mira aquella joven es más bonita que tu” si eres mujer, y si eres varón dice: “Ese tipo es mas musculoso que tú” y así te arrastra a tener, generalmente, pensamientos inútiles que nos separan de nuestra verdadera naturaleza divina.
Para poder tener un momento de paz en esa avalancha de pensamientos, en el momento libre que tengas, siéntate en una silla si puedes, si tu físico te lo permite, sin apoyar la espalda en el respaldo del asiento. Al comienzo puedes concentrarte en tu respiración cerrando los ojos, trata de olvidarte quien eres actualmente, tu nombre, tu edad, bórralo todo, tu no eres nada ni nadie, para ti para el mundo no tienes pasado ni futuro, con practica y constancia lo lograrás, solo existe ese instante siéntete vivo con cada inhalación y cada exhalación.
Estoy olvidando algo muy importante antes de comenzar a meditar debemos invocar a Dios para que nos ayude en la meditación. Los que no creen en Dios o lo prefieran llamar Jehová, Yhave, o la fuerza que mueve al mundo.
También podemos pedir la protección de los arcángeles, angeles o maestros ascendidos, según nuestras creencias o simplemente a quien para nosotros represente a Dios.
            Esto es recomendado hacerlo cada día unos cinco minutos por lo menos, muy pronto te acostumbraras, y además es muy divertido tratar de domar a la mente aunque sea por un minuto.
Se estarán imaginando que soy una experta en la meditación, pero no es así, aunque espero llegar algún día. ¡Con práctica todo es posible!
La meditación según Osho es una dimensión totalmente diferente tu simplemente observas la mente al observarla sales de ella al salir ya no hay más problemas ni sufrimientos.
Para mí la meditación es algo más que un pasatiempo. Es algo así como un refugio donde olvido el pasado y principalmente el futuro, teniendo en cuenta además, que algunos creen que no tengo futuro por estar enferma, aunque la verdad es que nadie tiene futuro, sanos o enfermos, porque nadie tiene comprada la vida.
Otra cosa muy distinta es que tengamos planes de futuro, proyectos reales e irreales, pero otra cosa es lo que Dios tiene preparado para nosotros. No sé si llamarlo destino, pero hace más de diez años tenía planes, sueños, y todo se fue, y lo mejor es que hoy siento que no perdí nada realmente importante, excepto la salud física, porque nada es más valioso que la salud. 
Antes creía que tenía mala suerte por haber enfermado ahora entiendo que mi vida es un reto.
Gracias a los que habéis leído mi perorata. He desnudado mi alma y he compartido mis penas y mis alegrías con vosotros. Espero que hayáis disfrutado y si leyéndolo habéis comprendido a alguna otra persona que tengáis cerca, ¡Bendiciones para todos!
 

miércoles, 18 de marzo de 2015

En pos de la verdad


            ¿Qué es verdad?, ¿Cuál es la verdad?, ¿Tendré yo razón?, ¿Estaré en posesión de la verdad?, ¿Será verdad lo que piensa mi vecino? Realmente tengo un dilema, ya que para mí, mis creencias son verdad, porque son “mi verdad”, porque son el motor que me guía en la vida, pero… ¿Y si no fueran verdad?, ¿Y si me estuviera moviendo en la dirección equivocada?, pero como todos los seres humanos estamos cortados por el mismo patrón, es seguro que para el resto de seres humanos también es verdad lo que piensan, también son verdad sus creencias.
Entonces llegados a este punto, ¿Cuál es la auténtica verdad?, ¿Todas las verdades serán verdad?, o ¿Solo son verdad las que llevan al ser humano a vivir de acuerdo a ciertas normas?, ¿Será verdad la verdad del asesino?, ¿Será verdad la verdad del que roba?, ¿Será verdad la verdad del piadoso?
Definitivamente, estoy convencido que para todos “su verdad” es la verdad, por lo tanto, también está claro que todas las verdades, que para cada uno de los seres humanos son “casi” Palabra de Dios, son verdades relativas, pero ¿Existirá la verdad absoluta?, ¿Existirá una única y auténtica verdad, inamovible, inalterable y perdurable en el tiempo?  
            Antes de seguir con el razonamiento, busqué citas sobre la verdad y encontré un montón, trascribo las que más llamaron mi atención, aunque ninguna de ellas me llevaba a esa verdad absoluta.
¿Qué es verdad? Pregunta difícil, pero la he resulto en lo que a mí concierne
diciendo que es lo que dice tu voz interior.
Mahatma Gandhi.
 

