El viaje del alma
El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS
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viernes, 8 de abril de 2016
Jesús y yo, Jesús y tú (Reflexión 2)
REFLEXIONES
CON DIOS
O
REFLEXIONES
AL BORDE DE LA LOCURA
Reflexión
2: Jesús y yo, Jesús y tú.
En
verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, las obras que yo hago, él las
hará también; y aun mayores que éstas hará, porque yo voy al Padre.
Juan 14:12
Y
todo lo que pidáis en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en
el Hijo.
Juan 14:13
Tengo
un hijo de cuatro años que es fuerte y duro como un toro, con el umbral del
dolor muy alto, nunca le duele nada, ni llora, aunque haya roto el suelo con la
cabeza, con lo que nuestros juegos físicos, a veces, son un poco bruscos, ya
que eso es lo que le gusta, y yo que soy un papá-abuelo le consiento casi todo,
pero mi cuerpo ya no está para muchas brusquedades, y reacciona ante los
encontronazos o ante su peso, con contracturas y dolores musculares de todo
tipo. Eso hace que cada día tenga que dedicarme a mí un tiempo en mis
meditaciones y terapias, y hacerme autoterapia, para tratar de reparar aquello,
que con total seguridad se va a malograr en nuestra primera carrera, en nuestro
primer baile, en nuestro beso de buenos días, (aprieta su cara contra la mía
hasta que mi nariz grita ¡socorro!, mientras la suya sigue tan feliz), o en
nuestro primer encontronazo, como si de dos alces en época de celo se tratara.
Y es entonces, inmerso en mi terapia,
cuando aparecen pensamientos que mas entorpecen la terapia que otra cosa, pero
que rondan inmisericordes un día sí y otro también: “¿Por qué tengo que pasar
un rato cada día haciéndome terapia, si podría sanarme sólo con un
pensamiento?......, y no solo a mí mismo, también podría, solo con el
pensamiento y la orden, incidir en la sanación de cualquiera, de inmediato….., Yo puedo hacerlo……, estoy convencido que
puedo hacerlo….., Si Jesús lo hacia, yo también puedo……
Al llegar a este punto el pensamiento
por sí mismo se detiene asustado de su propia osadía, asustada mi conciencia,
asustada mi alma, casi gritando ¡anatema!
Alguien tiene que poner cordura en ese
pensamiento, que seguro alguno de los cultos calificaría de pecaminoso, y
ese alguien es la conciencia que hace su reflexión, pero que más que traer
cordura parece que ahonda en la tesis del pensamiento: “Si Jesús es el hijo de
Dios hecho hombre, y yo ya soy hombre y también hijo de Dios, eso quiere decir
que Jesús y yo somos hermanos, de la misma manera que tú que estás leyendo esto
eres también mi hermano y a la vez hermano de Jesús”, “Por lo tanto no hay
ninguna diferencia, ¿o sí?, entre Jesús y nosotros, y si Jesús podía sanar con
su pensamiento, tocando o sin tocar a la persona, nosotros también podemos”, “No
parece una locura de pensamiento, y por supuesto nada irreverente”, porque el
mismo Jesús lo dijo, tal como lo refleja el Evangelio de San Juan 14:12: “En
verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, las obras que yo hago, él las
hará también; y aun mayores que éstas hará, porque yo voy al Padre”.
Al final la conciencia sí que encuentra
la diferencia: La diferencia es el Amor. ¿Qué es lo que caracterizaba a Jesús y
que no tenemos ninguno de sus hermanos mortales?, pues el Amor, que es precisamente nuestra mayor carencia y nuestra asignatura o quizás única de nuestro
aprendizaje en la materia. Estamos en el cuerpo para aprender a Amar. Cuando lo
consigamos ya no existirá diferencia entre Jesús y nosotros, entonces sanaremos
con el pensamiento, porque creer en Él no ha de ser sólo una creencia intelectual, creer en Él es amarle, es poner a Dios por delante de todo y de todos como Él hacia, hasta el punto de entregar su vida por Amor a Dios y por Amor a todos nosotros. ¿Que somos capaces de dar al otro por Amor?, ¿La vida?, ¡Si no somos capaces de dar ni una sonrisa en el ascensor!
