El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




sábado, 20 de agosto de 2011

Con un lirio en la mano

            “Eso que estás diciendo, es lo mismo que decir que vaya por el mundo con un lirio en la mano”. Esto me lo decían, después de que yo hiciera una mínima exposición de mi pensamiento sobre cómo actuar con las demás personas, en todos los casos, sin hacer excepciones.

            Mi exposición fue: “El pensamiento es energía, es vibración. Esa vibración es una señal que se envía y atrae otra vibración de la misma calidad que la enviada.

Por lo tanto, si la señal que envías de manera permanente es de desconfianza, vas a recibir, también de manera permanente, engaños y trampas, vivirás en un mundo que siempre te parecerá un mundo de tramposos, vivirás en una espiral de sospechas, vivirás siempre con cautela, con precaución, con miedo, con recelo; en lugar de tener una vida de confianza, de seguridad, de tranquilidad.

Lo que hay que hacer es no sospechar permanentemente de la gente, es no desconfiar de nadie. Si tu desconfías de los demás, ¿Crees tú, que ellos van a confiar en ti? Si la energía que reciben de ti es de desconfianza, te van a dar aquello que estás pidiendo casi a gritos, ¡que te engañen!”.
En principio, todo el mundo es bueno, y si hacen algo mal, o te dan un peso erróneo, o quieren cobrarte de más, etc., etc., no te están engañando a ti, se están engañando ellos, se están haciendo mal a ellos mismos, ya que tendrán que pagar por ese engaño que pretenden hacer contigo. Se denomina la “Ley del Karma”. ¡Si no somos el cuerpo, ¿cómo vamos a sentirnos engañados por 50 gramos de menos en un peso?! Somos un alma, y al alma le dan igual los 50 gramos.
Por lo tanto, ¡Si, vete con un lirio en la mano, y además del lirio, vete enviando amor! Si la energía que envías es amor, es confianza; se supone, por definición, que la energía de vuelta será la misma, y así será, aunque, desgraciadamente, no en todos los casos. Ya que aunque en todas las interacciones vayas con estas energías, alguno te va a engañar. Es normal, son esa pobre gente que sólo vive en su cuerpo, y basan su felicidad en estafarte un poco de dinero, para amasar más, o en engañarte en cualquier otro aspecto. ¿Qué hacer? Pues lo normal, decírselo, con todo el amor. Y si no tienes ocasión de decírselo, lo que has de hacer es perdonarle, bendecirle y no volver con esa persona. Yo creo que no hay que poner la mejilla dos veces.
    Si consigues una vida de silencio, si consigues vivir observando la vida, es seguro que el Universo te va a indicar en forma de intuición, en forma de saber porque sí, en que tienda has de entrar para que te atiendan desde el alma. Pero si en vez de vivir en el silencio vives en un pensamiento circular de desconfianza, entrarás en la tienda en la que necesites hacer realidad tus pensamientos, entrarás en la tienda de un troglodita para que te atienda como te mereces, engañándote. 

viernes, 19 de agosto de 2011

Un cuento corto


            Caminaba con mi padre cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó:

- ¿Además del cantar de los pájaros, escuchas alguna cosa más?

Agudice mis oídos y algunos segundos después le respondí:

Estoy escuchando el ruido de una carreta.

- Eso es - dijo mi padre- Es una carreta vacía.

Pregunte a mi padre.: - ¿Como sabes que es una carreta vacía, si aun no la vemos?

Entonces mi padre respondió: - Es muy fácil saber cuándo una carreta esta vacía, por causa del ruido. Cuanto más vacía esta la carreta, mayor es el ruido que hace.

Me convertí en adulto y hasta hoy cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna o violenta, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y menospreciando a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo:

-          Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace.

La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas.

Y recuerden que existen personas tan pobres que lo único que tienen es dinero.

Y nadie está más vacio que aquel que está lleno de egoísmo.

jueves, 18 de agosto de 2011

Si me caigo, no me queda más remedio que levantarme

            Trabajamos duro para conseguir incrementar nuestro nivel de energía y de vibración, para ser cada día mejores personas, para ayudar cada vez más, para ser más compasivos y más tolerantes, para acercarnos más a Dios. Es cierto, que caemos y nos volvemos a levantar, pero seguimos trabajando con determinación. Y según vamos alcanzando mayores niveles de vibración, somos conscientes del “conocimiento y del poder” que se encuentra en nosotros y, cuando descubrimos “eso”, queremos mantener, a toda costa, el nivel de vibración alcanzado.