La verdad es lo que es, y sigue siendo verdad aunque se piense al revés.
Antoni Machado.
 

No vayas fuera, vuelve a ti mismo. En el hombre interior habita la verdad.
San Agustín.
 

El que tiene la verdad en el corazón no debe temer
que a su lengua le falte persuasión.
John Ruskin.
 

Nunca se alcanza la verdad total, ni nunca se está totalmente ajeno a ella.
Aristóteles.


La verdad es totalmente interior. No hay que buscarla fuera de nosotros.
Mahatma Gandhi.
 

Si Dios es Dios y el hombre una criatura hecha
a imagen y semejanza de la inteligencia divina,
su función más noble es la búsqueda de la verdad.
Morris West.
            Personalmente también creo que la verdad, que la auténtica verdad, y posiblemente la verdad absoluta, hay que buscarla en el interior, como dicen Gandhi, Ruskin y San Agustín, y que todas las verdades de todos y cada uno de los seres humanos, esa que es nuestra verdad, por la que discutimos, nos enfadamos, dejamos en suspenso la amistad o incluso algunos llegan a matar, sólo son un producto de nuestras mentes, y que su duración tiene un límite en el tiempo, que es la duración de la vida en la materia.
 
            Lo terrible de esta verdad fruto de la mente, es cuando enarbolada como bandera salvadora por los mal llamados “lideres”, ya sea de gobiernos de países o de tendencias religiosas, arrastran a un buen número de personas, a la guerra, a la desesperación, al dolor y a la muerte.
            ¡Líbrenos Dios de tantos y tantos fundamentalistas económicos, políticos y religiosos que sorprendentemente, han sido aupados al poder por la ignorancia en la que mantienen a los pueblos!
             Si para acceder a la verdad hemos de realizar un viaje a nuestro interior, que es el lugar donde también se encuentran la paz, la serenidad, la alegría y el amor, estamos diciendo que la verdad es consustancial con el ser de la persona, es consustancial con el espíritu, es consustancial con el alma.
No se accede a la verdad sino a través del amor.
San Agustín.
            Sólo cuando la persona consigue vivir desde su interior, llega a la verdad más importante: “Él es uno con Dios”, “La verdad es Dios”
Sólo la verdad os hará libres.
San Juan.

 

           

lunes, 16 de marzo de 2015

La muerte: Transito entre vidas


La vida física solo es un medio para la manifestación del espíritu, nada más. Todo lo que el ser humano viene a hacer a la materia no es más que el trabajo elegido por el propio espíritu. No es casualidad lo que el ser humano se encuentra en la Tierra, ni el hijo del potentado ni el hijo del pobre lo son por caprichos del destino, lo son, sin error, por su propia voluntad. Lo son porque es justamente esa situación la elegida por ellos, por ser la más idónea para la realización de su trabajo.
No viene el ser humano a la vida para tener una cuenta corriente que haga palidecer de envidia a sus congéneres, no viene para tener una profesión de éxito, ni para ganar ningún concurso, viene con un objetivo concreto: Desarrollar lo antes que pueda y lo mejor que sepa su trabajo y su aprendizaje, para no volver, y quedarse así definitivamente en su casa, en  “la casa del espíritu”, donde morará eternamente.
Ya son muchos los seres humanos que saben eso, y muchos más son los que lo intuyen, pero muy pocos son los que actúan en consecuencia con ese saber en su vida física.
Es por la falta de integración de esa sabiduría en su conciencia, o por ignorancia de lo que son y de lo que han venido a hacer acá, que su actuación a lo largo y ancho de la vida no es más que una pobre, no, más que pobre, mísera competición con todos los espíritus afines, sus hermanos, que coinciden con ellos en la vida, no por casualidad, sino por propia elección.
 