Mientras tanto, supongo que con un
punto de añoranza por la distancia que aun me separa de Dios seguiré pensando en
cada terapia, “Yo puedo hacerlo”.
jueves, 7 de abril de 2016
miércoles, 6 de abril de 2016
Reflexiones con Dios
REFLEXIONES
CON DIOS
O
REFLEXIONES
AL BORDE DE LA LOCURA
Cada mañana, al tomar nuevamente contacto
con mi conciencia, antes de abrir los ojos y todavía embriagado por el néctar
del alma, mantengo desde mi cuerpo mi primera conversación del día con Dios. Aunque
no sé muy bien si definirla como conversación, porque está claro que una conversación
es una interacción entre al menos dos, y en este caso Dios no parece colaborar
mucho y permanece muy callado, creo que mejor tendría que llamarlo monólogo, ya
que a esa hora del amanecer, (suelen ser entre las cuatro y media y las cinco
de la mañana), no soy muy consciente de las contestaciones de Dios, porque yo
creo que contestar contesta siempre, esa es al menos otra de mis reflexiones.
Reflexión
1: Saludar a Dios.
Si,
ya sé que la palabra de Dios no se escucha habitualmente, o al menos no se
escucha el sonido, pero se puede sentir una energía especial, o puede aparecer
como un pensamiento, que en mi caso, de sobra sé que no es mío, pero no, a esa hora hablo
solo, no hay ni energía ni pensamiento, aunque también puede existir otra
posibilidad: el que esté aun tan adormilado que no sea consciente de las
contestaciones de Dios.
Sea lo que sea, conversación o
monologo, en ese momento mágico de la noche, cuando aún casi todos duermen, me
apetece darle los buenos días a Dios. A veces me siento ridículo o loco
saludando a Dios: “Buenos días Señor, pues ya estoy aquí otra vez. Un nuevo día..., aunque para los que estáis a ese otro lado os debe dar igual que amanezca o no. Ya sabes cuanto me gustaría saber como se percibirá el “no tiempo” al otro lado de la vida. Claro como no
dormís no tenéis días ni noches, o ¿Será que no anochece porque todo es Luz?, algún día me lo contarás.....,
¡Realmente tengo muchas ganas de ver cómo se vive a
ese otro lado Señor!, aunque sé que cuando llegue el momento lo veré como algo normal
y conocido, algo así como cuando vuelves de un viaje y tienes muchas ganas de
llegar a casa, y cuando llegas todo es conocido y dejándote caer en el sofá te
dices en tu interior: ¡al fin en casa!......, Vamos a ver que nos hemos
preparado para este día……, He dormido bien, muy bien, como siempre, y no soy
consciente de lo que he soñado, así que ¡gracias!, ¡gracias por la noche!, ¡gracias
por tener una cama!, ¡gracias por la casa!, ¡gracias porque todos en casa hemos pasado
una noche tranquila!....., ¡te ofrezco este nuevo día!, aunque ya sé que es
cosa mía, me quedo más tranquilo si lo pongo en Tus manos, así que ayúdame para
estar consciente, para saber salir de los pensamientos circulares, para tener
paciencia, para dejar la soberbia en la cama, y dejar también los miedos y las dudas, para disfrutar cada minuto, para vivir, para vivir en Ti….,
¡Que Tú también tengas un buen día, yo te bendigo con amor!
Cuando lo digo cada día me siento un poco loco,
pero ahora que además lo comparto y te lo cuento me estoy sintiendo más loco todavía. Pero en realidad...., ¡a mi que más me da lo que tú pienses!, a mi no me va a cambiar tu pensamiento ni para mejor ni para peor.
