El viaje del alma
El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS
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martes, 24 de enero de 2017
El origen del hombre
En
la batalla para encontrar a Dios,
tiene
el guerrero que luchar consigo mismo
y vencerse, sin sentirse derrotado.
Alfonso Vallejo
El
desconocimiento de la divinidad del hombre es, sin ningún género de duda, la
primera y principal razón de la infelicidad, del sufrimiento, y de la
insatisfacción del ser humano, solo por citar algunos de los males que aquejan
a la sociedad actual. Que son los mismos males que aquejaban a la sociedad
anterior y muy posiblemente los que sufrirán las sociedades futuras.
Pero, es más, ese desconocimiento es la
única causa de sus repetidas encarnaciones y de sus viajes de la esencia a la
materia. Porque la razón de tanta sinrazón, la razón de sus reencarnaciones, la
razón de tanta vida “que parece inútil” y de tanta muerte, sólo es para activar
el recuerdo de su divinidad y vivir en la materia como vive cuando se encuentra
al otro lado de la vida física.
El origen del hombre es Dios, y ese
será su destino. Y a pesar de tantas vidas absurdas, a pesar de todos los
intentos del ser humano por permanecer dormido, todos llegarán a Dios, más
pronto o más tarde, pero todos llegarán. Sin embardo, para llegar a Dios, hay
que encontrarle. Y hay que hacerlo en la vida física. Es aquí, en la materia,
donde el hombre ha de realizar su trabajo de exploración y de reencuentro con
Dios.
Es aquí donde el ser humano tiene que
luchar, en soledad, y mantener una lucha sin cuartel “con su mente contra su
mente”. En la batalla para encontrar a Dios, tiene el guerrero que luchar
consigo mismo y vencerse, sin sentirse derrotado.
El
hombre sin Dios es nada, es como una hoja movida por el huracán de su mente que
va posándose, de manera despiadada, sobre los deseos incumplidos, sobre los
amores rotos, sobre las enfermedades del cuerpo y las soledades del alma.
Es
tan profundo el sueño del hombre, que incluso los que sueñan con el despertar,
cuando entreabren los ojos, exclaman en su fuero interno “Ah, ya entiendo de
que se trata”, pero todo se queda en eso, en el entendimiento. Intelectualizan
el concepto de Dios, sin integrar en cada célula de su cuerpo el concepto de
que no sólo él es Uno con Dios, sino que también lo son todos los que le acompañan
en su viaje por la vida, lo son los que le acompañaron en anteriores viajes, y
los que le acompañarán en los siguientes.
Eso
quiere decir que todos somos lo mismo, que todos somos Hijos de Dios, que todos
somos Uno con Dios, es decir, que todos somos hermanos.
Para
el hombre que integra el concepto de Dios en cada célula se han acabado las
religiones, se han acabado las políticas, las razas, los nacionalismos, las diferencias de
clases, se han acabado los juicios y las críticas a sus hermanos. Porque
integrar el concepto de Dios en cada célula significa abrirse al Amor
Universal, significa abrirse a la compasión, a la misericordia, significa
olvidarse del perdón porque nunca se va a sentir ofendido, significa vivir como
si Dios estuviera frente a él, en cada ser humano, en cada animal, en cada
planta.
¡Que
tarea tan difícil nos hemos puesto los seres humanos!
Continuará……
miércoles, 4 de enero de 2017
Sanación Espiritual
La
Sanación Espiritual es la práctica de canalizar la Energía Divina para que
interactúe sobre todas las dimensiones existenciales del ser humano.
La
Sanación Espiritual actúa en la dimensión espiritual. Durante la terapia el
terapeuta y el paciente entran en un espacio sagrado que es un nivel
elevado de conciencia en el que se produce la sanación canalizando hacia el
paciente una determinada gama de frecuencias de la Energía Universal para
limpiar y transmutar las energías negativas, que en su forma de bloqueos
energéticos, impiden el paso de las energías positivas que mantienen
la buena salud en todas las dimensiones del ser. Y lo hacen limpiando en
profundidad para que no quede ningún residuo energético desfavorable que pueda
volver a emerger y actuar como núcleo inicial al que se puedan ir anclando otras
energías negativas similares.
Las
personas que son tratadas con la Sanación Espiritual reciben una transmisión de
energía que reestructura y reordena las energías alteradas y reactiva sus recursos naturales, su sistema
inmunitario y sus fuerzas internas para ayudarles a enfrentarse a la
enfermedad, y sobre todo a la causa, que no es más que sus malos hábitos, sus perniciosas rutinas, sus
emociones destructivas y sus pensamientos negativos y carentes de amor hacia sí
mismos y por extensión hacia los demás.