Como consecuencia de esta ceguera, la vida no es más que una triste caricatura de lo que realmente ellos mismos esperaban realizar, y lo que estaba minuciosamente planificado se derrumba de manera estrepitosa socavado en sus cimientos por unos males que el espíritu no conoce: miedo, tristeza, odio, envidia, celos, y un sinfín de emociones más generadas por una mente que no sabe actuar según el papel asignado de servidora del alma.
Y entre todas esas emociones negativas, hay una que destaca por ocupar un lugar prioritario entre todas ellas: el miedo a la muerte. La angustia que produce a los seres humanos el pensar que un día, que además no sabe cuál va a ser, se va a terminar todo con la muerte les afecta de manera dramática sacando a la luz miedos paralelos, como pueden ser el miedo a la enfermedad, al dolor, o a la soledad, que pueden afectarle durante toda la vida.
De poco vale el tener conocimiento de la manifestación de seres que están al otro lado de la vida, Maestros, Ángeles, Guías, o familiares que han partido con anterioridad, de poco vale tener información de lo placida que es la estancia en ese plano, de poco vale creer que en la vida en la Luz no existe dolor, ni enfermedad, ni necesidades físicas, que son las que preocupan a la humanidad, de poco vale saber todo eso, el miedo a la muerte está ahí, perenne, inamovible.
Pero tenemos suerte los seres humanos. Conscientes de nuestro miedo, los seres que están al otro lado de la vida, cuando llega el mágico momento de traspasar el umbral de la vida, todos se vuelcan en nuestra ayuda, haciendo que el transito normalmente sea placido y sereno.
Podemos hacer, en nuestras manos está, que toda la vida sea plácida y serena, desterrando los miedos que son como una losa que los seres humanos tenemos que ir arrastrando por el camino de nuestra vida, y además de nada vale el pesado equipaje.
Pongámonos en manos de Dios. Detengamos la locura de nuestra mente. Dejemos hablar al corazón, y si no entendemos con claridad cuál es nuestra misión en la vida, podremos intuirlo, y si ni tan siquiera lo intuimos, vivamos con amor, esa manera de vivir va a hacer que nuestra vida sea un paseo, libre de equipaje, por un ancho camino sembrado de pétalos de rosa.
 

viernes, 13 de marzo de 2015

Ponle tus zapatos a Dios


           
No eres más porque te alaben, ni menos porque te critiquen;
lo que eres delante de Dios, eres eso y nada más.
Thomas de Kempis           
Muchas personas vivieron con miedo y expectación el “paso oficial” de la Era de Piscis a la Era de Acuario, esperando que la transformación de las personas fuera algo rápido y casi milagroso, creyendo que cada persona aprendería a amar de la noche a la mañana, como si en la fecha oficial del cambio se traspasara un umbral mágico que nos llevara a todos en volandas a bajar de vivir desde la mente donde estábamos, y seguimos ubicados, hasta el corazón, sede del amor y de la compasión. Pero no, hoy, dos años y pico desde entonces, seguimos viviendo en la mente y el mundo parece estar aun peor de lo que estaba entonces. Cada vez más guerras, cada vez más fanáticos, cada vez más desgracias, cada vez más corrupción, cada vez más engaños, cada vez más pobreza, cada vez más indiferencia, cada vez menos compasión.
            El cambio de vivienda, de la mente al corazón, es algo que puede ser que si ocurra, pero no será inminente, tenemos dos mil años por delante para conseguirlo. No lo veremos ninguno de los que estamos en esta encarnación, y es posible que no lo veamos en las primeras próximas, (salvo contadísimas y honrosas excepciones).
 
