¿Tienes
un sueño?, ¿Cuál es tu sueño? , pero……….. ¿Quién sueña?, ¿No sueña sino quien
está dormido? Bien podemos decir entonces, que soñar, al igual que desear, o
esperar que sucedan ciertos acontecimientos, no es más que un sinónimo del
dormir.
Permanecer
dormidos no es más que mantener un nivel bajo de conciencia, no es más que vivir
en un permanente murmullo que nos aleja de las palabras del maestro que habita
en nuestro interior, no es más que caminar a oscuras, cuando disponemos en
nuestro corazón de la Luz más brillante que jamás hayamos conocido, la Luz del
Amor; no es más que vivir separados del alma, no es más que sentirse un ser
solitario e independiente, que pasa su vida de sueño defendiendo su parcela, su
integridad, su honorabilidad frente a todo el mundo, ya que no reconoce a los
demás como sus hermanos, ni sabe de su conexión con ellos.
¿Sientes
insatisfacción, ansiedad, estrés, incomodidad? Es posible que estas emociones,
y muchas más, sean la manifestación de tus sueños, la manifestación de tus
sueños incumplidos, la manifestación de tus sueños rotos. Es posible que sean la prueba irrefutable de que vives
dormido, y tu alma, que conoce tu programación de vida, intenta llamar tu
atención, como si de un despertador se tratara, para que abras tus ojos, para que
abras tus ojos a la Luz, y te preguntes, ¿Dónde estoy?, ¿Quién soy?, ¿Qué hago aquí?.
¿De dónde vengo?, ¿A dónde voy?
Pero
si consigues entreabrir tus ojos, no es suficiente con que te hagas las
preguntes, es indispensable que trates de encontrar las respuestas. Y esas
respuestas, no las busques en los libros, ni en ningún curso, ni tan siquiera
preguntándoselas a alguien que consideres un maestro. Las auténticas
respuestas, las que llevan junto a la respuesta la vivencia, el crecimiento y
un nivel superior de conciencia, están en ti, las tiene ese maestro interior
que comparte tu vida, en silencio mientras dormías, pero hablando con verdadera
verborrea cuando despierto, llamas a su puerta haciéndole tus preguntas.
Tu
maestro interior te está esperando a las puertas de tu corazón. Desplázate desde
la mente, viaja a tu corazón, medita desde él, vive desde él, siente desde él. Déjate
llevar por él de la mano, y descubrirás que vivir despierto te lleva
directamente por anchos caminos a la Felicidad, a la Paz y al Amor.
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