Aumenta
en el paciente, si este así lo decide, su capacidad de recuperación y consigue
mejorar su sintomatología, así como aumentar la confianza en sí mismo para
afrontar su enfermedad, para dejar de verse a sí mismo como enfermo y dejar de
identificarse, de una vez y para siempre, con su enfermedad y pasar de sentirse
como un "ser enfermo" a verse como un “ser humano” completo, con
un desarreglo en su cuerpo físico: "Yo no soy mi enfermedad".
La
Sanación Espiritual ayuda a sanar, o si la sanación no es posible, ayuda a la
persona a aceptar la enfermedad como vehículo de crecimiento.
sábado, 17 de diciembre de 2016
Eva quiere ser feliz (2 de 2)
Del
libro “Relatos del Inca”
La hija de una amiga de la mamá de Eva
estaba finalizando sus terapias con ”El Inca”, un sanador, y por lo que parecía,
con un éxito sin precedentes, ya que María, que así se llamaba la hija de su
amiga, había frecuentado terapias de todo tipo, tradicionales y no
tradicionales, sin ningún resultado, hasta ese momento.
Ante el cambio de María, que incluso
llegaron a calificar como un milagro, no tardó en concertar una cita para ella
misma. A la mamá de Eva le gustaba frecuentar todas las terapias que alguien le
decía que funcionaban. A pesar de que con ella no funcionaba ninguna, pero.., ¡en
alguna ocasión sonaría la flauta!
Sin embargo, ¡No era cuestión de
flauta!, ¿Cómo era posible que nadie la hubiera dicho que la sanación, de “eso”
que estaba buscando con tanto ahínco solo iba a producirse cuando ella misma
decidiera sanarse?, ¿Cómo era posible que nadie la hubiera dicho que cualquier
sanador era un mero acompañante en su propio proceso?
Por supuesto, la flauta no sonó y la terapia
tampoco funcionó con ella, pero aun así concertó una cita para Eva.
Eva acudió a su cita con Mélody, que
era como se llamaba su hijita, y que entonces contaba con un mes de nacida.
- ¿En qué puedo ayudarte?, le preguntó el sanador.
- Eva, con los ojos brillantes por las lágrimas que pugnaban por salir, dijo poco: Bueno, estoy un poco nerviosa. La niña tiene un mes, tiene muchos cólicos y llora mucho. Descanso poco y eso me tiene un poco estresada.
- El sanador intentó averiguar un poco más, ya que entre las sensaciones que estaba percibiendo no destacaban, de manera prioritaria, su estrés, sino que la sensación era que la invadía una tristeza y una soledad que hacían daño, incluso físicamente: ¿Eres feliz?
- Por supuesto, contestó Eva, llevó casada tres meses y ahora Mélody. Estoy enamorada de mi esposo, no hay razón para que no sea feliz.
- Ya, pero mi pregunta, prosiguió el sanador, no es si tienes razones para ser feliz, la pregunta es si eres feliz.
- Claro que soy feliz, ratificó Eva.
Viendo
el sanador lo difícil que iba a ser arrancarle ninguna otra palabra decidió
comenzar la terapia. El sanador tocó a la persona, y comenzó a meditar a su
lado. Lo que tiene que pasar pasa. Siempre pasa. Siempre reciben la persona y
el sanador lo que tienen que recibir.
En
esta terapia también, y aparte de tranquilizar a Eva hasta el sueño, le llegó
al sanador la información justa y necesaria, para que una vez trasmitida a Eva,
ella hiciera con esa información lo que considerara más conveniente.
- Eva, le dijo el sanador una vez finalizada la terapia, te voy a traducir todas las sensaciones que he recibido. Podrás creer en ellas o no, porque no hay comprobación científica de que lo que te voy a contar sea cierto, si te resuena dentro de ti, tu sabrás lo que tienes que hacer, y si no te resuena lo olvidas: Si parece que estás enamorada de tu esposo, y es cierto que vives en un estado de ansiedad importante, aunque ahora un poco menos después de la terapia. Pero también guardas dentro de ti demasiada tristeza debido a la soledad con la que estás afrontando tu reciente maternidad y por supuesto, tu vida. Y aun hay algo más, da la sensación de que no te sientes querida por parte de tu esposo, o al menos no tan querida como a ti te gustaría, y no solo no te sientes querida, sino que ni tan siquiera te sientes comprendida, y no parece que recibas toda la ayuda que necesitarías en estos momentos. Bueno a excepción de la de tus padres, aunque me da la sensación de que te crispa que ellos te ofrezcan su ayuda, ante la ausencia emocional, y a veces física de tu esposo.
- Si, contesto Eva con un hilo de voz, es, más o menos así.
- Y te voy a decir más, prosiguió el sanador, creo que después del trabajo de aceptación que tuvieron que realizar tus padres, no quieres que sepan la situación por la que estás atravesando, lo cual te genera una ansiedad y una tristeza añadida.