Mantener la energía, no es difícil, sólo hay que mantenerse en el nivel de pureza de la vibración conseguida. Me explico: A más vibración, más sutileza; ¡recordar que nuestro fin es llegar a integrarnos con la Energía Divina!, es decir, Sutileza Total. Por lo tanto, hemos de actuar, física, mental, emocional y espiritualmente, de acuerdo con aquello que queremos alcanzar, hemos de actuar como si ya estuviéramos vibrando con la Energía Divina: Bondad absoluta, Verdad absoluta, Amor absoluto, Paz infinita, Certeza total.
             Y cada vez que nuestra actuación se sale de estos parámetros de “totalidad”, nuestro nivel de energía decrece: Cada vez que no decimos la verdad absoluta, cada vez que intentamos manipular, cada vez que intentamos sacar beneficio a costa de otros,  cada vez que dudamos de nuestra divinidad, cada vez que se apodera el miedo de nosotros, cada vez que no compartimos nuestro conocimiento, nuestro poder, nuestro dinero, nuestra compasión; cada vez que juzgamos o criticamos. En todos estos casos nuestro nivel de energía desciende, unas veces somos conscientes de ello, y otras no lo somos. Pero cuando eso ocurre, nos volvemos más terrenales, alejándonos del espíritu y perdiendo el contacto con nuestra alma.
            Es cierto, que cuando desaparece la causa del descenso de energía, esta vuelve, normalmente, al punto de partida. Pero mientras dura la bajada, ¡y puede ser de larga duración!, estamos más expuestos a los peligros del cuerpo y de la mente, a todos esos peligros que con tanto trabajo y sacrificio, vamos dejando atrás: miedos, dudas, anhelos, deseos, tristeza, etc. Y son justamente todos estos peligros, la causa primera del descenso de la energía, ya que es la identificación con el cuerpo y la conexión a través de la mente con las cuestiones terrenales, la causa más normal de la desconexión de nuestra alma.
            Es como la pescadilla que se muerde la cola: Estamos fantásticos, pero por alguna razón, desconocida o no, aparece un punto de, por ejemplo, miedo en nuestra mente. De manera inmediata desciende la energía, la mayoría de las veces bruscamente. Con el nivel de energía y de vibración en su punto más bajo, el pensamiento de miedo se apodera de nosotros con  tanta fuerza, que somos incapaces de tener consciencia de la desconexión. En ese momento, nos convertimos, nuevamente, en los trogloditas, que éramos antes de alcanzar nuestro nivel superior de vibración.
            Afortunadamente, nuestro trabajo sirve para algo y, siempre, en algún momento, somos conscientes de nuestro estado. Es entonces cuando elegimos seguir terrenales, o volver a nuestro estado inicial de vibración. Para volver al estado inicial, no es suficiente con proponérselo, ni tan siquiera con sentarse a meditar en ese momento, ya que la mente ha tomado el mando y no lo va a dejar fácilmente.
            Aunque cada persona, sabe mejor que nadie como volver a dominar a su mente, cuento mi formula: Si puedo, trato de tomar contacto con la naturaleza: no hace falta escalar una montaña, puede ser un jardincito, un árbol de la calle o una maceta de casa; lo importante es que sea un espacio de energía limpia y más poderosa de la que en ese momento me rodea; y en ese espacio, respiro lenta y suavemente por la nariz, mientras imagino, pienso o visualizo como esa energía limpia hace crecer mi aura. La punta de la lengua la tengo en el paladar, y entre la inhalación y la exhalación, hago una pequeña retención. A la vez, voy repitiendo lentamente en mi interior “Yo Soy el Alma”.
            Con esto se recupera nuevamente el nivel de vibración inicial. Todo son técnicas. Lo importante es tener la paciencia y la voluntad para llevarlas a cabo.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Marionetas de la mente

            No hay medida en el amor, como no la hay en la felicidad, o en la paz interior, o en la alegría, o en la bondad.

            No se es bueno de diez a doce y, malo de cuatro a seis, como no se es feliz a ratitos, o no se quiere por la noche mucho, y por la mañana se grita. Si a alguien le sucede esto, ni es bueno, ni ama, ni es feliz.
            La felicidad, el amor, la paz interior, la alegría, son estados inherentes a la persona, son cualidades del alma y, no hay posibilidad de conseguirlos con estímulos procedentes del exterior. La única forma de conectar con esos estados, que no son tales, sino que es solamente uno, yo me atrevería a llamarle AMOR, es vivir el presente, es detener los pensamientos, es desechar los deseos, es permanecer en el interior. No es que al vivir de esa manera, se abra una cajita y aparezca ese amor, no. Lo que se consigue es cambiar la vibración de la energía, y conectar con otras energías superiores que nos conducen directamente a tales estados. Y una vez conseguida esa vibración es difícil perderla, aunque si puede disminuir, y lo hace, cuando la persona tiene miedo, o duda, o no dice la verdad, o sencillamente no utiliza su mente y se deja utilizar por ella.    
Lo que producen los estímulos externos: un aumento de sueldo, una pareja extraordinaria, unos hijos inteligentes, un premio de la lotería, etc., etc., sólo es una ilusión pasajera, sólo es la satisfacción de las perspectivas marcadas por la mente.  La mente, tan poderosa ella, se programa para alcanzar la felicidad cuando se consiga equis, y una vez conseguido equis, la mente dice que es feliz, y la persona, que vive en la mente y se identifica con ella, se cree a pies juntillas lo que esta va dictando. No es tal. Sólo es una ilusión pasajera, ya que la mente, una vez conseguido aquello que anhelaba, va a marcarse otro objetivo, con lo cual, la persona vuelve a no ser feliz, hasta que consiga obtener el nuevo capricho de la mente.
Los padres que dejan de hablar a su hijo, porque se ha casado, por ejemplo, con una persona que no es de su agrado, ni quieren, ni han querido nunca a su hijo, aunque ellos digan que lo hacen por el inmenso amor que le tienen a su hijo. Sólo son marionetas de su mente, manejadas a su antojo y además engañadas por esta. Porque ¿dónde queda el amor? ¿No es más amor seguir al lado del hijo, apoyarle, ayudarle y  darle su mano por si realmente un día la necesita? Cuantos familiares y amigos, cuantas personas, invocando el falso nombre del amor, están siendo manejadas por sus mentes, como las marionetas en los teatrillos para niños.
Si estás en una tesitura parecida, ¡reflexiona!, ¿a dónde te está llevando tu irracionalidad?, ¿a satisfacer a tu mente?, ¿a satisfacer tus deseos?, puede incluso que tengas razón, paro no te enteras al haber dado por muerto y enterrado a tu…… ¿ser querido?, o puede que no tengas razón y te estés perdiendo la felicidad de ese ser. Corta el hilito que mueve tus pasos y empieza a tomar las riendas de tu vida. Tu felicidad, tu amor, tu paz interior y tu alegría no dependen de lo que otros hagan o dejen de hacer, sólo depende de ti.         