            Mientras tanto, aunque desearlo está bien porque se genera la energía de atracción de esa etapa idílica, tendríamos que trabajar un poco más para allanar el camino de lo que está por venir.
            El trabajo a realizar no sería excesivamente difícil ni complicado. Solo se trataría de actuar como si ya lo hubiéramos conseguido, actuar desde el corazón, actuar con amor, ayudar a los demás, desearles lo mejor y colaborar con ellos para que lo consigan. Su éxito será el nuestro, nuestro éxito será el suyo.
            Se trataría de actuar siempre como si no hubiera policía, ni espiritual (Karma), ni física. Permitirme algunos ejemplos sencillos, “No cometer ninguna infracción de tráfico, nunca, aunque no hubiera policía ni por tierra ni por aire, y aunque no hubiera radares para fotografiar los coches que cometen infracciones. Ayudar a levantarse a alguien que tropieza, aunque un segundo antes nos haya puesto la zancadilla. Enseñar al que no sabe, aunque con ese aprendizaje ocupe el puesto de trabajo que nosotros ansiamos”.
            Como colectivo parece claro que los países con más crímenes, más robos, más accidentes, más policías y más corrupción, solo por nombrar algunos de los males de nuestra sociedad, son los que están más lejos de conseguir la tan ansiada residencia en el corazón.            
                  Si detenéis la lectura y reflexionáis un momento, podréis evaluar de manera rápida en qué punto del camino os encontráis, cuales son vuestras carencias y cuales vuestras fortalezas. Os ayudará en la autoevaluación, para resolver dudas y no engañaros a vosotros mismos, el colocar a Dios en vuestro lugar, y pensar: “Esto que hago ¿Lo haría Dios?”, “Esto que pienso ¿Lo pensaría Dios?”, “Esto que digo ¿Lo diría Dios?”

miércoles, 11 de marzo de 2015

La vida se nos va como el agua en las manos


Me he permitido extraer del Diario de Patricia (10) los dos párrafos que transcribo a continuación, espero que a Patricia no le importe, pero es que me he sentido identificado con la falta de conciencia que ella comenta que casi todos tenemos de apreciar la belleza del momento:
“No es que pretenda no envejecer, porque si algo he aprendido en este tiempo es a vivir el hoy, cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día. Lo que realmente cuenta es apreciar cada instante, apreciar lo fascinante que es el presente. Y esto es algo, que, a veces, se me olvida. Creo que a casi todos nos falta tomar conciencia de la belleza de cada momento.
¡Es tan obvio que nuestro tiempo es limitado!, pero casi todos lo olvidamos. La cantidad de tiempo en nuestra vida como humanos, es limitada, y lo es por las mismas leyes de la vida, o por el destino, o que se yo, la cuestión es que nuestra vida es muy corta como para perderla en cosas banales. La vida se nos va como agua en las manos”.
 
