El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




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miércoles, 4 de mayo de 2016

Fui a mi clase de yoga y me encontré con Dios

Encomiéndate a Dios de todo corazón,
que muchas veces suele llover sus misericordias
en el tiempo que están más secas las esperanzas.
Miguel de Cervantes

Son millones las personas que en la actualidad se encuentran desarrollando algún tipo de trabajo, llamémosle de crecimiento, aunque posiblemente muchas de ellas no lo califiquen así, bien sea porque su único objetivo es mantener un nivel adecuado de estrés, o encontrar la paz, o mantener una salud óptima, o adelgazar, o mejorar las relaciones con su entorno, o vaya usted a saber las razones por las que cada persona comienza a hacer yoga, a meditar, a leer, o a asistir a cursos, charlas y conferencias, que tratan de esa otra parte del ser humano que no se ve, pero que no solo dejan a la persona con una serenidad especial, sino que la permiten moverse por el mundo con una fuerza emocional desconocida.



         Pues aunque no lo sepan, están creciendo, están madurando, están fortaleciendo su carácter, están expandiendo su conciencia, o lo que es lo mismo están comenzando a realizar el trabajo para el que han venido a la vida: conectarse con su alma y comenzar a vivir desde el corazón. Muchos serán conscientes al cabo de cierto tiempo, otros puede ser que nunca. Pero es igual, aunque se realice el camino con los ojos vendados se avanza en el camino, ya se quitarán la venda cuando sea el momento.


         Pero aún hay más, con los ojos vendados, o sin venda en los ojos, creyendo que están creciendo en conciencia o solo liberando su estrés, avanzando rápido o caminando a paso lento, se van a topar con Dios. Lo sepan o no, crean en Él o no, ahí está, porque Dios les envuelve y su crecimiento no es más que comenzar a vibrar de manera más sutil, no es más que ampliar su campo energético, no es más que agrandar sus chakras, no es más que sustituir sus energías sucias, lentas y pesadas por otras energías más limpias, brillantes y luminosas, acercándose, sin ellos saberlo a la Energía Divina. 


domingo, 7 de agosto de 2011

Aprender a sentir

            Todos los seres estamos interconectados entre nosotros y con la Tierra. Eso nos da la oportunidad de poder sentirnos unos a otros, y de saber el estado en que se encuentra otra persona, tanto física como emocionalmente. Y ni tan siquiera es necesario, que para sentir a otra persona, esta tenga que encontrarse presente. Se puede sentir, tanto a una persona que está a nuestro lado, como a otra que está a cien, mil o diez mil kilómetros. Se puede sentir, también, a alguien que aparece en una foto, en la pantalla de la tele, o se la puede sentir, sencillamente pensando en ella. Pero no sólo eso, se puede sentir a una planta, a un animal o a un objeto inanimado, como puede ser una casa, o un coche. La interconexión es total y permanente.