Me apetece contarte cual es mi objetivo
de vida: Solo es uno, sentir a Dios cada segundo. Así que si hablo con Él es
seguro que lo voy a sentir en mí. A lo largo del día como ya te contaré en las
próximas reflexiones, cuando me uno a Él con mis monólogos, no me da tiempo a
pensar nada malo, y mucho menos hacer nada malo, todo Es Dios.
Al final cuando bendigo a Dios y le deseo buen día, a veces,
le sigue el pensamiento “seré loco, bendecir y desear buen día a Dios”. Pero enseguida reacciono. ¿No es señal de buena educación y de respeto saludar?, ¿Que pasa, que Dios no se merece nuestro respeto?, porque aunque trate de mostrar ese respeto a lo largo del día, como recién el día se inicia, la mejor manera de demostrar mi respeto a Dios es saludando. Otros pueden pensar que sería mejor orar, o cantar un mantra, o leer un pasaje de tu libro sagrado favorito. Lo que pasa es que nunca me han gustado los intermediarios y prefiero tratar con el Jefe en persona, y oraciones, mantras o libros no dejan de ser símbolos de credos y religiones de los que tengo serias dudas de si le trasladan a Dios mis respetos.
Y en cuanto a la bendición, ¿No decimos “Bendito sea Dios”?, pues que mejor que ahondar en esa bendición enviándole
la nuestra.
En fin, sólo son mis reflexiones. ¡Bendito seas!, ¡Que tengas un buen día, o una buena noche!
Cámbialo
PERLAS PARA EL ALMA
Las cosas son como son. La vida es como
es, y sólo te queda aceptarla.
Pero si hay algo que no te gusta y no
puedes aceptar, entonces trabaja para cambiarlo, pero no le des vueltas en tu
mente.
Lo que tu calificas como problemas
dando vueltas y vueltas en tu mente, ensucia y marchita tu cuerpo energético,
envilece y adormece a tu mente, embrutece y enferma al cuerpo físico,
entristece al alma, te aísla de la vida y te separa de Dios.
lunes, 4 de abril de 2016
sábado, 2 de abril de 2016
Ser o no Ser
La incertidumbre es una margarita
cuyos
pétalos no se terminan jamás de deshojar.
Mario
Vargas Llosa
Es demasiado el
tiempo que muchas personas, en vez de vivir, le dedican a la duda. Dudan de si
se ha de subir o se ha de bajar, dudan de si se ha de comprar o se ha de
vender, dudan de lo que dicen, dudan de lo que hacen, dudan de lo que piensan,
dudan de lo que sienten, dudan…… dudan……. dudan……..
Dudar es como retorcer la vida por
todos los lados, en lugar de vivirla y disfrutarla, en lugar de tomar un camino
y seguirlo, para lo cual es mucho más fácil dejar el plano de la vida liso, sin
arrugarlo, sin entrujarlo. Sobre un plano liso es mucho más cómodo el camino.
Dudar
es volver incesantemente sobre todos los entresijos conocidos, ¿Para qué?, ¿Para
qué vuelves siempre a los mismos escondites de tu mente si ya los conoces todos?
Tu mente no quiere que resuelvas la duda, porque si lo haces es una partida
ganada a la mente, y la mente no te va a dejar que ganes ninguna partida, por
eso te va a mantener de un sitio a otro, dudando, negándote la vida, porque la
mente no quiere que encuentres la solución.
Dudar
es recorrer de arriba abajo todos los senderos una y otra vez. ¡No!, ¡Párate! Y
busca el norte, tú norte y síguelo sin dudar. Es posible que no sepas cual es
el norte, pero de lo que si estás seguro es de que no quieres ir al sur, es
decir, que lo que tienes no te causa felicidad, ni te da amor, ni te da
serenidad, solo te genera dudas. Si no tienes claro cuál es el norte, toma
cualquier otro camino que no sea el sur, el sur ya es conocido, ya es vivido,
ya es experimentado, ya es caduco, ya se acabó.
