Aunque es cierto
que no existe el pecado, y que Dios Ama a todos Sus hijos hagan lo que hagan,
existe una ley que se denomina la Ley de la Causa y el Efecto, o Ley del Karma,
cuyo enunciado dice que es una energía trascendente (invisible e inmensurable)
que se genera a partir de los actos de las personas. Según esta ley, cada causa
genera un efecto, a cada acción le corresponde una reacción.
Teniendo en
cuenta que todo es energía, cada pensamiento, cada palabra y cada acción
generan energía, y a esa energía de acción le va a corresponder otra energía
proporcional que es la reacción.
Se ha de tener muy
presente cual es la finalidad de la vida del hombre. Permítanme recordárselo: Los hombres vienen a
la vida de la materia para aprender a Amar, pero no como ellos creen que es el
amor, no, han de aprender a Amar como Dios les Ama, por encima de todo.
Quien ha
aprendido a Amar, con toda intensidad, ha conseguido vivir desde el alma, lo
que equivale a decir que el hombre vive como lo que es, como un ser espiritual.
Quien ha
aprendido a Amar, atesora en sí todas las cualidades del alma, siendo las más
destacables para el viaje del hombre a través de la materia: Felicidad,
alegría, servicio, serenidad y paz interior.
Quien ha
aprendido a Amar vive en el respeto, la tolerancia y la comprensión.
Quien ha
aprendido a Amar, vive, sobre todo, sin miedo. Sin miedo a la enfermedad ni al
dolor, sin miedo a la pobreza ni a la riqueza, sin miedo a la muerte ni a la
vida. Y vive así, porque sabe que Dios se encarga de todo, ya que en el momento
en que el hombre deja descansar a su mente abre las puertas a la energía del
Universo, y sabe que todo lo que “necesite” le será dado.
Hasta que el
hombre aprenda a Amar va a seguir realizando viajes de la esencia a la materia.
Y en cada viaje a la materia, lo habitual, es que el hombre se aparte de su
Plan de Vida, por la ignorancia en que se encuentra sumida la sociedad en que
se integra.
La enseñanza a
los recién llegados a la vida está basada en lo que conocen sus enseñantes, es
decir, nada, porque viven una ilusión, y por tanto sus enseñanzas están
opuestas a la realidad de Dios. Toda la enseñanza está basada en el miedo e,
incluso, ahondan más en el miedo cuando hablan de Dios.
Ante esta
perspectiva los seres humanos viven auténticas vidas de dolor y sufrimiento,
llenas de envidias, celos y rencores, que lo único que generan es esa “energía
de acción”, que les va a generar la “energía de reacción” en su vida actual o
en las próximas.
El Karma es
Karma, no hay ni bueno ni malo. El Karma que se genera se ha de pagar. Si el
Karma que se ha generado ha sido debido a una acción negativa, se tiene que
recibir una devolución negativa. Si el Karma que se ha generado ha sido debido
a una buena acción, se tiene que recibir una devolución positiva.
El Karma se va
consumiendo según va aprendido el hombre a Amar. Aprender a Amar le va a llevar
al ser humano, una serie de vidas, desde que entra en la rueda del Amor
incondicional, ya que este irá aumentando en gradación en cada vida. Según sea
mayor su Amor, irá el hombre dejando de tener pensamientos negativos, hablará
con Amor y todas sus acciones estarán regidas por la bondad, con lo cual no
generará Karma negativo. Y en cuanto al Karma positivo, tampoco va a generar,
porque todo lo que haga en su vida, va a estar regido por el Amor, y no va a
esperar nada a cambio.
Por lo tanto, no
sufran porque hayan pecado, no existe el pecado, pero tampoco sufran por su
Karma, en lugar de sufrir, piensen, hablen y actúen con Amor.
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