El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




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martes, 25 de octubre de 2022

Antay conoce la empresa



Capítulo XIII. Parte 2. Novela "Ocurrió en Lima" 

La oficina de recursos humanos se encontraba en la planta superior, justo al lado del espacio que ocuparían las nuevas oficinas de informática.

El señor Ramírez era un señor bajito, regordete y calvo. Un espléndido bigote adornaba su cara en la que destacaba, además del bigote, unos grandes ojos negros que parecían escudriñar todo. Era un hombre, que debía rondar la sesentena, afable, educado, respetuoso y servicial.

Durante dos horas permanecí con el señor Ramírez repasando el contrato y completándolo con la información de mis datos personales. Allí me enteré cual sería mi sueldo, ¡cinco veces mayor que el que tenía en mi antiguo trabajo!

Mientras el señor Ramírez bajaba al despacho del señor Moretti para que este firmara el contrato, pasé al que sería mi despacho. Había una antesala en la que se ubicaría mi asistente. Estaba claro que nadie iba a pasar a mi despacho sin que antes la persona que estuviera en dicha antesala le diera su visto bueno. Una vez pasado ese filtro se llegaba al que iba a ser mi despacho. Era una sala de unos 15 metros cuadrados con un gran ventanal que daba a la calle. Delante del ventanal se encontraba la mesa, un sillón, que parecía muy cómodo, y una estantería repleta de carpetas, todas iguales, rotuladas en el canto con el nombre de cada una de las oficinas que la empresa tenía repartidas por todo el país. No faltaba ningún detalle, teléfono, lápices, hojas de papel, en fin, todo lo que se puede necesitar en una oficina, excepto computadora.

-    Las computadoras, tanto la suya como la de todo su departamento, serán las que ustedes vayan retirando de las oficinas, -era la voz de Claudia, la asistente del señor Moretti- que entraba en ese momento en la sala.

>> Saliendo de su despacho a la derecha están las oficinas que ocupará su personal, vamos a verlas, si le parece.

-    Sí, vayamos, gracias, -y salí tras ella para terminar que conocer el espacio que ocuparían las personas de mi nuevo departamento.

 El espacio parecía muy acogedor. Equipado con mamparas de un metro de altura, podían trabajar, de manera cómoda, 15 personas.

En la misma planta se encontraba una sala de juntas con capacidad para 20 personas, baños separados, de hombres y mujeres, y una sala de descanso equipada con una especie de cocina en la que había un microondas, una cafetera y una maquina dispensadora de agua fría, natural y caliente.

-    Cuando el señor Moretti encargó el microondas, -comentó Claudia- todos pensamos que era un gasto inútil y, sin embargo, es una de las piezas que más se utiliza. Nos viene muy bien para calentar la comida los días que estamos agobiados de trabajo y no nos da ni tiempo de salir a comer o para los que prefieren calentar la comida que traen de casa en lugar de comer en cualquier cafetín.

miércoles, 15 de junio de 2016

De "ser humano" a "ser espiritual".

Es momento de dejar de jugar a ser espirituales, ya hemos aprendido las reglas del juego. Ha llegado el momento de incluir la espiritualidad en la vida cotidiana, es momento de trabajar desde la ética de la conciencia, es momento de amar, es momento de sanar de manera total, es momento de compartir, de relacionarse, es momento de practicar y salir de la teoría, es momento de dejar atrás los prejuicios religiosos, es momento de trabajar para dirigirnos a un futuro brillante, feliz, abundante, pleno. Y podemos llegar a ese futuro respetando las reglas del Amor.
         En este momento de cambio vamos a trascender de “ser humano” a “ser espiritual”, y para eso ya no valen ni escuelas ni maestros, ya que la única escuela válida es nuestro interior, nuestra intención, nuestro corazón. Porque no hay nada que aprender, todo está en nosotros, ya tenemos todo el conocimiento de Luz y de Amor, y muchos de nosotros, o ya hemos cambiado nuestra vibración o estamos en pleno proceso.



         En la actualidad el ser humano vive para él, de manera individual, y ha de salir de ese individualismo para atender las necesidades del alma, empezando a desarrollar propósitos simples, para una vez conseguidos continuar con mayores empresas. Pero todo tiene un principio, y ese principio ha de ser observar si existe alguna contradicción entre lo que se piensa, lo que se dice y lo que se hace. Si no existe coherencia entre los pensamientos, las palabras y los actos, el ser humano se engaña a sí mismo.
         Hay que escuchar al alma y aceptar la verdad, aceptar las cosas que resuenan profundamente en el corazón y en el alma, aceptar lo que impulsa al ser humano a respirar y a sonreír. Hay que separarse de todo aquello que promueve manipulación, especulación o explotación, y no participar en nada que coarte la libertad o lesione el respeto. Hay que actuar de manera honesta, clara, impecable y coherente.
         Y sobre todo ama, siente el Amor, comprométete contigo, únete a tu Ser y no busques más, deja sólo que el Amor te encuentre. Hace tiempo que el Amor te busca, y si tu mente se mantiene en silencio, te va a encontrar, y sobre todo, cuando estés sin expectativas, sentirás, sentirás el Amor, sentirás su fuerza. 

lunes, 21 de marzo de 2016

Compromiso

Los sueños parecen al principio imposibles,
luego improbables,
y luego, cuando nos comprometemos,
se vuelven inevitables.

Mahatma Gandhi

       Para la realización de cualquier actividad en la vida es imprescindible asumir la obligación personal de implicarse y comprometerse para llevar esa actividad a  buen término.

          De la misma manera que un enfermo no sana si no asume la decisión personal de sanar, alguien que quiera avanzar por el camino que le va a llevar a Dios ha de tomar las riendas de su vida, y sujetarlas con fuerza, porque el camino por el que se dispone a transitar no es fácil, ya que supone abandonar la comodidad de lo conocido, supone enfrentarse a sus propios miedos, supone abandonar la manada social para adentrarse en solitario a lo desconocido, supone caerse para tener que levantarse una y otra vez, supone escuchar cómo le tildan de sectario, supone ir contra una sociedad que mira mal a los que se saltan las normas, y todo esto hace que el que decide vivir desde el espíritu para acercarse a Dios, sin utilizar la religión, es una especie de loco o de tonto que posiblemente se haya dejado engañar por “sepa Dios quien”.



         Es imprescindible implicarse, porque en este trabajo no hay nadie que te haga seguimiento, ni que te vaya examinando y poniendo nota para ver cómo y cuanto adelantas o para ver si necesitas refuerzo. Tú eres tu propio maestro, tu propio jefe, tu propio examinador y tu propio evaluador, y podrás engañar a cualquiera, pero no te puedes engañar a ti mismo y mucho menos a Dios.

         Necesitas observarte, necesitas paciencia, necesitas conocerte, necesitas enfrentarte a tus miedos, necesitas trabajar en silencio, sin alardear de nada porque el trabajo que vas a realizar es un trabajo entre tú y Dios.

         No te van a valer medias tintas porque te harán caer en el desánimo, ya que a diferencia de cualquier objetivo que se busca en la sociedad este no tiene premio material, ni el reconocimiento público que tanto nos agrada a los humanos.