El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




lunes, 31 de octubre de 2022

Regresiones a vidas pasadas

 


¡Pobre sociedad!

 



          La sociedad está enferma.

En la actualidad, aparte de la invasión de Ucrania, hay otros seis conflictos mayores en el mundo y unos treinta de menos intensidad, es decir que en estos últimos no hay guerra declarada por el momento.

Los desplazados por estos conflictos son treinta y ocho millones de personas. Mil millones de personas pasan hambre, es decir, casi uno de cada ocho pasa hambre, de las que veinticuatro mil mueren a diario, en cientos de países del mundo.

El simple hecho de no haber nacido hombre supone una condena segura a una vida de subordinación, violencia y falta de derechos en muchos países. Son muchos los países y las personas homófobas, y hay un buen número de países en los que la homosexualidad es considerado un delito y en unos cuantos está penado con la muerte.

Y no hace falta mirar los grandes números, solo hay que voltear la cabeza para ver a nuestros conciudadanos discriminando por razón de color, de sexo, de religión, sólo hay que ver que los dirigentes que hemos elegido para velar por nuestros intereses, nos roban hasta la camisa, sólo hay que entrar en cualquiera de las sedes de las casi infinitas religiones para sentir verdadero terror por lo que podamos escuchar. Dejo la lista aquí, porque sólo quería poner un ejemplo de porque la sociedad está enferma.  

Y no es esto lo malo, lo peor es que va a seguir así hasta que sus componentes desbloqueen el acceso a su propio potencial, hasta que sean conscientes de su poder y de su divinidad. Desgraciadamente, hoy los miembros que componen cada sociedad no son conscientes de su poder de creación, desconocimiento que no impide que creen de manera permanente y en piloto automático la propia miseria en la que viven, bien sea física, mental o emocional. No impide que creen líderes políticos con pies de barro, líderes religiosos con el corazón de piedra o líderes sociales con mentes infantiles.

El pensamiento es creador, lo es la palabra, lo son las emociones, lo son los sentimientos, porque todo eso es energía, y solo hay que recordar que energías iguales se atraen. La miseria atrae más miseria, el dolor más dolor, la tristeza más tristeza, el miedo más miedo. 

De la misma manera que cada célula se reproduce tal cual sea el estado de la célula madre, la enferma duplicándose en células enfermas y la sana duplicándose en células sanas, los miembros de cada sociedad se reproducen según sea la creencia o el pensamiento social de dicha sociedad.

Y la reproducción de una sociedad no es otra cosa que la educación que los nuevos miembros de cada sociedad van recibiendo para poder desenvolverse en ella. La sociedad, al igual que la célula, hace clones de sí misma.  

Se educa para ser serviles y para permanecer dominados y en silencio. Se educa para vivir, en la mayoría de los países, en el engaño de que tenemos el poder mediante el voto democrático. Es mentira, porque al vivir dominados desde el exterior por el dinero, por el poder, por la religión y por la apariencia y, desde el interior, dominados por los instintos y por el miedo, es muy fácil engañar y manipular a los miembros de las distintas sociedades, ya que son analfabetos sociales, sino ¿cómo es posible que nunca acierten con un gobierno que realmente acabe con la pobreza, con la corrupción, con el engaño o con la inseguridad?, solo por citar alguno de los males que aquejan a casi todas las sociedades.

El analfabeto social puede hablar cinco idiomas, tener cuatro doctorados, haber realizado quince másteres, le puede salir el dinero por las orejas y ser el presidente de cualquier empresa o incluso del país, pero no sabe de su real y auténtico poder, no sabe de su divinidad, no sabe de su hermandad con todos los integrantes de su sociedad.

Si la educación que se recibiera fuera para ser felices, para potenciar el poder creador de los seres humanos y para tomar contacto con su divinidad, entonces los miembros de cada sociedad, si que podrían elegir libremente. A partir de entonces se acabaría con la desigualdad, con la pobreza, con el miedo, con las guerras y con la intolerancia

Hasta que eso no pase, la sociedad seguirá enferma, atemorizada, dominada y engañada.

Pasos de gigante

 



Capítulo XIII. Parte 5. Novela "Ocurrió en Lima"

El timbre de la puerta me sacó de mis elucubraciones. Pensé que solo podía ser Diana.

-    Cuéntame –fue lo primero que dijo en cuanto abrí la puerta.

-    Pues ya está hecho. He estado trabajando en mi nuevo despacho hasta las tres de la tarde, -y fui consciente de que se lo contaba con una ilusión que hacía mucho tiempo que no había sentido.

Detallé a Diana como había transcurrido el día, sin omitir nada.

-      Estás exultante, -me comentó.

-      Sí. Y tú, ¿quieres cambiar de trabajo?, -tenía que empezar a reclutar el personal para el departamento.

-      Sí, me apetece mucho, ¿crees que podrá ser?, -preguntaba esperanzada.

