El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




miércoles, 16 de diciembre de 2015

Puntos de conflicto escondidos


No creo exagerar ni un ápice afirmando que prácticamente todos los seres humanos tenemos algún punto de conflicto: de infelicidad, de miedo, de incomodidad, de insatisfacción, de frustración, de envidia, de rechazo, de prepotencia, de egoísmo, de orgullo, de inferioridad, de duda, de celos, de impaciencia, de ira, de pena, de impotencia, de tristeza, de rencor, de avaricia, de depresión.

 Y creo que tampoco exagero si digo que no somos totalmente conscientes de ese, nuestro punto de conflicto. Es claro que al no ser conscientes no podemos trabajar para eliminarlo, y que aunque desconocido, afecta muchísimo a nuestro campo energético, y por ende, a nuestro propio crecimiento.

Es posible que nuestro punto de conflicto se encuentre tan adentro y tan escondido en nosotros, que no solo nosotros no seamos conscientes, sino que ni tan siquiera los que nos rodean tengan constancia, al cien por cien, de nuestro fallo. Y eso que los que nos rodean son los más indicados para explicar cuáles son nuestros fallos, porque ellos los ven, mientras que nosotros, lo único que podemos alcanzar a ver es nuestra sombra.



Es decir, que nos estamos haciendo daño a nosotros mismos, y seriamos capaces de matar defendiendo la idea de que no hay razón para tal extremo.

Es un caso difícil, porque con la meditación que es casi un “cura todo”, no es suficiente, y no lo es porque la meditación es un abono que lo mismo hace que crezcan las buenas que las malas hierbas. Para que la meditación surta efecto ha de pasar mucho tiempo para que la energía positiva que se genera pueda ir desplazando las energías negativas de ese “algo” que se encuentra escondido y posiblemente repartido en cada célula del cuerpo.

La “atención” y la “aceptación”, que son las mejores recetas para conseguir vivir una vida plena, en este caso adquieren doble valor. La atención porque con ella se puede descubrir la reacción emocional ante cualquier circunstancia, que en condiciones normales, en “piloto automático” pasaría desapercibida, y si se consigue descubrir esa reacción es mucho más fácil eliminarla aplicando la receta de usar la virtud contraria. Y la aceptación, porque aceptando no se da entrada ni cabida a cualquier negatividad escondida en el carácter, con lo cual a base de no usarlo acabaría agotándose.

Y mientras tanto seguir con nuestra meditación. Sería fantástica una meditación que active la energía del amor, porque es la energía más poderosa que existe, es un buen limpiador.


 

1 comentario:

  1. Estoy completamente de acuerdo contigo , y el mayor obstáculo es el involucrarse con eso y querer quitarlo que es lo que le da vida, tendríamos que acogerlo con amor y experimentarlo sin juzgarnos , solo son pensamientos ,sentimientos, y a esa conciencia ser presencia que somos no le afecta ni la altera en lo más mínimo, es el rechazo y el querer quitarlo lo que los mantiene y nuestro envolucramiento .Sólo es un comentario que quiero decir porque eso ami me a costado mucho comprender y estoy en ese proceso solo ser consciente y no entrar en ese juego .

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