El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




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martes, 10 de enero de 2023

¡Qué mala suerte!

 


¡Qué mala suerte tienen muchos bebés humanos!, que sus modelos no saben que todos somos seres divinos y que, como seres divinos, todos somos iguales, que no hay diferencia de sexo, ni de raza, ni de color, ni de religión.

              ¡Qué mala suerte tienen muchos bebés humanos!, que sus modelos no saben que no hay líneas divisorias en la Tierra, que las banderas son trapos ideados por los humanos, que la Tierra es de todos, que los recursos son de todos.

¡Qué mala suerte tienen muchos bebés humanos!, que sus modelos no saben que también son seres divinos y no pueden enseñarles a ellos a vivir su divinidad.

Sé que no existe la suerte, que es una elección, pero se lo haríamos más fácil si los que somos sus modelos, y sabemos de nuestra divinidad, defendiéramos la divinidad y la igualdad en cualquier foro, sin rubor y sin vergüenza.

 

miércoles, 4 de enero de 2023

La universidad de las almas

 


Capítulo XV. Parte 11. Novela "Ocurrió en Lima"

-    Hace 6 meses se le ocurrió a Indhira cuando comprasteis un hotel. A todos les pareció genial la idea y comenzasteis a preparar el hotel para poder albergar a los niños con todos los servicios necesarios.

>> La prioridad de un país debería ser el cuidado de sus niños. La formación intelectual y emocional, el cuidado de su salud y sentar las bases para procurar su felicidad tendría que ser el primer punto del programa de cualquier político. Sin embargo, no es así, por eso iniciativas como la vuestra, que cubran las deficiencias que existen en este país y, en muchos más, con relación a los niños, son vitales para su desarrollo como seres humanos. Con vuestro trabajo vais a tocar fibras que perdurarán en el ser de cada niño y esa es una labor muy necesaria en la etapa por la que atraviesa el planeta.

-    Ya estaba Ángel hablándome de temas ininteligibles para mí- ¿Qué tiene que ver el planeta con nuestra Fundación? y, ¿qué quieres decir con eso de la etapa por la que está atravesando el planeta?

-    Tiene que ver todo Antay. Permíteme darte una explicación, muy sucinta, para que puedas entender, un poco más, este tinglado de la vida.

>> De la misma manera que cuando un niño, que ya camina y habla, llega a una determinada edad, que pueden ser 3, 4 o 5 años, comienza a asistir a un colegio, las almas que por primera vez van a encarnar lo hacen en lo que podríamos denominar, también, su colegio. Y van a permanecer en él hasta que finalicen sus estudios que, como ya te he comentado en otras ocasiones, es el aprendizaje del amor.

>> El primer colegio de esas almas es el planeta Tierra. No hay otro planeta, en nuestro Sistema Solar, preparado para acoger a esas almas que, provistas de un determinado cuerpo, de la misma manera, que los niños visten su uniforme, asisten gozosas a la aventura de su colegio, que no es otra que la aventura de vivir.      

>> La Tierra es el primer colegio. Hay más colegios, pero este es el único que puede albergar a la estructura que alberga las almas: el cuerpo humano. Todas las formas de vida compuestas por la energía densa y pesada, que es la materia, se encuentran conviviendo en el planeta: plantas, animales y humanos.

>> Las plantas, la primera forma de vida, reaccionan por estímulos de la naturaleza, sol, lluvia, día o noche.

>> Los animales, con una evolución superior a las de las plantas, reaccionan por instintos.

>> Y los seres humanos, que son la cima de la Creación en este planeta, reacciona de varias maneras: Algunos seres humanos, muy primitivos, reaccionan en un 90% por instintos como los animales y un 10% por emociones. Según van evolucionando se va reduciendo el porcentaje instintivo y va creciendo el emocional. Piensa en ti, por ejemplo, como el miedo ha condicionado tu vida en su totalidad. Te has movido por emociones, que recuerda que son energía, pero todas muy densas, hasta llegar a dónde estás ahora, en que tu energía es más sutil, por lo que te estás separando más de los animales e, incluso, separando, también,0 de un humano normal, que solo se mueve por energía bajas.

>> Pero los seres humanos han de seguir evolucionando a algo, que podríamos denominar superhumano, y llegar a un porcentaje de reacción instintiva, muy pequeño, porque no hay que olvidar que el hombre es un “animal” racional, por lo que el instinto va a permanecer con él. Como ejemplo, piensa en que pasa cuando acercas la mano al fuego. La separas de inmediato, solo debido al instinto de conservación, sin que aparezca para nada la racionalidad o la emoción. También, reaccionan en un bajo porcentaje a las emociones de baja energía y comienzan a reaccionar con la energía del amor.

>> En ese momento, el alma que comenzó su camino de aprendizaje, movido por sus instintos, está preparado para dar un salto en su aprendizaje del amor. No volverá a encarnar en la Tierra. Otros planetas le esperan para completar su formación.

>> Pero la Tierra, además, de ser el colegio para las almas primerizas, es también un buen semillero en el que los seres de oscuridad vienen a buscar adeptos.

-    Perdona que te interrumpa Ángel, pero no sé qué son los seres de oscuridad.

domingo, 11 de diciembre de 2022

Por supuesto que le importamos a Dios

 


          ¿Podrían pensar nuestros hijos cuando se encuentran en el colegio enfrentados, ellos solos, a exámenes, bullying, una mañana de tos, una caída en el patio que le hace sangrar la rodilla, llorar a lagrima viva por haber perdido una canica, pasar un mal rato por no saber una lección o sentir la indiferencia de esa compañera que tanto le gusta, que no les importa a sus papás?

Por supuesto que no. Los papás están llenos de amor por su hijito y le envían al colegio porque saben que eso es lo que necesita para su crecimiento.

La Tierra es el colegio, nosotros somos los niños que estamos aprendiendo, Dios es Nuestro Papá.

¿Vamos nosotros al colegio a ayudar a realizar los exámenes de nuestros hijos?, ¿por qué iba a hacerlo Dios?

