El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




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jueves, 31 de agosto de 2023

Caminante

 


Todos los pasos que has ido dando en tu vida son los que te han llevado, sin que tengas la más remota idea, hasta donde te encuentras ahora. 

jueves, 2 de marzo de 2017

Todos los caminos conducen a Roma

Existe una expresión que dice: “Todos los caminos conducen a Roma". Aunque no importe mucho para esta entrada, dicha expresión proviene de la época del imperio romano, donde se construyeron más de 400 vías, unos 70.000 kilómetros, para comunicar la capital, Roma, considerada el centro donde convergía el poder del imperio, con las provincias más alejadas.

Cambiemos a la ciudad de Roma por nuestro propio origen: “Dios”. Con lo cual la expresión quedaría “Todos los caminos llevan a Dios”, que además es utilizada también con cierta frecuencia. Aunque en muchos escritos explican que no es, en absoluto, cierta.

Pues es totalmente cierta. El origen del hombre es Dios, y su meta también es Dios. Todos los hombres van a llegar a la meta, unos tardarán más porque irán dando rodeos kilométricos y otros llegarán más rápido al avanzar por el camino recto, pero todos, absolutamente todos, volverán al origen, volverán a Dios. Unos de manera rápida como la liebre, y otros más lentos como la tortuga.



Se puede afirmar, por lo tanto, que todos los caminos conducen a Dios. Sabemos, también, que el camino más corto entre dos puntos es la línea recta. Así que, parece claro, que, de todos los caminos, sólo uno va a llevar al hombre directamente a Dios, sin rodeos. Los caminos restantes pueden dar muchas vueltas, pasando muchas veces por el mismo lugar, avanzando un paso y rodeándolo varios kilómetros, que, traducido a la existencia del ser humano, significa vivir en la materia una y otra vez, sin avanzar ni un solo metro en cada una de esas vidas.

Algunos de los vehículos que encaminan al hombre a ese punto que le coloca en el camino más corto para alcanzar a Dios bien podría ser la práctica de la oración en cualquiera de las formas que enseñan las diferentes religiones, como rezar el Santo Rosario, los rezos del Salât, Ardas el rezo de los Sikhs o los tres rezos del judaísmo, solo por nombrar algunos de los más importantes. Son también vehículos, la meditación, la práctica del yoga, el servicio en cualquiera de sus formas, hacer el diezmo de manera desinteresada, o practicar alguna de las infinitas formas que enseña la sociedad en la actualidad, de silencio, de visualización, de contemplación o de perdón.

Pero la herramienta más importante es el Amor. Y ¡nadie enseña a Amar! Cuando el ser humano Ame a todos y a todo, porque comprende que todo es una Creación de Dios, se habrá colocado en el centro de ese camino que le va a conducir en línea recta, sin rodeos y sin demoras a Dios. Sin necesidad de nada más. Sin necesidad de religiones, ni de rezos, ni de lecturas, ni de técnicas de ningún tipo.

La mejor manera para aprender a Amar es tratar a todos aquellos que la persona tenga a su alrededor como si fuera el mismo Dios. Es bien cierto que a Dios le agradan los rezos y la ayuda al prójimo, pero más le agrada que los hombres, Sus hijos, se amen de manera incondicional. En el Amor ya está incluida la oración, el servicio, la compasión, la misericordia, la alegría, la ternura y la felicidad. Y no Aman cuando juzgan, cuando critican, cuando engañan, cuando roban, cuando no cumplen la palabra, cuando…

Sin embargo, el hombre es ¡tan vulnerable!, ¡tan mental!, ¡tan apegado al sueño!, que necesita de una zanahoria, como los pollinos, para avanzar lentamente en su camino.


Es bueno que el ser humano mantenga la zanahoria delante hasta que la llama del Amor prenda en su corazón, pero sin confundir el estímulo con el objetivo. 


jueves, 10 de noviembre de 2016

El camino de la iluminación



El camino de la Iluminación es la hoja de ruta que ha de seguir cada alma en su etapa terrena para su unión con Dios, que es la única razón de nuestro viaje a la materia.

       Es durante la vida física, cuando el alma, prisionera del sueño y de la ilusión del ego, necesita Luz para no perder de vista el camino por el que ha de transitar para volver a Casa. 