sábado, 13 de agosto de 2011

Humildad & Soberbia (Santa Rosa de Lima)


            Deseo de aparentar, de ser admirados y conocidos, amor propio, orgullo, deseo de reconocimiento. ¿Dónde dirías que queda aquello que dijo Jesús: “Quien se humilla será ensalzado”? Todas, o casi todas las personas tienen una especie de necesidad de hacer algo grande, de alcanzar un ideal, algo superior, algo que haga hablar a los demás de ellos.
            Se puede alcanzar algo grande, o pequeño, y se puede conseguir con soberbia o con humildad.
            No merece la pena hablar de la soberbia. Los soberbios y orgullosos, lo son tanto, que ni tan siquiera son capaces de reconocerlo, no se conocen a sí mismos. Será cuando reconozcan que esa faceta, es una parte muy importante de su pobreza y su debilidad de carácter, cuando den comienzo a la maduración y construcción de este. Será cuando empiecen a rectificar y a vivir más humildemente, cuando reciban el reconocimiento, cuando ya no lo busquen.
           Sí prefiero hablar de la humildad. Porque ser humilde no es negar las propias cualidades, ni dejar de aspirar a realizar algo grande, ni hablar mal de uno mismo, o fingir defectos que no se tienen. Es sencillamente, tener un conocimiento cabal de uno mismo, conocer tanto los defectos como las virtudes, y no alardear de ninguno de ellos. El humilde ve las cosas como son, lo bueno como bueno, lo malo como malo. En la medida en que una persona es más humilde crece una visión más correcta de la realidad. Ser humilde es acercarse a la Verdad, porque es acercarse a Dios.
            Una buena manera para vivir en humildad, es dejar de compararse con los hombres, y compararse con los Santos, o con el mismo Dios. Ahí es donde se aprecia la infinita pequeñez de la que disfrutamos los humanos. Ahí es de donde nace el verdadero afán de superación, el afán de llegar más lejos en la vida espiritual, dejando, sin más importancia que la que realmente tiene, la vida terrenal, que desgraciadamente se rige, en la actualidad, por lo que podríamos denominar “intercambio interesado”: Yo te quiero para que me quieras, yo te doy para que me des, para que me lo agradezcas, para que dependas de mí, para tener poder sobre ti.
            He llegado aquí leyendo la biografía de Santa Rosa de Lima, nacida humilde y hermosa, llegando a ser muy culta, entregó su vida, para remediar las enfermedades y miserias de quienes iban a buscarla, creyendo ciegamente en su virtud y santidad. Murió con treinta y un años y en tan corta edad, ya era considerada una santa en vida. Hizo caso omiso a cualquier beneficio terrenal, porque sólo deseaba alcanzar la Unión con Dios. Vivió una vida de servicio, oración y penitencia. Lejos, muy lejos de las vidas que vivimos hoy.
            No es necesario flagelarse, ni vivir una vida de aflicción para acercarse a la santidad, o si no te gusta la palabra santidad, cámbiala por evolución, o crecimiento, o madurez, o felicidad, o paz interior, o iluminación. Pero si es necesario el trabajo en uno/ mismo/a, con humildad, con la misma humildad con la vivió Santa Rosa de Lima. Es necesaria la unión en esta vida terrenal con la naturaleza y con el resto de seres humanos, para alcanzar la Unión con Dios, que es nuestra única y verdadera finalidad.
            Sintiendo la energía de la casa donde vivió tan magnífica mujer, sentía que mi alma iba a escapar de la cárcel del cuerpo, ya que era incapaz de contener tanta paz y tanto amor como se respiraba en el lugar, y pensaba que ojala todos los mortales pudieran sentir por un instante la fuerza del alma y la desidentificación del cuerpo, ya que así antepondrían el trabajo espiritual y la humildad, al afán de conseguir bienes terrenales. Ojala supieran los mortales cual es la verdadera vara con la que son medidas nuestros avances y cualidades.
            Quiero terminar, con la mayor humildad, con un himno dedicado a Santa Rosa:
Cuando, Señor, en quieta lontananza
Se encienden los fulgores de este día,
No dejes avivar nuestra esperanza,
Atiende al corazón que en ti confía. 

Van a pasar por manos laboriosas
Los granos de un rosario de ilusiones,
Acógelas, Señor, que son hermosas,
Amor y don de nuestros corazones. 

Mujer llena de Dios, oh Santa Rosa,
Vivir para el Señor, para el Amado,
Fue el ansia de tu amor, gracia divina,
Llevada de Su fuerza y de Su mano.

No olvides los que vamos de camino
Siguiendo en el desierto tus pisadas,
Aboga ante el Señor favor divino,
Seguir como seguiste sus llamadas. 

Proclamen nuestros labios la grandeza
Del Padre que en el Hijo nos dio gozo,
Y, siendo nuestra herencia la pobreza,
Nos colma de su amor el Fuego Santo.

jueves, 11 de agosto de 2011

Alabanzas & Críticas

            Creo, que la inmensa mayoría de las personas, no somos especialistas en destacar las virtudes de los demás. Estamos especializados en hacer hincapié en lo que consideramos defectos, y ahondamos en ellos hasta casi hacer sangre.