Si, es claro que volvemos a la vida una y otra vez, pero cuando estamos en la vida no recordamos si hemos vivido antes o no, no recordamos si vivíamos sin cuerpo o no, no recordamos de dónde venimos o adónde vamos, no recordamos nada más que la vida que tenemos, por lo tanto nos da más o menos igual todo lo que haya pasado antes de la vida, porque solo tenemos consciencia de la vida que vivimos.
Por lo tanto, podemos decir que la vida actual es única, como únicos son cada uno de los momentos contenidos en ella. Cada momento inconsciente es un retazo de vida no vivida, cada momento de tristeza es un retazo de vida no vivida, cada momento de enojo es un retazo de vida no vivida, y si en ese retazo de vida no vivida estuviera contenido todo el aprendizaje de la vida, ¿De qué nos habría servido la vida?
Como dice Patricia, nuestro tiempo es limitado, ni sabemos si será más o menos larga nuestra vida, pero por muy larga que sea, es limitada, se pasa en un suspiro. Pasamos de la infancia a la juventud, a la madurez y a la vejez en un plis. No podemos desperdiciar ni un instante de nuestra vida, no aprovechar cada segundo es una verdadera aberración.
Analiza tu vida. ¿La estás viviendo de manera consciente al ciento por ciento?, Dejas de vivir cada vez que te subes al carrusel de la mente, por cualquiera que sea la razón: dolor, tristeza, sufrimiento, enfado, rememorar el pasado, aunque sean momentos felices, porque no vives la realidad, vives los pensamientos; dejas de vivir cada vez que juzgas, o comparas, o criticas, dejas también de vivir cada vez que pasas de la contemplación a la opinión. ¡Cuánta vida desperdiciada!
Solo los niños aprovechan la vida, aunque en ese momento ellos no lo saben y no lo entendemos los adultos. Bendita sea Patricia que todavía se atreve a saltar cuando se siente feliz y contenta. El resto de adultos viviríamos más plenamente la vida, si saltáramos con ella en lugar de juzgar su atrevimiento.
 

Vivir el presente


Perlas para el alma



“No es que pretenda no envejecer, porque si algo he aprendido en este tiempo es a vivir el hoy, cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día. Lo que realmente cuenta es apreciar cada instante, apreciar lo fascinante que es el presente. Y esto es algo, que, a veces, se me olvida. Creo que a casi todos nos falta tomar conciencia de la belleza de cada momento”.

Del Diario de Patricia (10)

El diario de Patricia (10)


Y ¿Cuales son mis prioridades?
Sanar tanto físicamente como emocionalmente. Es obvio que estoy mal físicamente, aunque no me sienta así, porque yo me siento una niña y ese tal vez sea el problema. ¡No sé!, pero a mis treinta y dos a veces siento tanta alegría que me pongo a dar saltitos, y la gente se me queda mirando porque se supone que soy una persona  adulta, y bla, bla, bla, toda esa basura que nos dice la sociedad. Y no es una crítica pero  no me siento ni me veo como adulto, gracias a Dios. No es que pretenda no envejecer, porque si algo he aprendido en este tiempo es a vivir el hoy, cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día. Lo que realmente cuenta es apreciar cada instante, apreciar lo fascinante que es el presente. Y esto es algo, que, a veces, se me olvida. Creo que a casi todos nos falta tomar conciencia de la belleza de cada momento.
¡Es tan obvio que nuestro tiempo es limitado!, pero casi todos lo olvidamos. La cantidad de tiempo en nuestra vida como humanos, es limitada, y lo es por las mismas leyes de la vida, o por el destino, o que se yo, la cuestión es que nuestra vida es muy corta como para perderla en cosas banales. La vida se nos va como agua en las manos.
Todo en esta vida es fugaz, somos “aves de paso”. Ya está bien, no perdamos más tiempo, abracemos y besemos a los seres que amamos, perdonemos a quien tengamos que perdonar, y amemos a alguien que merezca nuestro amor. No sé si esto suena egoísta, pero amémonos mucho a nosotros mismos, estemos como estemos, comprendo que si estamos enfermos  es un poco más difícil porque nos han enseñado que el cuerpo lo es todo, que es lo único que somos, pero somos más que simplemente eso, tenemos a Dios dentro de nosotros y aun no puedo explicar cómo es que a veces nos sentimos tan faltos de Él, teniéndolo en nuestro corazón.