¿Vamos nosotros al colegio a decirle a la compañera de nuestro hijo que le haga caso?, ¿por qué iba a hacerlo Dios?

¿Vamos nosotros al colegio a sonarle los mocos a nuestro hijo cuando está medio resfriado?, ¿por qué iba a hacerlo Dios?

Nuestro pensamiento y nuestro amor envuelven y protegen a nuestro hijo. El Amor de Dios inunda nuestro cuerpo y vive en nuestro corazón para darnos la fortaleza necesaria que nos ayude a resistir nuestro dramático día de colegio.

Cuando nuestros hijos vuelven a casa del colegio reciben un abrazo tan grande que los problemas que tuvo en el colegio se quedan en la puerta de casa. Cuando nosotros volvemos a casa, una vez dejado el cuerpo, nos vemos envueltos en una energía de Amor tan increíble que los problemas de nuestro colegio (la Tierra), también se quedan en la puerta.

Somos ocho mil millones de niños en el colegio, todos suspirando en el patio, cuando salimos al recreo, por nuestro Papá. Todos pidiendo algo, todos suplicando, todos llorando, todos orando, todos prometiendo, todos tratando de intercambiar favores con Él.

Dios no puede y no debe hacer nada en nuestro día de colegio. Es nuestro aprendizaje. Y, lo bueno, es que, aunque llevemos malas notas al final de curso, Él nos va a recibir a todos, absolutamente a todos, con el mismo Amor y sin ningún reproche, aunque tengamos que repetir una o mil veces las mismas asignaturas.

Por supuesto que le importamos a Dios.

 

 

martes, 22 de noviembre de 2022

Hágase Tu Voluntad

 


           La Voluntad de Dios, entre otros atributos, es el bien, es la libertad, es la salud, es que se acaben los velos existentes entre Dios y el hombre, la Voluntad de Dios es luz, es felicidad, es paz, es pureza, es equilibrio, es bondad.

          Dejar que se haga la Voluntad de Dios es dejar que la vida fluya, es aceptar los acontecimientos que la vida nos depara, es vivir nuestra propia divinidad. 

        Es todo lo contrario de lo que vivimos los seres humanos, que empecinados, insistimos una vez y otra en que la vida sea como nosotros pensamos que debe ser, insistimos en que las personas sean como nosotros creemos que deben ser, olvidando su libertad, y culpabilizamos a Dios, de manera permanente, porque nuestros deseos no se cumplen tal como planeamos, sin ser conscientes de que las cosas son como tienen que ser y no como nosotros deseamos que sean. 

       Culpabilizamos a Dios por nuestro sufrimiento, levantando los ojos al cielo y preguntando ¿por qué a mí?, sin ser conscientes de que somos los únicos creadores de nuestra propia vida. Dios nos permite ser, Dios respeta nuestra libertad, la libertad que Él mismo nos ha dado. 

       En lugar de aliarnos con Dios para sentir y vivir los atributos de su Voluntad, le vemos como a ese Ser que está presto a castigarnos y que parece que colabora poco con nosotros. ¡Qué lejos estamos de la Verdad!, y que fácil sería vivir una vida llena de amor y felicidad, mucho más fácil de lo que la mayoría de las personas creen. Lo hace difícil el no saber o no aceptar, que la misma Vida es Dios en acción y que su Voluntad ya impregna la Vida. Solo hay que vivirla y no sufrirla.

          La otra parte de la frase es: “Así en la Tierra como en el Cielo”. ¿Dónde radica la diferencia entre la Tierra y lo que la oración llama Cielo? El Cielo no es un lugar, el Cielo es ese estado de conciencia en el que nos encontramos cuando no tenemos materia, cuando no tenemos cuerpo, mientras que la Tierra es lo que estamos viviendo, una existencia dentro de un cuerpo.

          Cuando pedimos que se haga la Voluntad de Dios tanto en la Tierra como en el Cielo, ¿quiere decir que son distintas voluntades? No, es la misma Voluntad, lo que existe en la vida terrenal, es lo mismo que existe al otro lado de la vida. Y si los que están al otro lado de la vida de la materia viven una vida de paz, de amor, de alegría, de felicidad, ¿qué es lo que impide que a este lado no sea lo mismo? Solo el pensamiento.

 

martes, 27 de septiembre de 2022

A vueltas con la 5ª dimensión



 Domingo 25 de septiembre 2022

        Ya lo dice el refrán: “Dime de que hablas y te diré de que careces”.

Aunque resulte difícil de creer, por todos los desastres que envuelven al planeta, la Tierra está realizando su ascenso a la quinta dimensión.

La quinta dimensión no es un lugar, es un estado de conciencia y el estado de conciencia tiene que ver con la calidad de la energía, es decir, con la vibración.

El mayor descubrimiento de Albert Einstein fue que la materia es energía. Por lo tanto, una vez demostrado que nada es sólido, se puede afirmar que todo es energía. La existencia es energía: el cuerpo es energía, la mente es energía, el alma es energía, Dios es energía, y lo es el pensamiento, la emoción y el sentimiento.

La diferencia entre la energía del cuerpo, la energía de la mente o la energía de Dios, estriba en la vibración o, en la diferente longitud de onda de cada uno de ellos. Desde la materia, que es la vibración más baja, hasta Dios, que es la vibración más sutil, existe un sinfín de vibraciones.

Las bajas vibraciones corresponden a las dimensiones bajas y se asciende a otra dimensión según se va incrementando la vibración.

Los seres humanos nos movemos entre la tercera y la cuarta dimensión.

En la tercera dimensión o tercer nivel de conciencia, se percibe el mundo, y a uno mismo, a partir de tres referencias: anchura, altura y profundidad, es decir, quien vive en la tercera dimensión valora todo aquello que puede ver, tocar y experimentar, es decir, valora el mundo físico.

