El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




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miércoles, 10 de enero de 2024

El poder de elección

 


Puede ocurrir, que habiendo olvidado que tenéis el poder de la elección, os sintáis atrapados en una relación, en un trabajo, en la vida o por ciertas circunstancias y, las cosas se han de poner muy mal, hasta que se encuentra el deseo, el coraje, y el respeto personal para tomar nuevas decisiones. A no ser que seáis conscientes de que tenéis el poder de decir no, nunca podréis, verdaderamente, decir si, a las relaciones, al trabajo, a la vida, a cualquier cosa.

No tenéis que esperar para hacer cambios positivos y poderosos. No tenéis que ir al trabajo, no tenéis que ir a la guerra, no tenéis que estar casados o tener hijos, o actuar como otra gente espera o desea. No tenéis que hacer nada. Simplemente reconocer que cada acción o inacción, y vuestra voluntad para aceptar esas consecuencias, os da el poder y la libertad para escoger quien ser, dónde estar y que hacer. Es entonces cuando la vida pasa de ser una obligación a una oportunidad maravillosa. Es entonces cuando los milagros ocurren.

El milagro de elegir, es el milagro de crear la vida. No tenéis que preguntaros si estáis en el camino adecuado, con la persona correcta, o haciendo el trabajo idóneo. No. Solo tenéis que elegir vivir cada día por elección, y vivir al máximo.

Del libro "Cartas a Dios" de Alfonso Vallejo


viernes, 1 de diciembre de 2023

Conectar con el corazón y elegir (y 2)

 


Permíteme hablarte un poco más del poder de elección que os he dado.

En un momento de la Creación se originan las Mónadas o unidades de conciencia. Es vuestra parte más espiritual. Las Mónadas son como Chispas de Fuego Supremo, como fragmentos divinos, como fragmentos de vida divina separada, como entidad individual.

Las Mónadas, en el momento de la Creación son omniscientes, (capacidad de saberlo todo), y omnipresentes, (capacidad de estar en todas partes simultáneamente), pero únicamente lo son en el plano en el que fueron creadas, ya que en todos los demás planos son inconscientes e insensibles, incluido el plano físico, por lo que no son capaces de responder a todas las vibraciones divinas del Universo.

Desde el plano físico en el que estáis los seres humanos hasta el plano donde están las Mónadas hay otros siete planos.

Para poder ser sensibles en todos los planos, en todos omniscientes, en todos omnipresentes, las Mónadas han de manifestarse en esos planos, de ahí que todo el proceso de la evolución del “Yo” individual es una actividad escogida por las Mónadas mismas.

Desde el momento de la creación de la Mónada, tenéis todo el poder de elección. Yo no intervengo en ningún momento en vuestro proceso. Si estáis en los mundos de la materia, es porque habéis querido vivir en ese mundo.

La primera elección que realiza el alma es su vuelta a la vida en la materia, es decir, el nacimiento en un cuerpo. Y esa decisión la toma el alma por la imperiosa necesidad que siente de unirse a la Conciencia Superior, a Dios, a Mi. Nadie le dice que tiene que volver a encarnar. Es su decisión.

El alma vuelve a encarnar con la única finalidad de descubrir en la materia, cuál es su verdadera identidad, a pesar de la lucha por el poder que mantiene, de manera permanente, con el ego.

Como es el ego el que tiene el mando cuando el alma está encarnada, en cada vida se quedan muchos círculos sin cerrar, que será necesario cerrar en las próximas encarnaciones. Por eso, una vez tomada la decisión de volver a la materia, el alma vuelve a elegir, organizando un Plan de como se desarrollará su vida en la materia para conseguir, en el menor tiempo posible, su tan ansiado deseo.

Para la planificación de la vida si que recibe algún tipo de ayuda, sobre todo, para hacerla entender que no debe programar una vida llena de sufrimiento, lo cual sería muy difícil de llevar a buen término.

El alma quiere terminar su peregrinaje en la materia cuanto antes y sus programaciones de vida pueden ser muy duras.

Una vez en la materia, el alma que es la que conoce el Plan, queda opacada por el ego que es quien toma el mando, siendo él quien toma las decisiones. Elige los estudios, el trabajo, el tipo de vida que quiere llevar, elige la soledad o la compañía, elige con quien compartir la vida.

Es muy posible que a la hora de elegir el ego no esté muy seguro de a dónde le va a llevar ese camino, pero a pesar de todo, tiene que elegir.

Sin embargo, tenéis que ser conscientes de que las elecciones no se toman con palabras, sino con acciones. De nada vale decir, escojo ser feliz. Lo que realmente vale es ponerse en camino, de inmediato, para llegar a esa felicidad.