-      Por supuesto. Tienes que llevar tu curriculum en persona para que te hagan una entrevista y supongo que no tendrás ningún problema. Yo te acompañaría. La oficina de recursos humanos está al costado de la nuestra. ¿De qué quieres trabajar?

-      No sé, ¿qué puestos hay?

-      Puedes ser mi asistente o trabajar de administrativa introduciendo datos.

-      Me apetece más ser tu asistente, ¿qué tengo que saber?

-      Tienes que estar en contacto conmigo y con los técnicos, cuando salgamos de la oficina, para saber dónde estamos por si nos necesitan. Serás mi voz en el departamento cuando yo no esté y cuando esté, también, porque organizarás mi agenda y contactarás con las distintas oficinas para temas que puedan surgir. Tendrás que manejar todas las aplicaciones de la empresa. Y, posiblemente, un sinfín de tareas más que irán surgiendo.

-    Me encanta, -parece que ya éramos dos los que estábamos ilusionados.

-     ¡Ah!, y tu sueldo estará equiparado al de los técnicos y, supongo, que será el triple de lo que ganas ahora.  

-    Pues aún me encanta más.

-    Perfecto, empieza a preparar el curriculum y el lunes, si puedes, te vienes conmigo a primera hora. ¿Cuándo podrías empezar?

-    Al otro lunes. En una semana. Y si no me cuentas más, paso a mi depa a preparar el curriculum.

-    Mientras lo preparas, voy a llamar a mis antiguos compañeros a ver si les puede interesar. Cuando finalice las llamadas, paso a buscarte y, vamos a comer una pizza para celebrarlo, te invito.

-    Acepto la invitación. Pasa cuando estés. Hasta luego, -y se fue dejándome solo.

En la antigua empresa trabajábamos diez personas. Todos responsables y cumplidores de su trabajo, desde los técnicos de primera línea hasta el personal de administración y ventas. Cualquiera de ellos sería un buen fichaje.

Mi intención era contactar con ellos, desde Pablo, con el que ya me reuní para intentar iniciar un negocio juntos, que no pudo ser por falta de capital y que, además de ser mi mejor amigo de la empresa, yo lo consideraba el más valioso técnicamente, hasta tener cubierto el cupo de las seis plazas que necesitaba el departamento.

Al final contacté con los diez porque la mitad habían conseguido trabajo o habían decidido tomarse una temporada sabática, como fue el caso de Alba que estaba embarazada y había decidido junto con su esposo disfrutar su estado y dedicarse al bebé cuando naciera, o de Alex, otro extraordinario técnico, que aprovechó el quedarse sin trabajo para sustituir a sus padres en el negocio familiar. Por su parte, Ramón, Ferrán y Doménica habían conseguido un trabajo en el que se sentían satisfechos y no les apetecía cambiar otra vez, aunque Ferrán me comentó que Karla, su esposa podría estar interesada. A Karla la conocía por los encuentros y comidas de empresa que hacíamos, con bastante frecuencia, todos los compañeros, por venir acompañando a su esposo.

Pablo y Belén, como técnicos, y Patricia, Esteban y Raúl, como administrativos, se mostraron muy interesados y quedé con todos ellos, más Karla, en reunirnos el domingo por la tarde, en mi casa, para informarles a todos de lo que yo sabía, que tampoco era demasiado.

Y con la satisfacción de estar dando pasos de gigante, en lo que sería el equipo de trabajo, pasé a buscar a Diana para ir a cenar nuestra pizza de celebración.

sábado, 29 de octubre de 2022

¿Destino o libre albedrio?

 

 

Jueves 20 de octubre 2022

 A veces pienso si una decisión de tal calibre, que cambió, completamente, mi vida y, no solo la mía, sino, también, la de mi esposa, y algunas otras personas de nuestro entorno, fue una decisión tomada en total libertad, haciendo uso del, tan manido libre albedrío, o fue algo manipulado, por eso que llamamos destino, aunque yo prefiera calificarlo como Plan de Vida.

Si solo tenemos en cuenta las circunstancias por las que tomé la decisión: una meditación, una especie de alucinación ocurrida en ella, la ¿coincidencia? de estar leyendo determinado libro y el recuerdo de una canalización, podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que sí, que fue una decisión, libremente, tomada bajo el paraguas del libre albedrío. Yo era libre de seguir con mi vida o cambiarla. Aunque, fueron muchas casualidades, causalidades o sincronicidades juntas

Pero analizado desde hoy, 20 de octubre de 11 años después, con la perspectiva que da el paso del tiempo y con lo ocurrido en estos años, tengo serias dudas de que haya sido una decisión tomada libremente y me inclino a pensar que el destino tuvo mucho que ver y que estaba marcado a fuego.

Y si no, opinen.