            ¿Alguna vez habéis reflexionado sobre esto?, yo lo he hecho esta mañana, mientras escuchaba a dos señoras como criticaban a una tercera que, lógicamente, no estaba presente. Y me preguntaba: si lo más característico de la señora ausente sería eso que sus “amigas” comentaban indignadas con tanta saña. Solamente era un aspecto, y ¿todo lo demás?, ¿Por qué no alababan con la misma vehemencia algunas de sus cualidades?, ¿Serían capaces de tener la misma conversación si estuviera presente “su amiga”?
            ¿Por qué costará tanto trabajo destacar las virtudes, y se crítica, sin embargo, tan a la ligera, algún defecto?, ¿Quiere esto decir que los que hacen de la crítica su deporte favorito son perfectos?, ¿Sabrán los críticos, que cuando no están presentes son criticados de la misma manera?, lo cual es normal, ya lo dijo Jesús: “Con la vara que mides serás medido”, sólo es la ley del Karma.
            Cuesta el mismo trabajo criticar que alabar, y sin embargo, los efectos generados son opuestos según se hable bien o mal. Alguien puede decir que comentar un defecto no es hablar mal, sino que únicamente es la constatación de un hecho. Pero ¿No es también constatar un hecho hablar de una virtud?, ¿Por qué no hacerlo? La energía generada por una crítica, es como un puñal lanzado a la persona criticada, por el contrario, la energía generada por una alabanza, es como un nube de algodón.
El Karma de la crítica es negativo, han de devolver la crítica;  es cierto que también han de devolver la alabanza, pero es mucho más agradable. Recordar que ya no se genera Karma, cuando todo se hace con y por Amor. ¡Cuando se critica no hay mucho amor por el medio, al contrario, normalmente hay miedo, o envidia, o rencor, u orgullo, pero sobretodo lo que hay es el reconocimiento de los propios defectos reflejados en el espejo de la persona que está delante!
Os propongo que durante la segunda quincena de este mes no hablemos absolutamente de nadie que no se encuentre presente, pero si alguien no puede evitarlo, que al menos, evite la crítica, cualquier crítica, y ya que tiene esa necesidad imperiosa, (sepa Dios porque), de hablar de los demás, que únicamente alabe las virtudes de la persona sobre la que ha decidido disertar.
No hay que hablar de nadie que no se encuentre presente, pero si se hace, que el tema de conversación sea algo que se pueda hablar sin problemas, con la persona de la que se hable.
Todas las personas tenemos muchas más virtudes que defectos, por lo tanto va a sernos muy fácil, cuando hablemos de alguien, poder elegir alguna de sus virtudes y hablar, y hablar, y hablar.

miércoles, 10 de agosto de 2011

¿Seguro que quieres ser feliz?

            Voy recibiendo correos con comentarios de las distintas entradas del blog, y leyendo alguno de ellos, tengo que utilizar casi todas las técnicas que conozco para no deprimirme. Ya que después de más de ciento cincuenta entradas hablando de lo mismo, porque siempre es lo mismo con distintas palabras, unas veces comenzando por la “a” y otras por la “z”, recibo algún comentario en el que me dicen que no saben cómo hacer para sentir paz, felicidad, alegría y amor, que no saben cómo hacer para dejar de sufrir, o para dejar de darle vueltas a los mismos pensamientos una y otra vez, o que se sienten invadidos por la rabia, por el rencor o por el odio y no saben cómo parar esa rueda.
            Leyendo estos correos, yo me pregunto: ¿Realmente quieren salir de la rueda en la que se encuentran inmersos?, porque para dejar atrás cualquier pensamiento circular, que es la única razón de cualquier tipo de sufrimiento, de ira, de tristeza, etc., sólo hay que desearlo. ¡Sí!, ¡Ya sé!, que nadie quiere sufrir, y que todos deseamos dejar atrás esos pensamientos que vuelven una y otra vez. Bueno, todos no………. Hay muchas personas, más de las que nos pensamos, que ni tan siquiera son conscientes de que la razón de su triste vida sólo son sus pensamientos, incluso hay algunos, que se jactan de ser unos buenos pensadores, y llaman analfabetos a los que intentan no pensar.
            No me dirijo a esos grandes pensadores, ni a los que no saben que la razón de su desdicha son sus pensamientos. Me dirijo a los que si sabéis toda la teoría, pero que no llegáis a la práctica. Pero os digo más, lamentándoos no llegareis nunca. Sólo se llega actuando y trabajando con valentía y decisión.
            Creo que lo decía no hace mucho, ¿cómo quieres vivir? Si quieres sufrir, o pasarlo mal, o no ser feliz de la mañana a la noche, ¡ya lo tienes!, no tienes que hacer nada extraordinario, pero si lo que quieres es lo contrario, si lo que quieres es ser feliz, tendrás, forzosamente, que cambiar algo de tu vida, ya que si sigues haciendo lo mismo, los resultados  serán los de siempre. Los lamentos no sirven de nada. Esto es como el fumador que cada mañana se levanta tosiendo, que quiere dejar de toser, pero que es incapaz de dejar el tabaco.
            Para cambiar algo es imprescindible tener claro que todo lo que ocurre en tu vida, es sólo lo que tú buscas, y programas en tú mente, y que nadie, absolutamente nadie, tiene ninguna culpa de tus desdichas. Este primer paso, que parece el más fácil, no lo es tanto, porque seguro que vas a encontrar, de inmediato, una disculpa fuera de ti: la enfermedad, la falta de dinero, la familia egoísta, etc., etc. Pero ten claro que sólo son disculpas y lamentos. Si consigues traspasar la puerta de este primer punto, y saber que ocurre has dado un paso importante.
Una vez que sabes que buscas, has de traspasar el segundo umbral: Saber que has de hacer para conseguir esa vida que sabes que quieres. Es otro paso importante, porque puede ser que lo que necesitas es renunciar a algo a lo que estás acostumbrado/a, familia, trabajo, ciudad, y eso es ir en contra de la sociedad. ¡Hay que ser muy valiente!, y tener en cuenta que nada en esta vida es permanente, ni importante, ni imprescindible. Todo es pasajero, lo es la misma vida. y la renuncia podría implicar un cambio radical en tu vida. También puede ser que lo que necesites sea trabajarte: meditar, hacer deporte, ir a misa, no sé, eso lo decides tú en tu silencio interior para encontrar la estabilidad que estás buscando y que sabes que necesitas. Sea lo que sea, ¡es otro paso difícil!
Y después ya sólo te queda llevar a la práctica, con decisión, aquello que te va a llevar a la solución de todos tus problemas, y trabajar, trabajar, trabajar, trabajar, cada día, sin desfallecer, sin hacer caso a tu mente ni a tu pereza.
A partir de aquí, ya llegarán los resultados, pero no los esperes, porque “quien espera desespera”. Sólo trabaja, cada día de tu vida.
Espero que a partir de hoy, sea más fácil para ti trabajar que lamentarte, ya que el lamento, sólo es otro pensamiento circular.

