El viaje del alma
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS
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lunes, 1 de abril de 2024
miércoles, 11 de enero de 2023
Meditación: Removiendo el miedo al futuro
Removiendo el miedo al futuro
La meditación "Removiendo el Miedo al Futuro" es una práctica destinada a ayudar a superar el miedo y la ansiedad relacionados con el futuro. Esta meditación se centra en liberar las preocupaciones sobre lo desconocido y en cultivar una actitud de confianza y aceptación hacia lo que vendrá.
Al practicar la meditación
"Removiendo el Miedo al Futuro", se pueden experimentar varios
beneficios específicos:
1. Reducción del estrés y la ansiedad: Esta meditación ayuda a calmar la mente y el sistema nervioso, reduciendo la activación del sistema de respuesta al estrés que puede ser desencadenado por el miedo al futuro.
2. Cultivo de la confianza: Al enfrentar el miedo al futuro de manera consciente y deliberada, se puede cultivar la confianza en uno mismo y en la capacidad de manejar lo que vendrá, independientemente de las circunstancias.
3. Desarrollo de la aceptación: Esta meditación fomenta la aceptación de lo desconocido y la comprensión de que el futuro es incierto, pero que se puede abrazar con confianza y apertura.
4. Enfoque en el presente: Al liberar las preocupaciones sobre el futuro, esta meditación ayuda a centrarse en el presente y a encontrar la paz y la plenitud en el momento presente, en lugar de preocuparse por lo que está por venir.
La meditación "Removiendo el Miedo al Futuro" es una práctica poderosa para liberar el miedo y la ansiedad relacionados con el futuro, promoviendo la confianza, la aceptación y el enfoque en el presente.
martes, 27 de septiembre de 2022
Futuribles
Capítulo IX. Parte 7. NOVELA "Ocurrió en Lima"
- Creo que necesito un té para digerir todo esto que me estás enseñando, ¿te apetece otro? –claro, que no sabía si los que viven al otro lado necesitaban beber, de vez en cuando.
-
Será un placer tomar ese té.
-
En esa recreación que decías, ¿qué pasa
cuando se cambia de rumbo, bien sea en la encrucijada o en el mismo camino?
-
Cambia la recreación de inmediato. De hecho,
es lo que ocurre a cada instante. Las personas toman decisiones, cambian de
parecer, avanzan, retroceden. Es el libre albedrio. Y las recreaciones cambian
una, mil y hasta un millón de veces, si fuera necesario, y lo hacen de manera
instantánea.
>>
Cuando un alma llega a la vida hay una sola recreación, coincidente con su Plan
de Vida. Pero eso no dura mucho, porque los padres comienzan a tomar decisiones
que van a afectar a la vida de ese bebé, y empiezan a aparecer nuevas
recreaciones que van variando según van cambiando los planes, primero de los
padres y luego del bebé según va creciendo.
-
Decías que existe una especie de
recreación del proceso de la vida, en cada uno de los posibles caminos
elegibles, con el resultado final. Pero cuando se ha pasado de ese punto de
cruce, ¿qué pasa?, ¿se mantiene la recreación? –la verdad es que todo eran
dudas, entendía lo que me estaba contando, pero me costaba asimilarlo.
-
Una vez que se pasa la encrucijada y no
hay vuelta atrás, la recreación desaparece. En realidad, se mantiene mientras
existan posibilidades de que se materialice. Cada recreación es cada uno de los
futuribles que se pueden vivir y, los futuribles, son cada una de las opciones
que el alma tiene una vez que se encuentra en la materia.
>>
Con cada decisión que toma el ser humano se abre un abanico de posibilidades
para elegir. La persona se decide por una y desaparecen las que se habían
abierto, para aparecer otro nuevo abanico de posibilidades. Otra nueva elección
y así toda la vida.
>> ¿Me sigues? –concluyó Ángel.