Lo voy a hacer muy breve. Cuando llegamos a Cusco, comencé a dictar clases de yoga y realizaba terapias y meditaciones de manera gratuita. Bueno, nada más llegar no, porque tardamos 8 meses en conseguir todos los permisos para poder iniciar las actividades. Comenzamos en noviembre del año 2011.

Mi esposa, por su parte, comenzó a trabajar de voluntaria en un hogar de acogida para niños que se encontraba detrás de nuestra casa.

Lo que voy a relatar, que me parece la verdadera razón para nuestro traslado al Perú, ocurrió en la última semana de febrero del año 2012, un año después de nuestra llegada al Perú.

En el hogar donde mi esposa trabajaba de voluntaria llevaron a un bebé con una semana de nacido. En ese momento, en el hogar, había un brote de varicela, por lo que el doctor que asistía, (también de manera gratuita), a los niños, en el hogar, aconsejó que se aislara al bebé recién llegado.

Estuvo aislado durante casi dos semanas, tiempo en el que mi esposa pasaba con él la mayor parte del día. Surgió una especie de enamoramiento entre ambos y, después de hablarlo en casa, decidimos solicitar ser familia de acogida para ese niño.

Ese niño, hoy es, legalmente, nuestro hijo y está a punto de cumplir 11 años.

Algún día escribiré sobre él en este diario, porque es un personaje. Ahora solo voy a decir que, gracias a él, mi trabajo de aprender a amar, de manera incondicional, está dando un salto en cantidad y calidad y, estoy convencido, que no se ha dado en ninguna de mis vidas anteriores.

Así que, ¿estoy en Perú por una decisión tomada bajo el paraguas de mi libre albedrio o solo estaba siguiendo mi destino? Los caminos del Señor son inescrutables.

Cambiar el pensamiento

 


Capítulo XIII. Parte 4. Novela "ocurrió en Lima"

Como todavía no tenía asistente pasé por el despacho de la señora Claudia para informarla de mi visita a la oficina “Uno de San Isidro”, y me fui para casa.

Camino de casa iba pensando en que, después del almuerzo, iba a llamar a todos mis ex compañeros para ver si les interesaba el trabajo. No creía que todos hubieran conseguido ocuparse.

Una vez en casa, comiendo lo primero que encontré en la refrigeradora, fui consciente de que el miedo que me había consumido, solo dos días atrás, se había transmutado en ilusión y responsabilidad. Hasta ahora pensaba que ya había vivido suficiente miedo en el tema de las relaciones, imaginando una posible ruptura, pero no había sido nada comparado con el terror al que me fue llevando el pensamiento ante la posibilidad de fracasar si aceptaba el trabajo.

Había experimentado que es vivir en el infierno y, no había necesitado bajar a las calderas de Pedro Botero, lo había vivido aquí, en la vida. No había necesitado morirme.

Puedo decir bien alto, por la experiencia vivida, que el verdadero infierno está en la persona, está en la mente, pues es ella la que va llevando al ego por los vericuetos del pensamiento, de la emoción y del sentimiento. Es la mente la que, pensamiento a pensamiento, va desgranando ideas, creencias, desgracias, males, sufrimientos y torturas, que hacen que la persona sufra un verdadero infierno.

Son esos pensamientos, creencias, males y desgracias las que vive realmente la persona. Pero para mí eran reales. El dolor que yo he sufrido, el miedo, la ansiedad o la angustia, solo han sido un producto de mi mente, porque nada está ocurriendo, solo es mi apreciación. Ahora tengo claro que cuando consiga mantener la mente en silencio habré alcanzado la dicha.

Si los seres humanos consiguiéramos invertir la tendencia de nuestros pensamientos se invertiría nuestra vida. Pasaríamos de ser infelices y de vivir atenazados por el miedo, como me ha pasado a mí, a vivir, si no la felicidad, si un estado de serenidad que debe de ser un estado muy próximo a la felicidad. Cambiaríamos la tristeza por la alegría y la ansiedad por la paz interior.

Está claro que es el pensamiento el que determina la salud emocional, ya que es el pensamiento el que viaja por la rabia, por el odio, por la ira, por el miedo y por el dolor, generando esa energía que, a la larga, va a afectar, también, al cuerpo físico.

Desde luego, no es una tarea fácil que una persona pueda cambiar el pensamiento, pero tampoco es imposible. Si yo lo he conseguido, al menos de momento, que soy el paradigma del miedo, puede conseguirlo cualquiera. Mis herramientas han sido la meditación, la atención, la oración y el canto de mantras. Espero conservarlas para no volver a las andadas.

viernes, 28 de octubre de 2022

Sanación Espiritual

 




Voy a prorrogar la oferta un mes más, hasta el 30 de noviembre. 