La sensación percibida es real, tan real como puede ser aquello que percibimos por los sentidos de la vista, el oído o el tacto. La única diferencia es su sutileza.
Es posible, si no estás familiarizado/a con la energía, que tengas que hacer un acto de fe para creerlo, ¡hazlo!, créetelo, es así.
Seguramente ya has tenido alguna experiencia de este tipo, y no sé si te has preguntado cómo pudo ser, y cuáles eran las circunstancias de ese momento para que sucediera. La circunstancia necesaria para que eso ocurra es el silencio, el silencio mental, ya que para sentir algo en el interior, se ha de estar conectado con ese interior, y la única manera de entrar dentro de nosotros y sentir, es en silencio. El parloteo mental aleja a la persona de su interior, y la hace vivir y sentir únicamente aquello que está pasando por su mente. Recuerda las palabras del Buda: “Somos exactamente lo que pensamos”.
Para no generar ningún tipo de energía debido a pensamientos, que puedan interferir en la recepción de otras energías, estos han de ralentizarse, para en los instantes de silencio, poder conectar con las energías que nos envuelven, debido a la interconexión existente entre todo y entre todos.
Cualquier pensamiento, cualquier sentimiento, cualquier emoción, cualquier molestia física, son energía, y esa energía envuelve a la persona. Cualquiera, en estado de silencio interior que conecte con esa persona, va a sentir exactamente la energía que desprende o envuelve a la persona.
Un momento excelente para apreciar otras sensaciones que no sean de la persona misma, es el momento de la meditación. Porque es en ese momento de soledad y silencio, cuando el meditador se encuentra en la actitud necesaria para abrirse a otras energías, para abrirse a diferentes vibraciones.
¿Cómo hacerlo?: Entra en meditación, en este caso, es recomendable una meditación silenciosa. Conecta con tu respiración, y cuando todo/a tú seas respiración, date permiso para conectar con otras energías. Puedes decir en tu interior: “Todas mis sensaciones están relacionadas con………..”. A partir de ese momento, cualquier sensación que aparezca en tu campo energético o en tu cuerpo físico, no es tuya, es de esa persona con la cual te has relacionado. Puedes seguir tu meditación manteniéndote en esa sensación, si la mantienes sin juzgar y sin cuestionar, llegará un momento en que habrá desaparecido de tu conciencia. En ese momento habrás hecho de terapeuta energético, porque al desaparecer de tu conciencia la sensación de la energía, habrá cesado la causa que estaba generando esa energía en la otra persona.
Esta es la base de algunas terapias de sanación energética. Aunque como nunca debemos interferir en cuestiones de otras personas, para utilizar esta técnica en sanación, en necesario la autorización de la otra persona.
Como puedes ver, todo conduce a lo mismo: Parar el pensamiento, vivir desde el interior, fluir con la energía, fluir con la vida, vivir el presente. Sentir y no pensar.

martes, 26 de julio de 2011

¿Tienes dudas sobre la meditación?

