El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




sábado, 6 de noviembre de 2010

Saber pedir

Ya lo decía Jesús: “Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide recibe y el que busca halla y al que llama se le abrirá”.

Es posible que estéis pensando que esto no deja de ser más que una cita en un libro, algo escrito que suena bien, pero que nada tiene que ver con la realidad.  Porque puede ser que te hayas pasado la vida pidiendo para poder pagar cómodamente la hipoteca, y no parece que te escuche nadie ya que los problemas siguen ahí un mes tras otro; o pidiendo salud para ese familiar enfermo, y no termina de curar; o pidiendo que te toque el primer premio de la lotería, y nada, silencio, nadie al otro lado.

Parece lógico pensar que no haya nadie que escuche. Sin embargo, si hay quien escucha, y además te escuchan siempre. Posiblemente es que no pedimos adecuadamente, o que no sabemos pedir.
Pero antes de entrar en cualquier tipo de explicación voy a empezar con una historieta, que puede ser más ilustrativa que cualquier explicación: Imagina una madre que está preparando a su hijo para ir al colegio; en ese colegio es obligatorio el uniforme, y el niño se va al colegio vestido con su uniforme. Ese uniforme es un poco especial, tiene un artilugio para preservar su integridad; ese artilugio es una especie de cerebro, es un ordenador integrado, y cada vez que el uniforme cree que está en peligro de algún tipo, como romperse una manga, ensuciarse el cuello, aparecer una arruga, etc., el uniforme mismo, sin intervención del niño, pide ayuda; y la petición de ayuda es una voz grabada en una cinta en ese ordenador. El ordenador está conectado al ordenador de sus padres, por lo que cada vez que el ordenador pide ayuda, los padres lo pueden recibir. Pero de la misma manera que el uniforme pide ayuda, todas las peticiones del niño, son recogidas por el ordenador del uniforme y enviadas al ordenador de los padres; los cuales saben perfectamente cuál es la petición del uniforme y cuál la petición del niño. A la hora del recreo son muchísimas las peticiones del uniforme: que me estiran de una manga……. que se moja el pantalón en el charco…… que se ensucia el cuello……, etc., todo eso llega a los padres, que no hacen caso, porque saben que el niño está perfecto, sólo es el vestido del niño el que parece que se queja. Pero sería suficiente un simple quejido del niño para que sus padres actuaran de inmediato, llamando al colegio o desplazándose personalmente.
Nuestra vida es igual: Los padres son nuestros guías y maestros, el colegio es la tierra, el uniforme del niño es nuestro cuerpo, y el niño es lo que realmente somos nosotros, una chispa divina.
Venimos a la Tierra que es nuestro centro de aprendizaje, vestidos con nuestro uniforme que es el cuerpo, y nuestros guías permanecen vigilantes. ¿Cuáles son nuestras peticiones?.................... no parece necesario exponerlas aquí; todas pertenecen a la materia, a aquello que pasa con nuestro uniforme. Pero todas aquellas peticiones realizadas por o para nuestra alma son atendidas de inmediato. Pero incluso, para todo lo que consideramos problemas de nuestra vida física, y que no son más que las lecciones que hemos venido a aprender, recibimos alivio.
Recuerda esa historia tan bonita  de aquel soñador, que soñaba que caminaba a lo largo de una playa acompañado por Dios, y durante la caminata veía proyectadas en el cielo escenas de su vida, y según iban pasando las escenas notaba que unas huellas  se formaban en la playa. A veces se veían dos pares de huellas, y otras veces sólo un par. Y se fijo que en las escenas más angustiosas o más tristes  de su vida solamente podía ver un par de huellas en la arena. Entonces el soñador le dijo a Dios: Señor, tú me prometiste, que si te seguía, tu caminarías siempre a mi lado, sin embargo he notado, que durante los momentos más difíciles de mi vida, solo había un par de huellas en la arena: ¿Porque cuando más te necesitaba, no estuviste a mi lado? A lo que el Señor respondió: Hijo mío, las veces que sólo viste un par de huellas en la arena, era porque yo te llevaba en mis brazos.
Para establecer contacto con tu alma, y para saber que necesitas pedir y como pedirlo, siéntate en meditación y vete repitiendo dentro de ti: “YO SOY EL ALMA”.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Tolerancia si, mejor igualdad