Al incrementase la vibración de la persona, esta asciende a la cuarta dimensión. En ella, a las referencias anteriores, ancho, alto y profundo, se incorpora la parte espiritual, por lo que la persona puede verse a sí misma, aparte de un cuerpo con unas necesidades específicas, con un añadido afectivo y emocional. La vibración de la Tierra corresponde a esta categoría, por lo que los seres humanos que habitan en ella, al estar impregnados con su energía, tienen una facilidad añadida para llegar a ese nivel, si es que aún no han llegado a él.

El siguiente peldaño o nivel de conciencia es la quinta dimensión. Quien vibre en esa sintonía es capaz de percibir que todas las cosas están unidas por una fuerza universal, el Amor. Se deja a un lado la sensación de individualidad y se adentra en la sensación de unicidad. Todos somos Uno, hijos de un mismo Padre.

A esta vibración es a la que se está llevando al planeta, y digo “que se está llevando” porque no lo puede hacer solo y, para eso, necesita de las vibraciones de sus habitantes y de la ayuda de los Seres de Luz.

Los habitantes del planeta, no creo yo que seamos de mucha ayuda, ya que no parece que haya muchos que estén vibrando en la sintonía cercana a la quinta dimensión, por lo que casi todo el trabajo lo tienen que realizar los Seres de Luz. Cuando lo consigan será de gran ayuda para que todos los que estamos encarnados, y para que los que vayan a encarnar, podamos llegar a esa vibración más fácilmente, porque cuando la Tierra consiga vibrar en la energía de la quinta dimensión, será mucho más fácil, para los seres humanos, alcanzar ese estado de unidad con Todo, de unidad con todos y de unidad con Dios, que son los atributos de la quinta dimensión.

A pesar de que la Tierra cambie su vibración, podrán seguir habitándola seres de tercera y cuarta dimensión. Posiblemente, un poco incómodos, al principio, porque tendrán que vivir en una energía más sutil que la suya propia, pero podrán acostumbrarse sin grandes problemas.

Sin embargo, hay quien no quiere que la Tierra ascienda. Los seres de la oscuridad no desean ese cambio porque no quieren que los seres humanos se acerquen a su Origen, es decir, a Dios y, para eso, ponen todas las trabas que pueden para que eso no suceda.

Mañana seguiré con los seres de oscuridad.

martes, 17 de noviembre de 2015

No al no. La vibración de la Tierra


             La espiritualidad no se gana en las cocinas comiendo verdura, ni en los centros de retiro manteniéndose diez días en silencio, ni en las bibliotecas leyendo tres libros diarios. 
Se gana en el corazón. Se gana Amando.
Hari Krishan Singh

Cada vez que leo o escucho que la Tierra está cambiando su vibración y que todos nosotros estamos más cerca de la “iluminación”, miro a mi alrededor para ver si me estoy perdiendo algo bueno, porque lo que veo mirando al frente no me indica que avancemos ni un ápice en nuestro crecimiento como raza.
            Y cuando leo de rejillas, de nuevos portales de energía, me quedo tan frio como cuando escucho hablar de la evolución del planeta. Convivimos con el hambre, con la miseria y con las guerras, votamos y elegimos a mandatarios corruptos, asistimos a los oficios que dirigen las distintas confesiones que viven enfrentadas, las diferentes civilizaciones se observan de reojo, sin fiarse unos de otros, los mas locos matan por no sabemos muy bien que, unos matan a cientos para defender sus ideas o para satisfacer a su dios, otros de uno en uno para ganarse la vida. Todo eso genera en el mundo sufrimiento, odio y temor. El respeto, y la generosidad con el otro no existen. Ante esto me sigo preguntando, ¿Dónde está el avance?
            La vibración de la Tierra no va a cambiar sola, como no cambia la de las personas porque si. La persona tiene que trabajar para sí misma, y será ese trabajo y su cambio el que consiga que la Tierra cambie su vibración. Pero no será el de una sola persona, han de ser miles, millones las personas que cambien para afectar a la vibración de la Tierra.



            No amigos, no existe tal evolución del Planeta. Lo que existe es la evolución de las personas, y hoy más personas que ayer se encuentran un poco más adelante en el camino del despertar, ¡Solo faltaría que no fuera así!, pero nada extraordinario, cada persona va a tener que seguir haciendo su trabajo, la tan cacareada evolución de la Tierra no la va a llevar en volandas. Es al contrario, es la evolución de las personas la que va a conseguir la evolución del Planeta. La diferencia estriba que en el mundo de la globalización en el que nos movemos nos apuntamos los méritos de otros, o creemos que hemos alcanzado algo porque tenemos la oportunidad de leer algo de alguno de los enseñantes, pero eso no basta. No basta con leer, no basta con escuchar, hay que practicar, hay que practicar el Amor. Nada más tiene valor. La evolución, la espiritualidad no se gana en las cocinas comiendo verdura, ni en los centros de retiro manteniéndose diez días en silencio, ni en las bibliotecas leyendo tres libros diarios. Se gana en el corazón.  
            Proponía en la entrada anterior cambiar conscientemente los pensamientos para influir en las formas de pensamiento globales. Esto es más de lo mismo. Es la única manera de influir en los otros. Es la única manera de avanzar como raza.
            Para empezar digamos “no al no”. Vamos a dejar de manifestarnos por el “No a la guerra”, por el “No al terror”, por el “No a la discriminación”. Cuando hacemos eso estamos pensando en la guerra, en el terror y en la discriminación para negarlas, y eso supone darles energía.
Cambiemos la pancarta en nuestra manifestación por “Si a la Paz”, “Si al Amor”, “Si a la Igualdad”.  
Pasemos de la cocina al respeto del otro, pasemos del retiro a la humildad, pasemos de la biblioteca a la generosidad, pasemos del ego al corazón, pasemos de las ínfulas al Amor. Esa es la única manera en que la Tierra va a cambiar su vibración.



lunes, 16 de noviembre de 2015

¿Cambiamos la vibración de la Tierra?