Os he dado la capacidad y la libertad de elegir. Eso quiere decir que podéis escoger abrazar las Leyes que están en lo más profundo de vuestra intuición, o podéis dejar que los impulsos, miedos y hábitos, dirijan vuestra vida.

Las decisiones son dirigidas: O por la mente consciente que casi siempre elige el miedo, la pereza, los hábitos, o por la sabiduría del subconsciente que tiene mucha más información de la que la mente consciente puede acceder.

Todo lo que podéis hacer es tomar las mejores elecciones posibles, dentro de vuestro grupo particular de circunstancias, elecciones hacia la vida, hacia el amor, hacia el servicio, hacia la conexión. No importa lo que la vida os presente, siempre podéis escoger como responder interiormente: Podéis resistiros, lamentaros y maldecir el destino, o podéis haceros cargo y abrazarlo, fluyendo y expandiéndoos para vivir el momento.

Puede ocurrir, que habiendo olvidado que tenéis el poder de la elección, os sintáis atrapados en una relación, en un trabajo, en la vida o por ciertas circunstancias y, las cosas se han de poner muy mal, hasta que se encuentra el deseo, el coraje, y el respeto personal para tomar nuevas decisiones. A no ser que seas consciente de que tienes el poder de decir no, nunca puedes, verdaderamente, decir si, a las relaciones, al trabajo, a la vida, a cualquier cosa.

No tenéis que esperar para hacer cambios positivos y poderosos. No tenéis que ir al trabajo, no tenéis que ir a la guerra, no tenéis que estar casados o tener hijos, o actuar como otra gente espera o desea. No tenéis que hacer nada. Simplemente reconocer que cada acción o inacción, y vuestra voluntad para aceptar esas consecuencias, os da el poder y la libertad para escoger quien ser, dónde estar y que hacer. Es entonces cuando la vida pasa de ser una obligación a una oportunidad maravillosa. Es entonces cuando los milagros ocurren.

El milagro de elegir, es el milagro de crear la vida. No tenéis que preguntaros si estáis en el camino adecuado, con la persona correcta, o haciendo el trabajo idóneo. No. Solo tenéis que elegir vivir cada día por elección, y vivir al máximo.

Dejar de quejaros y elegir otra opción.

Yo te bendigo hijo mío. 

(Del libro “Cartas a Dios” de Alfonso Vallejo)

jueves, 23 de noviembre de 2023

Conectar con el corazón y elegir

 


Querido hijo:

Tienes toda la razón cuando dices que la mente humana no está capacitada para entender todas las respuestas, sobre todo aquellas que no tienen relación con la materia, que están fuera del espacio conocido o que no pueden ser medidas con un reloj de tiempo porque su medida siempre es “ahora”.

Sé de tu afán por saber y conocer que hay al otro lado de la vida, pero…, contesta una pregunta, ¿para qué te serviría ese saber? ¿Tú crees que conocer las actividades que realiza el alma cuando se encuentra en el espacio “entre vidas”, sería de utilidad para tu trabajo en la materia?, ¿te ayudaría a tener más paciencia?, ¿cambiarían en algo tus terapias?, ¿cambiarías la receta de los garbanzos?

Yo voy a contestar, por ti, esas preguntas: No te serviría para mejorar en las actividades que realizas en la materia. Entonces, si no lo vas a entender y no te va a ser útil, ¿para que insistir? Olvida el tema y enfócate en lo que, además de conocido, es imprescindible para tu crecimiento y tu desarrollo espiritual.

Has podido comprobar que es muy fácil contactar conmigo cuando estás en meditación.

Percibir mis señales es muy sencillo, sólo tenéis que permanecer en silencio, sólo tenéis que atravesar el espacio que existe entre vuestro pensamiento y vuestra sensación, sólo tenéis que aparcar el pensamiento y centrar la atención en el corazón. Ahí vivo Yo en nosotros. Y para llegar no vale escuchar discursos llenos de amor, ni asistir a misas donde se hable de Mi. El ser humano ha de encontrarme en solitario. Sin embargo, así como no vais a salir en la búsqueda de un tesoro si no se sabe que existe, habéis de tener el pleno convencimiento de que Yo habito en nuestro interior para establecer contacto.

La vida es una escuela en donde cada persona elige las materias a estudiar. Yo os he dejado elegir libremente las asignaturas. Pero al final de la “carrera” hay una tesis obligada: “Encontrarse conmigo”. Para la realización de la tesis no está establecido que haya que estudiar una vida o miles de vidas, se me puede encontrar en un instante, o se puede tardar una eternidad. No me busquéis en el cielo, ni en las iglesias. Buscarme en vuestro interior, porque mientras no me encontréis en vosotros, permaneceréis en la vida repitiendo curso una y otra vez.  