Algunos representantes de nuestra sociedad, aunque desgraciadamente muy pocos, tratan de inculcar a esta sociedad la práctica de la tolerancia.
Pero ¿qué es tolerancia? Podríamos decir que tolerancia es soportar o respetar a otros que tienen unas creencias, unas normas o unos valores distintos a los tuyos. O que tolerancia es aceptar a otros que tienen actitudes distintas frente a los valores propios. O también que tolerancia es escuchar y comprender el valor de las distintas formas de entender la vida.
Para que exista tolerancia es necesario el conocimiento del otro, ya que el miedo y la ignorancia son las raíces de la intolerancia y de la incomprensión. Para que exista tolerancia es imprescindible el respeto aunque no exista entendimiento entre las partes, sobre todo cuando no existe ese entendimiento.
Por lo tanto, toleramos al que consideramos distinto, por cualquier causa: distinta creencia religiosa, distinta forma de entender y organizar la sociedad, distinta raza, distinta tendencia sexual, distinta cultura, etc., entrando en este etcétera todas las distinciones que a cada persona se le pudieran ocurrir.
Así que parece claro: “Ante aquello que nos parece distinto, hay que aplicar la tolerancia”. Pero te propongo una actividad diferente: ¿Y si en vez de trabajar para soportar, para aceptar, para respetar, para conocer, en suma para tolerar; trabajas para que no haya distinción, trabajas para que exista la igualdad? Si empiezas a ver al distinto como a un igual, ya no tienes que tolerar al otro más que a ti, ya sois iguales.
¿Sabes lo que pasaría si en vez de tolerancia hubiera igualdad?: No habría guerras ni habría hambre, porque todos los recursos serían compartidos; reinaría la paz y la concordia, y en vez de pasarte la vida luchando para defender o vigilar lo tuyo, sólo te ocuparías en ser feliz.
Una sola persona puede cambiar el mundo. Empieza a cambiar, tu cambio hará que cambie tu entorno, y después empezará a cambiar el entorno de esos que han cambiado contigo, y se extenderá de manera exponencial hasta que todo el mundo haya cambiado. ¡No esperes más!, todos los que están a tu alrededor son iguales que tú. ¡Hazlo ahora!

martes, 2 de noviembre de 2010

Meditación del perdón

Sentados, la espalda recta, ojos cerrados.
Si estás en una silla, las plantas de los pies apoyados en el suelo, sin apoyarte en el respaldo.
Las manos en los muslos con las palmas hacia arriba.
La punta de la lengua en el paladar.

Inspira completa y profundamente contando hasta 6, retén contando 1, exhala lentamente.
-  otra vez, inhala, retén, exhala.
-  y otra, inhala, retén y exhala lentamente.
-  deja que con la exhalación salga de ti la tensión.
-  siente la relajación aumentando en tu cuerpo con cada respiración.

No tienes nada que hacer en este momento. Esto es todo lo que tienes que hacer..... siente tu respiración...... siente la relajación de tu cuerpo...........  siente la mente serenándose..........  respira suavemente..........  deja que la respiración siga su ritmo, no intervengas.

Prepárate para hablar con tu Alma……. prepárate para hablar con tu Alma Superior…….. prepárate para hablar con tu Padre Divino y con tu Madre Divina…………….tu Alma que es perfecto amor, te está esperando para decirte que te perdona……………. tu Padre y tu Madre Divinos, que son perfecto amor, te están esperando para decirte que te perdonan……………

Sigue respirando, lenta y suavemente……………. entra dentro de ti……………. entra dentro de ti……………. entra dentro de ti para ir a encontrarte con tu ser interior.

Visualiza delante de ti una escalera de 10 peldaños……………. esa escalera va a llevarte hasta tu ser interior…….. hasta tu ser más reverenciado…………….  hasta esa parte de ti que es amor, sólo amor.

Vas a ir bajando los peldaños, y lo vas a hacer respirando lentamente……………. vas a inhalar, vas a realizar una pausa, vas a exhalar lentamente, para volver a realizar una pausa antes de volver a inhalar……………. empieza a bajar los peldaños, 10…….. 9…….. 8…….. sigue respirando lentamente…….. inhala…….. pausa…….. exhala……..  pausa……..  inhala…….. pausa…….. exhala…….. pausa…….. 7…….. 6………. estás bajando…….. te estás relajando…….. tu respiración es cada vez más lenta…….. 5…….. 4…….. 3…….. inhala…….. pausa…….. exhala…….. pausa…….. inhala…….. pausa…….. exhala…….. pausa…….. te sientes bien…….. tu cuerpo cada vez está más relajado…….. y tu mente cada vez más serena…….. 2…….. 1…………….. ya estás abajo.