Sanación Espiritual

La Sanación Espiritual es la práctica de canalizar la Energía Divina para que interactúe sobre todas las dimensiones existenciales del ser humano. Las personas que son tratadas con la Sanación Espiritual reciben una transmisión de energía que reestructura y reordena las energías alteradas y reactiva sus recursos naturales, su sistema inmunitario y sus fuerzas internas para ayudarles a enfrentarse a la enfermedad y, sobre todo, a la causa, que no es más que sus malos hábitos, sus perniciosas rutinas, sus emociones destructivas, sus pensamientos negativos y la carencia de amor hacia sí mismos y por extensión hacia los demás. 

Que en un mismo párrafo se pueda leer “sanación”, “espiritual”, “energía” y “divina”, puede asustar a más de uno, y hacerle pensar que ese tipo de sanación se encuentra muy lejos para él, por un sinfín de razones, y seguro que cada persona que piense que este tipo de sanación no está a su alcance puede dar una razón diferente que, por supuesto, puede sonar convincente.

Sin embargo, no es así. Todos los seres humanos somos canales de energía, por lo tanto, todos los seres humanos podemos canalizar energía de sanación. Y, por supuesto, todos podemos recibir esa energía para nuestra sanación.

Existen diferentes grados de calidad de energía. Y fijaos que no digo diferentes tipos de energía, sino diferentes grados de calidad. En lo que si estamos totalmente de acuerdo es que existen multitud de técnicas de sanación energética.

Pero la energía a la que se accede en cualquier tipo de sanación es siempre la misma. La diferencia estriba en el sanador y en su capacidad para acceder a energía de mayor gradación. Serán los sanadores más cercanos al Amor los que canalizarán energía de más alta calidad.

Imaginar una cañería de conducción de agua de 1 milímetro de espesor, y pensar en la cantidad de agua que puede discurrir por esa cañería. La cantidad que pasa por ella es muy poca si la comparamos con una tubería de conducción de agua de 1 metro de diámetro.

Sucede lo mismo con los seres humanos. En función de su desarrollo espiritual, unos dejaran pasar más cantidad de energía que otros. Pero por todos circula una cierta cantidad de energía.

Ni tan siquiera son necesarios cursos para canalizar energía. Si acaso, los cursos pueden ser necesarios para aprender diferentes técnicas. No sucede lo mismo con la sanación espiritual, no es necesario aprender nada especial, solo hay que “ser”.

Todas las técnicas de sanación energéticas que se publicitan son auténticas, son correctas, son actuales y todas funcionan. Sin embargo, afirmar que solo una técnica es la correcta, es anunciar la carencia del otro ingrediente necesario para la sanción, que es el que Jesús utilizaba en mayor medida: el Amor.

Hemos hablado de 2 ingredientes: la energía y el Amor. Pero existe un tercer ingrediente que es fundamental, la propia persona. Una frase que se atribuye a Albert Einstein dice: “Si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo”.

Imaginaos una bañera con el tapón cerrando el desagüe y el grifo abierto. Se llenará y rebosará el agua por el borde. Se puede llamar a un aguador para que vaya vaciando la bañera, pero no conseguirá dejarla sin agua a no ser que se cierre el grifo.

Pues bien, la bañera es el cuerpo del paciente, el grifo abierto es su mente, siempre dando vueltas como un tiovivo, el agua es la energía sucia que inunda el cuerpo energético de la persona y el aguador es el sanador que está utilizando la Energía Divina para limpiar la bañera con mucho Amor. Pero por mucho Amor que se ponga y muy divina que sea la energía, si no se cierra el grifo, la bañera nunca se va a vaciar completamente.

Es imprescindible que la persona realice algún cambio en su vida, para que los resultados finales sean diferentes. Esos cambios que tiene que realizar la persona son los que aparecen en el primer párrafo como origen de la enfermedad: sus malos hábitos, sus perniciosas rutinas, sus emociones destructivas, sus pensamientos negativos y la carencia de amor hacia sí mismos y por extensión hacia los demás.   

Aun podríamos añadir un cuarto ingrediente, que es el Plan de Vida de la persona. Si en ese Plan de Vida aparece contemplado que su muerte se va a producir por una determinada enfermedad, ni el Amor, ni la Energía, ni los cambios que realice la persona serán suficientes para sanar de esa enfermedad. Sin embargo, la sanación espiritual le ayudará a aceptar, con serenidad, la enfermedad y sus consecuencias. 

jueves, 27 de octubre de 2022

Meditación Anti-hipertensión

 Meditación anti-hipertensión


La meditación anti-hipertensión se enfoca en reducir los niveles de estrés y promover la relajación para ayudar a controlar la presión arterial alta. Algunos de los beneficios específicos de esta práctica incluyen:

1. Reducción del estrés: La meditación anti-hipertensión utiliza técnicas de respiración consciente, movimiento y visualización para calmar el sistema nervioso y reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Esto puede ayudar a disminuir la presión arterial y promover un estado de relajación general.

2. Mejora de la circulación: Al relajar los vasos sanguíneos y reducir la tensión en el cuerpo, esta práctica puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea, lo que a su vez puede beneficiar la salud cardiovascular y reducir el riesgo de complicaciones relacionadas con la hipertensión.