Sois libres, tenéis capacidad de elección, pero pocos son los que eligen lo bueno. Casi todos elegís sufrir, elegís el miedo, enfadaros con vuestros hermanos, elegís la ansiedad, la tristeza, la enfermedad, el dolor, la soledad.  Con lo fácil que es cambiar el punto de mira, recorrer el camino que os separa de vuestro corazón y elegir la felicidad, elegir la alegría, elegir el Amor.

Permíteme hablarte un poco más del poder de elección que os he dado.

Continuará.......

(Del libro Cartas a Dios de Alfonso Vallejo)

domingo, 2 de octubre de 2022

Ser tú

        

             ¿Te has sentido muchas veces transportado a un mundo increíble mientras leías o escuchabas la historia de alguien a quien le cambió su vida? Seguro que sí, aunque no estés en ninguna búsqueda específica de nada. Seguro que sí, porque todos los seres humanos nos preguntamos alguna vez en la vida ¿para qué estoy aquí?, ¿qué sentido tiene mi vida?, ¿qué sentido tiene la vida?, ¿por qué sufro, porqué solo soy feliz en algunos momentos?, ¿por qué no me pasará a mí como a otros que han cambiado su vida, lo han dejado todo y han seguido su corazón? Y en esos instantes te has imaginado haciendo lo que verdaderamente quieres hacer, lo que sientes y te has sentido el hombre, la mujer más libre del mundo.

Pero, casi al mismo instante ha aparecido tu mente y te ha dicho “Eso solo les pasa a los demás”. A algunos, a muy pocos, y yo soy una persona normal y corriente. ¿Pero, sabes una cosa? Los demás son tú y tú eres los demás. Es decir, lo que tú piensas, ellos también lo piensan, Porque todos somos, exactamente, lo mismo. Almas, almas con una sed increíble de ser felices. Pero no felices con nuestras posesiones materiales.

Así pues, hablamos de plenitud, de plenitud interior, de sentirte presente, muy presente en tu propia vida y ver como todo sucede y darte cuenta de que tú puedes intervenir. De hecho, debes hacerlo, es tu obligación. Y lo haces. Constantemente eliges esto o aquello en tu quehacer diario. Así pues, ¿por qué no eliges para ti?, ¿por qué no dejas ya de pensar que sentirán los demás si haces esto, o si haces lo otro? Qué más da. No harás nada que les pueda hacer daño si lo haces con Amor, con el convencimiento de que eso es lo mejor para ti.

Porque cuando haces lo que es mejor para ti, estás haciendo lo mejor para todos los que te rodean. Porque eres completo y feliz y todo lo que puedes hacer es dar felicidad y amor.

Párate, deja de leer como “otros sí pueden y tu no”. No te pongas excusas mentales que sabes que no te sirven para nada y que solo son excusas movidas por el miedo.

¿Pero dónde queda el miedo cuando eres feliz? No existe. Haz, camina, cae, levántate y confía, confía, confía. No estás nunca solo. Jamás, porque estás contigo. Y en ti lo tienes todo. La capacidad de amar, de sentir, de vibrar con la energía del Universo. Porque eso eres, un “ínfimo” fragmento del Universo, que dejó un día de tener esa conciencia y se encarnó. Pero no perdió nada. La llevas contigo. Tú eres luz, tú eres vida. Tú eres esa pieza imprescindible, aunque estés en una esquina lejana de este puzle Universal, que no puede construirse sin ti.  Seria incompleto.

Siéntete tú, siéntete yo. Un yo no mental, un yo en los demás y con todo. Tú eres Buda, tú eres Dios, tú eres Luz, tú eres camino, tú eres Maestro.

Y por encima de todo tú eres ¡libre! Libre para elegir y ser ese “otro” que ha cambiado su vida y al que envidias muchas veces. Eso te puede pasar a ti, de hecho, te está pasando, pero no quieres escuchar.

Haz tu camino sin miedo y los demás se colocarán en el lugar correcto para dejarte andar. Da igual, no pienses en “mi madre, mi padre que dirán, que pensarán, mis hijos, mi pareja, mi hermano……” Da igual. Si tú estás bien ellos estarán bien, seguro.

Quizá tarden un tiempo en darse cuenta y aceptarlo. Y, ¿qué? Es su tiempo, no el tuyo. Es su elección, no la tuya. Tú eliges amarlos desde ese tú que eres y, ellos, poco a poco, sentirán esa energía que les llegará sin palabras, sin discusiones, sin luchas, sin tener que convencerles de nada. Llegará así, tal cual.

