El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




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sábado, 22 de junio de 2024

Pensamientos

 


Todo nuestro mundo, toda nuestra vida y todo lo que experimentamos están hechos de pensamientos. Tenemos pensamientos buenos, pensamientos malos y pensamientos neutros.

Nuestra mente está en un diálogo permanente, a veces, cuestionándolo todo, juzgándolo todo, culpabilizándonos a nosotros mismos y a nuestro entorno, atemorizándonos; otras veces, alabándonos, viendo la bondad en los demás y expresando compasión y ternura. Por lo tanto, nuestra mente, y por extensión nuestra vida, está llena de claroscuros; nada es puramente luminoso ni completamente oscuro.

Si aceptamos que somos lo que pensamos y que nuestra vida está moldeada por nuestros pensamientos, entonces tenemos una herramienta poderosísima para ser felices, estar alegres, demostrar ternura y ser compasivos. Solo necesitamos permitir los pensamientos positivos.

Además, si reconocemos que somos los únicos responsables de nuestros pensamientos y que nadie más nos obliga a pensar de cierta manera, no deberíamos culpar al vecino por nuestro dolor o desdicha. Solo nosotros somos responsables de nuestro sufrimiento.

 


lunes, 10 de junio de 2024

Yo me condeno

 


          Reflexionar sobre la frase de Buda "somos lo que pensamos" me lleva a una profunda toma de conciencia: soy el arquitecto de mi propia prisión. ¡Qué paradoja! Soy yo quien forja las cadenas que me atan, yo me exilio voluntariamente y me condeno al sufrimiento.

          Continuando con esta línea de pensamiento, podría parecer sencillo abrir la puerta de la celda que me mantiene cautivo y abrazar la libertad. Sin embargo, surge la duda: ¿alguna vez he sido verdaderamente libre? La respuesta parece ser negativa, ya que me encerré en mi propio laberinto mental desde el momento en que empecé a pensar.

          Entonces, ¿debería dejar de pensar para ser libre o, simplemente, aprender a dirigir mis pensamientos? La tarea es ardua. Los pensamientos surgen espontáneamente, cargados de una energía abrumadora que puede manifestarse en alegría, tristeza o soledad.

          ¿Puede ser que el problema sea que no tengo conciencia de mí mismo?, ¿es posible que si tuviera conciencia de mí se abrirían, de par en par, las puertas de mi propia cárcel? Debo de reconocer que hay aspectos de mí que desconozco, lo que podría explicar por qué hay días en que amanezco radiante de felicidad y, sin previo aviso, me sumerjo en la desolación y la desesperanza antes del mediodía.

La clave debe ser ir más allá de mi propia realidad. De eso que yo creo que es real y que, sin embargo, solo es una creación de mi conciencia. Las barreras que siento, o creo sentir, son sin duda autoimpuestas. La libertad, entonces, podría encontrarse no en la ausencia de pensamiento, sino en la habilidad de navegar y orquestar la sinfonía de mi mente.

viernes, 3 de mayo de 2024

Atención

 

La mente, que máquina tan perfecta y tan perversa. Es incansable, siempre en constante actividad: elucubrando, maquinando, imaginando, recordando, comparando y juzgando. Es un flujo ininterrumpido de pensamientos que, inevitablemente, preceden a las palabras y acciones. Como dijo Buda: "Somos lo que pensamos".

Esta afirmación nos lleva a una aparente conclusión sencilla: si logramos organizar nuestros pensamientos, podremos organizar nuestra vida. Vivir de cierta manera parece requerir solo pensar de esa manera; para ser feliz, bastaría con pensarlo.

Sin embargo, la simplicidad de la conclusión contrasta con la complejidad de su aplicación práctica. No es tan sencillo como parece, pero es posible con una sola práctica: la atención.

La atención nos permite ser conscientes de nuestros pensamientos en cada momento, evitando quedar atrapados en ellos. Al no alimentarlos con energía o poder, permitimos que se disipen tan rápido como surgieron.

Esta atención consciente es la base de la meditación mindfulness, que nos permite observar nuestros pensamientos sin juicio y dejarlos pasar. Al hacerlo, no solo organizamos nuestra mente, sino que también encontramos paz y claridad en medio del caos mental. Es un camino hacia la liberación de los patrones de pensamiento que nos limitan y hacia la adopción de una perspectiva más amplia y serena de la vida.

Así, la felicidad no va a ser solo un deseo o un pensamiento, sino un estado de ser que cultivamos a través de la práctica constante de la atención plena. Es un arte que, una vez dominado, puede transformar nuestra existencia, llevándonos a una vida más plena y equilibrada.


viernes, 12 de abril de 2024

Reflexión: La vida es más sencilla de lo que parece

 


          Si te detienes a reflexionar de manera honesta, serena y profunda, como si fueras un observador imparcial, sin permitir que te perturben o condicionen los acontecimientos que envuelven tu existencia, llegarás a la conclusión de que vivir la vida es mucho más sencillo de vivir de lo que la mayoría de las personas experimentan.