Que muchas personas opinen lo mismo sobre un mismo concepto
 no quiere decir que sea cierto,
sólo quiere decir que hay más personas equivocadas.
Hari Krishan Singh

Cada pensamiento es una forma de energía, cuando se tiene un pensamiento de manera reiterada, esa forma de energía crece. Si además ese pensamiento es coincidente en mucha gente, la forma de energía correspondiente a ese pensamiento se hace enorme, y además de pertenecer a cada persona se extiende por el exterior como si de una nube se tratara, afectando a extensas zonas por todo el planeta. Cuando una persona pasa a través de una forma de pensamiento de este tipo se “despierta”, por expresarlo de una manera gráfica, su forma de pensamiento individual y se expresa dicho pensamiento.

Estas formas de pensamiento que están en el ambiente corresponden prácticamente todas a pensamientos negativos, de miedo, de dolor, de carencias, etc. Con lo cual los pensamientos habituales de las gentes son ese tipo de pensamientos negativos, haciendo que esas formas de pensamiento crezcan en ellos y en el entorno.

En el ambiente no se encuentran las formas de pensamientos positivos ni de pensamientos elevados porque no son habituales en las personas. Para que se encontraran en el ambiente, muchas personas durante mucho tiempo tendrían que tener esos pensamientos, en un principio de manera consciente, para que llegara el día en que se descargaran en las personas, y les afectara, como ahora lo hacen los pensamientos negativos.

Estos pensamientos que están en el ambiente son una especie de pensamientos globalizados, no de ahora, han ido creciendo con el tiempo, y se encuentran dominando los pensamientos de las gentes en determinados conceptos: el terror a la muerte, las ansias de poder, la ambición por el dinero, la relación de pareja, la preponderancia del hombre sobre la mujer, la obsesión por el sexo, la lucha de clases, el enfrentamiento de religiones, el desprecio a las minorías, etc., etc., y se encuentran en todas partes, en zonas más o menos extensas del planeta.

Por supuesto que el que muchas personas opinen lo mismo sobre un mismo concepto no quiere decir que sea cierto, sólo quiere decir que hay más personas equivocadas.



Si los seres humanos consiguiéramos invertir la tendencia de esos pensamientos globalizados se invertiría nuestra vida, pasaríamos de ser infelices a vivir la felicidad, cambiaríamos la tristeza por la alegría y la ansiedad por la paz interior. Solamente tienen que cambiar los pensamientos un determinado número de personas para que vayan desapareciendo esas formas de pensamientos globalizadas y se vayan sustituyendo por otras.

No es una tarea fácil. Porque para que una persona pueda cambiar un pensamiento, que tiene una autopista marcada desde el cuerpo mental hasta el cerebro, por un pensamiento que ni tan siquiera tiene un sendero, se necesita actuar en diferentes frentes:

-          Se necesita “Atención permanente”, para que en cuanto se sea consciente de la aparición del pensamiento objeto del trabajo se sustituya por un pensamiento positivo y contrario.

-          Es necesario que ese pensamiento positivo y contrario se mantenga en la conciencia el mayor tiempo posible, para lo cual habría que repetirlo en el interior como si de una letanía se tratara, cuanto más tiempo mejor.

-          Actuar siempre en sentido contrario a lo que indica el pensamiento conocido.

Pues para que cambie la forma de pensamiento global, han de hacer lo mismo cientos, miles, millones de personas.

No, no es fácil, pero algún día se tendrá que cambiar la tendencia. Si queremos que la vibración de la Tierra cambie a mejor, si esperamos la elevación global de la Tierra, ha de mejorar su vibración de manera global. Forzosamente han de cambiar esas formas de pensamiento globales. ¿Por qué no ahora?, ¿Por qué no comenzamos nosotros?

Te propongo un plan: Colocaré pensamientos en Facebook, por ejemplo uno por mes. Y cada uno meditar diez minutos diarios repitiéndolo de manera consciente como un mantra, y después a lo largo del día repetirlo como si de un mantra o una letanía se tratara cuanto más tiempo mejor. Compartir esa entrada con todos los amigos, en todos los grupos a los que pertenecéis, ya que cuantas más personas vayan repitiendo nuestro pensamiento mensual mejor. Para recordarlo se compartiría cada día.

Para saber si merece la pena, dar “me gusta”, o comentar para mejorar la idea.

Para comenzar podíamos hacerlo con:


“YO SOY EL ALMA, YO SOY UN HIJO DE DIOS,

YO SOY UNO CON DIOS, YO SOY UNO CON EL TODO”



sábado, 10 de octubre de 2015

Alma libre, alma encarnada

            Es difícil de explicar, y por lo tanto difícil de entender, el cambio que se produce a nivel de percepción, del alma que vive libre en el seno del Padre y la que vive encarnada. Pero podemos intentarlo.

            En realidad, la percepción del alma es la misma, pero el alma encarnada envuelta en la materia y en la personalidad del ego, no parece tener gran influencia en el desarrollo de la vida física. No puede, se encuentra atada y amordazada, mientras que una vez libre de sus envolturas, con la desaparición del cuerpo recupera su libertad expresando de nuevo su divinidad.

            Comencemos por el principio. El alma organiza su próxima vida, acompañada de guías, de Maestros, y de las almas que van a compartir con ella la vida física. El alma es totalmente consciente de su recorrido en la materia recordando todas sus vidas anteriores.


            Quiero hacer un aparte antes de seguir, para aclarar que no es que el alma recuerde, no lo necesita. No existe el tiempo en la vida fuera de la materia, ya que el tiempo solo es una percepción del ego. Por lo tanto al no existir el tiempo puede ver, en tiempo presente todo lo ocurrido en cualquier tiempo y en cualquier espacio. Es al encontrarse maniatada en la materia cuando ha de recordar.

            La organización de una vida es una tarea muy compleja, ya que en esa organización tienen que acoplarse todas las tareas que han de realizar todas y cada una de las almas que van a compartir la vida física con ella. Y no solamente se ha de organizar una opción de vida, se han de organizar varias, para poder abarcar los distintos cambios, que son muchos, que puedan ocurrir generados por el libre albedrío de los egos que comparten la encarnación.