Qué fácil parece, ¿verdad? Pues lo es. Lo verdaderamente difícil, y muy cansado, es que sea al revés. Es decir, que sea una lucha entre tu sentir y tu deber. No hay deberes.

Obsérvate como el Ser Divino que eres y camina desde ahí. Nadie es más que tú. Ni Jesús, ni Buda, ni nadie. Todos somos elegidos.

Recuerda: el puzle está incompleto sin ti.

lunes, 30 de noviembre de 2015

Una nueva palabra: Electino


La vida es “Electino”, es elección y es destino.
Hari Krishan Singh.

            Si decimos que todo en la vida es elección, estamos en lo correcto. Antes de nacer el alma programa con total libertad lo que va a ser su vida en la materia. Por lo tanto ha sido su elección.
            Si decimos que todo en la vida es destino, también estamos en lo correcto. Una vez en la vida el ego no recuerda absolutamente nada, sin embargo la programación se va cumpliendo. Es decir ese ego está marcado por la programación de su alma, que a este lado de la vida bien se puede denominar destino.
            Si decimos que la vida está repartida entre elección y destino, también estamos en lo correcto. Es cierto que se cumple la elección programada. Es cierto que al no recordar para el ego es destino. Pero también es cierto que sus reacciones ante los distintos acontecimientos de la vida son fruto de su propia libertad, de su libre albedrío. Por lo tanto nueva elección.
            Son muy pocos, poquísimos, los afortunados que pueden vivir, más o menos parcialmente desde el alma. Aunque realmente no es cuestión de fortuna, es cuestión de trabajo, es cuestión de trabajar para recordar quienes somos.


            La programación del alma, las elecciones que esta hace a través de su programación no tienen más objetivo que  llevarnos a la única, a la auténtica, a la verdadera realidad de que somos hijos de Dios, que de Él venimos, y a Él vamos. Y vamos a ir todos, ninguno se va a quedar en el camino. Esta es la elección del alma.
Y esta elección es a la vez nuestro destino. El punto de partida es Dios, el destino también es Dios. Y entre la salida y la meta podemos divagar todo lo que queramos, nadie nos lo impide, solo estamos retrasando nuestra propia grandeza. Esta divagación es otra nueva elección, esta divagación es nuestro propio albedrío, que nos mantiene atados al sueño, a la ilusión, a la quimera de creer que somos un cuerpo.
 Y como creemos que somos un cuerpo, nos condenamos, con nuestra propia elección a vivir atados al cuerpo, a vivir atados a nuestra cuenta corriente, a vivir atados a nuestras fantasías, a vivir atados a nuestra intolerancia, a vivir atados a nuestra discriminación, a vivir atados a nuestro miedo, a vivir atados a nuestro orgullo, a vivir atados a nuestra imagen, a juzgar a todo lo que se mueve, a criticar a todo lo que pasa por nuestro punto de mira. Y todo esto significa seguir separados de Dios.
Lo mejor no es preguntar si la vida es lección o es destino, lo mejor es vivir la vida, viendo a Dios en todo, viendo a Dios en todos. Decía Yogui Bhajan que si no puedes ver a Dios en todo, entonces no puedes ver a Dios.


martes, 8 de octubre de 2013

Como amarse a uno mismo (3 y final)


“Nadie puede tener una opinión buena de una persona
que tiene una opinión mala de sí misma.”
Anthony Trollope
“De todas las trampas en la vida la falta de autoestima es la peor y la más difícil de superar, debido a que está diseñada por tus propias manos y se centra en la idea: No vale la pena, no lo puedo hacer.”
Maxwell Maltz
“El respeto comienza con uno mismo.”
Nathaniel Branden 