Dudas
y no sabes que camino elegir porque crees que en una de las bifurcaciones está
tu felicidad, está tu amor, está tu alegría, y no sabes cuál es. Pero puede no
ser cierto. Lo que sí vas a encontrar en cada bifurcación son las experiencias
que necesitas vivir para tu crecimiento, para tu evolución, para tu aprendizaje.
Y nunca hay bifurcación equivocada, porque en la otra hay otra experiencia
distinta que también tienes que vivir.
Dudar
es mirar una y mil veces el mismo aspecto, como si quisieras que alguien
decidiera por ti. Pero no puede ser, tu trabajo es decidir la experiencia que
vas a aprender, tu trabajo es decidir la experiencia que vas a vivir, tu
trabajo es decidir si sigues viviendo en el sur con sufrimiento y aburrimiento,
o no.
En
la casa de la duda, el mayordomo es la ignorancia, porque no se sabe, porque no
se decide, porque no se tiene la certeza, en definitiva, porque no se vive,
porque no se Es. La verdadera tragedia de la duda es “no Ser”.
Y “no Ser” supone que toda tu vida queda
condicionada a los demás, que todo tú poder se lo entregas a la sociedad, a
esta sociedad capitalista, caduca y perversa, porque tú eres incapaz de dirigir
tu vida, por “el qué dirán”, por “qué pasará si…”, por “si yo supiera”. El “no
Ser”, es la negación de tu divinidad, negación que te lleva a una falta de amor
y de respeto hacia ti mismo tan grande que pones tu vida, tu crecimiento, tu amor
y tu felicidad en manos de cualquiera. ¡Eres tu quien tiene que decidir tu
vida! Porque ¡TU ERES!
viernes, 1 de abril de 2016
jueves, 31 de marzo de 2016
La evolución del hombre (y III)
La
evolución en cada alma no se rige por parámetros fijos ya que cada persona
trabaja los aspectos que considera oportunos. No hemos de olvidar que somos
total y absolutamente libres para realizar nuestro camino de vuelta a Dios de
la forma que más nos apetezca.
Esto supone que nos encontramos con todo
tipo de caracteres en la vida, desde los que parecen más evolucionados, hasta
los que no lo parecen nada.
Pero
no hay que fiarse de las apariencias, engañan mucho, y en cuanto a evolución
espiritual se refiere mucho más, porque quien se encuentra más evolucionado, es
decir, más cerca de Dios, cuenta poco y habla menos, y esto es por dos razones:
Una, que al encontrarse algo más cerca de Dios, aun quiere acercarse más y
dedica todo su tiempo a proyectarse hacia Él, y dos, que se encuentra tan bien
consigo mismo que no encuentra mejor compañía que la suya propia.
Recordar,
una vez más, que la evolución es limpiar las energías negativas y sustituirlas
por energías positivas, pero al trabajar cada ser los aspectos que más le
interesa, irá limpiando, activando y energizando diferentes chakras en su
cuerpo energético, y diferentes a su vez de otros muchos seres. Cada persona es
única, y aunque dos se parezcan, no son iguales.
En
nuestro deambular por la materia nos vamos encontrando con seres variopintos
que van siendo nuestro termómetro para medir nuestra propia evolución. Todos
son un espejo en el que vemos reflejada nuestra propia imagen, nuestras propias
carencias, nuestros miedos, nuestras miserias, nuestra ignorancia, nuestro
sufrimiento, nuestro dolor, nuestras soledades.
Cuanto
menor es nuestro nivel de evolución, más dolor, más sufrimiento, más división, más
separación, más religiones, más opciones políticas, más estados o mini estados,
más banderas, más discriminación, más guerras, más hambre, más pobreza, más
ignorancia.
