El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




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miércoles, 3 de abril de 2024

Conversaciones con el Maestro (Pidan y se les dará)

 


Conversando con el Maestro

(Pidan y se les dará)

 

 

-  Maestro, en la Biblia, en el capítulo 7, versículos 7 y 8 del evangelio según Mateo, podemos leer: “Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra y al que llama, se le abre”.

          >> Leyendo estos versículos de la Biblia me surge, de inmediato, la pregunta: ¿Seguro? Porque llevo años pidiendo, buscando y llamando, y nada. Nadie me da, a nadie encuentro y las puertas permanecen cerradas.

          >> Y pienso, ¿será que se refiere a la vida del alma y no a la vida física? Pero yo mismo me contesto: No. No puede ser. Jesús lo explicó en la tierra, por lo tanto, tiene que ser para todos los que tenemos un cuerpo. Entonces, ¿habrá alguna condición especial, para hacer la petición, que no nos explicó Jesús?

-    No hijo. Jesús utilizaba mucho las parábolas para explicar cualquier concepto y no debemos tomar esas palabras de forma literal. Lo que quieren decir es que tengamos confianza en la relación con Dios, quien, como un padre amoroso, sabe lo que es mejor para nosotros, sus hijos.

>> La promesa es que Dios escucha y responde, pero sus respuestas pueden no ser siempre lo que esperamos o pedimos, porque Él tiene una perspectiva más amplia y sabe lo que realmente necesitamos.

>> Tenemos que interpretar que lo que hace Jesús es animar a las personas a acercarse a Dios, con fe y confianza, sabiendo que Él es bueno y amoroso, y que responderá de acuerdo con su sabiduría y amor por nosotros.

-    Entonces, según lo que me dices, para conseguir algo, seguir las instrucciones de la Ley de la Atracción, orar, pedir a los ángeles, rogar a Dios o escuchar músicas con una frecuencia determinada, por ejemplo, son una perdida absoluta de tiempo ya que, si ese algo no es bueno para nosotros, no va a llegar de ninguna de las maneras. ¿Me equivoco?

-    Te equivocas en parte, porque todo no es, absolutamente, blanco o, absolutamente, negro. Entre el blanco y el negro hay muchos matices, que traídos a la vida física le pueden dar una tonalidad diferente, en función del Plan de Vida de la persona.

>> Lo que es bueno para nosotros ya está recogido en nuestro contrato o Plan de Vida.

-   Me estás diciendo que nunca nadie va a recibir cosa alguna que no esté contemplada en su Plan de Vida, ¿es correcto?

-    Es correcto.

-    Pues yo diría que el versículo está incompleto. Debería decir: “Pidan y se les dará si está contemplado en su Plan de Vida”.   

>> Y, ¿dónde queda eso de que energías iguales se atraen?,¿para qué sirve llegar a sentir la emoción de que tienes mucho dinero, (con lo difícil que es llegar a sentirlo, cuando la triste realidad es que no te llega para comer más allá del día 15 del mes), si luego no va a llegar ese dinero porque en tu Plan de Vida está pactado que vas a ser un pobre de por vida?

-    Esas dos preguntas tuyas tienen requieren varias explicaciones:

>> En primer lugar, es cierto que energías iguales se atraen, y así es como va a llegar todo, absolutamente todo, a tu vida.

>> Pero tienes que tener en cuenta algunos conceptos. Sigamos con el ejemplo del dinero. Durante tiempo, probablemente mucho, has estado y, aun estás, compartiendo tu vida con la carencia. En tu subconsciente se encuentra esa energía de carencia y, has de tener en cuenta que el subconsciente es el 90% del total de tu mente, siendo solo el 10% la capacidad de tu mente consciente. Por lo tanto, en tus condiciones normales, están atrayendo carencia en un 90% y solo abundancia, (suponiendo que consigas generar esa energía), en un 10%.

>> Es mucho el tiempo que tienes que estar generando energía de abundancia para conseguir eliminar la energía de carencia que se encuentra en tu subconsciente, con el hándicap de que tampoco tienes la completa seguridad de que la energía de abundancia que generas no está teñida de la carencia con la que convives desde siempre.