Añadir leyenda

Al inicio de esta parte escribía sobre que estaba en mis prioridades: primero sanar emocional y físicamente, y segundo, aunque creo que ya lo expliqué, ahora quiero aclarar porque creo que todavía soy consciente de que si aun estoy enferma algo no anda bien emocionalmente en mi, o es que tengo que seguir aprendiendo y enseñando, aun cuando yo no busque eso. Pienso que al mirarme las personas valoraran su buena salud y aunque no toda la gente piense como yo desearía que pensara, algunas personas tenemos que aprender sufriendo en carne propia. Supongo que cada uno necesita recorrer su propio camino y por más que les digas que al estar enferma no la pasas muy bien que digamos, no valoran la salud en su cuerpo hasta que la pierden.
¿Por qué no valoramos nuestra salud?
Sera por lo mismo que nos levantamos como sonámbulos en las mañanas sin agradecer por el fantástico día que nos da Dios. Estamos tan acostumbrados a que nuestro cuerpo funcione automáticamente, que lo damos por hecho, creemos que dándole comida chatarra (pollos a la brasa, hamburguesas, dulces procesados químicamente), (ojo que también, de vez en cuando, no podemos privarnos de uno de estos bocadillos deliciosos para la lengua). Sería fantástico tener claro que nos sentiríamos mejor comiendo verduras y frutas, aunque tengo que reconocer que, de vez en cuando, un buen filete de carne no está nada mal. Pero….., con un filete estamos tomando la vida de otro ser vivo. Bueno, tampoco quiero hacer que nadie se sienta culpable. Todo es cultural, depende de lo que hayas aprendido, dependiendo si te has criado en un hogar carnívoro o vegetariano.
Yo estoy viviendo en un hogar donde todos son carnívoros, no es que sean de esos que no paran de comer carne, pero sí que dos veces a la semana se comen su buen lomo saltado o su churrasco, y todas las veces caigo en la tentación. Y entonces pienso que clase de vegetariana seré y que donde queda mi amor a los animales. Pero bueno me alivia pensar que si como carne es por las proteínas necesarias para una dieta balanceada.
Más sobre alimentación
Dicen que deberíamos ser vegetarianos por naturaleza, por la forma en que está formado nuestro cuerpo, los dientes para desgarrar, típico de los carnívoros, son solo un par en el hombre, y otro detalle es que en los animales carnívoros, como los leones y los tigres tienen el intestino muy corto, mientras que en el ser humano el intestino es muy largo, lo que demuestra que está más preparado para ser vegetariano.
Además ningún ser vivo quiere ser sacrificado y presiente el día que lo van a matar. En el momento del sacrificio segregan unos venenos producidos por todo el miedo, ira, angustia y agonía que pasan, y nosotros, los carnívoros, nos comemos esa carne que tanto ensucia nuestro cuerpo. 
Ya escribí sobre alimentación, pero estábamos en el tema de porque no valoramos nuestro bendito cuerpo, ese cuerpo que tiene dos ojos por los que vemos los bellos atardeceres y disfrutamos de los colores de las flores. Nuestro órgano vivo de mayor extensión es nuestra piel, a través de la cual podemos sentir las caricias y los besos de una madre, que son los más sinceros que vamos  a recibir en nuestra vida. En la piel también sentimos al ángel del viento, digo ángel porque nos ayuda a tolerar el intenso calor que en este tiempo que nos ha tocado vivir padecemos, y que es por la desaparición de la capa de ozono, con todo lo que conlleva de cambio en nuestra atmósfera.
Imagínate ahora un día de calor intenso, no hay donde ocultarse de los rayos del sol, no hay árboles que nos abriguen con un poco de sombra, estás a punto de sudar, estás que te achicharras, y si eres gordito estás como un lechoncito listo para comer. En eso sientes que viene una brisa suave que acaricia tu rostro, y sientes un inmenso alivio. Bendita piel.
            Aunque no tengo ninguna autoridad para aconsejar sobre ningún tema, si quiero comentar, que nuestro sistema inmunológico depende de nuestras emociones y sentimientos. Está comprobado científicamente que un estado de tristeza y depresión reducen a la mínima expresión nuestras defensas. ¿Por qué antes de enojarte o deprimirte no te lo piensas dos veces?, bueno, piénsatelo si realmente quieres vivir sano, si lo que te agrada es la enfermedad no necesitar pensar nada, deprímete y listo.