Si
todos nos encontráramos en el mismo nivel la evolución, a medida que este fuera
creciendo nos iríamos uniendo cada vez más, para llegar al final de nuestro
tiempo a un solo estado: la Tierra, a una sola religión: el Amor, a un único
objetivo: caminar juntos hacia Dios, a un solo sentimiento: la felicidad, a un
solo parentesco: la humanidad, una sola enseñanza: vivir desde el corazón.
Caminante
PERLAS PARA EL ALMA
Me
encuentro en un punto de mi camino hacia Dios, como todos, cada uno en el suyo.
Le
pido a Dios que me ilumine para no sentirme inferior cuando miro a los que van
por delante, ni superior cuando miro a los que van por detrás. Que los que van
por delante sean mi acicate, mientras ayudo con humildad a los que van por
detrás.
martes, 29 de marzo de 2016
La evolución del hombre (II)
La
división más simple con la que nos podemos encontrar, en función de nuestra
evolución es:
-
Los que se acercaron a Dios.
-
Los que siguen separados.
En
el grupo de los que se acercaron a Dios están las almas que han finalizado su
recorrido en la materia y ya se han unido a Dios o están cerca de hacerlo completando
su trayecto en otros planos de existencia, y están también esas otras almas que se
han quedado para ayudar a los que siguen en su proceso, entre los que se
encuentran los Maestros por todos conocidos, en mayor o menor medida, aunque
solo sea de nombre: Buda, El Morya, Hilarión, Jesús, María, Saint Germain,
Djwhal Khul, Koot Hoomi, etc.
Como
la Creación no ha finalizado, sino que es algo vivo y permanente, en el segundo
grupo, de los que viven separados de Dios, permanecen una variopinta variedad
de almas, desde los que están iniciando su recorrido hasta los que están
próximos a finalizarlo, todos ellos trabajando en su evolución, con más o menos
conciencia, e incluso sin conciencia de lo que están haciendo, pero todos
tratando de volver a Dios.
Por
lo tanto podríamos definir la evolución del ser humano como la distancia en la
que el alma se encuentra separada de Dios.
Antes de seguir con la evolución
permitirme un aparte sobre Dios. Dios tiene que ver con el alma, con la
espiritualidad, pero nada que ver con religión, con ninguna religión. Ha habido
terribles dictadores en países católicos que iban a misa y a comulgar después o
antes de firmar sentencias de muerte de seres humanos cuyo delito era pensar de
diferente manera. Ningún delito, incluso los actuales de terrorismo, puede ni
debe pagarse con la vida, eso sería ponerse al nivel de los asesinos,
y estamos aquí para recordar, pero nunca para arrebatarnos la vida unos a
otros, por muy loable que parezca la causa y por muy deleznable que haya sido el acto. Como reflexión: ¿Qué diferencia existe
entre los dirigentes de los diferentes países que están bombardeando Siria, de
uno u otro bando, y los dirigentes de países que no los acogen y los confinan
en campos que llaman de refugiados?, ninguna diferencia, y lo más triste es que
a ninguno de ellos, ni a los que disparan con bombas, ni a los que disparan con
palabras, les van a aplicar ningún tipo de pena.
Pero sigamos con la evolución: Los
seres humanos somos según la energía que hay en nuestros chakras. Por lo tanto
la evolución implica un cambio en nuestro sistema energético, porque cuando
hablamos de orgullo, o de perdón, o de paciencia, o de compasión, estamos
hablando de energía.
Esta entrada solo trata sobre la evolución
en general, no de cómo evolucionar, porque eso no supondría un post, eso
implicaría editar una enciclopedia. Ya existen cientos de libros de autoayuda,
que no es más que explicar aspectos de la evolución, y en muchos casos de cómo
trabajar para ir creciendo. Sigue las instrucciones del libro que más te agrade
y avanzarás en tu crecimiento. Pero recuerda que leer solo no es suficiente, ya que
la evolución no es amasar conocimiento, sino ser cada día mejores y ser capaces
de corregir los propios defectos.