Frente a ti hay una puerta cerrada…. la llave de esa puerta la tienes tú…… esa puerta es la entrada hacia tu ser interior……… coge la llave…… siéntela en la mano…… métela en la cerradura…… abre la puerta………… delante de ti se encuentra un lugar espacioso, grande, luminoso……. ES TU SER INTERIOR. Ahí están tus secretos. Están tus ilusiones y esperanzas. Está tu ternura. Está tu amor. Están las mejores cosas de tu vida. Está tu futuro. Pero... también está tu pasado. Con el dolor y con el sufrimiento. Disfruta ahora de ese lugar y mira lo que hay en él. Todo es luz. Flores, el cielo azul, el sol brillando sobre tu cabeza, los pájaros trinando pasan revoloteando a tu alrededor, y delante de ti, el mar, majestuoso, sereno.

Te acercas caminando hasta la orilla, y ves que caminando por la orilla, desde lejos, una figura se va acercando a ti……… según se va acercando puedes comprobar que la figura es esa persona a la que vas a perdonar.
-          La figura se va acercando hasta que llega frente a ti.
-          Sin hablar quedáis uno/a frente a otro/a.
-          Le/a miras a los  y dices humildemente:
“ Yo te perdono….. desde lo más profundo de mi corazón yo te perdono….. te perdono por lo que me has hecho….. por todo lo que me has dicho….. por todo lo que me has ofendido….. por todo lo que me has humillado….. por todo lo que me has maltratado….. por todo lo que me has herido….. por todas las penas y tristezas que me has ocasionado consciente e inconscientemente, en esta y en anteriores vidas, aunque ya no me acuerde de lo que es”.

Imagina a la otra persona diciéndote con humildad: “ Yo te perdono….. desde lo más profundo de mi corazón yo te perdono….. te perdono por lo que me has hecho….. por todo lo que me has dicho….. por todo lo que me has ofendido….. por todo lo que me has humillado….. por todo lo que me has maltratado….. por todo lo que me has herido….. por todas las penas y tristezas que me has ocasionado consciente e inconscientemente, en esta y en anteriores vidas, aunque ya no me acuerde de lo que es”.

Mírate levantando ahora tu mano derecha y bendice a esa persona diciéndola: “Yo te bendigo….. yo te bendigo con paz….. con amor….. con salud….. con abundancia y prosperidad….. con crecimiento espiritual….. Yo te bendigo”.

Imagina que la otra persona levantando sus dos manos también te bendice: “Yo te bendigo….. yo te bendigo con paz….. con amor….. con salud….. con abundancia y prosperidad….. con crecimiento espiritual….. Yo te bendigo”.

Di a la otra persona: “Yo soy libre, tu eres libre, nada nos une, nuestras vidas van por caminos diferentes”…. Mira un cordón que une tu plexo solar con el suyo…. mira en tus manos unas tijeras……. Y con ellas corta ese cordón, y dile a la otra persona: “Vete en paz”.
Y mira como se da la vuelta y se va por la orilla de la playa, alejándose de ti, hasta que llegas a perder su visión. Se ha ido para no volver jamás.

Te pones a caminar por la playa, y  ves que un/a niño/a viene hacia ti………te sonríe dulcemente, y la/e reconoces, eres tu de pequeña/o……….. estás sonriendo, eres feliz. ………. Os abrazais……….. la emoción os hace llorar a los/as dos……….. estás llorando con el/ella en la playa……….. y esa niña/ese niño feliz entra dentro de ti……….. y  ahí permanece. Recuérdala/e.
...................
¿Cuál es su edad?.......... piensa si tienes algún sentimiento de culpa desde esa edad por alguna cosa que pasó……….. recuerda lo que no te gusta de tu vida desde entonces……….. para cambiarlo......, para perdonarlo.......
..............................
Y esa niña/ese niño, se va, poco a poco, poco a poco, poco a poco hasta que también la/e pierdes de vista.
.......................

Ahora vas a salir de ese lugar. Camina hasta la puerta por la que entraste. Abre la puerta. Pasa al otro lado y cierra tras de ti. Delante de ti está la escalera por la que bajaste, empieza a subir, lentamente1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10. Estás arriba. Respira lentamente. Respira. Respira.