- Una pregunta, y mi estado ¿Le puede afectar a mi hija?, preguntó Eva.
- Por supuesto. Un porcentaje importante de su malestar es provocado por la energía que recibe de ti. Ten en cuenta que vive en tu aura, que eres su alimento, que eres su vida, respondió el sanador. Tienes dos caminos: Uno, aceptar la vida que tienes, sin sufrir porque no es la vida que habías soñado, y dos, analizar lo que no te gusta de tu vida y cambiarlo. Ambas son difíciles, es tu elección. Tanto si optas por una como por la otra, puedes contar conmigo. Aunque te queda otra opción, que todo siga igual. Para eso, ya no hace falta que vuelvas, porque yo intento ser sanador, pero lo que no me gusta es ser curador, porque posiblemente consigamos eliminar los síntomas, pero dentro de poco volverás a estar en las mismas condiciones. Sanar es eliminar la causa del mal, curar es eliminar los efectos. Pero si se trabajan los efectos, como la causa sigue indemne volverán a resurgir los mismos síntomas más pronto que tarde.
A
los dos días el sanador recibió una llamada de Eva:
- Pues ya está todo solucionado, hemos hablado y me vuelvo a sentir querida, acompañada y apoyada. Estoy muy contenta, dijo Eva al otro lado de la línea telefónica.
- ¡Oh!, cuanto me alegro, le contesto el sanador. De cualquier forma si vuelves a sentirte mal, llámame y concertamos una nueva cita.
- OK, gracias, se despidió Eva.
El
“Inca” sabía perfectamente que nada estaba solucionado, pero Eva no podía
permitirse que alguien estuviera al tanto de “su secreto”.
Por
supuesto que se concertaron nuevas citas con pretextos infantiles, pero el
problema seguía en las mismas condiciones.
- Eva, si no haces algo siempre vas a estar mal. Si siempre haces las mismas cosas el resultado siempre va a ser el mismo, es decir, siempre vas a estar mal. ¡Haz algo!, ¡Toma las riendas de tu vida!, no permitas que la vida te zarandee como si fueras una pluma en mitad del huracán. Le decía el sanador.
- Yo le quiero, decía Eva en un mar de lágrimas, y tampoco quiero dar este disgusto a mis padres.
Seis
meses después Eva sigue sufriendo.
jueves, 15 de diciembre de 2016
Eva quiere ser feliz
Del libro "Relatos del Inca"
A
la quinta fue la vencida, y por fin los papás de Eva, después de cuatro hijos
varones tenían a su mujercita.
Los
papás de Eva tenían una vida acomodada, muy acomodada, y Eva creció con todas
las necesidades básicas, más que cubiertas, y con todos los caprichos
inimaginables a su alcance.
Era
tan grande el amor de los papás de Eva por su preciosa hija, que la dejaban
hacer y deshacer a su libre albedrío. Ellos consideraban que lo importante era
que la niña fuera feliz, y no demostraron, en demasía, su decepción, cuando Eva
decidió abandonar su carrera de arquitectura y cambiarla por un instructorado
de yoga. Incluso la mamá asistía a sus clases, aunque no con la regularidad que
sus estados emocional y mental requerían.
La
decepción y una ligera oposición ya tomaron forma cuando Eva comenzó a frecuentar
a un muchacho, perteneciente a una clase social muy inferior a la suya, y que
lo único que destacaba en su curriculum era su físico, una bonita voz para
cantar, profesión a la que quería dedicarse, y una vida bohemia, más como huida
de una familia completamente desestructurada, que como anhelo de vida.
La
oposición ya fue total cuando Eva soltó la bomba en su casa:
- Estoy embarazada, pero Ramón, (que así se
llamaba el futuro papá de la criatura), quiere que nos casemos y hacerse cargo
del bebé”.
- - Y
¿Cómo se va a hacer cargo del bebé, y de ti, teniendo en cuenta que no trabaja
y no parece tener ningún ingreso?, le preguntó el
padre de Eva.
- - De
momento habíamos pensado vivir aquí hasta que encuentre algún trabajo, dijo Eva.
- - Si
quiere trabajar, mañana mismo puede comenzar en nuestra empresa, le
respondió el padre.
- - No
papá, ya sabes que a él le gusta la música, ha escrito varias canciones y está esperando respuesta de algunas casas discográficas para grabar un disco, dijo
Eva.