            La meditación es el fin del pensamiento, es mantener la mente absolutamente quieta, es vivir con total atención.
Recuerdo mis primeras meditaciones y las instrucciones que recibía. “Tienes que mantener la atención de manera constante”, “mantener la atención en ¿qué?, preguntaba yo”, “en tu respiración, por ejemplo, o en los latidos de tu corazón, o en los sonidos del exterior”, me dirigía el instructor, y seguía, “y si tu mente se distrae o se pone a cuestionar cualquier cosa, vuelve al punto de atención”. ¡Era realmente difícil!, creo que en un principio podía aguantar la atención en la respiración, no más de cuatro o seis respiraciones, y cuando era consciente de que mi mente había ganado nuevamente la partida, después de no sé cuánto tiempo, a veces, podían haber pasado más de veinte minutos, volvía a mi respiración, y otra vez la mente, y otra vez volvía. Era una lucha sin cuartel. Y yo me preguntaba, ¿Esta lucha permanente con mi mente es meditación?
Más adelante, me enseñaron otro tipo de meditaciones, “meditaciones guiadas”: El instructor iba hablando, guiándonos por distintas partes de nuestro cuerpo, o haciendo que nuestra mente imaginara que estaba paseando por el Universo, o entrando en nuestro interior para visitar al niño que habita en nosotros, o viajando en una alfombra voladora, o montado a lomos de un águila. La mente, de vez en cuando, también se iba, pero me parecía más fácil mantenerla en el pensamiento que el instructor indicaba. Y yo me seguía preguntando: ¿Mantener a la mente en un pensamiento determinado será meditación, cuando la meditación es poner fin al pensamiento?
También me enseñaron a repetir palabras, (mantras), una y otra vez; aprendí otras meditaciones en las que era necesario un gran esfuerzo físico; otras en las que dirigía la energía por el interior de mi cuerpo; en fin, quise probar todo tipo de meditaciones, pero siempre terminaba preguntándome, ¿Esto será meditación?
Y si siempre terminaba preguntándome si era meditación, era porque si la meditación es el fin del pensamiento, como podía llamar meditación a algo que me obligaba a mantener un pensamiento en mi mente, ya fuera de dirección de la energía, de repetir mantras una y otra vez, o de cualquier otro tipo. Hoy tengo la respuesta: No son auténticas meditaciones, pero si son necesarias, son el primer paso, son el inicio, son el “a”, “e”, “i”, de la mente.
La verdadera meditación no puede ser buscada, la meditación llega, la meditación es una manera de vivir, la meditación es contemplar con atención la vida; por lo tanto cualquier intento consciente de meditación no es auténtica meditación. Pero si digo que son necesarias todas las técnicas de meditación, porque la mente necesita un entrenamiento. No se puede de la noche a la mañana intentar contemplar con atención y sin pensamientos como pasa la vida.
Las distintas técnicas tienen distintos objetivos: Los pensamientos son energía, por lo tanto, según sea el tipo de pensamiento que generamos con las distintas meditaciones conseguiremos: por un lado, no generar energías negativas provocadas por los pensamientos habituales, ya que meditando no se mantienen en la mente; y por otro lado, generar un tipo de energía especial, necesaria para el fin que persigamos con los distintos tipos de meditación. Meditar en un Ser Superior es permitir que su energía invada el campo del meditador, cuando se medita con un mantra la energía que llega es la energía del mantra, meditar con un mudra o con ciertos ejercicios físicos, hace que la energía discurra por distintas partes del cuerpo que habitualmente no reciben ese aporte de energía.
La verdadera meditación no necesita de instructores ni de técnicas. La auténtica meditación es vivir la vida con total atención. Vivir cada acontecimiento como novedoso, porque así es realmente, nada es igual, todo siempre es nuevo. Y además de vivir cada instante como algo nuevo y maravilloso, se ha de mantener esa novedad en la mente, es decir, no valen comparaciones con situaciones anteriores, ni calificar el acontecimiento como bueno, malo, hermoso o desagradable. El acontecimiento es, y punto. No se puede comparar, por ejemplo, una puesta de sol con otra, o darle ningún calificativo, ya que entonces se pierde la esencia de la puesta del sol, ya que la mente está pendiente de la calidad de la belleza, en vez de sencillamente contemplarla. Meditar sólo es contemplar, contemplar cómo te impregna la vida, contemplar su fluir. Un solo pensamiento del tipo que sea, hace que se difumine la meditación, hace que se pierda el sentido de la vida, hace que se pierda ese instante de vida en el que la mente está ocupada con el pensamiento.
No estoy diciendo que nos movamos con los vaivenes de la vida como si fuéramos una hoja movida por el viento, no, porque hemos de tomar nuestras decisiones y organizar los caminos a tomar. Para eso tenemos la mente, para organizar nuestra vida, para tomar nuestras decisiones, para solucionar los problemas que vayan surgiendo, pero no para darle vueltas a esas decisiones, a esa organización, a esos problemas. Una vez tomada la decisión, se ha de dejar descansar a la mente y permitir que llegue la meditación para observar a la vida, para contemplar con verdadera atención.
Una mente ocupada, es una mente que no vive nada más que sus propios pensamientos, no vive la vida, no vive la realidad, no vive la verdad.
Practica las meditaciones en las que te sientas más a gusto, pero recuerda que el objetivo no es conseguir detener los pensamientos el momento en el que te encuentras sentado/a meditando, el objetivo es que toda tu vida sea meditación,  es que tu mente observe en silencio, es que vivas la vida y no los pensamientos.