Lleva la atención a tu corazón…… Recuerda un evento, un acontecimiento feliz………. Tu centro del corazón es el centro del amor. Del amor por todo, de la ternura, de la bondad. Levanta las manos con las palmas dirigidas al frente, y visualiza delante de ti a personas que sufren y necesitan amor. Envía amor desde tu corazón, deja que pase por tus brazos y tus manos hacia las personas que tienes delante de ti.
........................
Lleva ahora la atención a tu chakra corona. ………Recuerda un evento feliz……….. Tu chakra corona es el centro del amor divino. Envía tu amor y tus bendiciones a tus guías y a los ángeles del perdón.
…………….........
Lleva ahora la atención a tu chakra cardiaco y a tu chakra corona y di: Yo soy una luz de Dios. Yo soy una luz divina. Siento amor por todo el mundo. Siento amor por todo lo creado, por cada árbol, por los pájaros, por los animales, por las personas, por todo, sin distinción. Ese es el amor de un alma por todo.

Repite en tu interior: Gracias a los ángeles del perdón por ayudarme en esta tarea de perdón. Gracias a los ángeles de la sanación. Estoy muy feliz. Acepto el perdón y perdono completamente. Sin reservas. Gracias, gracias, gracias.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Nuestra misión

La planificación de una vida en la Tierra es una tarea extraordinariamente compleja, ya que se ha de programar cada encuentro, cada situación, cada circunstancia, cada interacción.
Piensa por un momento en todas las personas que tienen o han tenido algo que ver en tu vida, piensa en todas las personas que se han relacionado contigo a través de la familia, los estudios, el trabajo, la diversión, las aficiones, etc., etc. Pues cada uno de esos encuentros, cada situación, cada circunstancia, ha sido minuciosamente planificado, haciendo coincidir en el tiempo y en el espacio a todas y cada una de esas personas, y haciéndolas coincidir en las situaciones específicas para cada una; unas han de ser padres de…. y abuelos de…., a la vez que compañeros de estudios de…., y vecinos de……. Párate un momento y piensa en el entramado de relaciones que existe en tu vida, como has ido conociendo a las personas, como unas te han acercado a otras o como has ido alejándote de algunas; si eres consciente de todo eso, verás la grandeza y la sincronicidad que existe………………. pues como la tuya hay otros siete mil millones de almas en el planeta que tienen la misma planificación.
Y todo este ingente trabajo, ¿para qué? Todo este trabajo, toda esta planificación, todo este entramado que nos enlaza a los unos con los otros, ¿qué objeto tiene? Sólo uno,  facilitarnos  la consecución de nuestro objetivo, el mismo para todos: Convertirnos en Amor, vivir desde el Amor, sentir el Amor por todo y por todos.
El resto de lo que llamamos “nuestra misión”, sanador/a, clarividente, comunicador/a, guía espiritual, etc.; los trabajos kármicos, la construcción del carácter, el crecimiento interior o el desarrollo de la conciencia, sólo son muletas en las que apoyarnos para ir eliminando bloqueos energéticos que nos permitan llegar a la energía del Amor.
Pero si tienes claro este camino, camina en línea recta, empieza a vivir las veinticuatro horas del día como si ese Amor ya estuviera en ti, y todo lo demás se va a ir recolocando en su lugar o eliminándose de manera mucho más sencilla que si trabajarás cada aspecto por separado. Es un trabajo duro, pero sólo hay que estar despiertos, ¡Suerte!.

jueves, 28 de octubre de 2010

¿Porqué meditar?

Muchas personas se inician en la meditación porque alguien les ha dicho, o han leído que meditando se van a sentir más relajados, sin miedos, sin estrés, sin depresión, sin ansiedad. Se dan cuenta que la inquietud y la insatisfacción forman parte de su día a día y tienen una vaga sensación de que la búsqueda de la felicidad, la paz y la satisfacción requiere un enfoque distinto del que les ofrece la sociedad.

La felicidad que nos ofrece la sociedad esta fundamentada en cosas externas, y sí, es cierto, consiguiendo esas cosas podemos alcanzar una cierta felicidad, una felicidad de poca calidad, poco duradera, casi con fecha de caducidad. Y eso pasa porque las cosas no son duraderas. Ya que TODO LO QUE EXISTE, DEBIDO A SU PROPIA NATURALEZA, CAMBIA CONSTANTEMENTE, y tarde o temprano desaparece, (desaparece nuestro cuerpo, los amigos, la familia, nuestras pertenencias, nuestro entorno, etc.).

Depender de las cosas que van a desaparecer más pronto que tarde y aferrarse a una felicidad ilusoria solo lleva a la desilusión y a la tristeza, nunca a la satisfacción y a la felicidad.