       El taller consta de 5 módulos a realizar en las siguientes fechas:

19 de Noviembre:
MÓDULO I: La serenidad de saber quién eres. (YO SOY)

26 de Noviembre:
MÓDULO II: El poder de Dios dentro de ti. (Susurros del corazón).

3 de Diciembre:
MÓDULO III: Una ley superior: El Plan de Vida. (Misión de vida).

10 de Diciembre:
MÓDULO IV: La aventura de morir. (Volver a Dios).

17 de Diciembre:
MÓDULO V: La Tríada de la Ascensión. 

                          HORARIO: DE 10:00 am a 1:00 pm.
                          INVERSIÓN DEL TALLER COMPLETO: 400 soles.
                          INVERSIÓN MÓDULOS INDEPENDIENTES: 100 soles cada uno.

INFORMACIÓN Y RESERVAS:

EN CENTRO DE SANACIÓN ELIAL
   Calle Ernesto Plascencia 146   SAN ISIDRO-LIMA

TELÉFONOS: 975 710 637 // 947 488 031

E-MAIL: alvaga88@gmail.com




jueves, 23 de junio de 2016

Misión de vida

         Despertar es abrir el corazón.
Una vez abiertos los ojos del corazón,
se reconoce de inmediato el camino de retorno a Dios.

Nuestra real y auténtica misión es encontrar el camino que nos lleve de vuelta Dios. De él venimos y a Él vamos a volver. Y lo vamos a hacer todos. Unos lo harán con veinte vidas y otros con veinte mil, pero nadie se va a quedar en el camino.

         Pero para recorrer cualquier camino se ha de hacer con los ojos bien abiertos, es decir, despiertos, porque sino vamos a tropezar ya que no se puede ver con claridad el camino.

         Podríamos pensar que todos los que hacemos yoga, o meditamos, o escribimos y leemos sobre espiritualidad, o realizamos cursos, talleres charlas, o que los mismos sanadores y canalizadores, estamos despiertos.


         Pues no es tal. Sólo tenemos un “cierto conocimiento” que a duras penas traspasa la periferia de nuestra conciencia, sin estar integrado en el ser. Casi podríamos decir que estamos entreabriendo los ojos.

         ¿Cuándo podremos decir que estamos realmente despiertos? Cuando actuemos, de manera permanente, con amor, con generosidad, con compasión, con verdad, con humildad, volcados completamente por y para Dios, sirviéndole a través de nuestros hermanos. La separación, la discriminación, el orgullo (sobre todo espiritual), el juicio, la crítica, el menosprecio, la ambición, son signos inequívocos de permanecer dormidos.  

         Podemos decir que tenemos el conocimiento del despierto pero seguimos actuando dormidos.

         Por eso nos programamos en nuestro Plan de Vida “misioncitas”, que nos pueden parecer más o menos importantes, sobre todo para alimento de nuestro orgullo. Pero la autentica misión es reconocer el camino de vuelta a Dios.


         No vivir para Dios es sinónimo de seguir dormidos. 


martes, 21 de junio de 2016

Abrir el corazón

PERLAS PARA EL ALMA


Nuestra real y auténtica misión es encontrar el camino que nos lleve de vuelta a Dios. De Él venimos y a Él vamos a volver. Y lo vamos a hacer todos. Unos lo harán con veinte vidas y otros con veinte mil, pero nadie se va a quedar en el camino.


Para recorrer ningún camino se ha de estar despierto porque estando dormidos, con los ojos cerrados, va a ser muy difícil encontrar nada. Se ha de estar despierto, por lo tanto despertar es lo primero. 

Despertar es abrir el corazón y una vez abiertos los ojos del corazón buscar el camino de regreso a casa, buscar el camino de regreso a Dios, es una tarea más fácil.


jueves, 2 de junio de 2016

Un paso más allá

PERLAS PARA EL ALMA



Tenemos que dar un paso más allá para no perder de vista el objetivo real de nuestra vida física y así no quedarnos atascados en mitad del camino adorando ídolos.