3. Equilibrio del sistema nervioso autónomo: Equilibra el sistema nervioso autónomo, que controla funciones automáticas del cuerpo como la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la respiración. La meditación anti-hipertensión puede ayudar a mantener este sistema en equilibrio, lo que contribuye a un mejor control de la presión arterial.

4. Promoción de la conciencia corporal: A través de la práctica de esta meditación, se fomenta una mayor conciencia corporal, lo que puede ayudar a identificar y liberar tensiones físicas y emocionales que puedan contribuir a la hipertensión.

La meditación anti-hipertensión ofrece una forma holística de abordar la hipertensión al trabajar en varios niveles, incluyendo el físico, emocional y espiritual, para promover la salud y el bienestar cardiovascular. Sin embargo, es importante recordar que esta práctica complementa, pero no reemplaza, el tratamiento médico adecuado para la hipertensión, y se debe practicar bajo la supervisión de un profesional de la salud.






No hay fracaso en la pareja

              


                 Aconsejo a los religiosos, creyentes, devotos, seguidores y practicantes de todas las religiones, así como a todos aquellos influenciados por las insanas creencias de la sociedad, a los meapilas, a los hipócritas y a los fariseos, que no sigan leyendo, ya que no es una lectura que les pueda interesar porque va claramente en contra de sus intereses. Este es un escrito para afianzar el respeto y no creo que, ningún adalid de la pureza que viva blandiendo su espada de fuego en contra de los que consideran que viven en pecado, conozcan mucho de él.

              Así que, ahora que ya hemos quedado solo los pecadores, podemos comenzar. No existe fracaso en el matrimonio o en la pareja, ya que el fracaso es la no consecución del éxito y, en la pareja, teniendo en cuenta que ni los mismos integrantes conocen la razón de su unión, no se puede hablar de fracaso. Se puede, sin embargo, hablar de éxito en todas las uniones, aunque, la mayoría de las veces sea un éxito agridulce o, incluso, amargo, por el desconocimiento del ego sobre cuál es la causa y los objetivos de la unión.

              Para entender el párrafo anterior sería bueno remontarnos al espacio entre vidas, anterior a la encarnación en la que se produce la unión de la pareja. Si, ya sé que no podemos remontarnos a algo que no conocemos, pero sí tenemos alguna pista de cómo se organiza una vida. En ese espacio, antes de encarnar en la materia, cada alma organiza su vida y firma su contrato. Ya sabemos que elegimos los padres, el lugar de nacimiento, así como las relaciones y el trabajo a realizar. También se organiza y se firma las uniones de las personas, así como los objetivos a alcanzar en ellas.

              Cada unión tiene por objetivo el aprendizaje, la cancelación de deudas kármicas, la recepción de débitos, y la enseñanza. El alma, aunque el ego tenga un total desconocimiento de la tarea a realizar, sigue las pautas establecidas para que la unión se de y el trabajo se realice.

              Por lo tanto, las uniones pueden durar un instante, un tiempo más o menos largo o toda una vida. El problema surge cuando la unión no debe durar más allá de un tiempo limitado y choca frontalmente con las creencias religiosas o con las creencias de la sociedad, que impone que una unión debe durar toda una vida.

              Existe un problema añadido, posiblemente, el más importante, y es que las uniones no se establecen desde el Amor del alma, desde el Amor divino, desde el Amor incondicional. Las uniones se establecen desde lo que podríamos llamar amor humano, que no es más que una emoción, una mezcla de amor-deseo, en el que priman múltiples factores, totalmente alejados de la energía del Amor. Esos factores pueden ser la atracción física, el deseo sexual o intereses materiales, como pueden ser: alcanzar una buena posición social, una mejora en la economía, la necesidad de compañía o satisfacer a la sociedad para evitar “el qué dirán”.

              Y aún podríamos hablar de otro problema más, como es la falsa creencia de bastantes hombres de que en la unión la mujer tiene un papel de servilismo y la falsa creencia de las mujeres de que, efectivamente, es así y que han de intentar satisfacer al hombre en todo lo que se supone que a este le agrada. Esto es dramático, esos hombres, de hombre, solo tienen el nombre, y las mujeres con esa creencia, son una clara muestra de que no se respetan a sí mismas. Es lógico y normal que no reciban el respeto que merecen como seres humanos.

              Hagamos un inciso, para recordar que todos, hombres y mujeres, somos exactamente iguales. Todos somos alma, todos somos una Chispa Divina, todos somos hijos de Dios, que un día decidimos encarnar, por propia decisión y, en esa encarnación le pusimos al alma, para facilitar el trabajo a realizar, un ropaje de hombre o de mujer. La realidad es que somos eternos y que no tenemos sexo. Líbrese bien el miembro de la pareja que maltrate física o emocionalmente a su pareja, porque en próximas encarnaciones es posible que tenga el sexo contrario a la encarnación actual para recibir en carne propia el daño generado.