Esto no quiere decir que debamos dejar a nuestra familia, amigos y posesiones para ser felices, no; SOLO TENEMOS QUE APRENDER A CAMBIAR NUESTRAS IDEAS EQUIVOCADAS SOBRE ELLOS Y LAS EXPECTATIVAS IRRACIONALES SOBRE LO QUE NOS PUEDEN PROPORCIONAR.
La meditación proporciona el alivio que buscan los que se acercan a ella para dejar el estrés, el miedo o la ansiedad; pero proporciona mucho más, ya que nos enseña que dentro de cada uno de nosotros existe un poder, una energía, una paz y una sabiduría que podemos aprovechar cuando al fin nos damos cuenta de que están ahí.

Este poder inspira, anima, reafirma y da fuerza a aquellos que buscan crecer. Imagina una persona que siempre ha vivido aislada del mundo, que la meten en un hotel, sin contarle nada. Cuando llegue la noche, es seguro que permanecerá a oscuras porque no sabe para qué son las cajitas blancas que hay en la pared. El poder, la luz, la sabiduría, están ahí para todos, sólo tenemos que conectarnos a la corriente.

Pero, de hecho, la práctica de la meditación surge para tratar de encontrar respuesta a los grandes interrogantes que se nos plantean en relación con nuestra naturaleza más profunda: ¿quién o qué soy?, ¿de dónde vengo y a dónde voy?, ¿porqué existo?, etc.

Además de buscar respuestas lógicas en la ciencia y la filosofía, o de fe en la religión, con la meditación se pretende trascender el estado ordinario de conciencia y traspasar de algún modo la realidad ordinaria, y bastante absurda, despertando a otra visión de las cosas que nos llena y da sentido a nuestra existencia.

Pero, curiosamente, la meditación debe practicarse sin un objetivo concreto, sin esperar un logro determinado, ni siquiera el más elevado.

lunes, 25 de octubre de 2010

Dios Es…….

Dios Es……. Dios Es el aire ……. y el agua, Dios Es la tierra ……… y el fuego, Dios Es cada montaña ………. cada planta ………. cada criatura ………. Dios Es tú ………. Dios Es yo ………. Dios Es Amor ………. Es Comprensión ………. Es Compasión ………. Es Misericordia.
Todo Es……….. Todo Es Dios y, sin embargo, las distintas creencias religiosas, habiéndose apropiado de la patente de Dios, guiados por sus pensamientos erróneos quieren hacernos creer que ellos están en posesión de la auténtica verdad, y si seguimos sus leyes alcanzaremos la felicidad, alcanzaremos la salvación, llegaremos a Dios.
No os dejéis engañar, no les interesa en absoluto si vamos o no a conseguir la felicidad, no les importa si vamos a salvarnos o no, no les preocupa si vamos a alcanzar a Dios, sólo quieren poder y control. Es fácil controlar al ser humano, sólo hay que meterle el miedo en el cuerpo, a partir de ese miedo entregamos nuestro poder al primero que pasa cerca de nosotros. Si realmente quisieran ayudarnos, en vez de meternos miedo nos enseñarían a amar. Pero no les interesa,  porque cuando alguien conoce el Amor, ya no necesita salvación de nadie y se acabarían sus prebendas, sus lujos, sus palacios; ya no tendrían razón de ser.
Sólo hay un mandamiento: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Sólo, hay un camino: “El que dicta el corazón”. Sólo hay una ley: “El Amor”. Quien sigue esta ley, no puede matar en nombre de Dios, no puede pasar al lado del hambre y la miseria sin que tiemble su ser, sabe que el color de la piel solo es una cualidad del cuerpo, como la altura o el color del pelo; quien sigue esta ley no discrimina por razón de sexo o tendencia sexual, de la misma razón por la que no se discrimina porque a uno le gusta la manzana y a otro el melocotón; quien sigue esta ley no discrimina por el tipo de creencia. Quien sigue esta ley, no juzga, no critica; sólo respeta, sólo permite, sólo ayuda.

jueves, 21 de octubre de 2010

Meditación de arraigo

Somos seres espirituales viviendo en un cuerpo físico. Hemos decidido encarnar y darnos el cuerpo para hacer un determinado trabajo; y lo hemos de hacer en el cuerpo. Por lo tanto debemos cuidar de nuestro cuerpo con mimo y con esmero, debemos mantenerlo sano, fuerte y joven el máximo de tiempo. Y cuando nos adentramos en el mundo espiritual se nos suele olvidar eso, que vivimos en el cuerpo.

Con esta meditación nos anclamos a la Tierra y recibimos su energía, puedes hacerla siempre antes de cada meditación, el anclaje es rápido, recuerda que "la energía siempre sigue al pensamiento".