            El estado habitual del alma es permanecer fuera del cuerpo, ya que en el cuerpo solo se encuentra durante cortísimos espacios de su eternidad. Pues en ese estado fuera del cuerpo, el alma es total y absolutamente consciente de lo que ha vivido, de lo que le queda por vivir, de lo que ha aprendido, de lo que le falta por aprender, de lo que debe y de lo que le deben, y la planificación de su vida está ligada a todo ese bagaje, eligiendo padres, hermanos, parejas, hijos, nietos, amigos, países, situaciones, trabajos, etc., etc. El alma, si de ella dependiera, trataría de abarcar cuanto más mejor, para terminar en una vida física todo su trabajo, pero los seres que la acompañan en su programación, únicamente la dejan que planifique el aprendizaje y la liberación del Karma que podrá soportar. Intentar más sabiendo que el ego sería incapaz de llevarlo a buen puerto seria un sufrimiento inútil.

            Cuando llega el momento de encarnar, el alma carga con la mochila de los miedos y de las emociones que va paseando vida tras vida para liberarse de ellos, y es cuando el ego recibe esa mochila, que comienza el calvario del alma. Envuelta por la materia, amordazada y maniatada, no puede hacerse oír para que el ego entienda que el sufrimiento y el miedo que comienzan a atenazar su existencia, solo son herramientas para su propio crecimiento.

            La minuciosa programación realizada antes de la vida, se ve amenazada, truncada y parcelada, con lo que el alma comprueba que no solo no va a avanzar ni un milímetro, sino que puede cargarse con más Karma para liberar en vidas futuras.

            El alma intenta hacerse oír, enviando imputs al corazón para que el ego aprecie las intuiciones, que son el lenguaje del corazón, pero nada. Lo reintenta haciendo incluso enfermar físicamente al cuerpo, pero  tampoco tiene éxito.

            Es tan fuerte la forma de pensamiento de separación de Dios que la sociedad ha creado como un halo rodeando la Tierra, que son pocos los egos que intentan mantener en silencio su mente para escuchar a su corazón, e incluso estos, que tienen acceso a las intuiciones, las malogran en un ochenta por ciento al pasarlas por el arel de la mente.

            Para el alma la muerte del cuerpo es una liberación, y una vez de vuelta al seno del Padre comienza una nueva etapa, una nueva planificación.

            Esta es la diferencia entre el alma libre y el alma encarnada. Una sabe que es divina y disfruta su divinidad. La otra encerrada en la mazmorra del ego, sabe de su divinidad pero no puede disfrutarla si no consigue que la disfrute el ego, lo cual es muy difícil en casi todos los seres humanos.


            Si has llegado hasta aquí, intenta mantenerte en silencio el mayor tiempo posible. Haz que la meditación sea un hábito en tu quehacer diario, y date permiso para escuchar a tu corazón que sólo habla al dictado del alma. Y el alma solo expresa su Divinidad.

miércoles, 19 de agosto de 2015

Prithvi mudra - Mudra de la Tierra


PRITHVI MUDRA – MUDRA DE LA TIERRA



Cómo se hace:
La punta del dedo anular toca la punta del dedo pulgar, con los otros tres dedos extendidos. Hacerlo con las dos manos.
Sirve para:
Actúa directamente sobre el chakra base, que es el centro de la energía vital, despertando todos sus poderes, proporciona un equilibrio sobre la energía terrestre y compensa estados de cansancio o agotamiento, causando revitalización; además, al ser el chakra relacionado con las cuestiones más materiales, nos puede ayudar con asuntos como la búsqueda de empleo, casa, dinero, etc.
Duración:
No tiene una duración determinada. Se puede practicar el tiempo que se quiera. 
Beneficios:
Ayuda a aumentar de peso en las personas débiles.
Para la sequedad, grietas o ardor en la piel. Hace que mejore el aspecto de la piel haciéndola que brille.
Consigue que se active el cuerpo manteniéndole saludable.
Proporciona estabilidad interior y seguridad en uno mismo.
Ayuda a mejorar la paciencia y la tolerancia; los prejuicios o una visión cerrada de la vida se reducen practicándolo.
Fatiga crónica, debilidad general, convalecencia.
Es ideal para aquellas personas que se sienten inseguras o son muy tímidas.

sábado, 11 de octubre de 2014

La muerte nos iguala


            Imagina que te proponen una vida sin enfermedad, sin dolor, sin hambre, sin sed, sin cansancio, sin tener que trabajar, sin hipotecas, sin necesidades de ningún tipo, incluido de dinero, sin sufrimiento, con una inmensa sensación de felicidad y amor permanente, pudiendo conversar con tus antepasados y con tus contemporáneos, con la posibilidad de desplazarte únicamente con el pensamiento, y un sinfín de facilidades más. ¿No firmarías de inmediato?
Claro que a todo esto habría que añadir que sin cuerpo. No sé si con esta nueva condición seguirías firmando.
Efectivamente, ese estado tan fantástico es el estado de vida fuera del cuerpo, es ese estado al que, muy posiblemente, temen llegar casi todos los seres humanos, porque es el estado al que llegamos después de la muerte del cuerpo.
¿Por qué el miedo?, ¿No son suficientes los motivos del primer párrafo para desear ese estado?
Es perfectamente comprensible el miedo en los seguidores de casi todas las religiones, ya que auguran a sus socios las mayores desgracias después de la muerte, pero no deberían de sentir miedo el resto de mortales, además la vida en el cuerpo es nada más que un ratito comparado con el tiempo, eterno, que pasamos al otro lado.
 
