El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




Mostrando entradas con la etiqueta Gritos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Gritos. Mostrar todas las entradas

lunes, 6 de marzo de 2017

¿Guerras?, ¿Banderas?


PERLAS PARA EL ALMA




Guerrear o discutir por un trapo, por un trozo de tierra o por cualquier causa que los humanos crean justa en su corto conocimiento, solo les separa de Dios. En lugar de discutir, en lugar de pelear, en lugar de separar, han de aunar esfuerzos, porque la vida que hay en uno es la vida que hay en todos, porque hoy pueden pelear por quitar una bandera en un lugar y en la próxima vida pueden pelear por volver a colocarla de donde la quitaron ellos mismos.



miércoles, 9 de diciembre de 2015

¿Nacionalismos?, ¿Religiones?, ¿Creencias? No gracias. Yo Soy un Hijo de Dios


                Religiones, nacionalismos, creencias, opciones políticas, tendencias, sexualidad, y todo aquello que separa a los seres humanos es fuente de conflicto, es germen de guerras.

            Se puede comenzar una guerra por un trocito de tierra o de mar, porque un avión pasa por un cielo que se considera propio, en el nombre de Dios, (lo hicieron unos en las cruzadas y lo hacen otros ahora), por un pedazo de trapo que denominan bandera, por un pozo de petróleo o una mina de diamantes, como prevención de no sabemos qué, por una lengua, para tapar problemas internos, etc., etc. Aunque sin llegar a la guerra también se generan conflictos por casi todo. ¿Hasta cuándo?  

Todo es producto de la separación entre los seres humanos, y cualquiera que sea la causa de la separación solo es producto de la ignorancia en la que viven, agravada esa ignorancia por el egoísmo y por las ansias de poder.

            Esa ignorancia no es que sean analfabetos, no, son buenos maestros, abogados, ingenieros o médicos. No es un conocimiento intelectual el que les falta, ese conocimiento, aunque no sirve de mucho, lo tienen. Lo que les falta es saber quiénes son realmente.

Somos Energía Divina, somos una Gota Divina, somos una Chispa Divina, somos Hijos de Dios, somos una Parte de Dios. Y nuestro tiempo no es el corto espacio de vida de una vida terrenal, es la eternidad. Y hoy podemos ser de Luxemburgo, pero en la vida anterior fuimos de Senegal, en la anterior de EE.UU., en la anterior de Israel, y en la próxima podemos ser de Palestina

Había un tiempo, antes del tiempo, anterior a la vida, anterior a cualquier Ser manifestado, en el que todo era Dios, solo Dios. Todo era un Principio Omnipotente, Eterno, Sin Límites, Inmutable, todo lo que existía era la Energía Divina.

           
           No existía el tiempo, ya que este es sólo una ilusión producida por la sucesión de nuestros estados de conciencia en nuestro viaje a través de la materia, y no existe donde no existe conciencia porque no puede producirse la ilusión. No había Almas, no había conciencia, no había tiempo.

No había en ese tiempo más Alma que el Alma Suprema. No había almas individuales, no había existencias independientes.          Y así fue hasta que las Chispas Divinas, por decisión de Dios, brotaron del Alma Superior.

Como en nuestro mundo todo ha de tener un porqué, he tratado de encontrar el porqué del desgaje de las Chispas Divinas de la Energía de Dios, y siempre he encontrado las mismas respuestas: No estamos preparados en la vida de la materia para entender tal situación. Nuestra mente racional no podría entender la explicación. Es como si se tratara de explicar a un primate como funciona un motor de explosión, aunque se realizara una exposición con todo lujo de detalles, no entendería nada, para empezar no entendería ni las palabras. Y de hecho, que más nos da la razón por la que estamos aquí. Estamos y punto, hagamos lo que hemos venido a hacer. Y lo que hemos venido a hacer no es pelear entre nosotros, es ayudarnos, es respetarnos, es amarnos.

