El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




domingo, 7 de febrero de 2016

Esos locos bajitos (1)

Un bebé no es un diamante en bruto,
es un diamante parcialmente pulido
por el cincel de sus vidas anteriores.

Como voy a hablar de los hijos he aprovechado el titulo de la canción de Joan Manuel Serrat: Esos locos bajitos.

Ahora que sabemos que la pareja es la conjunción de dos almas que van al encuentro de Dios, nos falta saber qué pasa con los hijos. Aunque no es difícil de saber, antes al contrario, es muy fácil y no hace falta haber realizado másteres espirituales para saber que los bebés vienen a la vida para hacer lo mismo que hemos venido a hacer todos los demás, todos hemos sido bebés: Para aprender a amar, para volver a Dios, y como tienen también muchas vidas a sus espaldas para pagar su Karma pendiente o para recibir lo que les deben a ellos.


       
         Si los bebés fueran diamantes en bruto y sus padres ya supieran lo que están haciendo en la materia y fueran además conscientes de lo que supone traer un nuevo ser a la vida, sería magnífico para el bebé, ya que sería instruido desde la cuna en las cuestiones esenciales de las que trata la vida. Le dirían quien es, le hablarían de lo que ha dejado atrás, le aclararían que su cuerpo tiene fecha de caducidad y que esa caducidad es justamente la que le va a permitir volver a casa con una mochila más vacía de lo que estaba en su llegada a la vida, le enseñarían a ver a Dios en todo, en las plantas, en los animales, y sobre todo en las personas que le rodean, le amarían sin juzgarle, sin reprocharle, sin compararle, sin criticarle, sin coaccionarle, sin engañarle, sin chantajearle, le amarían con paciencia, con tolerancia, con comprensión, en definitiva le amarían, porque a fin de cuentas, el amor es eso, ya que si existe el juicio, si existen los reproches, si existen las comparaciones, si existe la crítica, sin existen las coacciones, si existe el engaño, si existe el chantaje, no se ama al hijo, se quiere otra cosa, se quiere esa otra cosa con la que se le compara.

         Pero ni el bebé es un diamante en bruto, ni sus papas tienen idea de lo que están haciendo en la vida, y mucho menos son conscientes de lo que supone traer un nuevo ser a la vida.

         Si la atracción espiritual es lo que unió a la pareja para cumplimentar el contrato de sus almas, para los hijos ya no existe atracción, es el designio de los tres, ya que en un tiempo antes de la vida acordaron el encuentro en la materia, para facilitar el crecimiento de los tres y acortar los tiempos de unión con Dios.

         Continuará……..


1 comentario:

  1. Muy lindas palabras maestro, cuan importante la conciencia de saber que viene un nuevo ser de luz, y estar preparado para guiar y acompañarse en el proceso de regreso a casa.

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