domingo, 7 de agosto de 2011

Aprender a sentir

            Todos los seres estamos interconectados entre nosotros y con la Tierra. Eso nos da la oportunidad de poder sentirnos unos a otros, y de saber el estado en que se encuentra otra persona, tanto física como emocionalmente. Y ni tan siquiera es necesario, que para sentir a otra persona, esta tenga que encontrarse presente. Se puede sentir, tanto a una persona que está a nuestro lado, como a otra que está a cien, mil o diez mil kilómetros. Se puede sentir, también, a alguien que aparece en una foto, en la pantalla de la tele, o se la puede sentir, sencillamente pensando en ella. Pero no sólo eso, se puede sentir a una planta, a un animal o a un objeto inanimado, como puede ser una casa, o un coche. La interconexión es total y permanente.

La sensación percibida es real, tan real como puede ser aquello que percibimos por los sentidos de la vista, el oído o el tacto. La única diferencia es su sutileza.
Es posible, si no estás familiarizado/a con la energía, que tengas que hacer un acto de fe para creerlo, ¡hazlo!, créetelo, es así.
Seguramente ya has tenido alguna experiencia de este tipo, y no sé si te has preguntado cómo pudo ser, y cuáles eran las circunstancias de ese momento para que sucediera. La circunstancia necesaria para que eso ocurra es el silencio, el silencio mental, ya que para sentir algo en el interior, se ha de estar conectado con ese interior, y la única manera de entrar dentro de nosotros y sentir, es en silencio. El parloteo mental aleja a la persona de su interior, y la hace vivir y sentir únicamente aquello que está pasando por su mente. Recuerda las palabras del Buda: “Somos exactamente lo que pensamos”.
Para no generar ningún tipo de energía debido a pensamientos, que puedan interferir en la recepción de otras energías, estos han de ralentizarse, para en los instantes de silencio, poder conectar con las energías que nos envuelven, debido a la interconexión existente entre todo y entre todos.
Cualquier pensamiento, cualquier sentimiento, cualquier emoción, cualquier molestia física, son energía, y esa energía envuelve a la persona. Cualquiera, en estado de silencio interior que conecte con esa persona, va a sentir exactamente la energía que desprende o envuelve a la persona.
Un momento excelente para apreciar otras sensaciones que no sean de la persona misma, es el momento de la meditación. Porque es en ese momento de soledad y silencio, cuando el meditador se encuentra en la actitud necesaria para abrirse a otras energías, para abrirse a diferentes vibraciones.
¿Cómo hacerlo?: Entra en meditación, en este caso, es recomendable una meditación silenciosa. Conecta con tu respiración, y cuando todo/a tú seas respiración, date permiso para conectar con otras energías. Puedes decir en tu interior: “Todas mis sensaciones están relacionadas con………..”. A partir de ese momento, cualquier sensación que aparezca en tu campo energético o en tu cuerpo físico, no es tuya, es de esa persona con la cual te has relacionado. Puedes seguir tu meditación manteniéndote en esa sensación, si la mantienes sin juzgar y sin cuestionar, llegará un momento en que habrá desaparecido de tu conciencia. En ese momento habrás hecho de terapeuta energético, porque al desaparecer de tu conciencia la sensación de la energía, habrá cesado la causa que estaba generando esa energía en la otra persona.
Esta es la base de algunas terapias de sanación energética. Aunque como nunca debemos interferir en cuestiones de otras personas, para utilizar esta técnica en sanación, en necesario la autorización de la otra persona.
Como puedes ver, todo conduce a lo mismo: Parar el pensamiento, vivir desde el interior, fluir con la energía, fluir con la vida, vivir el presente. Sentir y no pensar.

viernes, 5 de agosto de 2011

Abundancia y prosperidad

            Es cierto que buscamos la iluminación, pero la tenemos que encontrar en el mundo material en que vivimos. Y aunque para encontrarla, es necesario prescindir de los deseos, de cualquier deseo, resulta difícil no desear, por ejemplo dinero, cuando llegar a final de mes es casi un calvario.

