Mi alma, mis libros, mis creencias, mi corazón y mis opiniones.
El viaje del alma
El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión. Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y, para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS
La
verdadera y futura curación se efectuará cuando la vida del alma pueda fluir
sin impedimento ni obstáculo a través de cada aspecto de la materia, pudiendo
entonces vitalizarla con su potencia y eliminar así los bloqueos que son la fuente
de las enfermedades.
Un
sinfín de enfermedades tienen su origen en un, “enfado del alma”.Sólo hay que ser honestos con uno mismo,
escuchar lo que dice el corazón, y seguirlo al pie de la letra.
En nuestra civilización, con nuestra
mentalidad y con nuestra manera de vivir, la muerte es inaceptable, vivimos y
nos comportamos como si fuéramos a vivir para siempre. Pero no es así, la
muerte llega en cualquier circunstancia, con cualquier edad, en un instante.
La vida…..,
es esto. Nadie nos prepara para morir, pero es normal, porque ni tan siquiera
nos preparan para vivir, y solamente podemos prepararnos tanto para la vida
como para la muerte, si somos lo suficientemente curiosos para hacernos a
nosotros mismos algunas preguntas, cuyas respuestas nos van a llevar a entender
lo que es la vida y también lo que es la muerte.
Meditación para sentirte radiante y
tener una mente clara (Kundalini-Yoga)
Esta meditación fue enseñada por Yogui Bhajan el
15 de Octubre de 1979 en Española.
Postura
·Siéntate en
postura fácil con la columna recta.
·Levanta los brazos
doblándolos por el codo, y lleva las manos a la altura de la barbilla.
·Coloca los dedos
en Gyan Mudra, con las palmas mirando hacia delante.
·Los ojos abiertos
una décima parte.
Mantra
SAT NARAYAN
WAHE GURU
HARI NARAYAN
SAT NAM
·SAT NARAYANes el “Verdadero Sostenedor”
·WAHE GURU es “Sabiduría
Indescriptible”
·HARI NARAYAN es “Sostenedor
Creativo”
·SAT NAM es “Verdadera
Identidad”
·Cantar este mantra
da paz interior, felicidad y buena fortuna.
·Las palabras
invocan los diferentes nombres de Dios para ayudar a traer prosperidad, paz
mental y capacidad para ver más allá de este mundo, para comprender el
Infinito.
Beneficios
·Hasta las personas
con una baja autoestima, desmoralizadas, y creyendo que no son nadie, y no
tienen nada, pueden llegar a sentirse radiantes.
Vivir
significa disfrutar de cada momento de la existencia,
tengamos diez años u ochenta.
Og Mandino
No importa
quién eres al otro lado de la vida, no importa quién hayas sido en vidas
anteriores, ni importa que no tengas conocimiento de cuál es tu misión, ni tan
siquiera cuanta es la cantidad de Karma pendiente.
Lo único importante es tu vida
actual. Todo lo que tengas que aprender, todo lo que tengas que enseñar, todo
lo que tengas que pagar y todo lo que tengas que cobrar, lo has de hacer en
esta vida, con este cuerpo y con las circunstancias que te has dado.
Todo lo demás no es importante, ni
poco ni mucho. Todo el trabajo es aquí y ahora.
Aprende a respetar a la familia, a
los amigos, a los enemigos, a los desconocidos, aprende a compartir con quien
no tenga, aprende a ayudar a quien lo necesite, en definitiva, aprende a amar a
todos, sin distinción, y nada más importa.
Si te queda Karma pendiente, ya lo
programarás para liberarte de él en próximas vidas, en esta, no vas a poder
hacer nada con él, así que no te preocupes, porque mientras distraes tu
atención por ese Karma en el que no puedes actuar, estás dejando de prestar
atención al Karma que te has traído a esta vida, en el que si puedes actuar.
Si en otras vidas has sido rey o
mendigo, héroe o asesino, tampoco importa, lo que importa es lo que eres,
porque es con esta personalidad que te has dado con la que vas a realizar tu
aprendizaje para esta vida.
Tenemos, todos, verdadera locura por
conocer cosas que nada importan para nuestro crecimiento. Mientras pensamos que
es lo que hemos venido a aprender, no lo estamos aprendiendo, porque lo único
que estamos haciendo es darle pábulo a la mente, solo es una argucia más que
nos presenta la mente para no perder su poder, la diferencia con otras mentes
más mundanas es que le da vueltas a temas que nos apasionan, como las vidas
pasadas, el espacio entre vidas, nuestra misión y nuestro futuro. Es decir, una
forma de volver al pasado o de viajar al futuro envuelto en papel de regalo y
con un lazo de colores.
No hay diferencia entre esos
pensamientos y los pensamientos de riqueza, de pobreza, de enfermedad o de
cualquier otro tipo. Estos, y los otros, sólo son pensamientos, y hay que
erradicarlos, hay que dominar a la mente, en definitiva hay que meditar.
La no consecución de los deseos, ya
sean materiales, emocionales o espirituales, generan ansiedad y nos alejan de
la paz que necesitamos para estar abiertos al libre fluir de la vida, para
poder así ser conscientes de las oportunidades que pasan delante nuestro, que
son muchas y se presentan de manera permanente para poder cumplir nuestra auténtica
misión.