Considera la última ocasión en la que te enfureciste o perdiste la paciencia, cuando alzaste la voz o castigaste a alguien con tu silencio, quizás incluso a alguien muy cercano a ti. ¿Realmente valió la pena? ¿Lograste resolver algo? ¿Ganaste más alegría, felicidad, salud o dinero? O, por el contrario, ¿simplemente malgastaste un tiempo valioso y único, irrecuperable en toda tu vida futura, además de sumergirte en un estado emocional digno de los moradores de los círculos infernales que Dante describe en "La Divina Comedia"?

          Reflexiona, también, si esos pensamientos de carencia, de miedo, de dolor, de dudas o de preocupación por tu incierto futuro. ¿Están, realmente, resolviendo tus problemas o, simplemente, te mantienen atado a la ansiedad, impidiéndote vivir una vida plena?

Al analizar esos episodios de conflicto, observa qué parte de tu deseo no cumplido, posiblemente desconocido por la otra persona, contribuyó a tu insatisfacción personal o a tus expectativas sobre el comportamiento ajeno. De esta manera, si buscas culpables, tal vez te encuentres mirándote a ti mismo.

          Si, a pesar de todo, aún no estás convencido de que la vida puede ser más sencilla de lo que la estás viviendo, considera que cada suceso, por insignificante que parezca, es simplemente una manifestación de tu "Contrato Divino" o tu "Plan de Vida", aceptado antes de tu llegada a este mundo. Todo lo que ocurre en tu vida ha sido organizado y planificado por ti para cumplir con el propósito de tu existencia, que quizás no estás llevando a cabo debido a pensamientos o deseos que te limitan.

          Y si aún albergas dudas sobre lo simple que podría ser la vida, te planteo otra reflexión: ¿Qué propósito habría servido si tu corazón dejara de latir después de un episodio de ira, enfado o un pensamiento erróneo?


sábado, 6 de abril de 2024

Pensando en los pensamientos

 


Pensando en los pensamientos

 

Pensamientos. Son cientos, miles, millones los que han pasado por mi mente.

¡Cuántos pensamientos inútiles!, ¡cuántos perdidos! Han generado una energía que me afecta hasta la desesperación, pero ellos se han ido dejando una estela invisible.

Una estela que, aunque no se ve, se siente en el aire, como una brisa que acaricia sutilmente la piel. Es el eco de ideas que alguna vez fueron fuertes, ahora susurros lejanos que apenas puedo entender.

En el silencio de la noche, cuando todo está en calma, esos pensamientos regresan, buscando ser escuchados. Algunos vienen con la dulzura de un recuerdo querido, otros con la fuerza de un sueño aún no realizado, otros solo me mortifican.

Y me pregunto, ¿cuál es el propósito de tanto ruido? ¿Qué mensaje oculto traen consigo estos visitantes nocturnos? 

Quizás son lecciones disfrazadas, o simplemente el desecho de un día lleno de prisa, de un mundo que no se detiene.

Pero hay algo hermoso en este caos de la mente, una promesa tácita de que cada pensamiento tiene su lugar. Aunque muchos se pierdan, algunos florecerán, dando frutos de sabiduría, de amor, o de libertad.

Así que dejo que pasen, uno tras otro, sin aferrarme, sabiendo que en el río de la conciencia todo fluye. Los pensamientos vienen y van, pero lo que permanece es la esencia de quien soy, más allá de lo que pienso.

 


jueves, 29 de febrero de 2024

Meditar en la cocina

 



Puede ser tan espiritual cocinar un estofado de lentejas como meditar. La clave está en la actitud y, sobre todo, en la presencia.

Si el pensamiento y la acción están presentes en la cocina, cocinando las lentejas, no hay ninguna diferencia con la actitud que se trata de mantener en la meditación: “Siempre presente”.

A fin de cuentas, la meditación tendría que ser una manera de vivir, no una actividad a la que dedicar unos minutos al día. Se trata de vivir el presente en los minutos de meditación y en las horas restantes del día.

 

sábado, 2 de septiembre de 2023

Recuerdos



      Hoy mi mente está teñida de nostalgia porque se ha estado paseando por acontecimientos ocurridos hace 12 años, recordando hechos que se dieron con motivo de mi cambio de residencia a Perú.

     A los 15 días de haber tomado la decisión de ir al Perú, comenzó a moverse la venta del piso que tenía a la venta en Sabadell y en otros 15 días se concretó la venta.