La Chispa Divina, que se denomina Mónada tiene un recorrido y una meta ya determinada. La meta es el retorno al Seno del Padre, y su recorrido es aprender, es sentir y es vivir el Amor, Amor, que es la esencia de la que Ella misma está compuesta. Pero no el tipo de amor con el que los hombres calificamos el sentimiento hacia nuestros padres, hacia nuestros hijos o hacia nuestros amigos. Este amor nada tiene que ver con el Amor que compone la Energía Divina, nada tiene que ver con el Amor de Dios.

La aspiración de la Mónada desde el primer instante de su independencia es volver a Dios, desde ese primer instante siente el anhelo de vuelta, pero sabe que para volver ha de integrar en Ella el Amor, hasta volverse Amor. Y la manera más rápida de conseguirlo es encarnarse, es venir a la vida, porque es en ella donde se dan las mejores condiciones para realizar el aprendizaje. El alma viene a la materia por propia decisión, el ser humano nace porque ha decidido nacer.

Para que la Mónada pueda volver a ser Una con la Energía Divina, es imprescindible que sea de la misma cualidad que la totalidad de la Energía: La Energía Divina es Dios, por lo tanto cada Mónada ha de ser una copia exacta de Dios, por eso cada Mónada ha de ser Amor.  

Discutir por un trapo, por un trozo de tierra o por cualquier causa que creamos, justa en nuestro corto conocimiento solo nos separa de nuestra meta. En lugar de discutir, en lugar de pelear, en lugar de separar, hemos de aunar, porque la vida que hay en uno es la vida que hay en todos, porque hoy podemos pelear por quitar una bandera en un lugar y en la próxima vida podemos pelear por volver a colocarla de donde la quitamos nosotros mismos.

Todos somos Unos, todos sufrimos lo mismo, todos sentimos lo mismo, todos vamos al mismo puerto, todos estamos embarcados en el mismo barco, se llama Tierra, ¡Qué bien nos iría si todos remáramos en la misma dirección!


sábado, 5 de diciembre de 2015

Miseria emocional


La ocupación favorita de los seres humanos es vivir la infelicidad, es alimentar el sufrimiento, es programar su enfermedad, es esforzarse para ser cada día peor que el anterior, es criticar sin misericordia y juzgar sin compasión.

Sabemos que nadie quiere mantenerse ocupado en estos menesteres, pero es lo que todo el mundo hace, pensemos que de manera inconscientemente.

Y lo hacemos muy bien. Somos auténticos profesionales. Nos han enseñado de maravilla. Felicidades a los padres, felicidades a los maestros, felicidades a los líderes de opinión, a los líderes políticos, a los líderes religiosos, felicidades a todos aquellos que se esfuerzan porque el mundo sea cada vez peor. Lo están consiguiendo.

            No soy agorero, pero el mundo como tal, no da la impresión de que mejore mucho. Si parece que hay un poco más, no mucha, de ayuda humanitaria ante las catástrofes, ante el hambre permitido por los gobiernos de turno en decenas de países, ante las desgracias ocasionadas por las múltiples guerras que asolan el planeta, pero son totalmente insuficiente para cubrir las necesidades básicas de todos los que la necesitan.

            Y si somos incapaces de cubrir las necesidades básicas físicas y materiales de todos los que pueblan el planeta, como vamos a conseguir, ni tan siquiera a intentar paliar las necesidades emocionales.


            Posiblemente no interesa que las personas se encuentren emocionalmente estables, porque entonces dejarían de pensar y de hablar de sus desgracias y se correría el peligro de que pensaran en lo que realmente están haciendo sus dirigentes políticos, sociales y religiosos, y eso no les interesa. Tampoco interesa que la gente incremente su nivel cultural, por eso nos dan, juegos y circo como instauraron los romanos hace dos mil años. Nuestros juegos y nuestro circo son la basura de la tele, el fútbol y el sexo. Todos saben quiénes son los mejores jugadores de fútbol del mundo, o las mejores “top model” del momento, pero nadie es capaz de nombrar a tres premios Novel.

            La incultura, la falta de respeto, la hipocresía, la ignorancia, la avaricia y el miedo, son las monedas de cambio de un mundo, el actual, que actúan como verdadero caldo de cultivo del sufrimiento, de la enfermedad y del dolor.