Hacia una buena autoestima
            Promulgamos el amor al prójimo a los cuatro vientos, repudiamos la agresión y el mal trato a los otros, pero se nos permite, y hasta está bien visto, que regateemos, economicemos y midamos las autoexpresiones de afecto. ¿Por qué debemos ser miserables con nosotros mismos?, ¿Cuántas veces nos auto-elogiamos, nos damos gustos y nos contemplamos? No suele haber tiempo para eso.
            Debemos disponer de tiempo para los hijos, la pareja, los padres, pero no se nos ocurre utilizar algunas horas en beneficio propio. Pensamos que el tiempo mejor aprovechado es el destinado a producir bienes materiales o dinero. No nos interesa la salud mental. Se considera que pensar, soñar, fantasear, dormir, meditar o mirar, no es actuar. Así, dedicarse a uno mismo es sinónimo de vagancia o “buena vida”. Si pensamos de este modo, jamás disfrutaremos de amarnos, ya que siempre podríamos estar haciendo algo más productivo. Es un acto de irresponsabilidad no dedicar tiempo a ti mismo.
Acercarse a un estilo de vida hedonista:
            Hedonismo significa placer, satisfacción, regocijo, goce y bienestar. Una filosofía hedonista significa un estilo de vida orientado a buscar el disfrute y a “sacarle el provecho” a las cosas que nos rodean. La filosofía hedonista encierra la aceptación implícita del derecho a disfrutar.
1.- Saca tiempo para el disfrute:
-          La vida no se ha hecho sólo para trabajar. Se trabaja para vivir, no lo contrario.
-          Tu momento de descanso, de recreación y tus vacaciones no son un “desperdicio de tiempo”, sino una inversión para tu salud mental.
-          No lo postergues todo, esperando el día idóneo.
-          No hay un tiempo para el amor como no hay un tiempo para quererte a ti mismo. Siempre es tiempo.
2.- Decide vivir disfrutando:
-          Acepta que la búsqueda del placer es una condición del ser humano. Forma parte de ti como algo natural.
-          Vive intensamente y ejerce el derecho a sentirte bien.
-          ¿Cuántos momentos de felicidad has perdido por creer que no los merecías?
-          Busca en tu interior y encontrarás un vacío: la pasión.
-          Tienes la obligación de generar alternativas de vida para mantenerte feliz.
-          Tienes un talento innato para vivir “bien”, no lo desaproveches.
3.- Explora, busca, indaga:
-          Una vez que decidas darle importancia al principio del placer, debes comenzar a trabajar para sentirte bien.
-          Tu principal arma es la exploración. No esperes a estar “totalmente seguro” para ensayar cosas nuevas. ¡Arriésgate!
-          No te resistas a probar lo nuevo.
-          No tengas opiniones a priori cuando de conocer se trata.
4.- No racionalices tanto las emociones agradables:
-          La idea no es negar la importancia del pensamiento. El problema es que si intentas explicarte y comprender permanentemente los sentimientos, los obstruyes irremediablemente.
Autoelogio
            Permanentemente estamos hablando en silencio con nosotros mismos y rumiando sobre esto o aquello, a veces de manera automática, inconsciente, y otras de manera controlada o consciente.
            El dialogo interno puede afectarte positiva o negativamente, de manera similar a como las palabras de otros también pueden ejercer un determinado efecto sobre tu estado de ánimo.
            Cuando tengas tus diálogos internos, en lo posible que sean positivos, pero con una dosis de realismo.
            El autoelogio es una manera de hablarte positivamente. Es una forma de reconocer tus actuaciones adecuadas. No es necesario, ni hace falta que lo hagas en voz alta y en público.
            Las razones a las que se apela para negar el auto elogio son varias:
-          No soy merecedor o no fue gran cosa.
-          Era mi deber o era mi obligación.
-          Auto-elogiarse es de mal gusto.
Auto recompensa:
            Es otra manera de auto-expresarte el afecto. La auto-recompensa es el proceso por el cual nos auto-administramos estímulos positivos.
            Tú necesitas la auto-recompensa, de la misma manera que necesitas el autoelogio. Fortalece tu autoestima y no permite el autocastigo y la insatisfacción.
Hacia una buena autoeficacia:
1.- Elimina el “no soy capaz”
-          Si te tratas mal y eres irrespetuoso contigo mismo, tu dialogo obrará como un freno.
-          Elimina de tu repertorio el “no soy capaz”. Cada vez que te lo repites confirmas tu inseguridad.
-          Esta calificación negativa, automáticamente, te inmovilizará.
2.- No seas pesimista:
-          Las personas con baja autoestima anticipan el futuro negativamente.
3.- No seas fatalista:
-          Eres el arquitecto de tu futuro. Construyes tu destino. Por lo tanto tienes el poder de modificar muchas cosas.
-          El pasado no te condena.
-          Tu presente es el pasado de mañana.
4.- Trata de ser realista:
-          Acepta tus éxitos, sería injusto contigo desconocer tus logros.
-          Acepta tu cuota de responsabilidad en tus fracasos.
-          Toma papel y lápiz, y escribe tu contribución real a lo bueno y a lo malo.
5.- No recuerdes sólo lo malo:
-          La visión negativa de uno mismo se alimenta principalmente de los recuerdos.
-          Durante algunos minutos al día intenta activar tu memoria positiva.
6.- Revisa tus metas:
 