Nosotros no somos estos cuerpos que perecemos, los cuerpos son sólo trajes que usamos por un tiempo y luego desechamos. Somos almas inmortales. La perfección de Dios es también en nosotros, pues vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser en Él. Pero somos inconscientes de nuestra Naturaleza Divina, y así seguiremos hasta que no despertemos a ella, y eso, normalmente, no va a pasar hasta que dejemos el cuerpo.
Cuando dejamos el cuerpo, todos somos iguales, los políticos, los ladrones, los asesinos, los embaucadores, el santo y el demonio, todos, porque todos vivimos en el Padre, y todos sentimos el mismo amor, la misma alegría y la misma felicidad, con independencia de lo que hayamos hecho en nuestro ratito de vida en el cuerpo.
Ya volveremos otros ratitos a la vida del cuerpo para ir arreglando lo que estropeamos con anterioridad, ya que el mal que hicimos con anterioridad debe ser equilibrado con el bien. Este proceso de siembra y cosecha se llama Karma. Es la ley del reajuste, que el ser humano pone en funcionamiento con cada uno de sus pensamientos, con cada palabra y con cada acción.
Hay algo que casi nadie discute, aunque para muchos no sea más que una palabra no integrada en su vida, somos un alma, y todas las almas somos iguales. A pesar de las diferencias de nacimiento, diferencias de raza, credo, sexo o color; de bondad o maldad, todos los seres formamos una fraternidad indivisible. Todos nosotros, altos o bajos, sabios o ignorantes, lo somos durante ese ratito que dura la vida en la materia.
Nacemos y morimos una y otra vez, con el único objetivo de aprender a vivir desde nuestra divinidad. Las distintas vidas solo son un aprendizaje, en las que vamos pasando en cada una de ellas por el parvulario, la primaria, la secundaria y la universidad, en donde por medio del trabajo y el aprendizaje, lentamente vamos desarrollando nuestras facultades. No es posible vivir la Naturaleza Divina en nosotros con las experiencias de una sola vida. Por eso reencarnamos una y otra vez. Entramos en la vida, nacemos, crecemos, actuamos, terminamos nuestro trabajo y retornamos. Nuestro retorno es muerte. Y en nuestro retorno, todos, volvemos a las mismas condiciones.
Si fuéramos conscientes de esto, el mundo sería otra cosa, sería más equitativo, sería un mundo en el que todos tendríamos las mismas oportunidades de acceso a las riquezas del planeta, a la educación, a la sanidad. Un mundo en el que todos sentiríamos alegría por ver la felicidad de otro ser humano, un mundo en el que sentiríamos a nuestro prójimo como nuestro hermano.
Sería un mundo lleno de Amor.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Mensaje para la Tierra (4) Aceptación


………..Continuación
Empieza haciendo lo necesario, continúa haciendo lo posible;
 y de repente estarás haciendo lo imposible.
San Francisco de Asís.
Ahora que hemos pasado por el primer peaje de la Fe, ya somos conscientes de que todo lo que nos ha enseñado la sociedad no nos lleva a ninguna parte, porque todas las enseñanzas recibidas son para el cuerpo, un trabajo mejor, una casa más grande, una pareja con un apellido ilustre y una jugosa cuenta corriente, más dinero, más dinero, más dinero, más poder, más poder, más poder, seguir los cánones de moda y de belleza, y un sinfín de cosas más que ni tan siquiera llenan, aunque sea de manera parcial, nuestra ansia de felicidad. Todo esto, aderezado, en algunas ocasiones, con lo que parece ser una enseñanza o un alivio para el alma, (reunión dominical, según la religión, procesiones, novenas, etc.), enseñanzas engañosas, porque los enseñantes, no predican con el ejemplo, y lo único que buscan, (siempre hay honrosas excepciones), es el mismo poder social y económico que buscan sus feligreses. Con el agravante de que ellos juegan con los sentimientos de las personas, y para conseguir ese poder, no dudan en atemorizar hasta extremos insospechados a sus seguidores.
La conciencia social, políticos, religiosos, los estándares  de salud y de belleza nos dan modelos y normas de cómo deberían ser las cosas, o de cómo deberíamos comportarnos. Tratan de definirnos lo que es bueno, lo que hay que hacer, lo que está bien visto, y lo que no. Y lo único que consiguen, es llenar nuestra conciencia de miedo. Miedo en infinidad de variantes: miedo al rechazo, miedo a la soledad, miedo a Dios, miedo a la pobreza, miedo al miedo. Y esto hace que la persona necesite reafirmarse a si misma constantemente, buscando siempre validación externa, buscando la aprobación del exterior, buscando la aprobación de cualquiera, sea quien sea, que se encuentre a su alrededor. Toda nuestra vida se ha construido, de manera inconsciente sobre ese miedo. Porque vivimos desde la mente. Cuando la mente es nuestro centro, estamos encogidos por el miedo y eso nos hace estar constantemente a la defensiva, siempre nos falta algo, siempre tenemos necesidad de más: Más amor, más dinero, más poder, más aceptación, más atenciones.
La base de nuestros pensamientos y sentimientos es como un agujero negro, un vacio que nunca puede ser llenado, y para aliviar ese miedo, para tratar de llenar ese vacío, nos vamos al exterior y nos aficionamos al poder, al halago, a la admiración. Confiamos en el juicio de otras personas, ¡que poco nos valoramos y queremos!, no confiamos en nosotros, y le damos nuestro poder a cualquiera que pasa por delante de nosotros.
Confiamos en el juicio de otras personas y nos ponemos nerviosos sobre lo que la gente piense de nosotros. Es importante para nosotros porque nuestra autoestima depende de eso y, sin embargo, nuestra estima desciende y desciende, porque hemos entregado nuestro poder a otras personas.
Algo hemos de cambiar. Si ya hemos cambiado la idea de lo que somos, también se ha de comenzar a cambiar la manera de hacer las cosas. Lo que sucede cuando intentamos despegarnos de nuestras creencias, es que nos podemos encontrar con un problema añadido, ya que cuando nos dejamos de identificar con lo que siempre hemos hecho y con lo que nos han enseñado, se genera un estado de confusión, y nos surgen las preguntas del millón, ¿Qué quiero realmente?, ¿Quién soy?, etc., etc.
Y así llegamos a nuestro segundo peaje “ACEPTACIÓN”.  El trabajo de aproximación a la Luz no es más que un trabajo de sanación, que se ha de realizar aceptando. ¿Aceptando qué?: Aceptando lo que somos, aceptando el dolor, aceptando el sufrimiento, aceptando el miedo, aceptando lo que nos parecen limitaciones, aceptando nuestra vida.
Cuando se consigue aceptar la vida y lo que la envuelve, la persona se ablanda,  tolera, perdona y ama.
Se dice muy rápido que hay que aceptar la vida, sin embargo, nuestra conciencia lleva mucho tiempo generando un patrón de conducta que hace difícil cualquier cambio. ¿Qué hay ahora en la conciencia?, ¿Qué es lo que tiene que cambiar?: Tenemos que ser conscientes de que estamos atados a nuestros pensamientos, para permitir que estos cambien y desaparezcan las viejas energías, y así despertar a una conciencia basada en el corazón.
Sólo cuando nos demos cuenta de que el vacio en el que estamos inmersos no puede ser llenado de ninguna manera desde el exterior,  empieza el cambio, empieza la aceptación.
Aceptar significa no juzgar nada, ni nuestro, ni de los otros, ni del interior, ni del exterior, las cosas son como son y no hemos de tener ningún interés en como deberían ser, en como tendrían que ser, en como pensamos nosotros que han de ser.
Hemos de comenzar a vivir desde el corazón, porque el corazón, al contrario que la mente, está interesado en todo lo que es, sólo en lo que es, no en lo que se juzga como bueno o como malo; y si nos abrimos a vivir desde el corazón nos liberamos del juicio de manera inmediata, y aceptamos quienes somos, sin más. No quienes queremos ser, o quien quiere la sociedad que seamos, aceptamos quienes somos.
Toda esta teoría de vivir desde el corazón, y de aceptar, suena muy bien, sin embargo, los miedos, los traumas, los sufrimientos, siguen ahí. Es como si quisiéramos engañar a la mente, y no se trata de engañarla, se trata de limpiarla.
Todos los miedos, todos los traumas, todos los sufrimientos, son experiencias del pasado, y eso es lo que hay que sanar, eso es lo que ha de desaparecer. ¿Cómo?: volviendo al pasado, volviendo a la experiencia, pero de una manera amorosa, es decir, revivir la situación, pero estando centrados en el corazón, no dándole vueltas a la mente. Y así simplemente observando lo que sucede, se crea una especie de separación entre el suceso y la persona, y es esa separación la que hace a la persona dueña de la realidad, pudiendo aceptar el suceso completo, sin volver a enjuiciarlo, ya que la persona comprende desde el corazón, que para todo hay una causa, es una experiencia más para el alma, y no tiene por que quedar grabada en la mente.
Cuando somos capaces de relacionarnos con todos los papeles y todas las escenas que hemos ido interpretando en nuestra vida, quedamos libres para vivir desde el corazón. Es entonces cuando estamos preparados para circular hasta el siguiente peaje, que no será otro que comenzar a trabajar conscientemente nuestras debilidades, nuestros vicios, nuestros malos hábitos.
Continuará………………..