sábado, 16 de julio de 2011

Meditación en la Energía Divina

Meditación en la Energía Divina

·         Sentado/a, con la espalda recta.
·         Deja los ojos cerrados, y lleva la vista al entrecejo.
·         Las manos descansan encima de los muslos con las palmas hacia arriba.
·         Toma conciencia de la respiración.
·         Repite en silencio en tu interior:
o   Al Dios Todopoderoso, Padre Divino, Madre Divina. A mi Maestro espiritual, a todos los Maestros espirituales, a los Santos Ángeles, a los Santos Gurús, a los ayudantes espirituales, a mis guías, a mi Ser Supremo, a mi alma.
o   Gracias por las bendiciones, gracias por la guía, gracias por la ayuda, gracias por la protección, gracias por la Sabiduría Divina, gracias por la salud, gracias por la abundancia y la prosperidad.
·         Sigue sintiendo tu respiración.
·         Sigue el aire que entra por tu nariz.
·         Sigue su recorrido hasta los pulmones.
·         Sigue su recorrido cuando sale, también por la nariz.
·         Siente como sale tu tensión con el aliento.
·         Siente como entra la energía en ti con cada inhalación.
·         Siente como entra la relajación.
·         Ve llevando el aire a cada rincón de tu cuerpo.
·         Y permite que se vaya toda la tensión con la exhalación.
·         Dale permiso a tus músculos para que se relajen.
·         Permite que tus músculos se aflojen.
·         Permite que se suelten.
·         Cada vez mas…….. cada vez más flojos………
·         Cada vez más sueltos…….. cada vez más relajados.
·         Repite dentro de ti:
o   “Pido a Dios que abra mi canal de Luz”
o   “Pido la ayuda, la guía y la protección de mi Maestro”
·         Mantén la atención en tu respiración.
·         …………………………………………
·         ……………………………………………………
·         ………………………………………………………….
·         Repite en silencio en tu interior:
o   Yo Soy el alma.
o   Yo Soy un Ser espiritual de inteligencia divina, de amor divino, de poder divino.
o   Yo soy un hijo de Dios.
o   Yo soy uno con Dios.
·         Siente tu cuerpo relajado y lleno de energía.
·         …………………………………………………….
·         …………………………………………………………………………..
·         …………………………………………………………………………………………..
·         Sigue sintiendo tu respiración y la energía circulando por tu cuerpo.
·         ……………………………………………………………..
·         …………………………………………………………………
·         ………………………………………………………………………………….
·         Repite en silencio en tu interior:
o   Dios Es
o   ……………………..
o   Dios Es en mí.
o   ……………………………..
o   Dios Es en mi cuerpo.
o   ………………………………………..
o   Mi cuerpo es el templo de Dios.
o   ………………………………………………………….
o   La Energía Divina circula por todo mi cuerpo.
·         Imagina esa Energía como una Luz Dorada que empieza a inundar tu cuerpo.
o   ………………………………………………………………………
o   Permito a la Energía Divina circular por mi cuerpo.
o   ……………………………………………………………………………………
o   La Energía Divina está sanando, rejuveneciendo, regenerando y revitalizando mi cuerpo.
o   …………………………………………………………………………………………
o   Permito a la Energía Divina que sane, rejuvenezca, regenere y revitalice mi cuerpo.
·         Permanece en silencio, respirando, con la atención en tu interior sintiendo como la Energía Divina circula por tu cuerpo.
·         ……………………………………………
·         …………………………………………………..
·         …………………………………………………………….
Llegados a este punto de la meditación, puedes permanecer en silencio el tiempo que te apetezca, y finalizar la meditación. Si te apetece puedes ir llevando la atención a cada parte de tu cuerpo para llevar esa Energía Divina, o sólo a las partes de tu cuerpo que necesiten sanación. (Por ejemplo)
·         Lleva la atención a tus pies.
·         Repite en silencio en tu interior:
o   Dios Es
o   ……………………..
o   Dios Es en mí.
o   ……………………………..
o   Dios Es en mis pies.
o   ………………………………………..
o   Mis pies son el templo de Dios.
o   ………………………………………………………….
o   La Energía Divina circula por mis pies.
o   ………………………………………………………………………
o   Permito a la Energía Divina circular por mis pies.
o   ……………………………………………………………………………………
o   La Energía Divina está sanando, rejuveneciendo, regenerando y revitalizando mis pies.
o   …………………………………………………………………………………………
o   Permito a la Energía Divina que sane, rejuvenezca, regenere y revitalice mis pies.
·         Puedes pasar por todas las partes de tu cuerpo, o por tus chakras.
·         PARA FINALIZAR: Deja salir la energía sobrante.
·         Levanta las manos a la altura del pecho con las palmas mirando al frente.