- Sí,
pero parece muy complicado. Era mucho más sencillo, cuando la culpa la tenía el
vecino y cualquier cosa que pasara era debido a la buena o mala suerte, o a la
casualidad, que parece que también jugaba un papel importante en la vida de
todos. Me has desmontado todas las creencias. Ahora resulta que la culpa es
mía.
>>
Y, ¿por qué con tantas posibilidades y tantos futuribles, a veces, las
situaciones se repiten, una y otra vez, y las desgracias parece que no terminan
de acabar?
lunes, 19 de septiembre de 2022
Siempre hay una salida. ¡No te preocupes, ocúpate!
Una preocupación es un proceso mental, proceso en el que la mente permanece, casi de manera constante, dando vueltas a un mismo tema, con ínfimas variaciones, y sin querer encontrar una solución.
Es claro que la mente no quiere
encontrar ninguna solución, porque si la encontrara, en ese momento, se
acabaría la preocupación, y la mente dejaría de tener el control.
En los momentos de preocupación, la
persona no tiene ningún poder sobre sí misma, ya que todo el poder lo ostenta,
en ese momento, la mente.
La preocupación se alimenta por
sucesos acaecidos en el pasado, por problemas presentados en el presente, o por
la incertidumbre sobre deseos del futuro.
En cualquiera de los tres casos, la
preocupación consume una gran cantidad de energía, afecta de manera negativa al
sistema nervioso, mantiene a la persona irritable y malhumorada, y a la mente
ocupada hasta el extremo de nublarse completamente, perder la capacidad de raciocinio,
encontrándose fuera de la realidad.
No es necesario decir que darle
vueltas y más vueltas a un suceso pasado, no cambia en absoluto dicho suceso,
no hay vuelta atrás, no tenemos poder para retroceder en el tiempo. Lo hecho,
hecho está. En este caso solo queda la aceptación, asumir el hecho, e integrar
la enseñanza. De la misma manera, obsesionarse
con lo que pueda pasar en un futuro, no va a llevar a la persona a buen puerto,
y posiblemente afecte negativamente en la consecución del deseo, sobre todo si
el pensamiento va encaminado en una dirección negativa. Recordar que energías
iguales se atraen.
Para la preocupación generada por
problemas del presente, se ha de tener en cuenta que siempre hay una salida para los problemas, por lo que no hay que
preocuparse. Mientras dure la preocupación va a ser imposible encontrar esa
salida. Es imprescindible que se limpie y se aclare la mente para que pueda
dedicarse a la búsqueda de la solución.
No se trata de hacer caso omiso a los
problemas. Así es claro que no se van a resolver, de la misma manera que
tampoco se van a resolver con la preocupación.
Lo que se ha de hacer es buscar la
calma y la serenidad interior para analizar las distintas posibles soluciones y
aplicar la mejor para solucionar el problema.
¿Cómo encontrar la calma? La calma se
puede conseguir mediante la meditación y mediante la oración, entregando el
problema a Dios y pidiéndole iluminación en la búsqueda de la solución. Siempre
llega, aunque no lo parezca, o que la solución que llegue no nos agrade.
Mientras la persona no se encuentre en meditación o en oración, la mente va a
seguir con su proceso de preocupación, por lo que es bueno ocuparla, cuanto más
tiempo mejor, en pensamientos conscientes de “alta frecuencia”. Estos
pensamientos tienen una doble función: Por un lado, ocupan a la mente
impidiendo el proceso de la preocupación, y por otro incrementa el nivel de
energía en la persona y limpia las energías negativas generadas por los
pensamientos de “baja frecuencia” de la preocupación.
Estos pensamientos de “alta
frecuencia” son del tipo: “Yo Soy el alma”, “Yo Soy paz”, “Yo Soy amor”, Yo Soy…….
con todo lo bueno que deseas para ti.
Con la mente en calma, va a ser muy
fácil encontrar la mejor solución. ¡Ah! y si el problema no parece tener solución, no le des vueltas y aprende a convivir con eso que llamas problema.