>> Y, en segundo lugar, cuando llegas a la vida, el alma trae consigo la energía que necesitas para atraer lo que necesitas para el cumplimiento de tu Plan de Vida. Energía que se activará cuando sea el momento.

-    ¿Cómo sé cuando es momento de atraer algo diferente?

- Lo sabe tu alma. Todo funciona como un videojuego. Cuando finalizas un aprendizaje se activa la energía que necesitas para acceder al siguiente nivel. Y si en el siguiente nivel necesitas dinero, él llegará a ti

>> Pero, ten en cuenta que no conoces tu Plan de Vida. Lo que es bueno para ti es lo que en dicho Plan se encuentra recogido. Si para que se cumpla el Plan, que es lo que tú has elegido antes de venir a la vida, tienes que ser pobre, serás pobre, por mucho que tu mente quiera mucho dinero.

-    ¿Para qué vamos a pedir, entonces, si ya tenemos un Plan de Vida?

-    Lo vas a entender fácil:

>> Ernesto es pobre y se regodea en su pobreza, pensando como va a comer durante todo el mes. Es seguro que va a comer, de alguna manera. No lo hará en un restaurante de cinco tenedores, pero no le va a faltar un mendrugo de pan. Pero él sufre cada minuto de su vida, está lleno de ansiedad, de estrés y de tristeza.

>> Matilde es la esposa de Ernesto, por lo que sus condiciones económicas son las mismas. Sin embargo, ella habla cada día con Dios ofreciéndole su miserable vida, agradeciendo el mendrugo que tienen para comer cada día y esperando que un día esa vida cambie. La energía que ella está generando con sus oraciones, su ofrecimiento y su agradecimiento hacen que su estado emocional sea diferente al de su esposo. No podemos decir que sea feliz, pero, al menos, no tiene la ansiedad, el estrés y la tristeza que tiene su esposo.

>> ¿Qué actitud es la más conveniente?

-    La de la esposa, sin ninguna duda.

-  Que tu petición diaria sea: Gracias Señor por los beneficios de este día. Te ofrezco mi vida. Hágase tu voluntad.


domingo, 18 de febrero de 2024

Vivir la vida (2 de 3)

 


        Si nos resignamos sufriremos ya que continuaremos a la espera de que la situación se revierta. Quedaremos atrapados en esa situación. Nos compadeceremos y nos sentiremos las víctimas.

Para alejarse del sufrimiento es imprescindible entenderlo y ser consciente de que el padecimiento nos aleja de una vida feliz. Una vez entendido, es muy posible que no se pase, directamente, al capítulo de la aceptación, sino que la persona se entretenga en un punto intermedio.

Cuando el sufrimiento ha tomado posesión de la persona y esta es consciente, solo le queda tratar de alejar el sufrimiento para volver a un estado, si no de felicidad, si, al menos, de una cierta tranquilidad.

Para ello la persona, con ayuda externa o haciendo uso de su propia voluntad, comienza un trabajo interior. La base de ese trabajo bien podría estar alineado con los siguientes enunciados:

-       Todo es energía.

-       Los pensamientos, origen de su sufrimiento, también lo son.

-       Energías iguales se atraen.

Cada pensamiento y emoción emite una vibración y, según la ley de la vibración, esta vibración atrae eventos, circunstancias y personas similares.

Esta es la base de la Ley de la Atracción. Nuestra mente y nuestros pensamientos tienen un poder de atraer lo positivo o lo negativo que se proyecta en el universo. La idea es que si nos enfocamos en lo que queremos y lo visualizamos, sintiendo la emoción de eso que queremos, con la misma intensidad que sentíamos el sufrimiento, podremos manifestarlo en nuestra realidad.

Es bueno utilizar algunas técnicas, porque la acción, el esfuerzo, y la responsabilidad son la llave para desechar viejos hábitos y crear otros nuevos, para generar un estado mental positivo y alineado con los objetivos que se desean. Estas técnicas pueden ser: la meditación, la afirmación, el agradecimiento, el perdón y la visualización.