El
cambio de opiniones, por no llamarlo discusiones, siguió durante algunos días,
hasta que los padres de Eva, pensando siempre en la felicidad de su hija, y
ahora en la de su futuro nieto, o nieta, terminaron cediendo. En las
conversaciones que mantenían los padres, sin la presencia de Eva, decidieron
que aceptaban la boda, haciéndose incluso cargo de todos los gastos, que
vivieran en una parte de casa, teniendo en cuenta que había espacio más que
suficiente, que por supuesto les iban a mantener, y que esperarían, porque es
lo que parecía anunciado, que su hija cayera para ayudarla a levantarse y
seguir con su vida.
Llegó
el día de la boda. Eva lucia con orgullo su embarazo, ya de siete meses, sin
saber que este era el principio de su infelicidad.
No
había pasado ni un mes de la boda, cuando la sonrisa de Eva que siempre lucia
radiante y aparecía de manera espontanea, comenzó a hacerse menos frecuente, y
cuando aparecía, ya no era viva, ya no era luminosa, para los que la conocían
era lo menos parecido a su antigua sonrisa, era una mueca y un signo de
tristeza. Cuando alguien le insinuaba algo, siempre se justificaba con las
molestias de su embarazo.
Continuará…………….
jueves, 8 de diciembre de 2016
"Alea jacta est"
No era habitual que
todos los miembros del Consejo Kármico presentaran el Plan de Vida a un alma, ya
que lo normal era que asistieran a la presentación uno o dos miembros del
Consejo, acompañados por los ángeles ayudantes y los futuros guías del alma en
su nueva vida, a no ser que la misión que se iba a presentar al alma tuviera
algo de extraordinario. Pero en este caso así lo parecía. Llegar a Dios desde
la nada y enseñar ese camino podría ser un reto demasiado difícil.
-
Y continuaron su exposición: Es difícil, pero no imposible. Sabes que
nunca se realiza una programación imposible, todas son realizables. Tu afán por
finalizar los viajes a la materia, tu desapego de la vida terrenal y el ansia
para conseguir cuanto antes tu unión con Dios nos ha llevado a esta
organización de vida para ti. El Karma que tienes pendiente es totalmente
asumible.
-
Siguió el Maestro presentando la vida a
Kepha: Tus padres y el resto de tu
familia, van a encontrarse muy lejos de la espiritualidad, para que no tengas
ningún tipo de influencia y para que la descubras por ti mismo. Lo mismo pasará
con tus relaciones y con las familias que formes a través de esas relaciones.
Tendrás tres relaciones importantes. Con tu primera esposa sois totalmente
desconocidos, nunca antes habéis coincido en ninguna vida. Es un alma joven que
recién está iniciando su aventura, pero será necesaria para el aprendizaje de
ambos, sobre todo en cuanto al respeto y la generosidad se refiere. Las otras
dos relaciones serán con almas afines de muchas vidas, y aunque seguiréis
aprendiendo, con vuestros problemas, no serán relaciones traumáticas como bien
podría llegar a ser la primera. Tendrás dos hijos: Una mujer en tu primera
relación y un varón en la tercera, con una diferencia de casi cuarenta años
entre ellos. El segundo será un maestro que continuará tu labor y necesitará
del camino que vayas abriendo con tus enseñanzas. Este hijo es Erihak, el que
una vez encarnó como Juan el Bautista o como el Inca Lloque Yupanqui. Siempre
de carácter fuerte, carácter que también tendrá en esta vida. Habéis coincido
en el ochenta por ciento de vuestras vidas y ya sabes que casi siempre ha sido
tu padre biológico. Ahora tú serás el padre. Cuando aparezca estarás a punto de
iniciar tu auténtica misión.
-
Otro Maestro tomó la palabra: La Madre será tu Maestra para el
desarrollo de tu misión y Jesús tu Maestro en la sanación. Según vayas
despertando, se irán despertando distintas cualidades en ti, pero solo será
cuando ya no suspires por ellas y te de igual tenerlas que no.
-
Nacerás
en España, para que entiendas su idiosincrasia. Has luchado con ellos en dos
ocasiones, hace 500 años cuando invadieron a sangre y fuego tu país y hace 200 cuando
guiabas a los pueblos americanos para liberarlos de su yugo. Sabemos que no hay
resentimiento en ti hacia ellos, pero si es bueno que termines de asimilar una
vida en la materia desde posiciones antagónicas.
- Tú
sabes que los nacionalismos, como todos los “ismos”, las religiones, las
creencias, las opciones políticas, las tendencias, la sexualidad, y tantos
pensamientos erróneos solo sirven para separar a los seres humanos, todo eso es
fuente de conflicto, es germen de guerras.
-
Pueden
comenzar los hombres una guerra por un trocito de tierra o de mar, porque un
avión pasa por un cielo que se considera propio, en el nombre de Dios, (ya lo
hicieron unos en las cruzadas y lo hacen otros ahora), por un pedazo de trapo
que denominan bandera, por un pozo de petróleo o una mina de diamantes, como
prevención de algo que ni ellos mismos saben qué, por una lengua, o para tapar otros
problemas internos. Aunque sin llegar a la guerra también se generan conflictos
por casi todo. ¿Hasta cuándo?