Pero como no puedo resistirme a dejar pasar la oportunidad de ofrecer
alguna sugerencia para acelerar nuestro proceso de acercamiento a Dios,
permitirme solamente el enunciado de tres puntos:
1.
Localiza tus defectos que no son más
que señales de cuan separado estás de Dios. Cuanto más cerca de Dios menos
defectos. Cuanto más cerca de Dios más amor.
2. Permanece atento para ver cuando salen
a la luz, y de manera consciente cambia eso que intenta salir por la virtud
contraria.
3.
Y medita. Pero recuerda que la
meditación por sí sola no es suficiente, ya que la meditación es como un abono.
Con el abono lo mismo crece lo bueno que lo malo que hay en ti, por eso hay que
ir eliminando lo malo, de manera consciente.
Continuará………….
lunes, 28 de marzo de 2016
La evolución del hombre (I)
Nada
de todo lo malo que nos sucede sería posible si los seres humanos supiéramos realmente
que somos, quienes somos, de dónde venimos, que es la vida y lo que realmente
hacemos en ella. No existirían guerras, ni atentados, ni asesinatos de ningún
tipo, ni robos, ni hambre, ni sufrimiento, ni dolor. No existiría ningún tipo
de discriminación, ni de rechazo, ni de tortura. No existirían barreras, ni existirían
separaciones.
Todo sería paz, alegría, bienestar,
felicidad y amor, solo por nombrar alguna de las cualidades que se está perdiendo la
humanidad por su ceguera.
Todos somos lo mismo, somos hermanos,
somos hijos de Dios y estamos aquí para recordar el camino a casa.
Este es el problema, que tenemos que
recordar cuál es el camino para volver a casa, y para recordarlo tenemos que
recordar primero cual es nuestra casa y cuál es nuestra estirpe o nuestra
esencia, algo que cuando estamos fuera del cuerpo conocemos a la perfección.
Una buena pregunta sería: “Si ya
sabemos lo que somos al otro lado de la vida, ¿Por qué el olvido para tener que
volver a recordar?”. No hay respuesta a esta pregunta, o al menos yo no he
conseguido encontrarla, sencillamente porque no entenderíamos la respuesta. Lo
cierto es que estamos aquí, y que ya que estamos, además porque lo hemos
elegido, hagamos lo que hemos venido a hacer. Y lo que hemos venido a hacer es
recordar.
Un
día, al principio de los tiempos, o al menos al principio de “nuestro tiempo”,
todos estábamos en el mismo nivel del olvido. Hoy, sin embargo, ya no podemos
iniciar nuestro camino desde ese punto, porque ya hemos recorrido un trecho,
unos más y otros menos, no importa cuánto. Lo que importa es donde estamos
ahora, porque es ahora cuando se inicia el tramo final. En realidad, siempre es
el tramo final para todos, estemos donde estemos. Es una manera de decir que ¡Para
qué mirar atrás, si ya no existe!, miremos adelante.
Cuando
todos estábamos igualados en la línea de salida, la separación que todos sentíamos
en relación con los corredores que nos acompañaban en esa línea de salida era
total. Eso suponía que no existían países, ni fronteras, ni políticas, ni
religiones. No podía existir nada, ningún grupo organizado, en razón de nada,
porque nos sentíamos totalmente individuales, por lo que el rey, o el
presidente, o el maestro, o el gurú era el propio ego.
A
partir de ahí comenzamos a evolucionar, pero nuestra evolución fue desigual.
Continuará………….
domingo, 27 de marzo de 2016
Aceptar: El pórtico de una vida feliz (y 2)
Dios vive dentro de cada
uno, desde el beato hasta el criminal, Dios vive en todos, sólo tenemos que
aceptarlo, sólo tenemos que recordarlo y Dios se hace presente, porque nada en
la vida es aprendizaje, sólo es necesario recordar, y en ese momento se acaba
el sufrimiento.