              Con todo ese panorama, se establece la unión para realizar el trabajo acordado, que se puede realizar o no. Pero ante la falta de autentico Amor, ninguno de los miembros de la pareja va a ser capaz de identificar cuando ha finalizado ni el trabajo ni la unión. A partir de ahí surgen los engaños, los sufrimientos, los desencuentros, los maltratos y mil y una desgracia más.

              Con lo fácil que es identificar cuando ha finalizado la unión, y de manera racional, basándose en el Amor, el cariño, la generosidad y el respeto, concluir esa unión, que no la relación, apoyándose ambos en los primeros momentos, esos que la sociedad se encarga de calificar como dramáticos, cuando, sin embargo, ha sido una relación exitosa, porque no solamente han cumplido su compromiso, sino porque han podido extraer el aprendizaje y abstraerse de la conciencia social.

              Cuando el hombre entienda que no solo no es superior, sino que posiblemente camine varias pasos detrás de las mujeres, y cuando la mujer aprenda a respetarse a sí misma y entienda que su sumisión a la tiranía es el aprendizaje que está dando a sus hijos, que serán tiranos, y a sus hijas que serán esclavas, se habrá acabado la lacra de maltratos y engaños en la pareja, aunque no basen su relación en el Amor, pero si lo hagan en el respeto mutuo.

                

Cusco: La ciudad imperial

 

 Martes 25 de octubre 2022

 De pronto, un día le puse una respuesta a la pregunta ¿y si me voy al Perú? La respuesta fue: “Si, me voy a vivir al Perú” y, entonces surgió una nueva pregunta: pero ¿a qué lugar? Y para responder la segunda pregunta analicé las ciudades del sur del Perú que podían estar influenciadas por la nueva energía de la kundalini y, en este caso, no tuve muchas dudas: Cusco. Bueno, para mí, en aquel entonces era Cuzco. La “z” se cambió por la “s” cuando comencé mi andadura en la ciudad imperial.

A pesar de que el inca, que trastocaba mi meditación, era el responsable de mi “loca decisión”, no lo tuve en cuenta cuando me senté a meditar al día siguiente. Y allí estaba. Apareció nada más sentarme y, cosa extraña en él, permanecía en silencio, supongo que observando cómo me encontraba después de una decisión tan importante. No fue hasta el final de mi meditación cuando pude escuchar en el centro de mi cabeza: “Bienvenido a casa”.

Nunca más ha vuelto a aparecer.

Y, por eso estoy en Perú. ¡Que loco!

El avión con destino a Cusco ya estaba en el aire. En una hora llegaría a la que sería mi nueva casa.

miércoles, 26 de octubre de 2022

Una nueva etapa laboral

 


Capítulo XIII. Parte 3. Novela "Ocurrió en Lima"

-    Antay, -escuchamos al señor Ramírez- ya está todo listo. Bienvenido a la empresa. Si le parece, pase a mi despacho y le explico todo lo que necesita saber y las dudas que pueda tener.

-    Si, vamos. Gracias, -y a la asistente del señor Moretti- Gracias señora Claudia por enseñarme la oficina.

El señor Ramírez me explicó cómo funcionaba la empresa y contestó a todas mis preguntas. Para finalizar me entregó una identificación, un celular de la empresa, las claves para acceder a las aplicaciones, mi dirección de e-mail y la llave de la entrada, que según dijo tenían todos los directores.

-    Puede comenzar mañana mismo. Si piensa salir a visitar oficinas, que no sea el lunes porque a las 10 tenemos reunión de dirección. Ha sido convocada por el señor Moretti para presentarle a usted, explicar a los demás directores cuáles serán sus funciones y para que usted nos conozca a todos. Las reuniones y cualquier otra información corporativa se avisan por e-mail.

>> Me dijo el señor Moretti que usted mismo se encargará de su personal. Según los vaya reclutando que vengan con su curriculum a recursos humanos. Les haremos una entrevista. Serán, si no estoy equivocado, un asistente, dos técnicos y cuatro administrativos, ¿es correcto?

-    Si, así es. Si le parece yo mismo les iré acompañando.

-    Me parece perfecto. Pues nuevamente le doy la bienvenida. Ha entrado en una muy buena empresa. Hasta mañana. Como tenemos las oficinas contiguas nos veremos con frecuencia. ¡Ah!, una cosa más, si necesita una computadora hasta que empiecen a retirar las sobrantes de las oficinas le puedo prestar una.

-    No gracias, traeré la mía. ¿Podría quedarme ya a trabajar y ver algunas cosas en mi despacho?, ¡para qué voy a esperar a mañana si no tengo otra cosa que hacer!

-    Por supuesto. Desde este momento puede entrar y salir cuando quiera. Eso sí, su asistente siempre tiene que saber dónde está por si se le necesita para algo.