  • Sentados, en el suelo o en una silla con los pies apoyados en el suelo. La espalda recta.
  • Las manos encima de las piernas, con las palmas hacia arriba.
  • Los ojos cerrados.
  • La punta de la lengua en el paladar.
  • Respira profundamente, alargando la exhalación.
  • Siente como se dilata y se contrae tu cuerpo mientras respiras.
  • Permite que con la exhalación vayan saliendo las tensiones de tu cuerpo.
  • Siente tus piernas, tus pies y la tierra en que se apoyan.
  • Siente tus nalgas en contacto con la silla o con el suelo.
  • Siente tu peso y la atracción natural de la gravedad que te retiene hacia abajo.
  • Considera la solidez de ese contacto.
  • Lleva la atención en tus propios pies; aplica una ligera presión con los talones contra el suelo, sin llegar a incorporarte, y nota cómo tus piernas se inundan de fuerza en oposición con la Tierra.
  • No hagas que esa presión se convierta en tensión que agarrote los músculos de las piernas.
  • Limítate a notar la sutil corriente de energía que se establece entre tu primer chakra, la base de la columna, y la Tierra.
  • Procura mantener esa corriente, esa sensación.
  • Cuando has sintonizado el peso de tu cuerpo gradualmente adviertes la existencia de un centro de gravedad en la base de la columna.
  • Nota como tu cuerpo descansa sobre ese punto y considéralo como un ancla que te fija.
  • Ese es tu primer chakra, el punto al que retornaremos una y otra vez, siempre que sea necesario arraigarse, recuperar la base.
  • Permanece ahí un momento.
  • Una vez anclados en ese punto puedes empezar a arraigar el resto del cuerpo.
  • Sintoniza el torso, prestando especial atención al canal central del organismo, (que no es la columna vertebral), que es esa parte de nuestro núcleo interno que corresponde a la vertical del centro de gravedad.
  • Dedica unos momentos a poner en línea lo alto del cráneo, la garganta, el corazón, el estómago y el abdomen, es decir, todos los demás chakras, con el chakra base sobre el cual descansa todo.
  • Respira  y deja que esa alineación se consolide y se equilibre sobre el primer chakra.
  • Hemos establecido así una columna vertebral de energía, perpendicular al plano de la superficie terrestre.
  • Imagina esa columna como un poderoso cable, preferiblemente de color púrpura, que procedente de muy por encima de tu cabeza atraviesa el centro de tu cuerpo y se hunde en la tierra.
  • Asegúrate de que pasa por tu punto de anclaje en el primer chakra y que continua muy hondo hasta las profundidades de la Tierra.
  • Si puedes visualizarlo imagina que llega al centro de la Tierra.
  • Dedica un rato a comprobar el buen funcionamiento de todas las piezas:
    • Los pies presionados ligeramente contra el suelo.
    • Los chakras bien alineados el uno encima del otro.
    • La columna de energía que tira hacia debajo de nosotros.
    • La sensación armoniosa de la gravedad que nos estabiliza, que da fundamento al cuerpo.
  • Para ser capaces de conservar nuestro centro y permanecer arraigados incluso cuando nos movemos, deja que tu cuerpo oscile adelante y atrás, y de un lado a otro, hasta entrar en un movimiento circular sobre el primer chakra.
  • Observa que el punto base de la columna no se mueve, y sin embargo el cuerpo gira a su alrededor.
  • Mientras percibes tu cuerpo como una columna en movimiento, imprime a ese movimiento un sentido descendente y aprovéchalo para eliminar cualquier exceso de tensión o incomodidad que hayas notado, siempre sin dejar de presionar ligeramente con los pies en el suelo.
  • Vuelve a la posición de reposo.
  • Permanece el tiempo que te apetezca.
  • Y cuando creas que tienes suficiente empieza a respirar más profundamente.
  • Realiza tres respiraciones profundas alargando la inhalación y comienza a mover el cuerpo.

¿Por qué el trabajo interior?

¿Por qué trabajar para el crecimiento interior, si es algo que no se ve? , ¿Por qué hacer trabajos que parecen tan etéreos como el desarrollo de la conciencia o la construcción del carácter?
En la parte 2 del trabajo para el crecimiento interior decía que el ser se compone de una parte que se ve, que es el cuerpo físico y otra parte que no se ve, que es el cuerpo energético, eso que llamamos aura.
Vamos a cuantificar esas partes: Imagina, por ejemplo, que el ser completo está compuesto en total de 100.000 partes. Pues bien, la parte que se ve, el cuerpo, es una parte, y la parte que no se ve, el cuerpo etéreo, son las 99.999 partes restantes.
Nuestros cuidados  y  nuestras atenciones son para esa minúscula parte que es el cuerpo físico; y es por la relación del cuerpo con el ambiente que tenemos sufrimiento o alegría, serenidad o estrés; todo en función de acontecimientos externos. Estamos condicionados por una infinitésima parte de lo que es la vida y de lo que somos nosotros.
Para eso el trabajo interior, para llegar a conocer las 100.000 partes al completo. Para que un acontecimiento de la materia, del exterior, del cuerpo, no nos afecte más que lo justo, es decir 1 parte de100.000.