No nos ceguemos con el brillo de lo
que hemos sido, porque la ceguera nos a impedir ver quiénes somos realmente; no
le demos vueltas a las cosas que hemos de hacer, porque las vueltas no nos van
a permitir hacer lo que hemos de hacer. Aceptemos y disfrutemos la vida, porque es la mejor que podemos tener, y además no tenemos otra.
Esta semana está
siendo especialmente trágica: Han muerto las ciento cincuenta personas que
viajaban en el avión siniestrado en los Alpes franceses, han muerto otras treinta
y ocho personas más en el choque múltiple en Huarmey (Perú), en el que además
hay ochenta y cuatro heridos; y otros ocho muertos, siete desaparecidos y
veinticinco heridos en el huaico, (desprendimiento o alud de piedras y lodo),
de Chosica, también en Perú, y es posible que algunas desgracias colectivas
más, de las que no llegamos a tener conocimiento.
El
sentimiento general ante catástrofes de estas magnitudes es de consternación,
de dolor contenido e incluso puede ser de indignación, según las circunstancias.
Todos colocándonos, en primer término, en el lugar de los accidentados, pensando
en los momentos anteriores al siniestro, como les debió de ocurrir a los
pasajeros del avión, que durante ocho minutos descendía y descendía hacia una
muerte segura, dramático el dolor, dramática la impotencia, dramática la
desesperación, dramático el terror; y en segundo término, colocándonos en el
lugar de los familiares y amigos de los accidentados, incrédulos, sacudidos de
manera brutal en su estructura humana, con un dolor infinito, desgarrador y
puede que, en un primer momento, algunos, con una pizca de esperanza porque, a
lo mejor, su familiar se había salvado.
En nuestra
civilización, con nuestra mentalidad y con nuestra manera de vivir, la muerte
es inaceptable, vivimos y nos comportamos como si fuéramos a vivir siempre.
Nadie, que no esté gravemente enfermo o lo suficiente mayor como para creer que
ya tiene suficiente número de años, piensa que va a morir. Pero la muerte llega
en cualquier circunstancia, con cualquier edad, en un instante, y la muerte,
que es tremenda en cualquier circunstancia, acaecida en accidentes como los
ocurridos en la presente semana, es trágica, es aterradora, es inaceptable, no
sólo porque sea en grupo, sino porque en esos grupos hay bebés, hay
adolescentes, hay jóvenes y personas sanas, que ni tan siquiera pensaban en que había llegado su momento.
Pero la
vida….., es esto. Nadie nos prepara para morir, es normal, porque ni tan
siquiera nos preparan para vivir, y solamente podemos prepararnos tanto para la
vida como para la muerte, si somos lo suficientemente curiosos para hacernos a
nosotros mismos algunas preguntas, cuyas respuestas nos van a llevar a entender
lo que es la vida y también lo que es la muerte.
Creo que
todos los que nos asomamos a esta ventana tenemos, más o menos claro, que somos
un espíritu, que somos eternos, es decir, que vivimos desde siempre y vamos a
vivir para siempre, sólo que con una forma distinta a la que tenemos en lo que
denominamos vida. El problema está en que este es un conocimiento racional,
para nada integrado en el ser, y podemos hablar y hablar de que somos un alma,
de que somos eternos, pero en el momento en que la muerte llama a nuestra
puerta, no pensamos ni actuamos desde este conocimiento, sino que actuamos
desde la racionalidad de que vamos a vivir en el cuerpo para siempre, y que los
accidentes y la muerte es algo que no va con nosotros, que siempre ocurre a
otros.
Lo que
nosotros llamamos vida bien podíamos calificarla como muerte, ya que, en la
inmensa mayoría de los casos, mientras dura la vida en el cuerpo, nos olvidamos
de lo que realmente somos, estamos en una especie de sueño, del que
despertamos, en un instante, cuando acaece la muerte del cuerpo.
Todos, por
experiencias propias o por experiencias contadas por clarividentes, por clariaudientes
o por psíquicos, tenemos conocimiento de que ya, en el mismo funeral, el muerto
se está paseando entre la gente, sonriente y feliz, despidiéndose de sus
familiares y amigos, intentando que alguien diga a sus familiares lo bien que
se encuentra.
El drama no
es para el que se va, una vez abandonado el cuerpo, el drama es para el que se
queda, que no puede abrazar más al ser querido, que no puede tener su compañía,
que jamás va a volver a verle. El drama es porque se va alguien a quien se ama.
Pero esto no es más que otro error, y sucede porque no solo no nos han enseñado
a vivir ni a morir, sino que tampoco nos han enseñado a amar.
Amar, seguro
que todos lo habéis leído o escuchado cientos de veces, es algo que se da a
cambio de nada, como también habréis escuchado que en el amor, en el auténtico
amor, lo único importante es la felicidad del ser amado. ¿Por qué entonces el
dolor?, ¿Por qué el sufrimiento?, si realmente supiéramos amar, estaríamos
felices porque el ser que se ha ido de nuestro lado, al otro lado de la vida,
está en casa, está feliz, está sin dolor, está despierto, está vivo, y además
se ha ido porque así estaba programado.Estas
deberían de ser suficientes razones para que el dolor, o no fuera tal, o fuera
más liviano.