Me hizo pensar, y mucho, que justo después de tomar la decisión personal de irme al Perú, se vendiera el piso en un mes, después de 5 años de tenerlo a la venta, sin conseguir ni un solo interesado. Si tenemos en cuenta, como dicen los modernos gurús, que la casualidad no existe, no me queda más remedio que creer que la venta del piso estaba enlazada con el traslado a Perú y, que la decisión del viaje fue como si se abriera una compuerta por la que todo comenzaba a circular, después de un cierto tiempo estancado.

Pero no solo eso, el centro de yoga que dirigía en Sabadell junto a una amiga y socia se traspasó en un mes. Todo se estaba resolviendo con una facilidad pasmosa.

Durante los 5 años que el piso estuvo en el mercado estuve trabajando la Ley de la Atracción, un día sí y otro también, para acelerar la venta. Visualizaba a los compradores dándonos un cheque mientras nosotros les entregábamos las llaves. En múltiples ocasiones sentía tan fuerte la emoción de que la venta estaba hecha que, al ver, en los siguientes días, que todo seguía igual y no pasaba nada, se apoderaba de mí una sensación, tan fuerte, de impotencia y frustración que tenía que hacer un trabajo interno especial para recuperar mi centro.

 Tengo que reconocer que siempre he tenido serias dudas sobre el funcionamiento o la veracidad de la Ley de la Atracción. Tenía claro que yo no había atraído la venta, porque en esos días mi mente y mi energía no estaban para nada enfocadas en ello. Mi mente estaba enfocada en lo que me iba a encontrar, en leer guías del Perú y todo lo que cayera en mis manos que hablara del país, en cual sería mi ocupación una vez allá, en cuál era su moneda y su valor en el cambio a euros y, en un millón de cosas más, pero ninguna estaba relacionada con la venta del piso.

Todavía no había comunicado a nadie mi decisión, por lo tanto, la energía de todos los demás, sobre todo de mi ex esposa, no había variado un gramo para que se concretara la venta. Y, sin embargo, se dio.

Creía entonces, y ahora, con más razón, por los acontecimientos de la vida, que para que se dé alguna cosa, no hay que estar tratando de generar la energía de la cosa, que se quiere conseguir, como conseguida. Es muy laborioso eso de estar pensando todo el día que me siento muy feliz con la venta del piso, cuando la realidad era que estaba del piso hasta “más arriba de la coronilla” y, además, si no estoy mal informado, Dios quiere que nos divirtamos. Para mi no es muy divertido intentar sentirme emocionalmente fantástico por algo que no tengo. Puedo aceptarlo, lo acepto, no me quejo, pero de diversión, poca.

Creo que todo el montaje de la vida es como los videojuegos. Para pasar de nivel hay que superar el nivel anterior. Me explico.

Cuando venimos a la vida, el alma establece un Plan, en el que aparecen reflejadas todas las cuestiones importantes. Pero no existe un tiempo de cuando van a materializarse o una fecha límite para su realización. Entre otras razones porque el tiempo es algo intrínseco con la materia. Al otro lado de la vida, allí donde solamente somos energía, no existe el tiempo ni el espacio.

Este concepto de “no tiempo” y “no espacio”, no voy a decir que me atormenta, pero si que ha ocupado muchas horas de mi pensamiento. Siempre me he preguntado cómo puede ser que, sin materia, siempre sea “ahora”, aunque, la realidad es que aquí, en la vida física también se cumple la regla de que siempre es ahora, ya que, si no tuviéramos mente o, la tuviéramos lo suficientemente adiestrada, no viajaríamos al pasado, que solo es un recuerdo de la mente, y tampoco construiríamos castillos en el aire que no dejan de ser deseos fabricados por una mente caprichosa.    

Volviendo a que la vida funciona como un videojuego, es fácil de entender: Para que se movilice “b”, ha de cumplirse “a”, y cuando se cumpla “b”, comenzará a moverse “c”. Por eso el inmueble estaba “muerto de la risa” esperando que yo completara el nivel anterior que era tomar la decisión de trasladarme a Perú.

Lo curioso de todo esto, es que en los 5 años que estuvo el piso a la venta, un buen número de clarividentes, adivinos, tarotistas y, algún que otro iluminado, iban pronosticando: El piso está vendido en mayo. Y cuando llegaba mayo: el piso está vendido en octubre, y así durante 5 años. Hay mucho charlatán suelto.        

Todo esto fue haciendo que mi nivel de credulidad en todas estás “cosas esotéricas” fuera reduciéndose cada vez más hasta quedar reducido a la nada.

La única guía válida, en la vida, es nuestro Plan de Vida, elaborado por el alma, en compañía de amigos, maestros y familiares que nos acompañan al otro lado de la vida. De dicho Plan, no tenemos el más mínimo conocimiento, pero si nos dejamos llevar por las intuiciones vamos a acercarnos mucho para logar su cumplimentación e ir, así, avanzando niveles.

viernes, 30 de junio de 2023

Eterna juventud

 



Miércoles 28 de junio 2023

 

“Por favor no toques mis arrugas.