sábado, 16 de octubre de 2010

Meditación para sentir el amor y la compasión

Siéntate en tu espacio de meditación, en el suelo, con las piernas cruzadas y la espalda recta, o en una silla con las plantas de los pies apoyadas en el suelo, sin apoyar la espalda en el respaldo de la silla.
Deja las manos apoyadas en los muslos, con las palmas hacia arriba.
Coloca la punta de la lengua en el paladar.
Cierra los ojos, o déjalos una decima parte abiertos.
Lleva la atención a tu chakra cardiaco, e imagina que respiras desde ahí. Respira y se consciente de tu respiración hasta que sientas como se aquieta tu mente.
Canta o recita dentro de ti, 14 veces el mantra “Om mani padme hum”.
Imagina que estás en el exterior, en una extensa y hermosa pradera. El cielo es azul. El sol está brillando en lo alto.
Permite que aparezcan delante de ti todos tus seres queridos, aquellos a los que amas y que sabes que te aman. Cuando los tengas delante de ti, levanta las manos con las palmas dirigidas al frente, hacia ellos, (de manera cómoda, los brazos al lado del cuerpo). Siente como entra por tu chakra corona la Energía Divina, la Energía de los Maestros, siente como esa Energía llega hasta tu corazón, mezclándose con tu energía de amor, y que se desplaza hasta tus manos, saliendo desde el centro de la palma de tus manos como rayos de luz que llegan hasta tus seres queridos envolviéndoles con esa Energía. Mira a tus seres queridos, sanos, alegres, luminosos. Canta o recita en tu interior 7 veces el mantra “Om mani padme hum”.
Cuando creas que tienes suficiente, deja que la imagen de tus seres queridos se vaya desvaneciendo y permite que ocupen su lugar aquellos que no son queridos, las personas que frecuentas sin que te provocan ningún tipo de emoción, las personas a las que tienes “manía”, o aún más, personas a las que odias y que sabes que te odian a ti, coloca a tus enemigos delante de ti. Y cuando estén en su lugar vuelve a envolverles con la energía que sale de ti, como en el caso anterior. Canta o recita en tu interior 7 veces el mantra “Om mani padme hum”.
Permite que desaparezcan cuando creas que es suficiente, y deja que sea tu imagen la que aparezca ahora delante de ti. Envíate todo el amor que te sea posible. Recuerda que no podrás amar realmente a nadie hasta que no te ames y te respetes a ti mism@.
Canta o recita en tu interior 14 veces el mantra “Om mani padme hum”.
Permite que se desvanezca tu imagen, y para liberar el exceso de energía visualiza a la Tierra delante de ti. Bendice a la Tierra, enfoca la energía a esas partes de la Tierra que necesiten sanación, por sus conflictos, por su miseria, por su intolerancia, por su dolor. Bendice a cada persona y a cada ser.
Baja las manos.
Empieza a respirar más profundamente, alargando la inhalación.