            Todos los que tienen un poco de responsabilidad con grupos, ya sean grandes o pequeños, ya sean comunidades religiosas o municipios, ya sean medios de comunicación, escuelas o universidades, son responsables del atontamiento general de masas que existe en la actualidad en el planeta.

Mientras un maestro pasa hambre, un pobre niño sin cultura, gana miles de millones solo por darle patadas a una pelota. Y eso no es lo malo, lo peor es que el mismo maestro se gasta su dinero para ver como ese niño patea la pelota.

Algunos cuando llegan a la edad adulta comienzan a buscar respuestas a las preguntas del por qué de la existencia de tanta incongruencia sobre la Tierra, de por qué tanto despropósito, de por qué tanta ignorancia. Y pasan el resto de su vida para tratar de vivir la vida de otra manera, para lo cual han de vencer la intolerancia y la incredulidad de los que les rodean.

viernes, 21 de agosto de 2015

Desheredados


            ¿Cómo hablar del alma, de la iluminación o de Dios a tanta y tanta gente que vive en la miseria y que han de trabajar de sol a sol para poder llevar a su casa un mendrugo de pan para sus hijos?
¿Cómo hablar del alma, de la iluminación o de Dios a tanta y tanta gente que tienen que abandonar sus casas, su trabajo y su vida porque la guerra les está masacrando?
¿Cómo hablar del alma, de la iluminación o de Dios a tanta y tanta gente que se queda sin casa y sin empleo por la crisis generada por el capitalismo?
¿Cómo hablar del alma, de la iluminación o de Dios a tanta y tanta gente que vive en tierra de nadie en chabolas, sin agua, sin luz, sin esperanza?
            ¿Cómo explicarles que están en la Tierra porque han decidido nacer para evolucionar, y de que están viviendo la vida que ellos han decidido vivir?
            ¿Cómo se les va a decir con palabras que todos somos hermanos, cuando lo niegan los hechos?
            A esa gente lo que hay que hacer es darles de comer, y movilizarnos para que ellos tengan un trabajo digno, una vivienda digna, una vida digna, para que consigan cambiar las lagrimas por sonrisas, en sus rostros y en los de sus hijos, para que los niños tengan infancia, que jueguen, que corran, que salten sin temor.
            A ellos no se les puede hablar del Karma, aunque también exista para ellos, pero a ti, que estás leyendo esto, si se te puede hablar del Karma: ¿Os imagináis el Karma que están generando todos aquellos que disfrazados con sotanas o con hábitos, los que se visten de púrpura, todos los que se colocan bandas presidenciales, municipales o de cualquier colegio corporativo, todos los que se ajustan fajines de ministros o congresistas, no ya por el hecho de robar, de engañar o de mentir a la población, sino por el hecho de no trabajar para sacar de la miseria a esos, también sus conciudadanos, que unos obligan a votar, que otros engañan con el fuego eterno, y que otros roban y explotan hasta la extenuación?
            Las guerras de la sinrazón están despojando a millones de personas de su dignidad, la avaricia de los dirigentes están llevando a la miseria a millones de sus votantes, las religiones con su complicidad y su silencio ni impiden, ni gritan, ni tan siquiera denuncian el maltrato que sufren sus fieles.
Mientras medio mundo vive en la miseria, desplazado de sus domicilios o bajo la amenaza de las bombas, para la inmensa mayoría del otro medio no es más que una noticia en la tele, molesta, muy molesta, porque además quieren traspasar las fronteras e invadir su espacio de confort.
Las organizaciones humanitarias están más que desbordadas, los gobiernos bastante tienen con explotar a sus conciudadanos, las iglesias miran para otro lado, el resto, ciudadanos de a pie, miramos la tele. Es por lo tanto difícil que se acabe con tanta injusticia. A no ser……., que todos y cada uno de los aun tenemos país, (aunque no sea el propio), casa y trabajo, demos en primer lugar el diezmo para menguar tanta desgracia, y en segundo lugar dejar de votar al gran capital, (que es quien gobierna prácticamente en todo el mundo), y empezar a votar a quien se comprometa con hacer algo por tanto desheredado como existe hoy día en la Tierra.

viernes, 4 de mayo de 2012

¡Quiero gritar!