-
Todo
es producto de la separación entre los seres humanos, y cualquiera que sea la
causa de la separación solo es producto de la ignorancia en la que viven,
agravada esa ignorancia por el egoísmo y por las ansias de poder.
- Esa
ignorancia no significa que sean analfabetos, no, son buenos maestros,
abogados, ingenieros o médicos. No es un conocimiento intelectual el que les
falta, ese conocimiento, aunque no sirve de mucho, lo tienen. Lo que les falta
es saber quiénes son realmente.
- Discutir
por un trapo, por un trozo de tierra o por cualquier causa que los humanos
crean justa en su corto conocimiento solo les separa de Dios. En lugar de
discutir, en lugar de pelear, en lugar de separar, han de aunar esfuerzos,
porque la vida que hay en uno es la vida que hay en todos, porque hoy pueden
pelear por quitar una bandera en un lugar y en la próxima vida pueden pelear
por volver a colocarla de donde la quitaron ellos mismos.
- Recuerda
que todos somos Uno, que en la materia todos sufrís lo mismo, todos sentís lo
mismo, todos vais al mismo puerto, todos estáis embarcados en el mismo barco,
se llama Tierra, ¡Qué bien os iría si todos remarais en la misma dirección!
- Kepha, “Alea
jacta est”. Dentro de poco estarás en la materia. Estamos contigo hijo.
lunes, 5 de diciembre de 2016
Buscar en el silencio interior
En vidas anteriores
ya había Kepha intentado desarrollar su intuición. O mejor, había intentado
vivir de acuerdo a los dictados de su corazón, porque eso es la intuición: La habilidad
para conocer, comprender o percibir algo de manera clara e inmediata, sin la
intervención de la razón.
Todos los seres
humanos están siempre ávidos de respuestas, queriendo saber. Pero sus
preguntas, y por ende las respuestas que esperan recibir están relacionadas con
el lugar que ocupan en su camino de evolución.
En realidad, el ser
humano, más que saber, lo que anhela es tener una confirmación de que se van a
realizar sus sueños. Porque cuando el ser humano pregunta, no es que quiera saber,
lo que él quiere es escuchar determinadas respuestas que van en sintonía con
sus deseos.
Los que se encuentran
total y absolutamente dormidos sólo preguntan sobre su vida en la materia, las
preguntas clásicas relacionadas con la salud, relacionadas con el dinero y
relacionadas con el amor. Y por supuesto lo que esperan escuchar es que su
salud es fantástica, y la de su familia también. Que su trabajo va a ir viento
en popa, con posibilidades de conseguir un ascenso que va a llevar aparejado un
buen pellizco de dinero. Si no tiene pareja, quiere oír que va a encontrar a su
alma gemela. Si tiene pareja y se siente bien, no va a preguntar cuestiones
sobre el amor, pero si no se encuentra muy bien, va a realizar la pregunta
clásica: “¿Me tengo que separar?”.
Es curioso, los
problemas de relación que tienen las personas una vez se encuentran en la vida.
Conocen a una persona, se enamoran, según lo que ellos entienden por amor, y
deciden unir sus vidas. A partir de ese momento, comienza para muchas de esas
parejas una auténtica vida de sufrimiento, plagada de engaños, de
desencuentros, de desamor, de desconfianzas, una vida anodina, una vida triste
y aburrida, llena de gritos y de silencios, llena de rencor y en algunos casos
de maltratos, bien sean físicos o emocionales. Y todo ese conglomerado es el
mejor caldo de cultivo para encontrar, incluso sin buscarlo, un nuevo amor, con
lo que comienza la separación de la pareja, que es una de las etapas más grises,
más duras y más tristes con las que tienen que lidiar las personas en la
materia, a excepción de la desaparición de sus seres queridos, alentados por la
sinrazón de las religiones que avalan que la pareja ha de permanecer en el
tiempo aunque vivan rodeados de espinas.
Cuando los seres
humanos alcancen no más que un ápice de los tres pilares de la Triada de la
Ascensión comprenderán, sin grandes esfuerzos, que cualquier relación, su
duración en el tiempo y la interacción entre los miembros de la pareja es, como
cualquier otro aspecto de sus vidas, algo programado, consensuado y aceptado de
antemano en su Plan de Vida para la evolución y el crecimiento de los
componentes de la pareja, y que la propia separación lleva inherente más
aprendizaje. El amor, el cariño, el respeto y la generosidad son las virtudes
que han de poner en práctica los miembros de la pareja en proceso de
separación.