El auténtico objetivo de todas las almas en su peregrinaje a la materia es encontrar, de una vez por todas, el camino que las conduzca de vuelta a Dios.

Para esto el alma se provee de diferentes herramientas: lecturas, talleres, yoga, tai-chi, chi kung, y un variopinto ramillete de actividades que pueden ayudar al ser a aceptar su divinidad y a encontrar el camino de vuelta a casa.    

Ya son bastantes las personas que han empezado a cuestionarse la búsqueda de la felicidad, de la serenidad y de la paz interior desde una nueva perspectiva, pero muchas de ellas están perdiendo de vista la auténtica razón de nuestra estancia en la vida, y están considerando a las herramientas que utilizan  para conseguir el objetivo como si ellas fueran el auténtico objetivo.


Es como si se subiera en un ascensor al piso veinticinco. Unas personas se atascan en el piso uno, y otras, las que ya han comenzado a ver la vida de diferente manera, se atascan en el piso veintitrés. Es cierto que están más cerca del final, pero siguen atascadas, en diferente atasco, pero atascadas. 


viernes, 20 de mayo de 2016

Ligeros de equipaje (En manos de Dios)

PERLAS PARA EL ALMA


Podemos hacer, en nuestras manos está, que toda la vida sea plácida y serena, desterrando los miedos que son como una losa que los seres humanos tenemos que ir arrastrando por el camino de nuestra vida, porque además no sirve para nada ese pesado equipaje.

Pongámonos en manos de Dios. Detengamos la locura de nuestra mente. Dejemos hablar al corazón, y si no entendemos con claridad cuál es nuestra misión en la vida, podremos intuirlo, y si ni tan siquiera lo intuimos, vivamos con amor, esa manera de vivir va a hacer que nuestra vida sea un paseo, libre de equipaje, por un ancho camino sembrado de pétalos de rosa.

sábado, 7 de mayo de 2016

El próximo cambio

PERLAS PARA EL ALMA




A pesar de que tengamos guías, maestros, instructores o gurús, la decisión de comenzar a vivir la vida de otra manera es personal de cada uno. 
Nadie va a decidir en qué momento está preparada el alma para iniciar el camino de vuelta a Casa, el camino de vuelta a Dios, salvo la propia alma. 
Va a ser la persona en la soledad de su corazón y de su mente la que va a decidir cuándo es el momento de dejar atrás el sufrimiento e iniciar una nueva vida basada en el respeto, en la comprensión, en la tolerancia, en el servicio y en el Amor.




viernes, 6 de mayo de 2016

Caminando...., caminando hacia Dios (2 de 2)

¿Quiere decir que todos van a acceder a ese conocimiento? Si, con matices. Cualquiera que llegue a un nivel determinado de energía va a tener acceso a ese conocimiento, a esos dones, a esos regalos, a no ser que existan ciertas clausulas en su Plan de Vida que lo impidan, ya que el Plan de Vida es la auténtica hoja de ruta por la que se rige toda la vida en la materia.

Conozco una persona, que me permite contar sus vivencias en cuanto a los dones se refiere, pero no dar pistas sobre su identidad, y que desde que tiene uso de razón ha suspirado por ver la energía y por escuchar a los maestros, y que no ha conseguido, a pesar de que parece caminar con paso firme por el camino que conduce a Dios. Dice que tiene que conformarse con una intuición a la que escucha y sigue como si de la autentica palabra de Dios se tratara, y algo que define como clarisensibilidad, que es la base para realizar su trabajo de sanador, que es como le gusta definirse, pero nada más, a pesar incluso de realizar cursos y trabajos específicos para activar, al menos, la clarividencia. El dice: “Llegue a estar obsesionado, cuando veía a otras personas, con dotes de clarividencia o clariaudiencia a las que yo con mi desmedida soberbia, calificaba como no merecedores de esos dones”.


Su trabajo personal, sobre todo para eliminar su orgullo, y sus meditaciones, le fue serenando, y llegó así a la aceptación de que por alguna razón desconocida él no era merecedor de tales privilegios.

  “La razón desconocida”, cuenta, “era mi Plan de Vida. En Él aparece contemplado que voy a realizar mi camino de retorno a Dios y cumplir con mi misión, en solitario, sin ayuda, o al menos sin una ayuda tan evidente como la que tus guías te puedan prestar sobre como es el camino y los obstáculos con los que te puedes ir encontrando”.