            Quiero gritar y que mi voz traspase el mundo, rasgando el velo de la ignorancia, rasgando el velo de la incomprensión, rasgando el velo del miedo, y se aposente en el espacio sagrado de los corazones, que es el lugar donde están grabados los recuerdos de todas las vidas que nos hemos permitido vivir, el lugar donde se encuentra el verdadero propósito del viaje a la materia, el lugar donde se guarda el archivo de nuestra verdadera filiación, el lugar donde se encuentra todo aquello que en nuestro desatino buscamos desaforadamente en el exterior, allí donde no se encuentra; lugar que de manera inconsciente, y con la inestimable ayuda de nuestros padres y educadores, hemos cerrado a cal a canto, para hacer oídos sordos al sufrimiento ajeno, y satisfacer así, sin remordimiento, los caprichos del ego.
            Quiero gritar y que mi voz traspase el mundo, rasgando el velo de la ambición, rasgando el velo de los deseos, rasgando el velo de las preocupaciones, y se aposente en las mentes de los hombres, que es cuna del dolor, de la tristeza y del sufrimiento, para que se adormezcan los pensamientos que separan al ser humano de su propia esencia,  que es Amor, que es Paz, que es Alegría.
            Quiero gritar y que mi voz traspase el mundo, rasgando el velo del poder, rasgando el velo de la ambición, y se deposite en los despachos de aquellos que rigen los destinos de la humanidad, para que comprendan de una vez y para siempre, que su misión es el servicio y el reparto equitativo de la riqueza entre todos los habitantes del planeta, no solamente entre sus amigos o entre los que más tienen, y que su trabajo, por el cual rendirá cuentas al otro lado de la vida, no estará completado mientras una sola persona viva en la pobreza.
            Quiero gritar y que mi voz traspase el mundo, rasgando el velo de pobreza, rasgando el velo de la humillación, rasgando el velo de la discriminación, y se deposite en el alma de aquellos que malviven la miseria y sienten en ellos la injusticia, para que se empapen de la energía del Amor y reciban la fortaleza necesaria para sobrellevar con dignidad una vida injusta a todas luces.
            Quiero gritar y que mi voz traspase el mundo, llegando a ti que paseas tu mirada por estas líneas, y que mi grito se deposite en tu corazón, y ablande la dureza que pueda habitar en él, para que trates a todos como a tus hermanos del alma, para que sientas tu conexión con ellos, para que sientas tu conexión con todo, para que sientas que eres una parte fundamental, una parte única del Universo. Para que cambies hacia la justicia y el reparto equitativo, y empiece así a cambiar tu mundo con tu cambio.
            Y después del grito el silencio, y con el silencio el sueño. He soñado que un mundo mejor es posible. Un mundo más equitativo, un mundo en el que no importe ni el lugar de nacimiento, ni la raza, ni las creencias, ni el sexo. Un mundo en el que todos sus habitantes tengan las mismas oportunidades de acceso a las riquezas del planeta, a la educación, a la sanidad. Un mundo en el que todos sintamos alegría por ver la felicidad de otro ser humano, un mundo en el que sintamos a nuestro prójimo como nuestro hermano. He soñado con un mundo lleno de Amor.
He soñado contigo, que no sólo sientes la humedad en tus ojos ante el sufrimiento de un niño o la soledad de un anciano, sino que te rebelas ante la injusticia, ante la discriminación del tipo que sea, ante la pobreza. He soñado contigo, y he visto como trasmutabas tu rabia en compasión, y tu compasión en ayuda, porque sabes que la compasión por sí sola no resuelve problemas, que es tu entrega la que alivia el sufrimiento.
Ha sido un gran sueño. Gracias.

miércoles, 1 de junio de 2011

¿Intolerancia o falta de amor?

            Por fin sábado, y la familia Equis está preparándose para ir a pasar el fin de semana a su casa de la playa. Era un día precioso de principio de la primavera, el sol ya empezaba a calentar, y parecía un buen plan tomar el sol a la orilla del mar.