            Hacerte cargo de ti mismo es la mayor de las responsabilidades. Tomar conciencia de que existes, eres importante y tienes el derecho a pensar en ti por sobre todas las cosas, te coloca en un lugar de privilegio, pero al mismo tiempo te provoca nuevas angustias. La lucidez tiene un precio: “Se lo que debo hacer, pero no siempre sé cómo hacerlo”.
            No existe una solución, solo tendencias. Como un péndulo que nunca se detiene, solo podemos apaciguar o acelerar su ritmo, pero jamás seremos capaces de que se detenga en un punto exacto. Las orientaciones para quererte a ti mismo no siempre son claras, definidas y fijas. Tienes que arriesgarte.

domingo, 18 de agosto de 2013

Estrategias del alma


            Antes de que el alma tome posesión de un nuevo cuerpo, los Señores del Karma presentan a ese alma que está preparándose para su vuelta a la materia, cuál será su próximo plan de vida, donde nacerá, quienes serán sus padres, cuáles serán sus hitos importantes, y no tan importantes, cuál será su misión, sus aprendizajes, cual el Karma que traerá para ser liberado, sus trabajos, sus encuentros, sus relaciones, sus enfermedades, y hasta el momento del abandono del cuerpo y su retorno a casa.
            El alma, normalmente no discute dicho plan, lo acepta confiada, ¿Quién mejor que los Señores del Karma para preparar una vida?
            El problema reside, en que una vez que el alma ha tomado posesión del cuerpo, el ser humano va olvidando paulatinamente, no solamente el plan, sino que llega a olvidar quien es realmente y de donde procede. Olvida la conexión que le une con el resto de seres que como él, caminan por esta Tierra, y que en multitud de ocasiones, y provocado por ese olvido, el camino parece convertirse en un valle de lágrimas.
            Pero lo que parece que es olvido, no es completo, el alma tiene un exhaustivo conocimiento de todo, y la agenda, (permitirme que la denomine así), donde permanecen las anotaciones, se encuentra almacenada en el corazón, que es el instrumento de trabajo del alma.
            En todo momento, el corazón se encarga de ir enviando impulsos a la mente con la información y los planos que la persona necesita para seguir su camino, son las intuiciones, pero a veces, la mente está tan ocupada en sus inútiles procesos mentales, que no siente la más mínima vibración, con  lo que la información se pierde en la nada.
            Sin embargo, hay informaciones que son imprescindibles de conocer por la persona, y es entonces cuando el alma toma las riendas, poniendo en marcha alguna de las múltiples estrategias que puede utilizar, para que la persona reciba, de una u otra manera, esa información.
            La forma en la que el alma hace llegar la información, es de la única manera que el ser humano puede, medianamente, entender: con enfermedad, con dolor, con sufrimiento, con decepciones. Cuando el ser humano siente algo de esto es su cuerpo, se detiene en su frenética carrera hacia la nada, y entonces se pregunta ¿Porqué el dolor, porqué el sufrimiento, porqué la enfermedad, porque la decepción?, y el corazón vuelve a enviar esa información. Si la persona no la percibe, entonces el alma se hará ayudar por algún sanador, o clarividente para que la persona escuche la información.
            Aun así, la persona puede hacer oídos sordos al mensaje. ¿Qué hace entonces el alma?, nada, resignarse, y la persona seguirá con más dolor, con más enfermedad, con más sufrimiento o con más decepciones.
Conozco gente de los dos lados: Los que percibiendo un mínimo impulso, se han ido detrás de él, dejando su vida e incluso su país, sin tener claro nada más que ese impulso que nacía en su corazón, encontrándose con una nueva vida que en el transcurrir del tiempo ha resultado ser para esa persona una parte de vida imprescindible y muy importante, para cerrar el círculo kármico y para realizar un avance importante en su crecimiento.
Y del lado de las personas que no escuchan “en todo” a su corazón, últimamente he conocido a una persona, toda bondad, brillante, que siendo consciente de la razón de una enfermedad que la aqueja, sigue “erre que erre”, cerrando la puerta de la información que recibe, no sólo de su corazón, sino también de su alma, e incluso la de su propio Maestro, con el que habla regularmente.
En la entrada anterior decíamos que “La verdadera y futura curación se efectuará cuando la vida del alma pueda fluir sin impedimento ni obstáculo a través de cada aspecto de la materia, pudiendo entonces vitalizarla con su potencia y eliminar los bloqueos que son la fuente de las enfermedades”.
Un sinfín de enfermedades tienen su origen en un, (permitirme la acepción),  “enfado del alma”.  Sólo hay que ser honestos con uno mismo, escuchar lo que dice el corazón, y seguirlo al pie de la letra. 

domingo, 2 de diciembre de 2012

Todo es elección.