Me costó mucho tiempo conseguirlas”

Anna Magnani

         

Hoy es mi cumpleaños. Un 28 de junio, a las 11 de la noche, hora peninsular española, asomé la cabeza a esta vida. No sé si es la primera vez que visito este hermoso planeta o ya lo había visitado en anteriores ocasiones, aunque creo que tampoco es muy importante saber si esta es la primera o la “equisesima” vida.

Hace algunos años, muy pocos, habría dado, con gusto, la mitad de la vida que me quedaba por vivir, por saber algo de mis vidas anteriores. Hoy ya me da igual. A fin de cuentas, si ha habido otras vidas, no tengo conciencia de ellas. Solo tengo conciencia del peregrinaje que estoy realizando en esta y, puedo asegurar que está siendo más duro de lo que nunca me hubiera imaginado. Y como todo el trabajo que tengo que hacer he de hacerlo en esta vida y con este cuerpo, ¿para qué ocuparme de otras vidas?, bastante tengo con ocuparme de esta.

Mi despertar de esta mañana ha estado acompañado de un pensamiento digno de este diario, de babau completo.

Yo tengo claro, porque es una de mis creencias más arraigadas, de que todo es un pensamiento, supongo que como muchos de los que os asomáis a esta ventana.

Este ha sido mi pensamiento: Desde que nacemos, celebramos, año tras año, nuestro nacimiento. Es decir, celebramos envejecer y, según las enseñanzas de la Ley de la Atracción, está claro que estamos llamando a nuestra vida a la vejez, a la enfermedad y a la muerte.

¿Qué pasaría si al llegar a un determinado número de años de vida, nuestra celebración no fuera por cumplir años, sino por descumplirlos?, ¿viviríamos más?, ¿viviríamos mejor?, ¿erradicaríamos la muerte?

Si el cuerpo responde a las órdenes que recibe, ¿Qué pasaría si las órdenes fueran para rejuvenecer y no para envejecer?

Por lo tanto, si no queremos que el cuerpo envejezca y muera, solo tenemos que cambiar la actitud. Digámosle al cuerpo que va a vivir para siempre y así será.

Si trabajamos la Ley de la Atracción para que nos llegue más dinero, una buena salud, una pareja perfecta o unos hijos maravillosos, ¿por qué no atraer la eterna juventud?

lunes, 8 de mayo de 2023

El primer pensamiento

 


Argimiro se sentía confuso. Estaba escuchando un pitido penetrante, que le parecía ensordecedor, cuando hacía solo un instante que corría, desesperado, gritando como un poseso, detrás de un autobús, que había emprendido la marcha, dejándolo en tierra, perdido, en una carretera en mitad de la nada.

El conductor había informado a los viajeros que realizaban una parada, de diez minutos, para que los ocupantes pudieran estirar las piernas, que ya permanecían medio adormecidas después de 10 horas sin moverse del asiento. Argimiro caminó junto con sus compañeros de viaje, a un lado y a otro del vehículo y, antes de volver a subir, se adentró en el bosque, que se encontraba al lado de la carretera, hasta unos árboles cercanos, para descargar su vejiga que estaba a punto de reventar.

Ese autobús tenía que haberle llevado hasta el aeropuerto para abordar un avión que le iba a devolver a su país, después de seis meses alejado de él por cuestiones laborales y, por ende, alejado, también, de su familia.

Tuvo que cesar en su desenfrenada carrera porque el vehículo desapareció de su campo de visión y comprendió que era ridículo seguir corriendo, ya que nunca le daría alcance y, estaba claro que, el conductor no se había percatado de que había dejado a un pasajero en tierra y, tampoco se dio cuenta del loco que corría con tanto desespero.

Esto era dramático, porque no sabía donde estaba, no sabía cuando pasaría otro autobús y, aunque pasara, no iba a llegar a su vuelo.

El estridente sonido no le dejaba concentrarse para encontrar la solución a su problema. Pensó que el sonido se parecía mucho a la alarma de un despertador y, de manera inconsciente, estiró su brazo, hasta tropezar con algo. No entendía nada, pero se trataba de su reloj despertador. De un golpe detuvo la alarma y, de repente, se hizo el silencio.

Aun tardó unos segundos en ser consciente de que estaba teniendo un sueño, tan desagradable, que lo podía calificar de pesadilla. Cuando abrió los ojos y reconoció su habitación, respiró aliviado.

-    Todo ha sido un sueño, -pensó-, que descanso, estoy en casa.