O sea, que por un lado necesitamos estabilidad económica para conseguir la estabilidad emocional, imprescindible para avanzar en nuestro sendero espiritual, y por otro hemos de eliminar cualquier tipo de deseo, como puede ser el de conseguir una estabilidad económica.
¿Qué hacer entonces? Porque, además, nadie ha dicho que un ser evolucionado espiritualmente tenga que vivir en la miseria, nadie ha dicho que el dinero y la espiritualidad sean incompatibles.
En todas las religiones, incluida la católica, en todas las filosofías, en todas las enseñanzas, se habla de la Ley del Karma, directa o indirectamente:

“Es dando que se recibe”
“Es necesario sembrar para recoger”
Por lo tanto, si queremos recoger dinero, es necesario realizar en primer lugar una buena siembra. Esa siembra es el diezmo.
 El diezmo es una ley espiritual tan efectiva como lo son las leyes naturales. En su sentido literal es donar la décima parte de todos los frutos adquiridos.
El diezmo es una práctica de la antigüedad, practicada tanto entre los babilonios, persas, griegos y romanos, como entre los hebreos. También es ley en la actualidad entre los musulmanes, judíos y muchos grupos cristianos.
“Si quieres recibir antes tienes que dar”. Se trataría de dar entre el 10% y el 20% de los ingresos netos a organizaciones de caridad o proyectos espirituales.
En realidad no sólo se trata de diezmar, es todo un compendio de acciones a realizar para llamar la abundancia a tu vida. Te detallo algunas:
Normalmente cuando se tiene necesidad de dinero, los pensamientos negativos son los que más abundan en la mente. Se han de eliminar esos pensamientos y se han de evitar las palabras en contra de la prosperidad y el éxito.
·         No decir cosas parecidas a “No tengo dinero”
·         En su lugar decir:
·    No tengo presupuesto.
·   No estoy interesado.
·   Lo pensaré.
·         Recuerda que lo que se dice tiende a materializarse.
·         Se han de realizar acciones positivas acorde con el dinero:
·         Ser generosos.
·         Compartir.
Realizar el diezmo, de manera secreta, sin hacer ostentación, no menos del 10% de los ingresos netos, y a continuación decretar: DECRETO que el buen Karma generado por este diezmo, vuelva a mí y a mi familia, muchas, muchas veces, en temas espirituales, material y financieramente, para neutralizar mi Karma negativo. Con humildad, con gratitud, con amor y con fe.
Además de esto, no se debe generar Karma negativo. No se puede dar con una mano y robar con la otra. Para no generar Karma negativo:
·         No robar.
·         Pagar las deudas a su debido tiempo.
·         Evitar hacer ostentación de la riqueza: No despreciar a los pobres y evitar el orgullo.
·         Evitar la envidia:
o   No hablar de alguien sobre el dinero que tiene o como lo ha conseguido.
o   Bendecir a los ricos.
·         Evitar las injurias.
·         Ser generosos.
Aún hay una cosa más, enseñada por Jesús, en relación con el diezmo: Dar ya no el 10% sino darse del todo por amor, sin contar el costo.
¡Bendito/a seas en la abundancia y en la prosperidad!  

jueves, 4 de agosto de 2011

Pecado

              Algunas de las definiciones de pecado son:

·         Transgresión voluntaria de un precepto tenido por bueno.
·         Trasgresión voluntaria de los mandamientos religiosos o divinos.
·         El pecado es una ofensa a Dios. Es una falta contra la razón, la verdad, la conciencia recta; es faltar al amor verdadero para con Dios y para con el prójimo.
·         Desviación moral del ser humano que lo lleva a una conducta ofensiva a los ojos de Dios. El pecado impide la relación con Dios.
·         Acción deliberada y engañosa, contraria a la voluntad de Dios expresada en la Ley.


El Hinduismo, sin embargo, no percibe al pecado como un crimen contra Dios, sino como un acto contra el dharma -- orden moral -- y contra el propio ser de uno. 
El concepto de pecado, no existe tampoco en las enseñanzas de Buddha. Pero existe el concepto de acción-reacción, (karma), es decir que nuestros actos traen consecuencias. Observar la motivación y la intención de nuestras acciones y mantenerlas apegadas al amor compasivo evita la acumulación de karma negativo.
Resumiendo, se ofende a Dios en religiones como la cristiana, judaica e islámica, pero no se le ofende en otras, como el hinduismo o el budismo, aunque el budismo no sea exactamente una religión.
¿Quiere esto decir, que si un hinduista realiza una acción que en la moralidad cristiana se cataloga como pecado, Dios no lo tiene en cuenta?, o ¿Si lo tiene en cuenta sin que lo sepa el hinduista y, por lo tanto, le condena?
Lo que denominan pecado sólo es un intento más de dominio y manipulación de las distintas religiones, a través del miedo. No existe el pecado. Dios no se ofende por nada de lo que los humanos podamos hacer, decir o pensar, y no se ofende porque Dios es Amor, Dios nos ama sobre todas las cosas, y Él sabe, mejor que nadie, que lo que hagamos, digamos o pensemos los humanos, es cosa del ego, no del alma. Para Dios somos como un bebé para su mama, no hay nada que perdonar al bebé, porque nada de lo que haga ofende. Somos bebés de Dios, estamos creciendo, y de la misma manera que el bebé está aprendiendo a vivir en la vida física, nosotros estamos preparándonos para vivir la vida eterna. Y en ese aprendizaje, cometemos errores, que no pecados.
Esos errores son necesarios para que el alma asimile la experiencia. A veces, caemos en el error más de una vez, pero no importa, lo importante es rectificar ese error. Dios, ante nuestro error, en su Magnífica Bondad, sólo esboza una sonrisa, como diciendo: “Vaya, otra vez”. Pero es, precisamente de esos errores, de donde va a salir el afianzamiento de la experiencia para el alma. Experiencia que una vez asimilada va a hacer que nunca más se repita el error, ni en esta, ni en ninguna otra vida. Lo que se ha aprendido, se conserva para la eternidad.
Aunque no exista el pecado y no seamos condenados al fuego eterno que prometen las religiones, nuestras acciones, si que tienen consecuencias, tanto en nuestra vida física, como en nuestra vida fuera del cuerpo. A cada acción le corresponde una reacción, y esta teoría científica, sí que está recogida no sólo en las religiones que postulan por el pecado, (aunque no les interesa publicitarlo), sino también, por todas aquellas que no lo contemplan. Ni el más mínimo pensamiento queda fuera de esta ley, recordar que el pensamiento es energía.
Es esta cadena de acciones y reacciones, de caer en el error, levantarse, rectificarlo y aprender, la que nos ata a la rueda de nacer y morir una y otra vez. ¿Hasta cuándo?, pues hasta que nuestras acciones, nuestras palabras y nuestros pensamientos, sean sólo impulsados por el Amor, pero sin deseos, sin apegos, sin esperar nada a cambio, ni recompensas, ni felicitaciones.
Hasta que llegue ese día de esa vida, estaremos aquí. No creas que porque medites una hora al día, o porque seas voluntario en una organización humanitaria, o vayas a misa, o porque no cometas los pecados que las organizaciones religiosas pregonan, ya lo tienes todo hecho, no, ni mucho menos. Tendrás todo el trabajo hecho en la Tierra cuando la guía que dirige tus pasos sea el Amor. Hasta entonces seguiremos coincidiendo en el camino. ¡Feliz viaje!