Hemos
de permitir que se disuelvan las viejas formas de vivir con las que tan
familiarizados estamos, y es cuando esas viejas ideas se desvanecen cuando
realmente empieza la Vida, cuando se es consciente, cuando se alcanza la
felicidad. Cuando conseguimos esto, el entorno, que todavía vive en las ideas
que nosotros hemos abandonado, trata de hacer que volvamos al sufrimiento
porque no puede entender en su inconsciencia, y por lo tanto aceptar, que
salgamos del cercado conocido del dolor en el que ellos tan cómodos se
encuentran, pero hay que aceptarlos, no ven más allá, ellos todavía necesitan
el dolor como medio de subsistencia. Ya
llegará el día en que empiecen a plantearse si existen otras formas de vivir,
entonces nosotros seguiremos estando a su lado para ayudarles en su trabajo de
reciclaje, para ayudarles en su trabajo de encontrarse con ellos mismos, para
ayudarles a volver a casa.
La
vida es Una, nuestro corazón lo sabe. El corazón sabe que tú y yo somos la
misma cosa, el corazón sabe que no hay nada fuera de cada uno de nosotros, y
siempre busca lo mejor para todos, porque lo que es bueno para ti es bueno para
mí. Todos estamos embarcados en la misma nave con el mismo destino. Solamente
el ser humano que vive desde la mente es capaz de odiar, de envidiar, de
permitir que otro ser humano pase hambre, solamente el ser humano que vive
desde la mente es capaz de matar.
No
tenemos que hacer nada para ser felices, sólo respirar, sólo aceptar, sólo
mantenernos conectados a la Madre Tierra, sólo sentir a Dios en nuestro corazón,
sin preocuparse por nada, sin cerrarse a la vida. Sólo así llegará la Luz a
nuestra vida, sólo así conseguiremos la felicidad.
La tolerancia lleva
implícita en sí misma aceptación y respeto, porque tolerancia es aceptar y
respetar las ideas, las creencias o las prácticas, cuando son diferentes o
contrarias a las propias. Es aceptar y respetar las diferencias étnicas,
sociales, culturales y religiosas. Es reconocer los intereses, los sentimientos
y los valores del otro. Es aceptar al humilde, al soberbio, al rico, al pobre,
al ignorante y al ilustrado.
Tienes que vivir
consciente, para comprobar cómo va generándose en tu interior esa bola de
fuego, que va a salir por la boca en forma de exabrupto dirigida hacia alguien,
posiblemente muy cercano a ti, y bloquearla, no dejar que salga. En ese momento
piensa que quien tienes delante eres tú mismo, y en lugar del exabrupto deja
que salga humildad y respeto.
Al principio cuesta
ser consciente y serán muchas las veces que seas consciente después de sucedido
el hecho, pero ya es algo, con el tiempo irás consiguiendo ser consciente
antes, hasta que llegue un día en el que te darás cuenta del momento exacto en
que se forma la bola de fuego en tu interior. Y con un poco más de tiempo, no
mucho, ni tan siquiera llegará a formarse esa bola. Entonces habrás ganado la
partida.
Cada
persona se encuentra en un punto del camino y no podemos exigir que todos sean
como nosotros pensamos que deberían de ser. No hay dos seres iguales, cada uno
tiene un número de vidas determinado con diferentes vivencias, con diferentes
aprendizajes, con diferentes creencias, todo lo que tenemos que hacer es
tolerar, es aceptar, es respetar.
Aceptar
a los demás tal cual son es una puerta de acercamiento a Dios, aceptar al
hermano es aceptar a Dios.
sábado, 26 de marzo de 2016
Aceptar: El pórtico de una vida feliz (I)
Todo
está bien. La vida es perfecta, es completa, es
total, ni le sobra ni le falta nada; somos nosotros los que decidimos experimentarla
en formas diferentes, y lo hacemos de múltiples maneras, pero sobre todo lo
hacemos en la dualidad del “bien” y del “mal”.