Visualiza tus deseos como si ya se hubieran manifestado. Imagina tus deseos como si ya se hubieran manifestado en tu vida.

Visualízate experimentando y disfrutando de tus metas alcanzadas con todos los detalles sensoriales. Siente la emoción y la gratitud mientras visualizas.

A partir de aquí, solo queda mantener la voluntad y el trabajo y, esperar con paciencia, que lleguen los resultados esperados.


viernes, 16 de febrero de 2024

Vivir la vida (1 de 3)

 


Señor, concédeme

la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar,

valor para cambiar las que sí puedo y

sabiduría para discernir la diferencia.

(San Francisco de Asís)


Existen tantas maneras de vivir la vida física como seres humanos viviéndola, pero si hablamos de las sensaciones que llegan a sentir los ocho mil millones de vividores que pueblan el planeta, como consecuencia de cada una de las interacciones con el mundo, el número se reduce drásticamente. Podemos nombrar algunas: felicidad, alegría, satisfacción, bienestar, tristeza, miedo, sufrimiento, vergüenza, ira, asombro, amor, gratitud, esperanza, culpa.

Por supuesto, son muchas menos que ocho mil millones, pero se podrían agrupar aún más, hasta dejarlas reducidas a la mínima expresión:

-   Regodearse con el sufrimiento que van generando los acontecimientos del momento.

-  Alternar el sufrimiento con alguna de las técnicas leídas, aprendidas o escuchadas, para cambiar el devenir de tus miserias.

-       Aceptar.

La primera opción, la de regodearse con el sufrimiento es la más fácil, porque es un hábito arraigado en nosotros desde nuestra más tierna infancia. Solamente hay que observar cómo se desenvuelve el ser humano en sociedad, solo hay que observar cuáles son sus conversaciones, cuáles son sus comentarios y cuáles sus carencias, para determinar, sin temor a equivocarnos, que el ser humano es adicto al sufrimiento, adicto al dolor, adicto a la pena, a la tristeza y al miedo, de la misma manera que se puede ser adicto a las drogas, a la nicotina, a la comida o al alcohol.

            Y de la misma manera que para liberarse de la opresión de las adicciones físicas se ha de hacer un sobreesfuerzo y, puede que, incluso internarse en una clínica de desintoxicación, para liberarse de las adicciones emocionales se ha de realizar, también, un ejercicio de voluntad intenso, se ha de realizar un ejercicio de aceptación de la realidad de la vida, se ha de tener el convencimiento de que solamente con el dolor es imposible, no solo ser feliz, sino que es imposible hacer felices a los demás. Se ha de cambiar la creencia de que la felicidad es algo que nos llega del exterior como un regalo, sino que es un estado interior al que se llega por propia voluntad, sin tener en cuenta “el qué dirán”, sin esperar nada de nadie.

            No podemos liberarnos del sufrimiento por el mero hecho de pensar: “Desde mañana no voy a sufrir y voy a ser feliz”, porque el hábito de sufrir, es una enseñanza tan arraigada en nosotros, que deshacerse de ella es casi como ser infiel al amor de nuestros progenitores, que son, los que con su ejemplo, ¡nefasto ejemplo de sufrimiento!, nos han inculcado que es, no solo normal, sino casi un deber, sufrir con el padecimiento de los demás, y sobre todo con el padecimiento de los que nos quieren.


miércoles, 24 de mayo de 2017

La nueva Ley de la Atracción

Segunda parte de ¿Para qué has nacido?

Podemos utilizar la “Ley de la Atracción” para acercarnos a Dios.

La “Ley de la Atracción” es la creencia de que los pensamientos, (conscientes o inconscientes), influyen sobre las vidas de las personas, argumentando que son unidades energéticas que devolverán a la persona una onda energética similar a la emitida.

La frase "Ley de la Atracción" ha sido utilizada por escritores, teósofos, autores, filósofos y parlanchines. Según los partidarios de dicha ley, esto significa que los pensamientos, emociones, creencias, anhelos, etc., que una persona posee, (sean estos conscientes o inconscientes), provocan consecuencias afines a lo que se desea. A este proceso se lo describe como «vibraciones armoniosas de la ley de la atracción».