miércoles, 3 de agosto de 2011

¿Cómo quiero vivir?

            Terminaba la entrada “Prefiero amarte en lugar de sufrir por ti”, diciendo que todos podemos decidir cuál es la forma de vida que queremos, sólo hemos de tener claro cómo queremos vivir y trabajar para ello.
Ese es el problema, ¿Tienes claro cómo quieres vivir? No me refiero, de entrada, a tu vida material, ya sé que quieres vivir en la opulencia, me refiero a tu vida emocional. ¿Cómo quieres vivir?, ¿Quieres sentir paz en tu interior?, ¿Quieres saber que se siente cuando lo que te envuelve es una alegría serena?, ¿Quieres ver siempre felices a los tuyos?, ¿Quieres disfrutar de cada segundo de tu vida?, ¿Quieres que te amen sin que pidas nada?, ¿Quieres disfrutar de una vida sin agobios, sin estrés?, ¿Quieres ser feliz?
¿La respuesta es sí?,  ¿Y?,………., ¿Qué haces para conseguirlo?


¿Ya sabes que es lo que haces para conseguir esa vida que deseas?, supongo que tienes claro que no lo vas a conseguir acaparando cosas materiales ¿no?, ¿Entonces qué haces?, ¿Quieres algunas ideas?
            Acepta: Acepta todo lo que llegue a ti, siempre es por alguna razón. Ten en cuenta que nada ocurre porque sí. Es posible que incluso llegue a ti para que acabes con tu miedo y te rebeles, pero incluso la rebeldía ha de ser pacífica, ha de ser practicada con amor. La aceptación descoloca al contrario, el amor le desarma.

             Acepta lo bueno sin excitación, acepta lo malo sin sufrimiento. Porque lo bueno o lo malo, solo es la valoración que le otorga tu mente. Para las mentes que están a tu alrededor, no hay valoración, porque sólo son observadores. Sé tú, también, un observador de tu vida.

            Pero si llegara algo a tu vida difícil de aceptar, entrégaselo a Dios, si, así como suena, entrégaselo a Dios y espera. El sabe mejor que tú lo que necesitas, entrégaselo y confía.

            Confía: En la planificación de la vida, están contemplados todos los encuentros y todas las situaciones. Confía por lo tanto en que todas las situaciones que se presentan en tu vida no aparecen por casualidad, tú las habías programado con antelación, es una nueva experiencia que te presenta tu alma para su propio aprendizaje, para su propia experiencia. Es bueno aprender aquello que la situación trae a tí, ya que sino se repetirá una y otra vez, en esta y en las siguientes vidas, hasta que se haya adquirido el aprendizaje. El alma necesita vivir todas las situaciones y todas las experiencias. Situaciones y experiencias que convergen en un punto: Amor.
            Ama: Empieza por amarte a ti mismo/a. Nadie más puede hacerlo por ti, ya que es una función de cada alma en particular. Así será más fácil que ames tu vida, amala completamente, ama lo que tienes y valóralo, no desees nada, el deseo es el pistoletazo de salida al sufrimiento.
            La realidad interior determina lo que ocurre en el exterior. Si dentro de ti hay amor, eso es lo que va a circundar tus experiencias y a hacerte vivir esa vida que has programado para ti.
            Por lo tanto, en primer lugar, has de saber qué vida quieres vivir, y a continuación, poner los medios necesarios para hacerla realidad. No es una quimera: Ama, acepta y confía.           

martes, 2 de agosto de 2011

Prefiero amarte en lugar de sufrir por tí

            Los seres humanos tenemos, en todo momento, libertad para elegir los derroteros por los que queremos que discurra nuestra vida.