El mismo reloj que le había despertado proyectaba una luz roja hasta el techo de la sala. Eran las 5:30, la hora en la que se levantaba cada mañana para iniciar un nuevo día. Todavía desconcertado tardó unos momentos en ser consciente de que era martes y no le quedaba más remedio que levantarse.

Su mente, siempre alerta, para llevarle por los vericuetos más oscuros de la existencia, comenzó a presentarle un pensamiento tras otro, con una velocidad que solo puede conseguir una mente humana, y exhibiendo, en cada nuevo pensamiento, aún más miseria, más miedo, más impotencia y más rechazo a la vida, que el pensamiento anterior.

  Argimiro, todavía impresionado por la conmoción de la pesadilla que había vivido en su sueño, dejó que esos lúgubres pensamientos fueran tomando el poder de su nuevo día:

-    Otro día más. Igual que el de ayer o anteayer. Igual que el que será mañana. ¡Qué asco de vida!, ¡qué aburrimiento!

<< ¿Dónde estará el aprendizaje?

<< Con una vida tan monótona y aburrida, ¿Para qué vivir?

La mente lo estaba consiguiendo. Las emociones que comenzaba a sentir Argimiro estaban en consonancia con sus pensamientos: Ansiedad, miedo, ira, tristeza.

Pero, en algún momento, antes de salir de la cama, apareció, en la misma mente que le estaba destruyendo, un punto de lucidez:

-    Si sigo regodeándome en los mismos pensamientos, creo que voy a tener que correr al baño para vomitar. ¡Tengo que cambiar el discurso!

<< Mi vida, hoy martes, no va a cambiar y va a ser la misma con cualquier pensamiento, pero estos pensamientos nefastos me están destrozando emocionalmente. Lo mejor que puedo hacer es cambiarlos.

<< Creo, además, que con la energía de miseria que estoy generando lo único que voy a conseguir es atraer más miseria. Y no quiero más miseria, ya tengo suficiente, quiero ser bendecido por la paz, por la serenidad, por la alegría, por la abundancia, por el amor.

Y así, Argimiro comenzó a repetir, al principio casi con desespero y al cabo de pocos minutos de manera más serena: Gracias por las infinitas bendiciones que estoy recibiendo a cada instante. Él sabía que no era cierto o, al menos, no era consciente de esas bendiciones, ¿o sí?, porque el tener una casa, una cama donde dormir, agua corriente, un frigorífico con comida, salud para él y su familia, etc., etc., bien podían considerarse como bendiciones.

La realidad es que, poco a poco, el pensamiento consciente, de agradecimiento, comenzó a ocupar su cerebro, dejando en el olvido los nefastos pensamientos con los que se había despertado y, sus emociones, en consonancia con el pensamiento, se fueron transmutando de tristeza a paz, de ira a humildad y de ansiedad y miedo a tranquilidad.

Ya estaba preparado para un nuevo día.

Dejó por un momento de agradecer y casi, de inmediato, surgió un nuevo pensamiento:

-    Argimiro, ¿no has pensado que, bien pudiera ser que tu aprendizaje se encuentre, precisamente, en la repetición de tus días?

<< Hagas lo que hagas, que sea con alegría, sin juzgar la razón de porqué lo haces, sin criticar a ninguna otra persona, sirviendo a tu familia con amor, con paciencia. Y, todo eso, que no sean solo tus acciones, sino, también, que lo sea tu palabra, que lo sea tu pensamiento. Sé coherente, piensa, habla y actúa de la misma manera, y colócate en los zapatos no solo de tu familia, sino en los de todo aquel que se cruce en tu camino.

 << No tiene ningún mérito realizar la acción más extraordinaria en el mundo, si en tu interior estás renegando de algo o de alguien. No tiene ningún valor. Tu evolución será nula y tus días se repetirán una y un millón de veces, en esta y en las siguientes vidas, hasta que seas coherente con el amor.

jueves, 16 de marzo de 2023

Ideas que se van

 


 

Jueves 16 de marzo 2023

 

Hace unos días estábamos mi hijo y yo solos en casa. Mientras yo cocinaba, unas alubias blancas con almejas que, por cierto, salieron exquisitas, él estaba leyendo en su cuarto. Siempre va con un reproductor de música en el que va escuchando música que antes ha grabado en un USB. Es fácil saber por donde para porque solo hay que seguir la estela de la música.

La música, que siempre suele estar algún decibelio más alto de lo normal, ese día sonaba un poco más suave, y por encima de la música comencé a escuchar una conversación.

Detuve el extractor de la campana para escuchar con más atención, por si se estaba dirigiendo a mí, desde su cuarto. Me extrañaba porque sabe que no me gusta que nos comuniquemos a gritos de una parte a otra de la casa.

No, no me hablaba a mí. Me dirigí a su cuarto a ver con quien mantenía la conversación y, claro, no había nadie más en la habitación.