De cualquier
forma, como aunque tengamos el conocimiento, no está integrado, solo nos queda,
cuando la desgracia llame a nuestra puerta, pedir ayuda a la Divinidad para que
nuestro dolor se atenúe, y cuando la desgracia llame a otras puertas, como en
esta ocasión, acompañar, ayudar y orar.
“Para mí la meditación es algo más que un pasatiempo. Es algo así como un
refugio donde olvido el pasado y principalmente el futuro, teniendo en cuenta
además, que algunos creen que no tengo futuro por estar enferma, aunque la
verdad es que nadie tiene futuro, sanos o enfermos, porque nadie tiene comprada
la vida”.
Nuestra etapa en Cusco ha finalizado. Han sido años intensos, en los que hemos conocido a personas increibles, de los que siempre guardaremos un grato recuerdo.
Gracias, gracias a todos, gracias por vuestra amistad, gracias por vuestra comprensión, gracias por vuestro apoyo.
Entre esas personas hay una especial: Patricia. A modo de despedida transcribo la suya.
Para Alfonso:
No sé si volveré a verte, porque además cuando
finalizamos la terapia me encontré en mi camino con una gripe muy fuerte, con
muchas flemas y mucha fiebre. En fin, ya pasó.
El motivo de esta nota es porque quería decirte
lo mucho que valoro tu trabajo, y como tardaríamos mucho si te lo digo
hablando, por lo de mi lengua de trapo, te lo digo escribiendo.
Quería decirte que eres un buen ser humano, y
que nunca cambies, porque lo que necesita el mundo es gente como tú y como
Elisenda. Si en el mundo hubiera más personas como vosotros el planeta sería
otra cosa.
Muchas, muchísimas gracias por tanta paciencia,
y sobre todo por ser esa fuente de amor incondicional. Permanecerá en mi
memoria esa sonrisa, esa calidez y toda la buena onda que trasmites.
Comprendo que así es la vida, conoces a alguien,
disfrutas de su compañía y en otro momento lo tienes que dejar partir a
recorrer su propio camino, y todo debe fluir, porque así es la vida, pero es
mucho más fácil escribirloque sentirlo.
Y por favor, nunca sientas que no has hecho nada
por mí. “Me has curado el alma”, me has dado tanta paz y tanta fuerza, que
afrontar este reto que es mi vida es mucho más fácil. En verdad has hecho mucho
por mí, lo valoro inmensamente. ¡Bendito seas allá donde Dios te lleve!, siempre
voy a ser tu paciente del alma.
Patricia Flores Núñez
De Alfonso para Patricia
En el continuo de la vida
llegó el momento de cerrar una etapa, llegó el momento de abrir la puerta a una
nueva experiencia, a una nueva vida. Primero fue de España a Cusco, ahora de
Cusco a Lima, mañana……, ¡Dios dirá!
Pero ni la ilusión del
cambio, ni la alegría de la nueva experiencia pueden impedir que vayan pasando
por mi corazón todos los momentos vividos en Cusco, todas las personas, y sobre todo todas las
terapias contigo, vernos dos veces a la semana durante muchos meses, crean un
vínculo especial. Nuestras conversaciones, a pesar de “tu lengua de trapo”,
permanecerán en mi recuerdo.
Ahora mis ojos están
brillantes, quieren salir las lagrimas, ¡soy un llorón!, pero no es por
tristeza, ni por añoranza, es por amor; el mismo que estoy poniendo en cada
letra para que cuando leas esto, puedas sentir, aunque sólo sea un instante, el
amor que ahora vive en mí.
Ya estás en mi corazón y en mi alma, pero
también estarás siempre en mi pensamiento, en mis oraciones y en mi meditación.
¡Bendita seas!, ¡Cuídate!, ¡Te quiero!
Escuchar la canción, es el mismo video que puse
cuando me despedía de mi país de nacimiento.
La tristeza no es que sea necesaria, pero es
parte de la experiencia humana, ya que si todo fuera alegría seria un poco hasta
aburrido. Para saber lo que es la alegría debemos saber lo que es tristeza,
sino conociéramos las dos, no sabríamos diferenciarlas. No es que sea
necesaria, pero está ahí, está y está bien. No creo que en esta vida terrenal
sea posible ser feliz de manera permanente. Sólo se de un lugar donde se puede
ser feliz todo el día, y digo todo el día para expresarlo de alguna manera, ya
que allí no existe ni el tiempo ni espacio. Ese lugar es nuestra casa, nuestra
verdadera casa, allí, con Diosito, nuestro autentico Padre, quien nunca nos
falla porque nos ama, y nos ama mas en las épocas de tristeza aunque nosotros no
podamos sentirlo así.
En verdad la cosa más triste que me paso fue la
muerte de mi abuelita materna. Una señora que crio a sus siete hijos, y lo hizo
sola porque quedo viuda muy pronto, y sacó a todos sus hijos adelante, todos
profesionales. No entiendo la razón de tanto dolor por mi parte. Estaba viejita
y era lo que tocaba, supongo que sería porque nunca había sentido la muerte tan
cerca de casa, y además tampoco pude despedirme, ya que murió en Puno en casa
de un tío. La última vez que la vi fue cuando se fue precisamente a Puno.