Por lo tanto, bien se puede decir que “atraemos a nuestra vida aquello que está en sintonía con nuestros pensamientos dominantes”.

Conozco muchísimas personas que dicen que la “Ley de la Atracción” no funciona, y no lo hace porque, a pesar de mantener el pensamiento de lo que desean en la mente, ese deseo no llega a materializarse.

Sin embargo, conozco otros, bastantes menos, que dicen que sí funciona, porque han conseguido, mediante las mismas técnicas que los anteriores, materializar sus deseos.

¿Qué grupo tiene razón, los que dicen que si funciona, o los que dicen que no? Pues…, ambos tienen razón.


La “Ley de la Atracción” es mucho más que un simple enunciado, y es mucho más, porque no es una ley aislada, (de hecho, prácticamente, ninguna ley del Universo lo es), ya que existen muchas relaciones entre diferentes leyes.

Incluso aunque fuera una ley independiente, el mero hecho de pensar, e incluso, de visualizar el deseo no es suficiente, ya que se ha de sentir la emoción y vibrar en la misma sintonía. Es posible, que pensar, emocionarse y vibrar, se consigan durante una, dos, e incluso, tres horas al día, pero ¿Qué pasa con las 21 horas restantes del día? Es más que seguro, que el resto del día se esté con el pensamiento cambiado, que se esté pensando en la carencia, con la emoción correspondiente y vibrando en la sintonía contraria.

Y ¿Los que si lo consiguen? Seguramente el trabajo que realizan las personas que si consiguen materializar el deseo no es diferente a esas tres horas que trabajan las personas que no lo consiguen, ¿Por qué ellos sí?

Porque no es una ley independiente. Está completamente relacionada con el “Plan de Vida” que el alma ha aceptado para su encarnación. Y si el Plan de Vida dice que la persona tiene que vivir debajo de un puente, va a vivir debajo de un puente, con “Ley de la Atracción” o sin ella. La diferencia, si trabaja aspectos de la “Ley de la Atracción”, es que el puente será más o menos cómodo. Pero no va a salir del puente para ir a un palacio si en su Plan de Vida no aparece contemplado.

Sin embargo, se puede trabajar la “Ley de la Atracción” para algo que todas las almas tenemos contemplado en nuestro Plan de Vida: Acercarnos a Dios.

Esta es la nueva Ley de la Atracción: Piensa en Dios, siente la emoción de vivir en Él, vibra en Su sintonía, y de manera inmediata vas a sentir Su Energía, que te va a ayudar a despertar del sueño de esta vida, de la que incluso, desconoces la razón por la que vives y, además, te vas a conectar con tu Plan de Vida y vas a conseguir todo lo que aparezca contemplado en él, en la máxima expresión. Siguiendo el ejemplo del puente, conseguirás vivir en el mejor puente de la comarca.

Pero puede ocurrir como en el trabajo normal de la “Ley de la Atracción”, que más de tres horas sean difíciles de mantener, y las horas restantes sigamos con el miedo de siempre, la ira de siempre, la envidia de siempre, la crítica de siempre, etc., etc., con lo que el trabajo se difumine como el humo. Pues las horas restantes vamos a seguir acercándonos a Dios, pero de manera diferente: Vamos a pensar, vamos a emocionarnos y vamos a vibrar con cualquier persona que tengamos delante, como si del mismo Dios se tratara. Y cuando no tengamos a nadie delante, vamos a agradecer lo que tenemos, sea mucho o poco, según nuestra consideración, así seguiremos conectados con nuestro Plan de Vida y seguiremos recibiendo los dones que aparecen contemplados en él, también en su máxima expresión.

Lucha por algo que merezca la pena. ¿Para qué perder el tiempo en tratar de conseguir tener una casa en la playa o en la montaña? En lugar de perderlo, gánalo, haciendo lo que has venido a hacer: Acercarte a Dios.