Nadie quiere salvar
su alma,
todo lo que
queremos es cuidar la cara.
Yogui Bhajan
Este
es el quid de la cuestión. En el tiempo que llevo dedicándome a la práctica del
yoga, de la meditación y de la sanación, y a poner mi experiencia a disposición
de todos aquellos que crean y sientan que les puede ayudar a despertar, a
sanar, a acercarse a su alma, a ser feliz; me he encontrado, y me sigo
encontrando, con que las personas que se quejan de lo infelices que son, de la
mala suerte que tienen, de su soledad, de su ansiedad o de su enfermedad, cuando
les insinúas que todo eso puede cambiar, con un mínimo de trabajo diario por su
parte, buscan un millón de excusas, siendo la falta de tiempo la estrella de
esas excusas, o desaparecen, o sencillamente realizan ese trabajo de una manera
tan superficial, que no les sirve nada más que para demostrarse a sí mismos, y
demostrar a los demás, de que eso ya sabían que no iba a funcionar. Por
supuesto, siempre hay algunas maravillosas excepciones.
Las personas
quieren ser felices, ¡sí!, pero tomando una pastilla cada ocho horas, y que no
les hablan de dejar sus actividades diarias, (paseo, cama, televisión, cerveza
con los amigos, etc.), o incrementar estas, aunque sea media hora, para
dedicarse a crecer y evolucionar. Prefieren seguir siendo bebés, prefieren
seguir dormidos, a fin de cuentas, en su sueño, no son conscientes ni de la
talla de su conciencia, ni de su sueño.
Son
muy pocos los que realmente quieren salvar su alma, o más fácil todavía, son
muy pocos los que realmente quieren experimentar la felicidad de manera permanente.
No creen que pueda existir la felicidad permanente, y mucho menos que se pueda encontrar
en el interior de la persona, sin depender para nada de la consecución de los
deseos. Es posible que lo expliquemos mal y no consigamos hacernos entender,
por eso, no es que no lo crean, es que ni tan siquiera lo entienden.
En mi ignorancia,
creo que piensan, al menos muchos de ellos, que si sanan de cualquiera de sus múltiples
enfermedades, ya sean físicas o emocionales, no podrían quejarse y entonces, es
posible que sientan que no pueden captar la atención de los demás, con lo que
su soledad aun sería mayor.
¿Puede
ser que antes de tener acceso a la felicidad y al amor necesiten vivir otras
experiencias? El alma necesita vivir todas las experiencias, entre ellas las
del dolor, la soledad y el sufrimiento, en todas sus múltiples facetas, de
abandono, de soledad, de muerte, de enfermedad, de engaño, etc. Sin embargo,
para asimilar la experiencia, no es necesario pasar una vida entera llena de
sufrimiento, puede asimilarse en poco tiempo, el necesario para que la persona sea
consciente de ese dolor, el necesario para que la persona sea consciente que lo
puede erradicar sólo con su voluntad y con su pensamiento.
Si
eres de los que crees que es más importante la cara que el alma, te dejo una
reflexión: La cara es caduca, se la comerán los gusanos dentro de unos días. El
alma, sin embargo, eres tú, y es eterna.