-    ¿Con quién hablas? –le pregunté. Hace algunos años, ya lo hacía y me contaba que hablaba con los angelitos que habían venido a visitarle.

-    Hablo conmigo mismo, -¡vaya!, parece que los ángeles dejaron de visitarle.

-    Y, ¿Qué te dices?

-    Cosas mías

-    ¿No puedes solo pensarlas?, ¿por qué lo dices en voz alta, si es a ti mismo?

-    Es que si solo las pienso, se meten en medio otros pensamientos y no me dejan terminar la conversación y, así, hablando conmigo los otros pensamientos están callados.

Era una buena explicación. Y, entonces fui consciente de que a mí me ocurre algo parecido. A veces, aparece el hilo de una idea, en forma de pregunta, o como respuesta a algo que llevaba días dando vueltas por mi cabeza. Si quiero desarrollar la idea, esperar la respuesta a la pregunta o procesar la respuesta, tengo que sentarme y comenzar a escribir o comenzar a grabar, porque si no, aparecen otros pensamientos y, al cabo de 10 minutos, me encuentro pensando en el sexo de los ángeles y preguntándome, ¿qué fue de la idea?, ¿qué respuesta apareció en mi mente?, ¿a qué pregunta? Se me había ido, como se van los sueños en el momento en que abres los ojos.

Voy a justificar lo que creo que me pasa. No es que me cueste trabajo dominar el pensamiento. Lo hago bastante bien, tengo mucha práctica, lo que pasa es que “ese pensamiento” que llega, yo creo que lo hace desde una vibración diferente y, al chocar con la realidad de la energía normal de mi cuerpo se distorsiona un poquito.

Por eso siempre llevo conmigo una libreta y un bolígrafo. Y no es raro ver que en mitad de un paseo me siente diez minutos en un banco a escribir “eso” que comienza a dar vueltas por mi cabeza, o me ponga a hablarle al celular, como un poseso, para grabar la idea.

Algunas de esas ideas las voy desarrollando y se convierten en una entrada que cuelgo en el blog o, si son cortitas, las escribo en el face. Pero hay otras muchas que duermen el sueño de los justos. Voy a tratar de recuperar algunas. 

sábado, 4 de marzo de 2023

Reflexiones



 Sábado 4 de marzo 2023

 

Es tan hábil y rápido el pensamiento que, cuando le damos un poco de espacio se desboca y nos presenta ideas de lo más variopintas, casi siempre referidas a lo que podrían ser nuestros más íntimos intereses.

Esto es lo que ha pasado por mi mente, esta mañana, bajo el agua de la ducha.

Cuando el ser humano encarna, lo hace sin memoria. Sin memoria de donde viene, si es que viene de algún lugar; sin memoria de lo que viene a hacer en la Tierra, si es que ha venido a hacer alguna cosa; sin memoria de cuál es su trabajo, si es que tiene que desempeñar algún trabajo determinado.

Entonces, cabría preguntarse: ¿será que el ser humano viene sin memoria, por algún tipo de acuerdo tácito, o que, realmente, viene sin memoria porque no tiene nada que recordar?

No se sabe, o ¿si se sabe? Es igual, porque como el ser humano no quiere dejar de existir, se han ido inventando fórmulas, desde el principio de los tiempos, en las que siempre existe un lugar, (distinto en función de cada una de las fórmulas), al que la persona, parece ser que se desplaza, de alguna manera, después de la muerte.

Pero esos lugares siempre son de destino, nunca aparece ninguno que sea origen o punto de partida. Por lo tanto, cabría pensar que permanece, de alguna manera, en el lugar al que va después de la muerte, esperando el momento de volver a nacer. Así que, se podría aventurar que el lugar de origen y el lugar de destino es el mismo.

Pero, ¿es importante saber, una vez en la vida, donde hemos estado antes de nacer? No estoy muy seguro de su importancia, teniendo en cuenta que hemos de librar la batalla de la vida ahora y no antes de nacer ni después de morir.

martes, 21 de febrero de 2023

Una manera de desperdiciar la vida

 


          ¿Quién ha dicho a nadie que su misión en esta vida sea ejercer de juez, ejercer de crítico, o ejercer de comentarista de la vida del resto del mundo?  Posiblemente, nadie y, sin embargo, existen muy pocas conversaciones en las que no se juzgue a alguien, o no se le critique, o no se opine sobre lo que sería mejor para la vida de esa persona.

          Cualquier juicio, cualquier opinión, cualquier crítica, no es más que un reflejo de la propia persona, no es más que un reflejo de sus pensamientos, no es más que un reflejo de sus creencias.

