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sábado, 18 de noviembre de 2017

Sanar el alma

           

             Cuando aparece la enfermedad, los seres humanos suelen preguntar, llevando la mirada al cielo: “¿Por qué a mí Señor?”, pero casi ninguno lleva la mirada a su interior y se pregunta: ¿Por qué y para qué esta enfermedad?

            Casi nadie duda, a estas alturas de nuestra evolución, de la conexión entre los problemas emocionales y las enfermedades físicas, es normal que, si le comentas a alguien que te duele la rodilla, te diga que busques la razón por la que no quieres avanzar, o que a las contracturas en los hombros se las asocien con un exceso de carga emocional. Pero todavía nadie, o muy pocas personas, asocian la enfermedad física y el problema emocional con el alma, o con la programación de esa alma para la vida, o con la misión de vida, o con el aprendizaje espiritual pendiente.


            Y es, justamente el alma la que programa la vida, incluidas las enfermedades del cuerpo que ocupa, que para el alma solo es un instrumento.




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