El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




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domingo, 21 de enero de 2024

Fisicalidad versus espiritualidad (Carácter)

 


          Los seres humanos estamos muy ocupados en lo de siempre que es vivir nuestra fisicalidad, ya que gran parte de nuestra vida se basa en las sensaciones, las emociones, las acciones y las reacciones que tenemos como seres corpóreos. Es decir, estamos muy ocupados en vivir.

Estamos tan ocupados en vivir que parece difícil que podamos dedicarnos a otra cosa que no tenga una relación directa con la vida, como podría ser vivir la espiritualidad.

Sin embargo, si algo tiene una relación directa con la vida física, es el espíritu. El espíritu es una parte fundamental de la naturaleza humana y tiene una relación estrecha con el cuerpo físico, aunque no se limite a él.

Es el espíritu el que anima y da vida al cuerpo físico. En Juan 6:63, Jesús dice: «El espíritu es el que da vida, la carne para nada aprovecha. Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida».

La espiritualidad son las cosas del espíritu y la razón de la vida es la búsqueda de sentido, propósito y conexión con algo superior a nosotros mismos.

Vivir la espiritualidad implica cultivar una actitud de apertura, curiosidad, gratitud y compasión hacia la vida y hacia los demás. También implica reconocer nuestra propia esencia divina y nuestra conexión con todo lo que existe.

La espiritualidad es un camino personal, pero también colectivo, porque todos somos parte de un mismo todo.

Por muy ocupados que estemos en vivir nuestra fisicalidad no podemos, aunque queramos, olvidarnos de nuestra espiritualidad. Solo es cuestión de actitud y carácter.

El carácter es el conjunto de cualidades que nos definen como personas, como la honestidad, la generosidad, la valentía, la humildad, etc. El carácter se forma a través de las decisiones que tomamos, las acciones que realizamos y los hábitos que desarrollamos. El carácter nos hace ser una persona íntegra, respetable y admirable.

Y no debemos olvidar mientras estamos viviendo la vida, ayudar a los demás, porque es una forma de expresar el amor, la bondad y la solidaridad. Ayudar a los demás nos hace sentir útiles, felices y agradecidos. Podemos ayudar a los demás de muchas formas, como donando, haciendo voluntariado, enseñando, escuchando, compartiendo.

Así, usando el cuerpo, estaremos viviendo la espiritualidad, que es la única razón por la que tenemos cuerpo.