Pasé a mi despacho para comprobar la información que aparecía en las carpetas. Era completísima. Después supe que cada movimiento se registra y se envía copia a todas las direcciones para que mantengan la información actualizada. Supuse que esta información también aparecería en alguna de las aplicaciones de la empresa, ya que si no era así sería uno de nuestros primeros trabajos extraordinarios a realizar. Si se estaba creando un departamento informático, se supone que todo debería estar informatizado.

Estuve el resto de la mañana revisando información y programando el orden en que visitaría las oficinas. El viernes quería visitar la que parecía más importante y que se encontraba muy cerca de la oficina principal, para preparar desde allí, la operativa, contando con la información, de primera mano, que me pudieran facilitar. Quería, además, comenzar a retirar computadoras, cuando fui consciente de que no podía hacerlo hasta que no estuviera operativo mi personal.

Tenía que acelerar todo el proceso y no esperar dos meses para tener clara la operativa de trabajo. 

-    Antes de marchar, cerca de las tres de la tarde, pasé por el despacho del señor Ramírez. El señor Moretti me dijo que tenía dos meses para preparar la operativa y comenzar a trabajar, pero quiero hacerlo ya, comenzando de manera paulatina, oficina por oficina. Es posible que la operativa de trabajo yo la voy a tener mañana mismo que voy a visitar la oficina “Uno de San Isidro”. Pero para eso necesitaré personal trabajando. ¿Podría comenzar alguno?, por ejemplo, mi asistente y un técnico o administrativo.

-    Por supuesto que sí. Es usted el único responsable de su departamento. Lo que haga estará bien hecho, mientras no se demuestre lo contrario, ¡claro!

-    Gracias. ¡Hasta mañana!

martes, 25 de octubre de 2022

En la muerte, todos iguales

         


          Imagina que te proponen una vida sin enfermedad, sin dolor, sin hambre, sin sed, sin cansancio, sin tener que trabajar, sin hipotecas, sin necesidades de ningún tipo, incluido de dinero, sin sufrimiento, con una inmensa sensación de felicidad y amor permanente, pudiendo conversar con tus antepasados y con tus contemporáneos, con la posibilidad de desplazarte únicamente con el pensamiento, y un sinfín de facilidades más. ¿No firmarías de inmediato?

Claro que a todo esto habría que añadir que sin cuerpo. No sé si con esta nueva condición seguirías firmando.

Efectivamente, ese estado tan fantástico es el estado de vida fuera del cuerpo, es ese estado al que, muy posiblemente, temen llegar casi todos los seres humanos, porque es el estado al que llegamos después de la muerte del cuerpo.

¿Por qué el miedo?, ¿no son suficientes los motivos del primer párrafo para desear ese estado?

Es, perfectamente, comprensible el miedo en los seguidores de casi todas las religiones, ya que auguran a sus socios las mayores desgracias después de la muerte, si no han seguido los preceptos que ellos enseñan, pero no deberían de sentir miedo el resto de mortales. Además, la vida en el cuerpo es nada más que un ratito comparado con el tiempo, eterno, que pasamos al otro lado.

Nosotros no somos estos cuerpos que parecemos, los cuerpos son sólo trajes que usamos por un tiempo y luego desechamos. Somos almas inmortales. La perfección de Dios es también en nosotros, pues vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser en Él. Pero somos inconscientes de nuestra Naturaleza Divina, y así seguiremos hasta que no despertemos a ella y, eso, normalmente, no va a pasar hasta que dejemos el cuerpo.

Cuando dejamos el cuerpo, todos somos iguales, los políticos, los ladrones, los asesinos, los embaucadores, el santo y el demonio, todos, porque todos vivimos en el Padre, y todos sentimos el mismo amor, la misma alegría y la misma felicidad, con independencia de lo que hayamos hecho en nuestro ratito de vida en el cuerpo.

Ya volveremos otros ratitos, a la vida del cuerpo, para ir arreglando lo que estropeamos con anterioridad, ya que el mal que hicimos con anterioridad debe ser equilibrado con el bien. Este proceso de siembra y cosecha se llama Karma. Es la ley del reajuste, que el ser humano pone en funcionamiento con cada uno de sus pensamientos, con cada palabra y con cada acción.

Hay algo que casi nadie discute, aunque, para muchos, no sea más que una palabra no integrada en su vida, somos un alma, y todas las almas somos iguales. A pesar de las diferencias de nacimiento, diferencias de raza, credo, sexo o color, de bondad o maldad, todos los seres formamos una fraternidad indivisible. Todos nosotros, altos o bajos, sabios o ignorantes, lo somos durante ese ratito que dura la vida en la materia.