·         Visualiza la Tierra delante de ti:
o   Repite en tu interior:
o   “Que toda la Tierra sea bendecida con paz, con amor, con iluminación”
o   “Que toda la Tierra sea sanada, revitalizada, regenerada”
o   “Bendiciones para la Madre Tierra, para sus habitantes, para sus animales, para sus plantas”
o   “Que cada persona, que cada ser sea bendecido”
·         Antes de bajar las manos puedes bendecir a la o las personas que quieras:
·         Visualiza a la persona que quieres bendecir, y repite en tu interior:
o   “Que XXXXX sea bendecido con paz, con amor, con iluminación, con buena salud, con abundancia y prosperidad”, “Bendito seas”.
·         Así, una a una a todas las personas que quieras bendecir.
·         Cuando hayas terminado tus bendiciones, baja las manos a los muslos con las palmas hacia arriba.
·         Repite en silencio dentro de ti:
o   Al Dios Supremo, Padre Divino, Madre Divina, gracias por las bendiciones recibidas, gracias por la sanación.
o   A mi Maestro espiritual, a todos los Maestros espirituales, a los Santos Ángeles, a los Santos Gurús, a los ayudantes espirituales, a mis guías, a mi Ser Supremo, a mi alma, gracias por las bendiciones recibidas, gracias por la sanación.

·         Empieza a respirar más profundamente, alargando la inhalación.

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·         Acuérdate de ser feliz.


martes, 14 de junio de 2011

Meditación con Kuan Yin

           Kuan Yin es  la Bodhisattva de la Compasión y es venerada por los budistas de Asia del Este. También se la conoce como la Bodhisattva china de la Compasión. El nombre Kuan Yin significa "la que oye el llanto del mundo".

Es comúnmente aceptado que la figura de Kuan Yinn es la homóloga femenina de Avalokitesvara. En Occidente suele ser conocida como la "Diosa de la Misericordia", que es su cualidad más destacada. En la mitología taoista, donde se dan otras historias sobre su origen que no están directamente relacionadas con Avalokiteśvara, es conocida como  Ci Hang Zhen Ren y es reverenciada y considerada inmortal.

Kuan Yin ha hecho voto de no entrar en los reinos celestiales hasta que todos los seres vivientes hayan completado su proceso de iluminación y se liberen del ciclo de nacimiento, muerte y reencarnación.

En la devoción popular, Kuan Yin rescata a quienes acudan a ella en momentos de dificultad, sobre todo ante los peligros producidos por el agua, el fuego o las armas. La Bodhisattva comprende los sentimientos de temor y responde a las peticiones de ayuda con su compasión. Como Madre Misericordiosa, oye las peticiones de quienes desean tener hijos.

Meditación con Kuan Yin
Sentados con la espalda recta

Respira suave y pausado, con calma y tranquilidad, permitiendo que salga toda la tensión de ti con la exhalación.
Tienes una gran sensación de paz y serenidad invadiendo todo tu ser.

Lleva la mano izquierda a tu corazón………
Tienes un gran sentimiento de amor…………

Deja que ese amor crezca y se manifieste en tu corazón……… en tu cuerpo………. Y en tu alma……….
En el centro de tu corazón tienes un Templo Sagrado………. Sólo tú tienes acceso a él………….. y ese templo es tu refugio indestructible……….

Es un buen sitio para que recojas tu mente cada día, de esa manera mantienes el camino de tu vida abierto y libre de formas de pensamiento dañinas…..
El Templo de tu corazón es luminoso, como un sol radiante…………….. En él se encuentran la gloria y el poder………. Como un pequeño universo, acogedor………. Bañado por una luz entre celeste, lila y dorada.