Volviendo a la avidez por querer saber de los
seres humanos, aquellas personas que empiezan a despertar van a añadir a las
preguntas típicas, alguna sobre cuál es su misión, quien su Maestro y que ha
sido en otras vidas.
Pero si hubiera
alguno total y absolutamente despierto no necesitaría preguntar. No tendría
curiosidad por conocer respuestas ya que, es muy posible, que no tuviera
preguntas. Y si tuviera que conocer alguna cosa, la sabría escuchando su
corazón, porque ahí están todas las respuestas.
Y esas respuestas las
tienen todos, y las tienen siempre. Es su intuición. Solamente tienen que
buscar su silencio interior.
miércoles, 30 de noviembre de 2016
Programación de la vida de Kepha
Últimamente todas las entradas tienen
una continuación, y para no ir escribiendo siempre continuará y continuación
de, no indicaré nada hasta que haya una entrada independiente.
No era habitual que
los Señores del Karma preguntaran al alma cuál sería su elección. Ellos saben
de antemano que todas las almas elegirían una vida dura, una vida de
sufrimiento, una vida en la que pudieran eliminar todo el Karma pendiente, para
terminar cuanto antes su andadura terrenal y poder unirse definitivamente a
Dios.
Si ya es difícil cumplir
la programación establecida, imaginar una vida así, dura y con sufrimientos
extremos, programada por el alma interesada. Sería imposible de llevar a buen
puerto por la cantidad de dolor y sufrimiento que tal vida comportaría. Por eso los Señores del Karma
asignan a cada alma el Karma justo y necesario con posibilidades de ser
eliminado. Y, aún así, ya sabemos que es lo que ocurre. Los seres humanos, no
solo no cancelan el Karma asignado a la vida, sino que incrementan su carga, al
confundir la vida de sueño que viven en la materia con la real y auténtica vida.
La inmensa mayoría de
los seres humanos, una vez en la materia, creen que la vida es el espacio de
tiempo comprendido entre el nacimiento y la muerte del cuerpo. Y no es así. Una
vida es el espacio de tiempo y de “no tiempo” comprendido entre dos
nacimientos, y en ese periodo se contabiliza un nacimiento a la vida física,
una vida en la Tierra, la muerte del cuerpo, la estancia al otro lado de la
vida y una nueva encarnación. Así se vive una experiencia completa, siendo el
espacio más pequeño el comprendido por la vida física. Pues bien, es justamente
ese espacio ínfimo de tiempo lo que los seres humanos consideran toda una
vida.
Y en ese ínfimo
espacio de tiempo los seres humanos se ocupan en hacer justamente lo contrario
de aquello que habían planificado al otro lado de la vida: Darle la espalda a
Dios. Cuando, paradojas de la vida, la única razón para la vida es reconocer la
propia divinidad y realizar la unión con Dios.
-
¡Qué
curioso! Por un lado elegiría una vida en la que pudiera quemar todo el Karma
pendiente y aprendiera definitivamente a Amar, para no tener que volver. Sin
embargo, continuó Kepha,
siento tanta pena por cómo se encuentra la humanidad que podría sacrificar la
liberación total del Karma, y dedicaría la vida a enseñar a mis hermanos cuál
es el camino para volver a Dios. Si, si me dan a elegir elegiría la segunda.
-
Perfecto
hijo, ¡Así será! Que tu misión principal sea enseñar a tus hermanos que han de
hacer para recordar qué son, de dónde vienen, y adónde tienen que ir. Le
contestó uno de los Maestros del Consejo.
-
Y prosiguió: No vas a guardar ni un ápice de memoria de lo que eres, ni de lo que
somos, ni de donde estamos, ni del cual es el objetivo de la vida, ni de
nuestra divinidad. Y no lo vas a hacer porque esa va a ser, precisamente, tu
misión. Demostrar que se puede llegar a Dios desde cero, sin ningún tipo de
ayuda, y después enseñar ese mismo camino a los demás. Pero si vas a tener una
ayuda: Tu intuición. Tienes que ser capaz de viajar a tu corazón para sentirla,
y después mantenerla sin pasarla por tu mente para que no la eches a perder.
Ninguno de nosotros te va a dar ninguna pista, de ninguna de las maneras que
solemos hacerlo. Únicamente podremos confirmarte aquello que ya tengas claro.
Ahora hijo mío vete a meditar mientras preparamos esa vida. Impregnarte del amor
a Dios que sentías en tu vida de monje, cuando le prometiste dedicarte a Él,
imprégnate del conocimiento de tu vida de Willaq Umu,(sumo sacerdote inca), de
la compasión de tu vida como sacerdote cuidador de leprosos, del amor que
compartías con Jesús en tu vida de Pedro, de la vida de sacrificio cuando
luchabas por los mínimos derechos de tu amado pueblo americano. Medita hijo.