“A cambio”, prosigue, “he aprendido a confiar plenamente en la intuición y a traducir las sensaciones de mi cuerpo físico. Y si bien no me hablan, en muchísimas ocasiones van poniendo pensamientos en mi mente, que yo sé que no son míos. Pensamientos necesarios para la realización de las terapias, aunque nunca para algún aspecto concreto de mi propia vida”.

Este es un magnífico ejemplo de que no hay dos vidas iguales, ni tan siquiera en el logro de algo que se encuentra al alcance de todos cuando llegan a cierto punto en su crecimiento. Es como el montañero que sabe que en lo alto de la montaña hay una fuente de agua clara, pura, limpia y cristalina, porque todos los que han llegado a la cima relatan que han bebido, y después de una ascensión a la cima de la montaña, más o menos penosa, encuentra que debido a las últimas lluvias, el agua de la fuente sale turbia.


No piensan los que se inician en el camino de retorno a Dios que van a conseguir este o aquel don, o al menos no deberían pensarlo. El objetivo del viaje, el objetivo de la vida, no es conseguir un don, es encontrarse con Dios. Por lo que los que se inician en el camino, cuando se encuentran con ese don, lo aceptan y siguen su camino sin darle importancia, ya que cuando han llegado a él, su alma ya sabe que puede sucederle eso, y aun más cosas, y por sabido no es sorprendente. No es el objetivo del camino conseguir un don, el objetivo es encontrarse con Dios. 

sábado, 30 de abril de 2016

Un viaje de ida y vuelta

                  Estamos en un viaje de ida y vuelta y nuestras pertenencias materiales a la vuelta van a ser las mismas que a la ida. Nuestra maleta de vuelta sólo va a contener las experiencias del alma: más paciencia que a la ida, más amor, más voluntad, más misericordia, más hermandad.


miércoles, 27 de abril de 2016

En línea recta

PERLAS PARA EL ALMA



Seguro que sabes que el camino más corto entre dos puntos es la línea recta. Lo que no se si sabes es que el camino que te queda por recorrer en la materia es el que aun te separa de Dios.

         Lo sepas o no, lo creas o no, es así, estamos caminando para volver a Dios. Si lo sabes y lo crees camina en línea recta, no des vueltas, no pierdas tiempo y visualiza la meta, manteniendo en tu mente a Dios.

         Si no crees en Dios, entonces se supone que crees en el hombre, pues en lugar de caminar en línea recta, camina rectamente, manteniendo en tu mente al hombre, respétale, ayúdale, sírvele, trátale como lo que es para ti, tu ídolo.

Aunque es conveniente que sepas, que tratando así al hombre también vas a llegar a Dios.



         

lunes, 25 de abril de 2016

Directos a la meta, sin peajes (1 de 2)

Existe algo mucho más importante
que una mente vacía de pensamientos,
y ese algo es una mente con un pensamiento único,
el pensamiento de Dios.

         Seguro que nadie duda ya de esa parte del Principio de Vibración que dice que “Energías iguales se atraen”, y es este principio la base de prácticamente todos los cursos, talleres, técnicas y métodos de crecimiento, de expansión de la conciencia, de construcción del carácter, de espiritualidad y sanación. Aprendemos a meditar para tratar de vaciar la mente de tantos y tantos pensamientos negativos con los que convivimos sin ser realmente conscientes, para que no atraigan la miseria que estamos generando. Aprendemos técnicas para atraer aquello que deseamos, a base de generar pensamientos conscientes positivos hasta conseguir la emoción correspondiente. Realizamos talleres para aprender a liberarnos de nuestros miedos y de nuestras limitaciones, que son muchas. Asistimos a clases de yoga y similares para liberarnos del estrés y mantener la serenidad y la calma. Leemos ávidamente un libro tras otro con lo que nuestra sabiduría en temas de “espiritualidad” se incrementa después de cada lectura, pero sin hacer prácticamente ningún uso de esa sabiduría, salvo impresionar a los demás. Y es posible que con todo esto consigamos algunos pequeños éxitos, es posible que consigamos ganar alguna “batallita”: Que se serene un poco la mente, que consigamos algunas de las muchas cosas que deseamos, que desaparezca el terror a la muerte y hasta que consigamos vivir una vida más serena. Pero… ¿Nos podemos conformar con eso?, y ¿Por qué no intentamos ganar la “guerra”?