Si permaneces en silencio escucharás una melodía tranquila y celestial.
En el centro de ese templo hay una llama encendida, de color violeta…….

Luminosa………. Y vas a entrar dentro de esa llama………. No hay ningún peligro, es la llama del amor………… descansa ahí un momento…………….
………………….

Y observa ahora como esa llama se transforma en una cascada de agua purísima de color violeta, que va limpiando todos tus apegos………. Tus rencores………. Tus gestos negativos………. Todo lo que no te gusta de ti………. Y Perdónate………. Perdónate todo………. Perdónate por todo………..
Sal de la cascada………. Vuelve a visualizar la llama………. Y deja que entre en ella la persona a la que quisieras enviar tu perdón definitivo…… tu armonía…… tu paz……. Tu amor……..
Desde el mismo centro de la llama, en tu corazón sale un rayo de luz de amor…… hacia la persona que has colocado en la llama…….

Esa luz llega al corazón de la persona………. Y puedes ver su respuesta…….. Sientes su agradecimiento……….. Sientes su felicidad………. Sientes una liberación, en los dos, de soledades………. de tristezas……….. de rencores.
Sientes que el amor y la misericordia son muy bien recibidos………. Y te son devueltos a ti multiplicados………..

Entonces se produce una sanación de energía………. Porque la energía de amor que sale de tu corazón creó la luz sanadora más potente que existe……….
Es La fuerza de la luz y el amor que ilumina todas las almas……….

Nunca deja de iluminar………. Y es bien recibida por todos……..
Puedes sentir como una corriente de retorno llega a ti…….. Es una ley inquebrantable e infalible……… siempre recibes lo que estás enviando.

Deja que se desvanezca la imagen de la persona que habías colocado en la llama………..
Mantén tu silencio interior sintiendo esa llama en el centro de tu templo, en tu corazón……..

Ofrece ahora tus momentos de amargura a la llama violeta……… como una ofrenda de tolerancia……… y permite que se quemen……….. Hazlos polvo con esa llama de color violeta………. Todo gesto de desagrado……… de fastidio o de intolerancia……….. Debe ser purificado también a través del Perdón……….
Y según se van purificando tus emociones sientes que esa llama la Chispa Divina que habita en ti………… y te otorga la felicidad……….. la paz……….. la serenidad………..

Y empiezas a ver como una figura luminosa aparece en el resplandeciente Centro de tu templo………
Es la Virgen María…………

Has logrado que ella misma esté presente en el Templo de tu Corazón, y te regala sus bendiciones:
Repite en silencio dentro de ti:

Que la Paz de Dios sea sobre mi hogar.
Que el Amor de Dios sea en mi Corazón.

Que la Luz de Dios sea en mi Alma.
Que la Sabiduría de Dios sea en mi mente.
Que la virtud y la pureza de Dios sea en mis sentimientos.

Que la Fuerza y la Vitalidad de Dios sea entre los miembros de mi familia
Que la Salud y Bienestar de Dios sean manifiestos en mi cuerpo.

Que la Gracia de Dios sea en mi adoración.
Que los Talentos e Ingenios de Dios sean manifiestos a través de mis sentidos.

Así cada día:
            Mi fe será perfecta.

Mi voluntad será perfecta.
            Mi palabra será perfecta.

Mi acción será perfecta.
            Mis medios de existencia perfectos.

Mi memoria será perfecta.
            Mi meditación será perfecta.

Yo Soy   Yo Soy   Yo Soy
Y por siempre, la Virgen María quedará en el Templo de tu Corazón.

-          Mantente en meditación sintiendo ese amor todo el tiempo que te apetezca.
      -          Y antes de dar por concluida tu meditación, acuérdate de agradecer la ayuda que has recibido de Dios, de la Virgen María, los Maestros, de tus guías, de los ángeles.

-          Y  termina respirando más profundamente alargando la inspiración.