“Esto
está bien”, “esto está mal”, y bajo ese prisma actuamos durante toda nuestra
vida, y es esa visión la que determina como nos encontramos. Cuando “creamos”
algo que calificamos como “bueno”, nos sentimos bien, somos felices, estamos
alegres; pero cuando nuestra “creación” se
decanta por algo calificado como “malo” llega a nosotros el sufrimiento,
la tristeza o el dolor.
Entre
este “bueno” y este “malo”, se pueden intercalar todos los estados imaginables.
A fin de cuentas es nuestra propia creación, pero no dejará de ser la forma en
que cada uno decide experimentar su propia vida, totalmente alejada de la
realidad.
Toda
nuestra vida solo es fruto de nuestra propia creación. Es claro que no somos
conscientes de ello, pero vivimos la vida que hemos decidido vivir, nuestras
acciones de este momento están determinando nuestro mañana, y cuando recogemos
el fruto de nuestras acciones, si ese fruto es de dolor, de desencuentros, de
desengaños o de sufrimiento, en nuestra ceguera no somos capaces de comprender
que sólo estamos recogiendo el fruto de nuestra siembra, de nuestro abono, del
cuidado que hemos realizado de nuestras acciones en cada momento. Es como el
labrador, recoge lo que siembra: No puede recoger melones si ha plantado
zanahorias.
Nuestra
alma necesita vivir todas las experiencias, pero no es necesario que esas
vivencias sean un sufrimiento continuo. Para eso la formula es aceptar, es
vivir cada instante de la vida como si fuera el último, sin ningún
condicionante, sin culpar a nadie de nada, sólo vivir ese instante, sólo estar;
ni tan siquiera es necesario que investiguemos el por qué de la situación o de
las acciones que nos han llevado hasta ese punto, sólo hay que aceptar el
momento.
Aceptar
el momento no es resignarse, no es convivir con una pesada carga de
sufrimiento. Aceptar es ser activos para conseguir la felicidad que es nuestro
derecho de vida.
Sólo
así podremos comprobar que cuando parece que no hay esperanza aparecen apoyos o
situaciones que nos llevan directamente a encontrar la salida de nuestro dolor,
aparece la luz que nos va a permitir atravesar nuestra oscuridad. No son
necesarios planteamientos del tipo “tengo que…..”, “debo de...…”, no es
necesaria la idea de que necesitamos algo para cambiar la situación, porque
esta cambia sola, y vamos a lograr cualquier cosa de manera instantánea en
cualquier nivel de nuestra existencia, desde la cuestión más nimia hasta la más
importante, porque no hay en la vida nada que sea más importante que nada, todo
es sólo vida.
Continuará………………..
miércoles, 23 de marzo de 2016
Solo tú eres responsable
PERLAS PARA EL ALMA
Digan lo que digan, o hagan lo que hagan los demás, no son en absoluto responsables de tus pensamientos, de tus emociones o de tus reacciones. Lo que ocurre en tu interior que te hace reaccionar de una u otra determinada manera es tu responsabilidad, es esa energía que se encuentra en ti el origen
de tu reacción.
Y NO TIENE QUE HABER REACCIÓN, ya que lo único que ha pasado
es que alguien ha dicho o hecho algo. Es como si hablara del tiempo.
Sólo tú eres el único responsable. Imagina que no lo ves, imagina que no lo
escuchas, imagina que no te lo cuentan. ¿Te afectaría?, está claro que no, por lo tanto ahí es adonde tienes que llegar.
martes, 22 de marzo de 2016
No culpes al destino
PERLAS PARA EL ALMA
No achaques nada a la buena o a la mala suerte, no culpes al destino.
Tanto el rey como el bufón se han colocado en el lugar del tablero que ellos
mismos han elegido, y lo han hecho porque han determinado que es el lugar idóneo
para la realización del trabajo establecido en su Plan de Vida.
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