            A cada paso que vamos dando en la vida, nos encontramos delante de nosotros con una encrucijada de caminos, de los que forzosamente hemos de elegir uno para seguir caminando; y justo después de elegir el nuevo rumbo y de dar algunos pasos, nos volvemos a encontrar con una nueva encrucijada, con una nueva elección, con un nuevo primer paso en el nuevo camino, que nos lleva a otra nueva encrucijada, y así una y otra vez, porque eso es la vida.
            Hay veces, que parece que vamos eligiendo rutas que vuelven sobre sí mismas, porque la sensación de las situaciones con que nos encontramos, es de repetición, es de haberlas vivido en un tiempo anterior, en un espacio distinto, con personas distintas, pero idéntica situación, idénticas sensaciones, idénticas emociones, siempre las mismas. Y estas rutas que vuelven sobre sí mismas, se repiten, y se repiten, y se vuelven a repetir.
Esto no es grave, sólo es producto de nuestra inconsistencia e inmadurez de carácter, ya que la primera vez que vivimos la experiencia, no obtuvimos el aprendizaje que la situación nos presentaba, y como el alma necesita todos los aprendizajes, se ha de repetir y repetir, de la misma manera que los estudiantes que no aprueban han de repetir los cursos.
            Otras veces, aunque está claro que no de manera consciente, parece que elegimos las peores rutas, las más difíciles de transitar, porque en cada encrucijada el camino se estrecha más y más.
Pero…. lo angosto del camino no es representativo de mala elección, sólo es otro aprendizaje, el alma necesitaba pasar por esos parajes, y la estrechez o la incomodidad, son calificativos que nuestra mente le adjudica al camino.
            A veces, nos vamos encontrando en caminos paralelos a los nuestros, a otras personas, que seguro que tienen más suerte que nosotros, o son mejores que nosotros, o que reciben algún tipo de ayuda, porque siempre se les ve transitar por caminos anchos, y casi siempre con la sonrisa en la cara.
Esta sensación es una de las más peligrosas: Por un lado no somos capaces de disfrutar nuestro propio recorrido, y por otro deseamos, posiblemente con envidia, lo que otros hacen o tienen. Cada persona está en el camino que ha elegido voluntariamente, porque sabe, aunque sea de manera inconsciente, que ese es el lugar que le corresponde en determinado momento. Vigilar lo que hacen otros en no mantener la atención en nuestra propia tarea, con lo que en una próxima encrucijada de caminos, volveremos sobre nuestros pasos para recuperar la enseñanza.  
            Todo en la vida es elección, y nuestra es la elección de los caminos repetidos, nuestra es la elección de los caminos angostos, así como la de los caminos anchos. Pero todos ellos es necesario que los recorramos, porque cada uno de ellos encierra determinada enseñanza, imprescindible para nuestra evolución. Es lo que hemos venido a hacer dentro del cuerpo, no podemos saltarnos ninguna lección. Hemos de vivirlas todas, hemos de experimentarlas y hemos de aceptarlas.
            Las decisiones que vamos tomando en cada momento, son las que determinan cual será nuestra vida en la continuación. Tenemos delante de nosotros un buen número de posibilidades, que harán que nuestra vida tome determinado rumbo, sin embargo, que el camino sea un paseo feliz o un tormentoso recorrido, es una apreciación de nuestra mente. El camino, sólo es camino. La vida es aprendizaje, y no hay nada que pueda condicionarnos para no ser felices. Bueno, nada no, si hay algo que nos condiciona, siempre estamos condicionados por nuestros pensamientos Por eso, ante cualquier situación y circunstancia de la vida, sólo hemos de detener ese pensamiento, y vivir la circunstancia desde el corazón, ya que por muy desagradable que parezca, sólo es una apreciación del pensamiento, ya que nada es ni bueno, ni malo, solo ES, como la misma vida.      

                       

lunes, 16 de abril de 2012

Te amo para amarte y no para ser amado.

Te amo para amarte y no para ser amado,
puesto que nada me place tanto como verte a ti feliz.
George Sand