Volveremos a llamarte.
martes, 29 de noviembre de 2016
El libre albedrío (La vida de Kepha)
Continuación de “El Plan de Vida (La
vida de Kepha)”
El libre albedrío es
la capacidad de elección del ser humano. Pero se ha de tener en cuenta que esa
capacidad de elección tiene ciertos límites. Imagina que existe un camino de
varios kilómetros de ancho, delimitado en toda su lateralidad por dos murallas
de 100 metros de altura desde el inicio hasta el final del camino. A ese camino
se accede por una puerta. Esa puerta es el nacimiento, es la llegada a la vida
de la materia. Cada alma tiene su puerta, cada alma tiene su camino, y una vez
dentro del camino no se tarda mucho en encontrar otras puertas para seguir
avanzando. Es la primera elección en la vida física, que en estas primeras
ocasiones son los padres los que van eligiendo por sus bebés. Ellos lo siguen haciendo
hasta determinada edad, ya que son los padres los que deciden la guardería, el
colegio y el tipo de educación que van a recibir sus hijos. Pero elijan los
padres o los hijos, se van encontrando puertas por la que atravesar. Cada
caminante puede elegir la puerta que desee, y es claro que al otro lado, en
cada una de las puertas se va a encontrar vivencias diferentes. Y nuevas
puertas, y nuevas decisiones, siempre eligiendo cual traspasar, y así va a ser
hasta el final del camino, elección tras elección.
Cada persona puede ir
eligiendo puertas, traspasarlas, volver atrás o quedarse sentada en el quicio
de la puerta, pero lo que no podrá hacer nunca es saltar por encima de las
murallas que delimitan el camino para pasar a un camino contiguo, ahí se acaba
el libre albedrío, no se puede salir del camino al que se ha accedido a través de
la puerta del nacimiento. Será rey o mendigo, rico o pobre, pero siempre siguiendo
su Plan de Vida establecido, sin saltarse ni una coma.
¿Cómo saber cuál es
la puerta correcta?, no se sabe.
¿Se podría pensar
entonces que es cuestión de suerte elegir el camino correcto? No, nada tiene
que ver la suerte en las elecciones de vida. Pero de lo que se puede estar
completamente seguro es que nunca hay decisiones erróneas. Es cierto que los
resultados de algunas decisiones pueden causar sufrimiento, pero eso no
significa que se haya elegido una puerta equivocada. El sufrimiento es una
asignatura para el crecimiento, es una asignatura para aprender a amar,
desprendiéndose del miedo, que es la causa de cualquier sufrimiento. El error
sería permanecer en el camino del sufrimiento durante mucho tiempo, sin
atreverse a traspasar una nueva puerta.
Las elecciones que se
hacen en cualquier momento de la vida, son siempre correctas, ya que son las
mejores que se pueden hacer teniendo en cuenta la situación de la persona.
Nadie elije mal a propósito, nadie elije el sufrimiento.
En el Plan de Vida
para cada alma se recoge todo lo que se puede encontrar en función de la puerta
que elija. La programación de una vida es muy compleja, ya que se contemplan
muchísimas posibilidades en función de la elección de cada puerta. Son muchos
los Planes de Vida de muchas almas que tienen que coordinarse para que se den
los encuentros que se tienen que dar, y nadie sabe, ni a este ni al otro lado
de la materia cual va a ser la puerta elegida por la persona.
Hay situaciones
recogidas en el Plan de Vida que se pueden realizar o no, según sea la elección
de la persona. Pero existen otras situaciones programadas que se han de
realizar ineludiblemente.
El libre albedrío
también interviene es estas últimas, de tal manera que la puerta que va a
llevar a esa situación, la cual es imprescindible experimentar, va a aparecer
junto a las otras puertas en cada etapa del camino. Si siempre se obviara esa
puerta, llegaría un momento que esa sería la única opción que la persona iba a
tener delante.
En la Tierra el Plan
de Vida no suele cumplirse al cien por cien, ni al cincuenta, y posiblemente ni
al veinticinco por ciento. Sin embargo, los que al otro lado de la vida tienen
relación con el alma encarnada, como pueden ser sus guías y los Maestros, lo
tienen en cuenta al cien por cien. Lo tienen tanto en cuenta que cuando el ser
pone su vida en manos de Dios, con una fórmula parecida a “Señor, hágase Tu
Voluntad”, lo que hace es ponerse en contacto con el alma y con el Plan de
Vida.
Ningún Ser al otro
lado de la vida va a interferir en la programación que el alma ha aceptado
realizar en su vida física. Nunca, bajo ningún concepto.
-
Kepha,
si te dieran a elegir, ¿Qué misión elegirías para tu próxima vida? Preguntó
uno de los Miembros del Consejo.