         Si nuestra vida se circunscribiera al espacio de tiempo transcurrido entre el nacimiento y la muerte, sería más que suficiente, ya que el único objetivo de la vida sería vivir bien, sería vivir una vida feliz, carente de problemas y preocupaciones, una vida en la que consiguiéramos satisfacer todos nuestros caprichos.

         Pero el espacio de tiempo que transcurre entre el nacimiento y la muerte solamente es una vida física, es como esa “batallita” que comentaba en el párrafo anterior. Nuestra vida abarca más, mucho más, muchísimo más, tanto como una eternidad. Esta es la auténtica “guerra”, y nuestro objetivo, no es vivir bien, o vivir una vida feliz, o conseguir nuestros caprichos. Nuestro objetivo es otro, nuestro objetivo es la unión con Dios, lo cual no quiere decir que tengamos que renunciar a esos pequeños placeres.

         Los cursos, talleres, técnicas y métodos de crecimiento y sanación, con los que nos movemos todos en la actualidad son una excelente herramienta para poder acercarnos a vivir una vida feliz, para ir vaciando la mente de pensamientos, incluso para realizar un tímido acercamiento a vivir una vida desde el corazón, una vida basada en el amor. Pero en caso de conseguirse, lo cual es bastante difícil para un porcentaje importante del total de personas que tratan de transitar por este sendero, puede ser válido para la vida actual, pero de poco alcance para nuestra eternidad, porque el aprendizaje del alma va a ser limitado, ya que se va a circunscribir a pequeñas ganancias, que si que vamos a mantener para nuestra siguiente vida, pero que nos va a obligar a volver muchas veces e ir caminando vida tras vida a paso lento.


         Y nuestro avance va a ser tan lento que nos va a obligar a encarnar un sin fin de vidas más, cuando podríamos intentar, incluso sin tantas técnicas, avanzar a paso ligero y recorrer en una sola vida tanto trayecto como veinte o treinta vidas con los pequeños aprendizajes anteriores.

Continuará....................

jueves, 31 de marzo de 2016

Caminante

PERLAS PARA EL ALMA


Me encuentro en un punto de mi camino hacia Dios, como todos, cada uno en el suyo.


Le pido a Dios que me ilumine para no sentirme inferior cuando miro a los que van por delante, ni superior cuando miro a los que van por detrás. Que los que van por delante sean mi acicate, mientras ayudo con humildad a los que van por detrás.


sábado, 30 de enero de 2016

Pensamiento consciente

         Cuando consigo mantener el pensamiento consciente de que soy un hijo de Dios, de que solo estoy ejecutando un plan establecido de antemano, de que me encuentro momentáneamente sobre un escenario representando un personaje que a su vez trata de recordar sus orígenes, y que todos los que me acompañan están también representando su papel y tratando de activar sus recuerdos, siento una serenidad especial. La serenidad del que sabe que “todo está bien”, y de que nada malo puede suceder porque Dios me está llevando de la mano, la serenidad del que no tiene que competir para demostrar nada a nadie, la serenidad del que sabe que no ha de esperar a una próxima parada para encontrarse con Dios, porque Él es quien conduce el autobús, porque Él es el cobrador, porque Él es mi vecino de asiento.



         Cuando consigo mantener el pensamiento consciente de que solo estoy tratando de recordar por donde volver al camino que me llevará a casa, recibo con generosidad los frutos que se encuentran a ambos lados de los caminos que me llevan al camino central, y sé que siempre voy a recibir aquello que necesite.

         Tengo que reconocer que me cuesta trabajo y que tengo que permanecer muy atento, porque para mí es difícil, supongo que para ti también lo debe ser, y que como yo tratas de boicotearte manipulando tu vida para que sea tal y como se va proyectando en la estepa de la mente, pero cuando consigo cambiar la estepa por el paraíso, y consigo mantenerlo durante un tiempo merece la pena, porque me inunda la Energía Divina.