domingo, 8 de septiembre de 2013

Mensaje para la Tierra (2)


………. Continuación.
Educar con el ejemplo no es una manera de educar,
es la única.
Albert Einstein
            El mejor método para que un aprendizaje sea real y efectivo es el ejemplo. Sin embargo, el ejemplo es válido para enseñar en el entorno próximo: Los esposos entre sí, los padres con sus hijos, los amigos entre ellos, el jefe con sus empleados, y estos con su jefe, los vecinos en su comunidad, en los medios de transporte, etc., etc. Todos nos relacionamos cada día con un buen número de personas. ¿Te has preguntado alguna vez cuál es tu influencia en cuantos te rodean? Es mucha, porque la debilidad del carácter en la inmensa mayoría de las personas, hace que estas sean muy influenciables, y las palabras y las acciones de los otros, se incrustan en la conciencia, en forma de envidia, en forma de deseo, en forma de ira contenida, en forma de rabia, en forma de admiración, e incluso de adoración.
La mayoría de los seres humanos tienen hambre de conocimiento y una imperiosa necesidad de ser guiados, y no somos conscientes de que todos somos guías, todos somos maestros. Cada uno en su nivel, porque son necesarios maestros de primaria, de secundaria y profesores universidad. Le toca a cada uno desempañar su papel, en unos momentos de enseñante, y en otros de aprendiz. Hay que dejar que brille la propia luz, para que sirva de faro a los que transitan por el mismo camino, y seguir a la vez la luz de los que han pasado delante de nosotros.
Queremos aprovechar este foro, para tocar en las conciencias de todos los que os asoméis a este ventanal y recordaros que sois espejo para todos los que os rodean, sobre todo vuestros hijos y nietos, vuestra pareja, vuestros amigos. Mantenerlo limpio para que el reflejo sea intenso, y no necesitéis de la palabra cuando ejerzáis de maestros. Con vuestro ejemplo será suficiente.
Recordar que somos energía, y que la energía del pensamiento llega de inmediato, mucho antes que la acción o la palabra. Todos reaccionamos, aunque sea de manera inconsciente, a la energía recibida. No puedes decir blanco con la boca, mientras estás pensando negro. La respuesta no será para el blanco, será para el negro. Pero si eres consecuente y dices y haces  blanco mientras piensas blanco, el aprendizaje será rápido y eficaz.
            Pero si queremos llegar a más personas, a esas que no se encuentran necesariamente en nuestro entorno, es necesaria la palabra, ya sea hablada o escrita.
            Sin embargo, para que la palabra llegue al lugar adecuado y necesario para que surja su efecto, el camino por el que debe transitar, ha de estar preparado. Para entenderlo nos vale la parábola del sembrador, que según el evangelio de San Marcos es como sigue: Aquel día salió Jesús de la casa y se sentó junto al mar. Y se le juntó mucha gente; y entrando Él en la barca, se sentó, y toda la gente estaba en la playa. Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: “He aquí, el sembrador salió a sembrar. Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron. Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron. Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno. El que tiene oídos para oír, oiga”.
            La palabra tiene que llegar a un terreno previamente abonado, si no es así, pasa algo que todos conocemos: Cuando se lee o se escucha alguna cosa que impresiona o que sencillamente agrada a la persona, son muchas las personas que deciden llevar a la práctica eso que les ha parecido interesante, para conseguir algo que no tienen en su vida, y que, sin embargo, desean. Pero todo queda en un intento inútil, ya que su decisión es tan débil como una burbuja de aire. La palabra ha llegado, pero la persona no estaba preparada para llevarla a la práctica, básicamente, por su escasa voluntad.
            Pero, no por eso, se ha de dejar de hablar o de escribir. Hay que seguir haciéndolo, y como dice la parábola: “El que tenga oídos para oír, que oiga”, y añadiría: “El que tenga voluntad para hacer, que haga”.
            Para enseñar de nuevo como se hacen las cosas me dijeron que les gusta comenzar por el final, como una especie de atajo, y de la misma manera que los Diez Mandamientos de la Ley de Dios se resumen en dos, sus conceptos se resumen en uno: AMAR. Si se consigue entender el AMOR, (lo cual ya es un poco difícil), y se llega a sentirlo y a manifestarlo, el camino estará concluido para el ser que lo consigue, y ya no tendrá necesidad de una nueva vida. Todo estará aprendido.
¿Cómo es ese AMOR que proclaman? Es algo parecido al amor que siente una madre por su hijo en los primeros meses de vida. El amor que siente una madre por su bebé, en los primeros meses de vida, es distinto al de la misma madre por el mismo hijo en etapas más avanzadas de la vida. En los primeros compases de la vida, en el amor no hay deseo, se da todo, absolutamente todo a cambio de nada, porque no se espera nada del hijo, con que crezca sano y feliz, la mama ya tiene suficiente. El auténtico AMOR sólo desea la felicidad de la persona amada.
  Pues bien, se ha de sentir ese AMOR, por todos los seres que han sido, son y serán en el planeta. Este es el atajo, ya que llegar a sentir ese AMOR, hace innecesario trabajar para eliminar defectos, porque el AMOR los disuelve con su fuerza, de la misma manera que se hace innecesario trabajar virtudes, porque el AMOR las contiene todas.
Continuará………………..

