El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




Mostrando entradas con la etiqueta Ira. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Ira. Mostrar todas las entradas

sábado, 13 de abril de 2024

Conversaciones con el Maestro (sobre la ira)

 


Conversaciones con el Maestro (Sobre la ira)

 

-      Maestro, a pesar de llevar tiempo trabajando para controlar la ira, de vez en cuando, siento que pierdo el control, de una manera desproporcionada e incontrolable. Mi ira se manifiesta de manera destructiva, como si fuera un animal: gritando, con una ironía demoníaca o con un despectivo silencio.

>> No, debo rectificar. No es como si fuera un animal. En esos momentos, me convierto en uno, porque cualquier signo de racionalidad desaparece.

 >> Siento que esa ira es muy destructiva y que podría llegar a afectarme físicamente; mi respiración se vuelve agitada y mi ritmo cardiaco se acelera. Y ni siquiera quiero mencionar como afecta a mis relaciones interpersonales; se destruyen en un instante.

>> Además, me siento terrible, emocionalmente, después del episodio de ira, porque soy consciente de que mi trabajo para cultivar el amor, se desvanece o se ve gravemente comprometido. Y eso sin mencionar el daño emocional, tan terrible, que causo a la persona que ha sido el blanco de mi ira.

>> Necesito ayuda.

-      Hijo mío, la ira es una emoción básica y universal que puede surgir por múltiples razones y su origen puede variar de una persona a otra.

>> Algunos factores comunes pueden ser: Frustración; percepción de una injusticia; sensación de peligro o amenaza; expectativas no cumplidas por experiencias pasadas de dolor, traición y/o abuso; por estrés o por problemas para controlar las emociones, entre otros factores.

>> Mejor que controlar la ira sería que no apareciera. Para lograr esto, es crucial reconocer cuál es el factor primario que desencadena la ira. ¿Conoces su origen?

-    Si. Es frustración. Pero no es una frustración mía por no poder conseguir alguna meta, es por mi hijo, ya que veo que va a ser incapaz de lograr nada, porque no le gusta trabajar.

-    Y con tu ira, ¿trabaja más?

-    No. Y, además, nos sentimos mal los dos.

-    Seguro que hay algo que le gusta hacer.

-    Si. Como tiene muy buen oído, le gusta la música y los idiomas. Cosas que puede aprender de oído y que no requieren tanto estudio.

-    Pues ya lo tienes claro. Que se dedique a los idiomas o la música, será más fácil para él y para tu salud emocional que enfocarse en matemáticas o derecho.

>> Y para evitar que vuelva a surgir la ira, intenta poner en práctica alguno de estos consejos:

>> Identifica cuando empiezas a sentirme molesto o frustrado, y en ese momento, haz respiraciones profundas o abandona el lugar hasta que recuperes la calma.

>> Ponte en el lugar de la otra persona. Esto es algo que siempre has hecho muy bien. Practícalo en esas situaciones.

>> Trata de ver la situación desde diferentes ángulos.

>> Comunícate de manera respetuosa. Hazlo como te gustaría que te hablaran a ti.

-      Gracias.