¡Inténtalo!, si yo puedo a veces, seguro que tu también. 

martes, 8 de diciembre de 2015

La Ley de la Atracción desde otra perspectiva (y 2)


La llegada a la vida se realiza con un Plan determinado, perfectamente organizado, con un objetivo definido, con unas tareas establecidas, con unas personas asignadas y unos acontecimientos pactados. Pero al llegar a la vida no recordamos nada. Amnesia total.

Sin embargo, a pesar de que no recordamos absolutamente nada de nuestra Plan de Vida, y tampoco sabemos a ciencia cierta cuál es la razón de nuestra estancia en la vida, el alma, que si tiene conocimiento de nuestro Plan va enviando imputs, que son eso que denominamos corazonadas, para indicar, de la única manera que puede, cual es el camino a seguir y cuales los pasos a dar.

Pero para nuestra desdicha las corazonadas las filtramos por el arel de la mente y no pasa ni una migaja. Y el espacio que debía de ocupar la corazonada queda vacio, y en ese vacío van tomando forma los deseos del ego, maquillados de mil maneras maravillosas: El dinero necesario para que estudien los niños, las vacaciones necesarias a la orilla del mar para mejorar la circulación, la nueva casa con más espacio para todos, etc., etc., etc.

Y las Leyes del Universo que no utilizamos para nuestro propio crecimiento, para acercarnos a Dios, para dejar de sufrir o para aprender a amar, intentamos utilizarlas para satisfacer nuestros anhelos.



La Ley de la Atracción funciona sin tener que trabajar absolutamente nada para cualquier aspecto negativo. Es normal, lo negativo permanece de manera permanente en la mente y en las emociones, con lo cual es fácil atraer lo negativo. Lo positivo, aquello que deseamos ya nos cuesta un poco más de trabajo.

No voy a decir que hemos de hacer para que sea más fácil, lo importante es que no atraigamos nada. Dediquémonos al Plan de Vida y dejemos de lado los caprichos.

La Ley de la Atracción y el Plan de Vida van paralelos, como si de una carrera se tratara. En realidad es como si se tratara de una carrera con tres caballos. Uno negro que corresponde a la atracción de energías negativas, uno blanco que corresponde a la atracción de energías positivas, y otro bayo que corresponde al Plan de Vida.

Depende de la intensidad de cada uno  para que sea ese el que se haga real en nuestras vidas. De momento gana por varios cuerpos de ventaja el caballo de las emociones negativas, le sigue de lejos el caballo de las emociones positivas, y más lejos aún se encuentra el caballo bayo.

Al caballo negro le espolean las emociones negativas que conviven con la persona, no descansa nunca. El dolor, el sufrimiento, la sensación de carencia, los celos, el miedo y tantas y tantas emociones negativas están perennes en la persona.

Al caballo blanco le mueven las emociones positivas. Es normal que vaya lento, las pocas emociones positivas que tiene la persona son las que intenta trabajar para atraer eso que desea, y somos tan perezosos y faltos de voluntad que se nos olvida a los cinco minutos de iniciado el trabajo.

Al caballo bayo le mueven las corazonadas, lo que es lo mismo que decir que no se mueve.

¿Qué sería bueno hacer? Frenar al caballo negro, y dejar que al caballo blanco y al caballo bayo los montara el mismo jinete, y sería fantástico si consiguiéramos que el jinete fuera Dios.

Si dejamos nuestros planes y nuestros deseos en manos de Dios, entonces primará el Plan de Vida sobre los deseos, a no ser que los deseos formen parte del Plan de Vida.

Luchar por nuestros deseos desestimando el Plan de Vida va a generar más Karma y no se va a eliminar el que teníamos previsto en nuestro Plan. La vida no es divertirnos para tratar de olvidad la infelicidad, la vida es abolir la infelicidad amando.

Podemos olvidarnos de la Ley de la Atracción para conseguir cosas, y debemos tenerla en cuenta para no atraer nada negativo.

Y para atraer el Plan de Vida hagamos como dijo e hizo la Virgen Maria: “Hágase en mi Tu Voluntad”.