Nacemos y morimos una y otra vez, con el único objetivo de aprender a vivir desde nuestra divinidad. Las distintas vidas solo son un aprendizaje, en las que vamos pasando en cada una de ellas por el parvulario, la primaria, la secundaria y la universidad, en donde por medio del trabajo y el aprendizaje, lentamente vamos desarrollando nuestras facultades. No es posible vivir la Naturaleza Divina, en nosotros, con las experiencias de una sola vida. Por eso reencarnamos una y otra vez. Entramos en la vida, nacemos, crecemos, actuamos, terminamos nuestro trabajo y retornamos. Nuestro retorno es muerte. Y en nuestro retorno, todos, volvemos a las mismas condiciones.

Si fuéramos conscientes de esto, el mundo sería otra cosa, sería más equitativo, sería un mundo en el que todos tendríamos las mismas oportunidades de acceso a las riquezas del planeta, a la educación, a la sanidad. Un mundo en el que todos sentiríamos alegría por ver la felicidad de otro ser humano, un mundo en el que sentiríamos a nuestro prójimo como nuestro hermano.

Sería un mundo lleno de Amor.

 

Serpiente de Luz

  


Martes 18 de octubre 2022

 Volví a releer el capítulo del libro en el que Drunvalo relataba la llegada de la kundalini a su nueva residencia. Busque en el mapa para tratar de ubicarla y entonces fui consciente de que en una canalización que hice, de manera accidental, unos años atrás, el canalizador me dijo que viajaría a Perú. Para ser sincero no le hice ningún caso y ni tan siquiera recuerdo para qué tenía que viajar a Perú y sé que lo dijo.

Y ahí estaba yo, con el inca machacándome en cada meditación, con la información del libro “Serpiente de Luz”, el mapa de Sudamérica extendido delante de mí y el recuerdo de la canalización. Era como un puzle en el que tenía que armar una imagen creíble sin tener ningún modelo que me sirviera de guía.

El pensamiento de acercarme a algún lugar que estuviera bajo la influencia de la energía kundalini de la Tierra parece que iba ganando fuerza. Hasta que, en un momento, sin saber cómo, apareció la pregunta en mi cerebro, ¿y si me voy a Perú?

Antay conoce la empresa



Capítulo XIII. Parte 2. Novela "Ocurrió en Lima" 

La oficina de recursos humanos se encontraba en la planta superior, justo al lado del espacio que ocuparían las nuevas oficinas de informática.

El señor Ramírez era un señor bajito, regordete y calvo. Un espléndido bigote adornaba su cara en la que destacaba, además del bigote, unos grandes ojos negros que parecían escudriñar todo. Era un hombre, que debía rondar la sesentena, afable, educado, respetuoso y servicial.

Durante dos horas permanecí con el señor Ramírez repasando el contrato y completándolo con la información de mis datos personales. Allí me enteré cual sería mi sueldo, ¡cinco veces mayor que el que tenía en mi antiguo trabajo!

Mientras el señor Ramírez bajaba al despacho del señor Moretti para que este firmara el contrato, pasé al que sería mi despacho. Había una antesala en la que se ubicaría mi asistente. Estaba claro que nadie iba a pasar a mi despacho sin que antes la persona que estuviera en dicha antesala le diera su visto bueno. Una vez pasado ese filtro se llegaba al que iba a ser mi despacho. Era una sala de unos 15 metros cuadrados con un gran ventanal que daba a la calle. Delante del ventanal se encontraba la mesa, un sillón, que parecía muy cómodo, y una estantería repleta de carpetas, todas iguales, rotuladas en el canto con el nombre de cada una de las oficinas que la empresa tenía repartidas por todo el país. No faltaba ningún detalle, teléfono, lápices, hojas de papel, en fin, todo lo que se puede necesitar en una oficina, excepto computadora.

-    Las computadoras, tanto la suya como la de todo su departamento, serán las que ustedes vayan retirando de las oficinas, -era la voz de Claudia, la asistente del señor Moretti- que entraba en ese momento en la sala.

>> Saliendo de su despacho a la derecha están las oficinas que ocupará su personal, vamos a verlas, si le parece.

-    Sí, vayamos, gracias, -y salí tras ella para terminar que conocer el espacio que ocuparían las personas de mi nuevo departamento.

 El espacio parecía muy acogedor. Equipado con mamparas de un metro de altura, podían trabajar, de manera cómoda, 15 personas.

En la misma planta se encontraba una sala de juntas con capacidad para 20 personas, baños separados, de hombres y mujeres, y una sala de descanso equipada con una especie de cocina en la que había un microondas, una cafetera y una maquina dispensadora de agua fría, natural y caliente.

-    Cuando el señor Moretti encargó el microondas, -comentó Claudia- todos pensamos que era un gasto inútil y, sin embargo, es una de las piezas que más se utiliza. Nos viene muy bien para calentar la comida los días que estamos agobiados de trabajo y no nos da ni tiempo de salir a comer o para los que prefieren calentar la comida que traen de casa en lugar de comer en cualquier cafetín.