Lo único que me alegra es que nunca me vio así,
con el cuerpo enfermo, ya que ella hubiera sufrido mucho porque me quería mucho,
era su nieta favorita. Espero que mis primos no lean esto.
Después de eso entré en depresión, aunque no
tanto por la muerte de laabuelita. La
verdad es que me sentía muy débil física y emocionalmente, en todo sentido tan
vulnerable con hipocondriaca.
Digo lo de hipocondriaca porque me puse a
recordar de manera obsesiva los ataques epilépticos que tenía una compañera de
colegio exactamente en tercero de secundaria. En ese momento yo juraría que me
había contagiado. ¡Qué pensamientos tan absurdos!.
La muchacha de los ataques tenía un cuadro muy
triste: daba un grito y se caía empezando las convulsiones, perdía el
conocimiento y al despertar no recordaba nada.
No sé porque tenía tan loca idea, y esto se
unido a los ataques de pánico de los que ya hable antes en la universidad, me
hacían temblar de manera descontrolada. He notado que cuando me emociono, ya
sea por alegría, miedo, pena o euforia, tiemblo un poco mas y últimamente,
cuando estoy distraída o muy concentrada en cualquier cosa, no tiemblo nada,
parece que toda la atención se va a otro lado.
Ahora entiendo que esas ideas negativas como las
del contagio y las otras contribuyeron, o mejor dicho fueron la raíz de mi
enfermedad. Así que de una forma u otra soy responsable de este cuadro clínico.
Los pensamientos tienen poder y más si
los usas negativamente. Está comprobado científicamente que las personas con
una actitud positiva superan más rápido los males, por eso siempre trato de
mantenerme feliz, y eso que hay días en que es más difícil la sonrisa, pero hay
que seguir siempre adelante. Me viene ahora a la cabeza la frase de una
película: “Retroceder nunca, rendirse jamás”.
Cómo conectarse con Dios
Esto no es algo que haya inventado, ya existe
desde la antigüedad. Es algo que puede parecer muy fácil, pero no lo es, sobre
todo en los inicios, y se requiere práctica constante. Estoy escribiendo sobre
la meditación: Meditando aquietamos la mente, aunque solo sea unos minutos. No
me refiero a aquietar la mente como organizadora, planificadora o para resolver
problemas, no, me estoy refiriendo a esa vocecita parlanchina que habla en tu
cabeza y para el colmo, la muy cotorra, lo ve todo de color gris. Esa voz que
te dice: “Mira aquella joven es más bonita que tu” si eres mujer, y si eres varón
dice: “Ese tipo es mas musculoso que tú” y así te arrastra a tener,
generalmente, pensamientos inútiles que nos separan de nuestra verdadera
naturaleza divina.
Para poder tener un momento de paz en esa
avalancha de pensamientos, en el momento libre que tengas, siéntate en una
silla si puedes, si tu físico te lo permite, sin apoyar la espalda en el
respaldo del asiento. Al comienzo puedes concentrarte en tu respiración
cerrando los ojos, trata de olvidarte quien eres actualmente, tu nombre, tu
edad, bórralo todo, tu no eres nada ni nadie, para ti para el mundo no tienes
pasado ni futuro, con practica y constancia lo lograrás, solo existe ese
instante siéntete vivo con cada inhalación y cada exhalación.
Estoy olvidando algo muy importante antes de
comenzar a meditar debemos invocar a Dios para que nos ayude en la meditación.
Los que no creen en Dios o lo prefieran llamar Jehová, Yhave, o la fuerza que
mueve al mundo.
También podemos pedir la protección de los
arcángeles, angeles o maestros ascendidos, según nuestras creencias o
simplemente a quien para nosotros represente a Dios.
Esto es recomendado hacerlo cada día
unos cinco minutos por lo menos, muy pronto te acostumbraras, y además es muy
divertido tratar de domar a la mente aunque sea por un minuto.
Se estarán imaginando que soy una experta en la
meditación, pero no es así, aunque espero llegar algún día. ¡Con práctica todo
es posible!
La meditación según Osho es una dimensión
totalmente diferente tu simplemente observas la mente al observarla sales de
ella al salir ya no hay más problemas ni sufrimientos.
Para mí la meditación es algo más que un
pasatiempo. Es algo así como un refugio donde olvido el pasado y principalmente
el futuro, teniendo en cuenta además, que algunos creen que no tengo futuro por
estar enferma, aunque la verdad es que nadie tiene futuro, sanos o enfermos,
porque nadie tiene comprada la vida.
Otra cosa muy distinta es que tengamos planes de
futuro, proyectos reales e irreales, pero otra cosa es lo que Dios tiene
preparado para nosotros. No sé si llamarlo destino, pero hace más de diez años tenía
planes, sueños, y todo se fue, y lo mejor es que hoy siento que no perdí nada realmente
importante, excepto la salud física, porque nada es más valioso que la
salud.
Antes creía que tenía mala suerte por haber
enfermado ahora entiendo que mi vida es un reto.
Gracias a los que habéis leído mi perorata. He
desnudado mi alma y he compartido mis penas y mis alegrías con vosotros. Espero
que hayáis disfrutado y si leyéndolo habéis comprendido a alguna otra persona
que tengáis cerca, ¡Bendiciones para todos!