viernes, 15 de octubre de 2010

La vibración del amor

El amor es energía, una energía poderosa.
Lo más cerca que la mayoría de la gente se encuentra del amor, es esa sensación que siente hacia sus seres queridos, o hacia su pareja en los primeros días del enamoramiento. Es esa sensación de plenitud cuando la persona amada nos ha confirmado que “si”, que ella también está enamorada; o la sensación de vacío cuando se recibe una noticia desagradable de nuestros seres queridos. Este es el barómetro de la inmensa mayoría de la gente para medir el amor.
Pues bien, eso no es amor. Hace un tiempo le llamaba a este sentimiento/pensamiento, “amor humano”, para distinguirlo de ese otro “amor energía” o “amor divino”. Pero he desechado ya tal división, el amor es uno y punto, y a eso que llamaba “amor humano” hemos de dejarlo en lo que es, un pensamiento social, muy poderoso, tan poderoso que no es raro escuchar: “Yo por mi familia mato”. Si, puede ser que mates, pero no será por amor, sólo será por una poderosa forma de pensamiento, sólo será por apego, sólo será por la ira o la rabia u el odio, sólo será porque eso es lo que la sociedad espera que hagas.
Por amor, ni se mata ni se muere. El amor es una fuerza tan poderosa que no hace distinción entre tú y el otro. Ese amor se da a cambio de nada, ese amor no juzga, no critica, no pone condiciones, con ese amor sólo se quiere que el otro sea feliz porque eso te hace feliz.  Con ese amor se desea que todos los seres se liberen del sufrimiento y vivan felices.
Entra dentro de ti, con honestidad, y analiza tus relaciones,………………. empieza por tus ¿seres queridos?, que es más fácil……………… ¿Alguna vez les has juzgado, criticado, prohibido alguna cosa, chantajeado, (yo te doy si tú me das), castigado, etc., etc.? Pues si ha sido así, lamento decirte que tienes que empezar a dejar de llamarles “tus seres queridos”, ya que no son amados por ti. Si has pasado con éxito la prueba de tus seres queridos, comienza por lo no tan queridos.
Es muy difícil definir una sensación, pero no hace falta definirla, lo mejor es sentirla. Sentir ese amor, sentir esa energía, es sencillamente ser feliz a pesar de…….., es no sentir apego, es  desear la felicidad a todos los seres y trabajar para que la consigan, es ser compasivo y misericordioso.
¿Cómo sentir ese amor?  Uf!......................  creo que tienes que trabajar un poquito:
1.       Eliminando los fallos. Un fallo se elimina casi en su totalidad sólo por el hecho de reconocerlo, y permaneciendo alerta después para ver cuando se repite.
2.       Trabaja con otra energía muy poderosa, el perdón. Cada día después de tu meditación, pide perdón a todos los que has ofendido, de pensamiento, palabra, obra u omisión. Y tú perdona a los que te han podido ofender en cualquiera de sus formas.
3.       Sigue con las energías poderosas y bendice después del perdón a los que has perdonado o pedido perdón.
4.       Y por supuesto medita, cada día. Es seguro que conoces infinidad de meditaciones para abrir tu corazón. Elige la que más te guste. Pero si no conocieras ninguna, en breve colocaré alguna para que te sea más fácil.

jueves, 14 de octubre de 2010

Los cinco primeros maestros

            Existe una historia muy bella en los Shastras acerca de la interacción de los cinco elementos  cósmicos del Íntimo con los elementos microcósmicos del íntimo: Había un humilde sadhak, (persona en el camino espiritual). En sus viajes, él aprendía de cada maestro con el que se encontraba.
              Sus primeros cinco maestros fueron los cinco elementos en el Universo: Madre Tierra, viento (aire), cielo (éter), agua y fuego.

              Primero aprendió de la Madre Tierra. De la misma manera en que el primer maestro del niño es su madre, así la Madre Tierra enseñó al sadhak: Ella le enseñó la lección del perdón. Puesto que, aunque el hombre apila montañas de desperdicio y contaminación sobre la Madre Tierra, ella le da alimentos y minerales valiosos sin los cuales el hombre no podría sobrevivir. Él aprendió la lección de que a pesar de todo el abuso, la crítica y la negatividad que reciba del mundo exterior, él debía dar el beneficio de su poder espiritual, su conocimiento de ser y su perdón bondadoso.
             
               El viento le enseñó a estar desapegado. Constantemente, él debía estar en movimiento para alcanzar a tantas almas maduras como fuera posible, sin apegarse a nada. El viento es sutil, no es perceptible al ojo. Las maneras del sadhak deben ser sutiles. Él debe vivir en las profundidades del espíritu.

Yogui Bhajan

               El cielo, el cual abarca todo, le enseñó a mantenerse puro e inmaculado, y le enseñó la sutileza. Ya que el éter es el más sutil de los cinco elementos. Aprendió que así como las nubes parecen colorear un cielo que siempre es azul, también parece que la suciedad de la vida puede ensuciar el alma, un alma, que en realidad no se puede ensuciar con nada.

               El agua le enseñó a estar sereno y a ser compasivo con los demás, y le enseñó a purificar a todos los que entraran en contacto con él. Así como el agua siempre está fluyendo, el sadhak debe fluir y progresar continuamente, sin estancarse.

               El fuego fue su quinto maestro. El fuego es brillante. Un sadhak debe quemar con la iluminación espiritual para purificar las impurezas de las gentes que llegan a él. Así como el fuego aleja el frío y proporciona calidez y calos, así el sadhak debe alejar el miedo de la gente y el temor de la ignorancia, y darles aliento y consuelo espiritual.