          Pero, los pensamientos y las creencias de cada uno, ¿por qué han de ser aplicables al resto del mundo? Los pensamientos y las creencias de las personas no son más que una manifestación de su nivel de evolución, no son más que una manifestación de su carácter, y en ningún caso sirven para ninguna otra persona, porque cada persona está en un nivel de evolución determinado, cada persona vive una circunstancia específica en su vida, distinta a cualquier otra.

          Para que se termine el juicio, la opinión y la crítica, sólo hay que aplicar una regla: el respeto. Cuando se respeta se acepta, y ante la aceptación todo está bien. Cualquier cosa que haga cualquier persona, ha de ser aceptado y respetado, porque es algo que pertenece a su vida, a su aprendizaje y su evolución.

          Te propongo un ejercicio sencillo, dedica un día a vivir sin juzgar, sin criticar y sin opinar lo que hagan los demás, a mirar con otros ojos, a respetar y aceptar cualquier cosa que hagan las personas de tu entorno, a colocarte en su lugar.

Ni tan siquiera tienes que comprender, solo respeta y acepta.

          El respeto y la aceptación es entrenamiento y práctica. Si cuando estés inmerso en ese trabajo de aceptación surge la crítica, no te enfades contigo.

      Si la crítica ha sido mental, pide perdón, mentalmente, y comienza de nuevo, observando lo mejor de la persona, focalizando tu atención en sus cualidades. Con la práctica, te acostumbrarás a observar las acciones de los demás como observas un día de sol, o las flores, o el vuelo de los pájaros, sin que te afecte lo más mínimo.

          Cuando consigas incorporar a tu vida el respeto y la aceptación, vas a sentirte libre, ya que el ejercer de juez, permanentemente, es agotador.

Dedica la vida a vivirla, no a vivir la vida de los demás. La vida es plenitud, y cada segundo que intentas vivir la vida de los demás dejas de vivir la tuya, dejas de vivir un segundo de tu tiempo que no volverá a repetirse. Conviertes tu vida en una vida incompleta y la vida es demasiado hermosa y, sobre todo, demasiado corta, para desperdiciarla, aunque sólo sea un segundo. Desperdiciar la vida juzgando, opinando o criticando a otros es, además, un trabajo insulso, ya que ese otro al que estás juzgando, es seguro que va a seguir viviendo su vida tan feliz, sin enterarse de tus críticas o pasando de ellas, porque sencillamente no las necesita; estás desperdiciando tu vida para nada.

Empieza ahora a mirar con otros ojos, empieza ahora a aceptar y a respetar, no esperes a mañana, no desperdicies más tu vida.

lunes, 20 de febrero de 2023

Salud (El poder de la mente subconsciente)

 



                                Del Libro “El poder de tu mente subconsciente”

Del Dr. Joseph Murphy

 

Toda enfermedad se origina en la mente.

Hay un proceso de sanación que es la fe.

Si le imprimes la correcta dirección a tu mente subconsciente, esta sanará tu mente y tu cuerpo.

Al cambiar tu mente llenándola con afirmaciones incesantes, también cambias tu cuerpo.

 

SALUD

 Repite durante 10 minutos, 4 veces al día:

Mi cuerpo y todos mis órganos fueron creados por la Inteligencia Infinita de mi mente subconsciente. Él sabe cómo curarme. Su sabiduría dio forma a mis órganos, tejidos, músculos y huesos. Esta presencia curativa infinita de mi interior está ahora transformando cada célula de mi ser, haciéndome sano y perfecto. Doy gracias por la curación que sé que se está produciendo en este momento. Maravillosas son las obras de la Inteligencia Creativa en mi interior.

 

Y, después, durante el resto del día, vete repitiendo, tantas veces como puedas:

Dios está devolviendo la salud y la armonía a mi cuerpo.

 Otra jaculatoria

La perfección de Dios está siendo expresada a través de mí. La idea de la salud perfecta está llenando mi mente subconsciente. La imagen que Dios tiene de mí es una imagen perfecta, y mi mente subconsciente vuelve a crear mi cuerpo en perfecta coincidencia con la imagen perfecta de mí que Dios tiene en su mente.

 Y otra más

Cada célula, nervio, tejido y órgano está recobrando su integridad, pureza y perfección. Se está devolviendo la salud y la armonía a todo mi cuerpo.

domingo, 19 de febrero de 2023

El poder del subconsciente

 


 “Somos lo que pensamos.

Todo el mundo surge de nuestros pensamientos.

Con nuestros pensamientos hacemos el mundo”

Buddha

 

Siempre me ha encantado la imagen de iceberg que encabeza este texto, para ilustrar la diferencia entre la mente consciente y la mente subconsciente, teniendo en cuenta que la mente es parte esencial del ser humano.

Aunque hablemos de la mente consciente y de la mente subconsciente, no tenemos dos mentes. Tenemos una sola mente en la que se desarrollan dos actividades diferentes.