¿Qué
es verdad?, ¿Cuál es la verdad?, ¿Tendré yo razón?, ¿Estaré en posesión de la
verdad?, ¿Será verdad lo que piensa mi vecino? Realmente tengo un dilema, ya
que para mí, mis creencias son verdad, porque son “mi verdad”, porque son el
motor que me guía en la vida, pero… ¿Y si no fueran verdad?, ¿Y si me estuviera
moviendo en la dirección equivocada?, pero como todos los seres humanos estamos
cortados por el mismo patrón, es seguro que para el resto de seres humanos
también es verdad lo que piensan, también son verdad sus creencias.
Entonces llegados a
este punto, ¿Cuál es la auténtica verdad?, ¿Todas las verdades serán verdad?, o
¿Solo son verdad las que llevan al ser humano a vivir de acuerdo a ciertas
normas?, ¿Será verdad la verdad del asesino?, ¿Será verdad la verdad del que
roba?, ¿Será verdad la verdad del piadoso?
Definitivamente, estoy
convencido que para todos “su verdad” es la verdad, por lo tanto, también está
claro que todas las verdades, que para cada uno de los seres humanos son “casi”
Palabra de Dios, son verdades relativas, pero ¿Existirá la verdad absoluta?,
¿Existirá una única y auténtica verdad, inamovible, inalterable y perdurable en
el tiempo?
Antes de
seguir con el razonamiento, busqué citas sobre la verdad y encontré un montón,
trascribo las que más llamaron mi atención, aunque ninguna de ellas me llevaba
a esa verdad absoluta.
¿Qué es verdad? Pregunta difícil, pero la he resulto en lo
que a mí concierne
diciendo que es lo que dice tu voz interior.
Mahatma Gandhi.
La verdad es lo que es, y sigue
siendo verdad aunque se piense al revés.
Antoni Machado.
No vayas fuera, vuelve a ti mismo. En el hombre interior
habita la verdad.
San Agustín.
El que tiene la verdad en el corazón
no debe temer
que a su lengua le falte persuasión.
John Ruskin.
Nunca se alcanza la verdad total, ni nunca se está totalmente
ajeno a ella.
Aristóteles.
La verdad es totalmente interior. No
hay que buscarla fuera de nosotros.
Mahatma Gandhi.
Si Dios es Dios y el hombre una criatura hecha
a imagen y semejanza de la inteligencia divina,
su función más noble es la búsqueda de la verdad.
Morris West.
Personalmente también creo que la verdad, que la auténtica verdad, y
posiblemente la verdad absoluta, hay que buscarla en el interior, como dicen
Gandhi, Ruskin y San Agustín, y que todas las verdades de todos y cada uno de
los seres humanos, esa que es nuestra verdad, por la que discutimos, nos
enfadamos, dejamos en suspenso la amistad o incluso algunos llegan a matar, sólo
son un producto de nuestras mentes, y que su duración tiene un límite en el
tiempo, que es la duración de la vida en la materia.
Lo terrible
de esta verdad fruto de la mente, es cuando enarbolada como bandera salvadora
por los mal llamados “lideres”, ya sea de gobiernos de países o de tendencias
religiosas, arrastran a un buen número de personas, a la guerra, a la
desesperación, al dolor y a la muerte.
¡Líbrenos
Dios de tantos y tantos fundamentalistas económicos, políticos y religiosos que
sorprendentemente, han sido aupados al poder por la ignorancia en la que
mantienen a los pueblos!
Si para acceder a la verdad hemos de realizar
un viaje a nuestro interior, que es el lugar donde también se encuentran la paz,
la serenidad, la alegría y el amor, estamos diciendo que la verdad es
consustancial con el ser de la persona, es consustancial con el espíritu, es
consustancial con el alma.
No se accede a la verdad sino a través del amor.
San Agustín.
Sólo cuando la persona consigue vivir desde su interior, llega a la
verdad más importante: “Él es uno con
Dios”, “La verdad es Dios”
La vida física solo es un medio para
la manifestación del espíritu, nada más. Todo lo que el ser humano viene a
hacer a la materia no es más que el trabajo elegido por el propio espíritu. No
es casualidad lo que el ser humano se encuentra en la Tierra, ni el hijo del
potentado ni el hijo del pobre lo son por caprichos del destino, lo son, sin
error, por su propia voluntad. Lo son porque es justamente esa situación la elegida
por ellos, por ser la más idónea para la realización de su trabajo.
No viene el ser humano a la vida para
tener una cuenta corriente que haga palidecer de envidia a sus congéneres, no
viene para tener una profesión de éxito, ni para ganar ningún concurso, viene
con un objetivo concreto: Desarrollar lo antes que pueda y lo mejor que sepa su
trabajo y su aprendizaje, para no volver, y quedarse así definitivamente en su
casa, en“la casa del espíritu”, donde
morará eternamente.
Ya son muchos los seres humanos que
saben eso, y muchos más son los que lo intuyen, pero muy pocos son los que actúan
en consecuencia con ese saber en su vida física.