domingo, 11 de agosto de 2013

¿Quien es el loco?


Tengo una pregunta que a veces me tortura:
¿Estoy loco yo o los locos son los demás?
 

            Estaba viendo anochecer, ¡Que belleza! Tanto el amanecer como el anochecer son un espectáculo grandioso en esta hermosa ciudad (Cusco), una explanada entre montañas eternas, por las que cuando se asoma y se pone el sol, es como si la Energía Divina anunciara la grandeza de un nuevo día y la serenidad de una noche hermosa.
           Viendo como el sol desaparecía entre las montañas, recordé que también en un anochecer, escribí una entrada en el blog. La busqué y al leerla conecté con la misma sensación, con la misma emoción, con la misma energía, que estaba sintiendo ahora. Y por primera vez, y sin que sirva de precedente decidí volver a colgarla.
Son las seis de la tarde y en Cusco ya ha caído la noche. No se ven las montañas que rodean la ciudad y que también rodean mi casa, ya que a través de las ventanas, mire al norte, al sur, al este o al oeste, sólo veo montañas, sólo veo los Andes. Pero ahora en la oscuridad de la noche parece que su inmensidad se ha diluido con la luz del Sol. Donde había montañas sólo hay oscuridad, y debajo de esa negrura, las luces de la ciudad, y encima de la negrura, las estrellas titilando para llamar la atención de unos pocos que nos quedamos embelesados con su brillo.
            Y yo, en mi locura, o en mi cordura, como no veo las montañas me pregunto: ¿Dónde se habrán ido las montañas?, ¿Se las llevará el sol cuando desaparece? Porque si no las veo, ¿Será que no existen?, o si existen, pero no las veo.
            ¿Crees que me he vuelto loco?, y entonces qué opinas de aquellos que no creen en el alma porque no se ve, o no creen en una vida del espíritu porque no sale en la tele, o de los que cuestionan que seamos hijos de Dios porque no han visto el libro de familia de Dios, o de los que dudan de que tengamos un cuerpo etérico y de que todos estemos conectados porque no ven los hilitos de esa conexión.
            En mi locura o en mi cordura, cuando veo brillando las estrellas, me siguen surgiendo un sinfín de preguntas: ¿Cómo se aguantarán flotando en la nada?, ¿Cómo será posible que en esa nada floten millones y millones de estrellas?, ¿Cómo será posible tanta grandeza?, ¿Quién mantendrá ese orden?
            ¿Aun crees que me he vuelto loco?, y entonces qué opinas de los que se ocupan del tiempo que va a hacer en días posteriores, o de los que se irritan porque no les ha saludado el vecino, o de los que retiran el saludo a su hermano porque no hace lo que el querría que hiciera, o de los que se preocupan porque no saben si tendrán plaza para sus vacaciones.
            Mirando la noche de Cusco a través de mi ventana, escrutando la negrura a través de la nada, me siento más energía, me siento más alma, me siento eterno, me siento más cerca de Dios, me siento, también, más cerca de los hombres, y en mi locura o en mi cordura le pido a Dios que ilumine con su Luz a los que necesitan “ver para creer”, a los que viven las miserias de sus mentes, a los que no saben que su misión no es irse lejos en unas vacaciones, sino bajar a su corazón, aunque sea en el lavabo de su casa, a los que se sienten solos y desvalidos porque se han alejado de su alma, a los que guardan rencor a su hermano, a los que………………..
            Únete a mi locura, asómate a la negrura de tu noche, en Lima, en Barcelona, en Buenos Aires, en Londres, allá donde te encuentres, asómate a tu noche y pide conmigo a Dios que nos envíe su Luz, y nos de fuerzas para aliviar tanto sufrimiento, tanta incomprensión y tanta ignorancia como hay en esta Tierra, que vista desde otras ventanas de nuestro Universo se ve tan sólo como una estrella azul.
            Gracias. Bendito seas, bendita seas, en tu locura o en tu cordura.