            Eso es Amor, y cualquier otra cosa es un sucedáneo.
            Si amas así a todos los seres, deseando únicamente su felicidad, sin preocuparte de cuanto te aman a ti, sin ocuparte de cómo viven su vida, sin juzgarles,  sin valorar sus cualidades o sus defectos, sin tratar de cambiar su estilo de vida, o sus pensamientos, o sus creencias, aceptándoles tal cual son, ofreciéndoles todo aquello que sabes que les va a hacer felices, estás a punto de finalizar tu paso por la materia.
            Pero la expresión máxima de este Amor, es Amar así a todos los seres que te rodean, y que comparten diariamente tu vida: padres, hermanos, pareja, hijos, amigos. Es con ellos con los que tienes la oportunidad de ofrecer tus cuidados y satisfacer sus necesidades, es con ellos con los que tienes la oportunidad de comprender y de ayudar, es con ellos con los que puedes sacrificar tus propios intereses en beneficio suyo, es a ellos a los que no tienes que manipular, ni poseer, ni dominar; es a ellos a los que vas a favorecer olvidándote de ti y a los que vas a aceptar “sin condiciones”.
            Si juzgas cualquier acción por nimia que sea, si tratas de cambiar al otro porque “tú crees” que es lo mejor para él, si tratas de dominarle o de manipularle “por su propio bien”, si coartas su libertad a la que tu consideras “libertinaje”, si haces estas y muchísimas cosas más: “en nombre del amor” que profesas a la otra persona, o “por su propio bien”, o “porque realmente sabes lo que le conviene”, o “porque está cegado y no ve la realidad”, o “porque………”.  Realmente no amas.
Porque el Amor, que lo único que desea es ver feliz al ser amado, es libertad, es ayuda, es servicio, es comprensión, es dar, es aceptación, es perdonar. Este Amor es la relación más profunda que pueda existir. Cualquier otra cosa como decía al principio es un sucedáneo.

martes, 13 de septiembre de 2011

El poder de elegir

            Todo en nuestra vida es elección. Elegimos los estudios, el trabajo, el tipo de vida que queremos llevar, elegimos la soledad o la compañía, elegimos con quien compartir nuestra vida, elegimos……, elegimos…….. Eso sí, siempre dentro de nuestras posibilidades, posibilidades que ya han sido elegidas por nosotros antes de venir a la vida.
Es muy posible que a la hora de elegir no estemos seguros de a donde nos va a llevar ese camino, pero a pesar de todo, tenemos que elegir. Al final, todos los caminos conducen al mismo Destino.
            Sin embargo, hemos de tener en cuenta que las elecciones no se toman con palabras, sino con acciones. De nada vale decir, escojo ser feliz. Lo que realmente vale es ponerse en camino de inmediato para llegar a esa felicidad.
            Los animales tienen un abanico de alternativas muy pequeño, actúan por instinto y a la llamada de la Naturaleza. Pero nosotros no, nosotros tenemos libre elección. Nuestra vida representa un ejercicio de ese poder de elección, y nuestro destino está determinado, por las decisiones que estamos tomando ahora mismo.
Libre elección quiere decir que podemos escoger abrazar las Leyes que están en lo más profundo de nuestra intuición, o podemos dejar que los impulsos, miedos y hábitos, dirijan nuestra vida.
Las decisiones son dirigidas: O por la mente consciente que casi siempre elige el miedo, la pereza, los hábitos; o por la sabiduría del subconsciente que tiene muchas más información de la que la mente consciente puede acceder.
            Todo lo que podemos hacer es tomar las mejores elecciones posibles dentro de nuestro grupo particular de circunstancias, elecciones hacia la vida, hacia el amor, hacia el servicio, hacia la conexión. No importa lo que la vida nos presente, siempre podemos escoger como responderemos interiormente: Podemos resistirnos, lamentarnos y maldecir el destino, o podemos hacernos cargo y abrazarlo, fluyendo y expandiéndonos para vivir el momento.
            Puede ocurrir, que habiendo olvidado que tenemos el poder de la elección, nos sintamos atrapados en una relación, en un trabajo, en la vida o por ciertas circunstancias; y las cosas se han de poner muy mal hasta que se encuentra el deseo, el coraje, y el respeto personal para tomar nuevas decisiones. A NO SER QUE SEAS CONSCIENTE DE QUE TIENES EL PODER DE DECIR NO, NUNCA PUEDES VERDADERAMENTE DECIR SI, A TUS RELACIONES, A TU TRABAJO, A TU VIDA, A CUALQUIER COSA.
            No tienes que esperar para hacer cambios positivos y poderosos. No tienes que ir al trabajo, no tienes que ir a la guerra, no tienes que estar casado o tener hijos, o actuar como otra gente espera o desea. No tienes que hacer nada. Simplemente reconocer que cada acción o inacción, y tú voluntad para aceptar esas consecuencias, te da el poder y la libertad para escoger quien eres, dónde estás y que harás. Es entonces cuando la vida pasa de ser una obligación a una oportunidad maravillosa. Es entonces cuando los milagros ocurren.
            El milagro de elegir, es el milagro de crear la vida. No has de preguntarte si estas en el camino adecuado, con la persona correcta, o haciendo el trabajo adecuado; no, elige, vive cada día por elección, y vívelo al máximo.
            Elegir significa dejar alguna cosa que quieres por otra que quieres más.
            En vez de quejarte, elige.