Patricia tiene treinta y dos
años y está diagnosticada de Parkinson juvenil. Es mi paciente, o mejor, mi
paciente del alma.
Hacemos terapia dos veces
por semana, y a la primera pregunta mía de ¿Cómo estás?, su respuesta siempre
es la misma: “Fantástica”.
No hace mucho comenzó a
escribir su historia, para tratar de ayudar a otras personas que se encuentren
en una situación como la suya, o muy parecida, para ayudarles no solo a ellos,
sino también a sus familiares, que muy posiblemente se encuentren tristes o
deprimidos. Y si con su ejemplo puede ayudar a que otros vayan comprendiendo
que una cosa es el cuerpo y otra muy distinta la conciencia, es decir, lo que
uno mismo es, ella habrá cumplido su propósito.
Para que más personas
puedan tener acceso a su historia, la pedí permiso para ir colgando los
capítulos en el blog, en tanto en cuanto avanza la confección del libro.
Escribir no es fácil para ella, así que puede demorarse un poco en el tiempo.
Todo depende
de cómo lo mires
Depende de cómo lo mires, todo
depende de cómo estás en tu interior. Llámalo
alma, espíritu, halo de vida, chispa divina o esencia. Ahora no estoy muy
segura si todos estos nombres son sinónimos de la misma palabra, pero bueno,
eso no es tan importante, en realidad nada en la vida es más importante que
vivirla. Ni tan siquiera importa mucho si estas sano o enfermo, o si importa,
pero desde luego, no más que estar vivo, respirar, sentir el viento en tu
rostro, presenciar un atardecer, que es casi un milagro, y no digo nada del
amanecer porque soy dormilona, lo confieso. Los pocos amaneceres que he visto
son otro milagro. Y son milagros también: La carita de mi perro con sus ojazos
marrones delineados en negro con su nariz como un chuño brillante. Es un chacu
lindo, te aseguro que te encantaría conocerlo, ¡ah!, olvide un pequeño detalle,
muerde. No mentira, ja, ja. Y más milagros: Las flores de todos los colores, de
todos los diseños, formas dignas representantes de un Dios maravilloso. El
cantar de los pájaros. ¿Alguna vez viste un nido?, es un trabajo magistral, con
detalles precisos, como que en el fondo del nido se encuentran pelos de perro
como colchoncito, para amortiguar la caída del huevo, y me pregunto: ¿Como
hicieron los pobres pajaritos para juntar tanto
pelo?, habrán arriesgado su pellejo cerca de la casa de mi loquito perro.
Y ¿Por qué no hablar de la lluvia?, ¡Quien no se ha empapado hasta los calzones,
no ha vivido!, no ha gozado la vida. Aunque tengo que confesar que me dan un
poco de miedo las tormentas. Otra de las cosas bonitas de la vida es poder
mirar la luna, en cualquiera de sus fases. Dicen que te puedes convertir en el
hombre lobo, bueno en mí caso sería mujer loba. Es curioso lo que pasa con la
luna, como afecta a las mareas, y no sólo a las mareas, en los hospitales
tienen que tener mucho más cuidado en la fase de luna llena porque sangran mas
las heridas en las operaciones, pero aun así, uno de los grandes placeres es verla,
ya sea llena, o como un plátano en sus fases de cuarto creciente y cuarto
menguante. ¡Ay! la luna, tan mágica y tan cómplice de tus sueños cuando estas
enamorada.
Tan lindo que es vivir, incluso
para mi, y es que cuando estas enferma, valoras mas la vida, y eso que no
puedes vivirla físicamente en toda su intensidad. Quieres hacer cosas, ¡Tantas cosas!,
¡Te vienen tantas ideas a la cabeza!, ¡El tiempo se acorta!, ¡Pierdes tantas
cosas!, ¡Pierdes tantas ganas de hacer!
La enfermedad es un
verdadero maestro, no digo que sea el mejor o el peor maestro de todos, pero
es, sin dudarlo, un maestro. Para mí la vida es un lugar donde venimos a
aprender diferentes clases de lecciones: A unos nos toca la enfermedad como
medio de aprendizaje, a otros les toca vivir unas malas relaciones con sus
padres, con sus parejas, la pérdida de un ser querido, el dinero, como dice la
canción “salud, dinero y amor” es lo que todos quieren y a otros más piñas les
toca todo a la vez. Y no es que te toque cierto aprendizaje lo pasas y se acabo
el cuento, no, esta vida es un aprendizaje constante, día a día. Es cierto que la
vida es cambio, es evolución, es una lucha constante. Cada minuto es vital, no
podemos dejar pasar ninguna oportunidad para ser felices.
Continuará…………….