Es por la falta de integración de esa
sabiduría en su conciencia, o por ignorancia de lo que son y de lo que han
venido a hacer acá, que su actuación a lo largo y ancho de la vida no es más
que una pobre, no, más que pobre, mísera competición con todos los espíritus
afines, sus hermanos, que coinciden con ellos en la vida, no por casualidad,
sino por propia elección.
Como consecuencia de esta ceguera, la
vida no es más que una triste caricatura de lo que realmente ellos mismos
esperaban realizar, y lo que estaba minuciosamente planificado se derrumba de
manera estrepitosa socavado en sus cimientos por unos males que el espíritu no
conoce: miedo, tristeza, odio, envidia, celos, y un sinfín de emociones más generadas
por una mente que no sabe actuar según el papel asignado de servidora del alma.
Y entre todas esas emociones
negativas, hay una que destaca por ocupar un lugar prioritario entre todas
ellas: el miedo a la muerte. La angustia que produce a los seres humanos el
pensar que un día, que además no sabe cuál va a ser, se va a terminar todo con
la muerte les afecta de manera dramática sacando a la luz miedos paralelos, como
pueden ser el miedo a la enfermedad, al dolor, o a la soledad, que pueden
afectarle durante toda la vida.
De poco vale el tener conocimiento de
la manifestación de seres que están al otro lado de la vida, Maestros, Ángeles,
Guías, o familiares que han partido con anterioridad, de poco vale tener información
de lo placida que es la estancia en ese plano, de poco vale creer que en la
vida en la Luz no existe dolor, ni enfermedad, ni necesidades físicas, que son
las que preocupan a la humanidad, de poco vale saber todo eso, el miedo a la
muerte está ahí, perenne, inamovible.
Pero tenemos suerte los seres
humanos. Conscientes de nuestro miedo, los seres que están al otro lado de la
vida, cuando llega el mágico momento de traspasar el umbral de la vida, todos
se vuelcan en nuestra ayuda, haciendo que el transito normalmente sea placido y
sereno.
Podemos hacer, en nuestras manos
está, que toda la vida sea plácida y serena, desterrando los miedos que son
como una losa que los seres humanos tenemos que ir arrastrando por el camino de
nuestra vida, y además de nada vale el pesado equipaje.
Pongámonos en manos de Dios.
Detengamos la locura de nuestra mente. Dejemos hablar al corazón, y si no
entendemos con claridad cuál es nuestra misión en la vida, podremos intuirlo, y
si ni tan siquiera lo intuimos, vivamos con amor, esa manera de vivir va a
hacer que nuestra vida sea un paseo, libre de equipaje, por un ancho camino
sembrado de pétalos de rosa.
No eres más porque te alaben, ni menos
porque te critiquen;
lo que eres delante de Dios, eres eso y
nada más.
Thomas de Kempis
Muchas personas vivieron con miedo y expectación
el “paso oficial” de la Era de Piscis a la Era de Acuario, esperando que la
transformación de las personas fuera algo rápido y casi milagroso, creyendo que
cada persona aprendería a amar de la noche a la mañana, como si en la fecha
oficial del cambio se traspasara un umbral mágico que nos llevara a todos en
volandas a bajar de vivir desde la mente donde estábamos, y seguimos ubicados,
hasta el corazón, sede del amor y de la compasión. Pero no, hoy, dos años y
pico desde entonces, seguimos viviendo en la mente y el mundo parece estar aun
peor de lo que estaba entonces. Cada vez más guerras, cada vez más fanáticos,
cada vez más desgracias, cada vez más corrupción, cada vez más engaños, cada
vez más pobreza, cada vez más indiferencia, cada vez menos compasión.
El cambio de
vivienda, de la mente al corazón, es algo que puede ser que si ocurra, pero no
será inminente, tenemos dos mil años por delante para conseguirlo. No lo
veremos ninguno de los que estamos en esta encarnación, y es posible que no lo
veamos en las primeras próximas, (salvo contadísimas y honrosas excepciones).
Mientras
tanto, aunque desearlo está bien porque se genera la energía de atracción de
esa etapa idílica, tendríamos que trabajar un poco más para allanar el camino
de lo que está por venir.
El trabajo a
realizar no sería excesivamente difícil ni complicado. Solo se trataría de
actuar como si ya lo hubiéramos conseguido, actuar desde el corazón, actuar con
amor, ayudar a los demás, desearles lo mejor y colaborar con ellos para que lo
consigan. Su éxito será el nuestro, nuestro éxito será el suyo.
Se trataría
de actuar siempre como si no hubiera policía, ni espiritual (Karma), ni física.
Permitirme algunos ejemplos sencillos, “No cometer ninguna infracción de
tráfico, nunca, aunque no hubiera policía ni por tierra ni por aire, y aunque
no hubiera radares para fotografiar los coches que cometen infracciones. Ayudar
a levantarse a alguien que tropieza, aunque un segundo antes nos haya puesto la
zancadilla. Enseñar al que no sabe, aunque con ese aprendizaje ocupe el puesto
de trabajo que nosotros ansiamos”.
Como
colectivo parece claro que los países con más crímenes, más robos, más
accidentes, más policías y más corrupción, solo por nombrar algunos de los
males de nuestra sociedad, son los que están más lejos de conseguir la tan
ansiada residencia en el corazón.