La actividad de la parte de la mente que denominamos consciente, la cual trabaja con imágenes, es discernir que información desea, cual acepta y cual desecha. Puede elegir crear un pensamiento y dejarle que se magnifique o, sencillamente, quitarle la energía para que desaparezca, como el humo. Es la parte del razonamiento. Utiliza los cinco sentidos para su observación y experimentación. No creo exagerar si digo que, para nosotros, es el “director” de la obra de la vida, ya que todas las decisiones se toman desde ella. Y tampoco es exageración cuando vemos en la imagen que todo lo que procesamos conscientemente corresponde al 5% de todo el potencial que abarca la mente.

El 95% restante corresponde a la parte de mente, denominada, subconsciente. También trabaja con imágenes, pero a diferencia de la parte consciente no puede elegir pensamientos. Ella crea pensamientos de manera automática a partir de la información que recibe, información que ella asimila sin ningún tipo de discernimiento. Todo lo que recibe es bueno para ella, tanto lo que le llega del entorno, como aquello que procede de la parte consciente.

El Dr. Joseph Murphy Trust en su libro “El poder de tu mente subconsciente” escribe: “Tu mente subconsciente no tiene la capacidad de argumentar o discutir lo que se le dice. Si le das información errónea, la aceptará como verdadera. Entonces trabajará para hacer que esa información sea correcta. Todo lo que te ha acaecido, ha ocurrido a causa de los pensamientos impresos en la mente subconsciente mediante la fe. Si has comunicado conceptos equivocados o distorsionados a tu mente subconsciente, es de la máxima urgencia e importancia que los corrijas. La forma segura de hacerlo es dando repetidamente pensamientos armoniosos y constructivos a tu mente subconsciente. Al repetirlos frecuentemente, tu mente subconsciente los aceptará. De ese modo, puedes formular nuevos hábitos de pensamiento y vida más sanos, puesto que en tu mente subconsciente es donde radican los hábitos”.

Todos los seres humanos vivimos en una encarnizada lucha para eliminar enfermedades físicas, problemas emocionales y distorsiones mentales, con las que convivimos durante una buena parte de nuestra vida. Miedos, preocupaciones, dolencias físicas, carencias, deseos incumplidos y un largo etcétera, ocupan nuestra mente todas las horas del día.  

Pero mientras, por un lado, deseamos, por ejemplo, tener más dinero, por otro lado, nos pasamos el día encogidos por la angustia que nos genera la llegada del próximo recibo al que no podremos hacer frente. Es decir, la mente consciente piensa durante 10 minutos que sería fantástico recibir una gran cantidad de dinero y durante el resto del día lo mal que lo está pasando por no tener dinero.

Ante eso, la mente subconsciente, que es la que pone, todos los mecanismos, en marcha para que se cumplan, a rajatabla, los deseos de la mente consciente, no tiene duda de que lo que la parte consciente le está pidiendo es carencia, ya que la persona ha dedicado 23 horas y 50 minutos a dar órdenes sobre la falta de dinero ya que solo ha dedicado 10 minutos a la prosperidad.

He puesto el ejemplo del dinero, pero podemos decir lo mismo sobre el miedo a las arañas, la preocupación por el trabajo, la sensación de soledad, el hábito de comer chocolate, y mil ejemplos más. Cada persona conoce sus problemas y sus deseos.   

Se atribuye a Albert Einstein una cita que dice: “Si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo”.

Si con todo lo que llevas de vida no has conseguido cambiar ciertas cosas, podría ser un buen momento para intentar el cambio. Tampoco pierdes nada, puedes ganar mucho. De entrada, mientras estás repitiendo tus jaculatorias, te estás ahorrando los pensamientos habituales que están llenando tu cuerpo energético de energía negativa.

Si le imprimes la correcta dirección a tu mente subconsciente, esta sanará tu mente y tu cuerpo.

Al cambiar tu mente llenándola con afirmaciones incesantes, también cambias tu cuerpo.

 

SALUD

 Repite durante 10 minutos, 4 veces al día:

Mi cuerpo y todos mis órganos fueron creados por la Inteligencia Infinita de mi mente subconsciente. Él sabe cómo curarme. Su sabiduría dio forma a mis órganos, tejidos, músculos y huesos. Esta presencia curativa infinita de mi interior está ahora transformando cada célula de mi ser, haciéndome sano y perfecto. Doy gracias por la curación que sé que se está produciendo en este momento. Maravillosas son las obras de la Inteligencia Creativa en mi interior.

Del Libro “El poder de tu mente subconsciente”

Del Dr. Joseph Murphy


Y, después, durante el resto del día, vete repitiendo, tantas veces como puedas:

Dios está devolviendo la salud y la armonía a mi cuerpo.


Y ten paciencia. Tu cuerpo necesitó de 9 meses para formarse. Tienes que darle tiempo para repararse.