La señora Equis corría de un lado a otro de la casa preparando la ropa para el fin de semana de toda la familia, preparando los útiles de limpieza, ya que hacia tres meses desde la última vez que estuvieron en la casa de la playa, preparando comida para el fin de semana, vigilando la lavadora para tender la ropa en cuanto esta terminara, diciendo, mientras tanto a los niños, de ocho y diez años, que dejaran de jugar y no se olvidaran los deberes del colegio. Los niños jugaban, y entre juego y juego guardaban un cuaderno o un libro en su mochila, coincidiendo con los avisos de su madre. El señor Equis, mientras tanto, sentado en su sillón leía el periódico del día, mirando su reloj, cada vez con mayor insistencia, parecía que el reloj funcionaba gracias a su mirada, ya que le miraba cada minuto, parecía un lobo enjaulado, hasta que al despegar la mirada del reloj, paseó la vista por la casa y viendo a los niños jugar, sin poder reprimirse les gritó: ”Ya está bien de juegos, y que hace vuestra madre, ¿no sabe que a este paso vamos a salir con retraso?, y siguió gritando: “María, cada día igual, como siempre vamos a llegar tarde”. Y después, el silencio, el lobo había dejado salir su rabia, y se había calmado por unos minutos, ¿Cuánto duraría la calma?....... bien poco, ya que unos minutos después volvió a despertar la fiera: “María, ¿quieres terminar de una vez?, ¡cada día eres más lenta!, ¡estoy hasta los…… de esperar!…….., siempre igual. Y otra vez el silencio.

Por fin la señora Equis terminó toda faena en la casa y pudieron emprender el camino, mientras el señor Equis seguía con sus reproches y sus gritos. ¡Qué agradable fin de semana para la esposa!, ¿verdad?

Meditar un momento en la situación…………………, el señor Equis sentado y gritando a su esposa y a sus hijos, mientras su esposa trabaja y trabaja. A mí se me ocurren varias preguntas: ¿Es importante salir a una hora determinada cuando se va a descansar?, ¿Con que animo puede enfrentarse al fin de semana la señora Equis?, ¿Es un fin de semana de descanso para el matrimonio o sólo para el esposo?, ¿En el contrato de matrimonio de los señores Equis dónde estaba escrito que todo el trabajo de la casa lo haga la esposa?, ¿Con cada grito se adelanta el tiempo?, ¿Porqué los reproches?, ¿Porqué los insultos?, ¿Porqué los gritos?, ¿Porqué la intolerancia?, ¿Porqué la incomprensión?

Recordar que es el Amor: “Amar es hacer feliz a la persona amada”, “Amar es dar sin pedir nada a cambio”.

¿Creéis que es posible que el señor Equis ame a su esposa y a sus hijos? Si así fuera, sería feliz viendo jugar felices a sus hijos, y no les gritaría. Si así fuera, colaboraría con su esposa, en vez de gritar. Si así fuera, lo importante sería hacer que los suyos iniciaran el fin de semana con alegría. Si realmente les amara, velaría por su felicidad en lugar de reprochar; velaría por su alegría en lugar de gritar; velaría por su integridad en lugar de insultar.

Recordar también, que el mejor aprendizaje es el ejemplo. ¿Qué ejemplo creéis que están recibiendo los hijos del señor Equis? Sus hijos, están carentes, al menos, de un cincuenta por ciento de amor. Sus hijos están aprendiendo a maltratar a su futura esposa y a sus futuros hijos. Sus hijos están aprendiendo lo que es la intolerancia. Sus hijos están aprendiendo lo que es el desamor.

Recordar, otra cosa: “Todo está bien siempre”. No pasa absolutamente nada por llegar más tarde al lugar de veraneo: ¿Para qué gritar? si la vida va a seguir pasando, sólo que más amarga por tanto reproche. No cambia nada con la intolerancia, no pasa nada por tomar dos horas menos de sol, no pasa nada por estar más tiempo en caravana, no pasa nada……, salvo que los receptores de los reproches se van a distanciar cada día más del maltratador/a.

Recordar por último: “Todo sucede por algo”. Si sales más tarde, ¡abre los ojos!, ¡abre la conciencia!, porque por alguna razón se ha producido el retraso, y si vas gritando, además de perderte como pasa la vida, puedes perderte algún evento importante.

¡Reflexiona! ¡Reflexiona!