Si detenéis
la lectura y reflexionáis un momento, podréis evaluar de manera rápida en qué
punto del camino os encontráis, cuales son vuestras carencias y cuales vuestras
fortalezas. Os ayudará en la autoevaluación, para resolver dudas y no engañaros
a vosotros mismos, el colocar a Dios en vuestro lugar, y pensar: “Esto que hago
¿Lo haría Dios?”, “Esto que pienso ¿Lo pensaría Dios?”, “Esto que digo ¿Lo
diría Dios?”
Me he permitido extraer
del Diario de Patricia (10) los dos párrafos que transcribo a continuación,
espero que a Patricia no le importe, pero es que me he sentido identificado con
la falta de conciencia que ella comenta que casi todos tenemos de apreciar la
belleza del momento:
“No es que pretenda no envejecer, porque si algo he aprendido
en este tiempo es a vivir el hoy, cada segundo, cada minuto, cada hora, cada
día. Lo que realmente cuenta es apreciar cada instante, apreciar lo fascinante
que es el presente. Y esto es algo, que, a veces, se me olvida. Creo que a casi
todos nos falta tomar conciencia de la belleza de cada momento.
¡Es tan obvio que nuestro tiempo es limitado!, pero casi
todos lo olvidamos. La cantidad de tiempo en nuestra vida como humanos, es
limitada, y lo es por las mismas leyes de la vida, o por el destino, o que se
yo, la cuestión es que nuestra vida es muy corta como para perderla en cosas
banales. La vida se nos va como agua en las manos”.
Si, es claro que volvemos
a la vida una y otra vez, pero cuando estamos en la vida no recordamos si hemos
vivido antes o no, no recordamos si vivíamos sin cuerpo o no, no recordamos de dónde
venimos o adónde vamos, no recordamos nada más que la vida que tenemos, por lo
tanto nos da más o menos igual todo lo que haya pasado antes de la vida, porque
solo tenemos consciencia de la vida que vivimos.
Por lo tanto, podemos
decir que la vida actual es única, como únicos son cada uno de los momentos
contenidos en ella. Cada momento inconsciente es un retazo de vida no vivida,
cada momento de tristeza es un retazo de vida no vivida, cada momento de enojo
es un retazo de vida no vivida, y si en ese retazo de vida no vivida estuviera
contenido todo el aprendizaje de la vida, ¿De qué nos habría servido la vida?
Como dice Patricia,
nuestro tiempo es limitado, ni sabemos si será más o menos larga nuestra vida, pero
por muy larga que sea, es limitada, se pasa en un suspiro. Pasamos de la
infancia a la juventud, a la madurez y a la vejez en un plis. No podemos
desperdiciar ni un instante de nuestra vida, no aprovechar cada segundo es una verdadera
aberración.
Analiza tu vida. ¿La estás
viviendo de manera consciente al ciento por ciento?, Dejas de vivir cada vez
que te subes al carrusel de la mente, por cualquiera que sea la razón: dolor,
tristeza, sufrimiento, enfado, rememorar el pasado, aunque sean momentos
felices, porque no vives la realidad, vives los pensamientos; dejas de vivir
cada vez que juzgas, o comparas, o criticas, dejas también de vivir cada vez
que pasas de la contemplación a la opinión. ¡Cuánta vida desperdiciada!
Solo los niños aprovechan
la vida, aunque en ese momento ellos no lo saben y no lo entendemos los
adultos. Bendita sea Patricia que todavía se atreve a saltar cuando se siente
feliz y contenta. El resto de adultos viviríamos más plenamente la vida, si saltáramos
con ella en lugar de juzgar su atrevimiento.
“No es que pretenda no envejecer, porque si algo he aprendido en este
tiempo es a vivir el hoy, cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día. Lo
que realmente cuenta es apreciar cada instante, apreciar lo fascinante que es
el presente. Y esto es algo, que, a veces, se me olvida. Creo que a casi todos
nos falta tomar conciencia de la belleza de cada momento”.
Sanar tanto físicamente como emocionalmente. Es
obvio que estoy mal físicamente, aunque no me sienta así, porque yo me siento
una niña y ese tal vez sea el problema. ¡No sé!, pero a mis treinta y dos a
veces siento tanta alegría que me pongo a dar saltitos, y la gente se me queda
mirando porque se supone que soy una persona adulta, y bla, bla, bla, toda esa basura que
nos dice la sociedad. Y no es una crítica pero no me siento ni me veo como adulto, gracias a
Dios. No es que pretenda no envejecer, porque si algo he aprendido en este
tiempo es a vivir el hoy, cada segundo, cada minuto, cada hora, cada día. Lo
que realmente cuenta es apreciar cada instante, apreciar lo fascinante que es
el presente. Y esto es algo, que, a veces, se me olvida. Creo que a casi todos
nos falta tomar conciencia de la belleza de cada momento.
¡Es tan obvio que nuestro tiempo es limitado!,
pero casi todos lo olvidamos. La cantidad de tiempo en nuestra vida como
humanos, es limitada, y lo es por las mismas leyes de la vida, o por el destino,
o que se yo, la cuestión es que nuestra vida es muy corta como para perderla en
cosas banales. La vida se nos va como agua en las manos.