Continuará…………….
miércoles, 23 de noviembre de 2016
El Plan de vida (La vida de Kepha)
Continuación de “La Tríada de la
Ascensión (2)”
Ante esta perspectiva, Kepha
en su meditación trataba de impregnar, en cada átomo de energía de su ser, la
memoria de lo que es, de su hermandad con el resto de almas, de su divinidad,
de su eternidad, del Amor que todo lo envuelve, del Amor de Dios. Pero no era
fácil. Porque todo dependía de su programación de vida, y estaba tan…, cansado
podría ser la palabra, de entrar en un cuerpo, de arrastrar el ego, de buscar
con desesperación a su alma, de sufrir la separación de Dios, que daría
cualquier cosa porque fuera la última vez. Podría aceptar cualquier misión, o
una vida larga y de dolor. Y aunque él sabía que la última palabra iba a ser la
suya, también estaba seguro que aceptaría, con gusto, como todas las almas, cualquier
Plan presentado por los Maestros del Consejo para su vida.
-
Si
no fuera porque la vida en la materia es el camino más rápido para unirnos a
Dios, no volvería. Es muy cansado, es aburrido. Visto desde aquí es muy corto,
es un suspiro, pero una vez en el cuerpo es demasiado intenso, lento, pesado y
largo. Me ayuda a preparar la nueva vida el ansia que tengo de unirme con Dios.
Le respondió a Jesús.
-
Lo
sé hijo mío, pero cada vez está más cerca. Cada vez despiertas antes de la ilusión de
la vida. Le respondió Jesús.
Kepha se acercó al templo
donde los Señores del Karma o Consejo Kármico presentaban, al ser próximo a la
encarnación, un proyecto general de Plan de Vida, organizado por ellos, tomando
como base tres aspectos importantes: Uno, el objetivo a conseguir; dos, la
cantidad de Karma pendiente con posibilidades de ser liberado y tres, el punto
de partida, en función de la trayectoria y experiencias de vidas anteriores. Ya
que son los miembros de este Consejo Kármico quienes deciden cuándo y cómo
encarna cada alma.
Los miembros del
Consejo invitaron a Kepha a tomar asiento frente a ellos. Permanecían sentados
en semicírculo, por lo que podía ver a todos perfectamente. Detrás de ellos
también estaban sentados Maria, Jesús y sus amigos más afines, con los que
había compartido muchas vidas, haciendo de guía o siendo guiado por ellos, o
sencillamente encarnados actuando en roles muy próximos. Y estaba también Erihak.
Erihak era…. su alma
gemela. Habían encarnado juntos en un ochenta por ciento de sus vidas, casi
siempre como padre e hijo. Su evolución había ido pareja, traspasándose los
conocimientos de uno al otro. ¡Cuánto le gustaría a Kepha que Erihak le
acompañara también en este viaje!
Se encontraban en una
sala circular, blanca y luminosa. Para llegar a ella había que atravesar un
enorme pasillo, muy ancho, con sillas a ambos lados que flanqueaban puertas en
las que los mismos miembros del Consejo y sus ángeles ayudantes iban recibiendo
a almas o grupos de almas, en función de su despertar, para entregarles el que
sería su Plan de Vida.
Las almas que se
encontraban total y absolutamente dormidas recibían las instrucciones en grupos
reducidos, en lugar de recibirlas de manera individual, ya que el grupo iba a
permanecer prácticamente unido durante toda su experiencia en la materia hasta
lograr algún mínimo avance en su despertar y en su camino hacia Dios que les
pudiera llevar a independizarse completamente en un futuro, e iniciar así su
camino de despertar individual.
Estas almas después
de cada transito en la materia, volvían a agruparse según iban descarnando para
purificarse y volver a preparar una nueva vuelta a la materia con su grupo
establecido.
Las almas más
adelantadas eran recibidas de forma individual para presentarles su Plan
específico de Vida.
El Plan de Vida es,
sin lugar a dudas, el aspecto más importante del proceso de encarnación y la
auténtica hoja de ruta del alma en la materia. Es la máxima Ley que va a regir
la vida del alma una vez en la materia. Nada ni nadie va a ir en contra de ella.
En cada Plan de Vida aparecen
reflejados aspectos que se pueden cumplir o no y otros que se tienen que
cumplir si o si. Aunque el Plan de Vida es la guía suprema de todas las almas,
y ninguna otra ley va a ir en su contra, (incluida la famosa Ley de la Atracción),
sí que hay algo que puede variar en algún aspecto dicho plan, ya sea en su
realización, en la forma de llevarse a cabo, o en el tiempo en que va
cumpliendo lo recogido en el Plan. Ese algo es “el libre albedrío del ser humano”.
Continuará………
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