Todo en esta vida es fugaz, somos “aves de paso”.
Ya está bien, no perdamos más tiempo, abracemos y besemos a los seres que
amamos, perdonemos a quien tengamos que perdonar, y amemos a alguien que merezca
nuestro amor. No sé si esto suena egoísta, pero amémonos mucho a nosotros
mismos, estemos como estemos, comprendo que si estamos enfermoses un poco más difícil porque nos han
enseñado que el cuerpo lo es todo, que es lo único que somos, pero somos más
que simplemente eso, tenemos a Dios dentro de nosotros y aun no puedo explicar cómo
es que a veces nos sentimos tan faltos de Él, teniéndolo en nuestro corazón.
Añadir leyenda
Al inicio de esta parte escribía sobre que
estaba en mis prioridades: primero sanar emocional y físicamente, y segundo,
aunque creo que ya lo expliqué, ahora quiero aclarar porque creo que todavía
soy consciente de que si aun estoy enferma algo no anda bien emocionalmente en
mi, o es que tengo que seguir aprendiendo y enseñando, aun cuando yo no busque
eso. Pienso que al mirarme las personas valoraran su buena salud y aunque no
toda la gente piense como yo desearía que pensara, algunas personas tenemos que
aprender sufriendo en carne propia. Supongo que cada uno necesita recorrer su
propio camino y por más que les digas que al estar enferma no la pasas muy bien
que digamos, no valoran la salud en su cuerpo hasta que la pierden.
¿Por qué no valoramos nuestra salud?
Sera por lo mismo que nos levantamos como sonámbulos
en las mañanas sin agradecer por el fantástico día que nos da Dios. Estamos tan
acostumbrados a que nuestro cuerpo funcione automáticamente, que lo damos por hecho,
creemos que dándole comida chatarra (pollos a la brasa, hamburguesas, dulces
procesados químicamente), (ojo que también, de vez en cuando, no podemos
privarnos de uno de estos bocadillos deliciosos para la lengua). Sería
fantástico tener claro que nos sentiríamos mejor comiendo verduras y frutas,
aunque tengo que reconocer que, de vez en cuando, un buen filete de carne no
está nada mal. Pero….., con un filete estamos tomando la vida de otro ser vivo.
Bueno, tampoco quiero hacer que nadie se sienta culpable. Todo es cultural,
depende de lo que hayas aprendido, dependiendo si te has criado en un hogar
carnívoro o vegetariano.
Yo estoy viviendo en un hogar donde todos son
carnívoros, no es que sean de esos que no paran de comer carne, pero sí que dos
veces a la semana se comen su buen lomo saltado o su churrasco, y todas las
veces caigo en la tentación. Y entonces pienso que clase de vegetariana seré y
que donde queda mi amor a los animales. Pero bueno me alivia pensar que si como
carne es por las proteínas necesarias para una dieta balanceada.
Más sobre alimentación
Dicen que deberíamos ser vegetarianos por
naturaleza, por la forma en que está formado nuestro cuerpo, los dientes para
desgarrar, típico de los carnívoros, son solo un par en el hombre, y otro
detalle es que en los animales carnívoros, como los leones y los tigres tienen
el intestino muy corto, mientras que en el ser humano el intestino es muy largo,
lo que demuestra que está más preparado para ser vegetariano.
Además ningún ser vivo quiere ser sacrificado y
presiente el día que lo van a matar. En el momento del sacrificio segregan unos
venenos producidos por todo el miedo, ira, angustia y agonía que pasan, y nosotros,
los carnívoros, nos comemos esa carne que tanto ensucia nuestro cuerpo.
Ya escribí sobre alimentación, pero estábamos en
el tema de porque no valoramos nuestro bendito cuerpo, ese cuerpo que tiene dos
ojos por los que vemos los bellos atardeceres y disfrutamos de los colores de
las flores. Nuestro órgano vivo de mayor extensión es nuestra piel, a través de
la cual podemos sentir las caricias y los besos de una madre, que son los más
sinceros que vamosa recibir en nuestra
vida. En la piel también sentimos al ángel del viento, digo ángel porque nos
ayuda a tolerar el intenso calor que en este tiempo que nos ha tocado vivir padecemos,
y que es por la desaparición de la capa de ozono, con todo lo que conlleva de
cambio en nuestra atmósfera.
Imagínate ahora un día de calor intenso, no hay
donde ocultarse de los rayos del sol, no hay árboles que nos abriguen con un
poco de sombra, estás a punto de sudar, estás que te achicharras, y si eres
gordito estás como un lechoncito listo para comer. En eso sientes que viene una
brisa suave que acaricia tu rostro, y sientes un inmenso alivio. Bendita piel.
Aunque no tengo ninguna autoridad
para aconsejar sobre ningún tema, si quiero comentar, que nuestro sistema
inmunológico depende de nuestras emociones y sentimientos. Está comprobado
científicamente que un estado de tristeza y depresión reducen a la mínima
expresión nuestras defensas. ¿Por qué antes de enojarte o deprimirte no te lo
piensas dos veces?, bueno, piénsatelo si realmente quieres vivir sano, si lo
que te agrada es la enfermedad no necesitar pensar nada, deprímete y listo.