            Haciendo uso de esa libertad de elección los seres humanos van tomando decisiones y eligiendo caminos, que les llevan a su propio sufrimiento o al de las personas que les rodean, sin ser conscientes, de que otra decisión distinta a la tomada con anterioridad, les podría suponer una paz interior equidistante ciento ochenta grados, del sufrimiento generado por la primera decisión.
            Recuerdo cuando mi mente era todavía una jaula de grillos, cuál era mi estrategia para evitar, en todo lo que pudiera, tomar decisiones que me desestabilizaran emocionalmente: Pensaba “Si se parara mi corazón en los próximos dos minutos, ¿De qué me serviría este enfado?, incluso, aunque en mi mente pensara, y en mi interior sintiera, que era mía la razón, ¿Qué ganaba con el disgusto si dejaba de existir en los dos minutos siguientes? Y de manera inmediata trataba de suavizar la situación, y eso era suficiente para mantener mi estabilidad emocional, aunque no siempre lo conseguía. La situación, entonces, podía variar o no, pero incluso, si no lo hacia y todo seguía igual en el exterior, yo, al menos, me mantenía estable.
            Haciendo uso de mi libertad de elección, hace ya tiempo que decidí intentar no sufrir por los demás, y en su lugar intentar amarles, a pesar de……. Amar a los demás supone tenderles siempre la mano, supone eliminar la crítica, incluso de pensamiento, supone no verse afectado por juicios ajenos, supone intentar ayudar cuando lo soliciten, supone no inmiscuirse en vidas ajenas, supone aceptar cualquier vida, y cualquier situación de esas vidas, supone alejarse cuando no se es aceptado, supone desear siempre lo mejor para todos, a pesar de……..
¿Cuál es la diferencia entre sufrir por los demás o amarles? Ya sabemos que todo es energía, y que la energía afecta físicamente, sanando o enfermando al cuerpo, en función de la calidad de esa energía. El sufrimiento es energía sucia, oscura, pesada, es esa energía que va afectando al cuerpo de manera negativa, enfermándole lentamente como si una gota de veneno entrara en él cada día. El amor también es energía, pero a diferencia de la anterior es una energía limpia, clara, luminosa y sanadora.
Sufrir o amar, amar o sufrir, sólo es una elección, pero esa elección, a diferencia de otras, como el lugar de vacaciones o el color del coche, cambia completamente la vida, ya que permite vivir, de manera permanente, algo que los seres humanos buscamos desde que tenemos uso de razón: la felicidad.  
Todos podemos decidir cuál es la forma de vida que queremos, sólo hemos de tener claro cómo queremos vivir y trabajar para ello. Puedo asegurarte que se consigue. ¡Tú decides!

sábado, 30 de julio de 2011

Fundación Elial

            Permitirme que en la entrada de hoy haga un poco de propaganda de la Fundación Elial, que es como hacer publicidad de la ilusión por erradicar la pobreza, la tristeza, el abandono, el maltrato y el sufrimiento.

            Algunos creemos que es posible generar un gramo de ilusión y de esperanza en el domicilio de los más desfavorecidos, algunos creemos que es posible llenar de alegría el corazón de los niños abandonados, algunos creemos que es posible devolver la fe en los seres humanos a las mujeres maltratadas, algunos sabemos que en la miseria también está Dios, y no podemos quedarnos sentados en el sofá de casa, delante de la tele, comentando las miserias humanas que nos enseñan en los telediarios, sin hacer nada más que eso, comentarlas, e incluso, algunas veces preguntar: “¿Cómo permitirá Dios eso?”....... Amigos........, lo está permitiendo para tú, que te conmueves ante tanta desgracia, des un paso adelante e intentes ponerle fin.
            Si, ya sé lo que puedes pensar: ”¿Qué voy a hacer yo sólo/a frente al mundo?.......... Puedes hacerlo todo, porque no estás solo/a, somos muchos. Si todos los que podemos ayudáramos, conseguiríamos erradicar la miseria.   Y ¡si podemos!, haciendo voluntariado, colaborando con ONG’s, fundaciones, asociaciones; apadrinando niños, etc., etc.
            Ninguno de nosotros, que ¡si podemos ayudar!, deberíamos quedarnos de brazos cruzados comentando lo mal que está el mundo, sin hacer nada para cambiarlo. Y nuestra actuación ha de manifestarse en todas las áreas que nuestras posibilidades nos permitan, sociales, económicas y de implicación personal.
            Desde la Fundación Elial, gracias a la colaboración de gente magnífica, (todavía muy poca), que no se queda insensible ante tanta desgracia, ya estamos actuando en problemas urgentes de falta de medios económicos para sanidad y alimentación. Pero queremos llegar más lejos, y para eso necesitamos, también, de tu colaboración, colaboración que puedes realizar de diferentes maneras. En la web de la Fundación seguro que vas a encontrar la fórmula que más se adecue a tus posibilidades, haciéndote socio/a activo, apadrinando niños, colaborando económicamente de manera esporádica, etc.
            Además de las aportaciones, nuestra fuente de financiación pasa, también, por la realización de todo aquello que sabemos hacer: clases para niños, clases de yoga, meditaciones, cursos, terapias, conferencias, etc.
            Puedes entrar en la web www.fundacionelial.es donde encontrarás toda la información que puedas necesitar, después descarga el formulario de socio, rellénalo y envíalo al e-mail de la Fundación. Estamos esperándote.
            Disculpa, que hoy en vez de dar, pida. Gracias por tu atención.

jueves, 21 de julio de 2011

Otro mundo es posible

            Creo que se puede cambiar el mundo, y estoy trabajando para ello. Parece pedante, ¿verdad? Y es pedante visto desde una mentalidad que difiera con la mía, visto desde una mentalidad de egoísmo, desde  una mentalidad en la que toda la vida gire en torno a la consecución de deseos terrenales, desde una mentalidad que divide,  desde una mentalidad en la que predomina el “yo” sobre los “otros”, desde una mentalidad que discrimina por la raza, por el sexo, por la religión, desde una mentalidad de poder terrenal, desde una mentalidad de sufrimiento, desde una mentalidad de apego material o emocional. Pero no es pedantería visto desde mis creencias.

Creo firmemente que otro mundo es posible, un mundo donde reine el amor y la alegría, un mundo donde la explotación deje paso a la hermandad, un mundo donde se tienda la mano sin mirar si la otra es de distinto color, sin mirar si está sucia o está limpia, si es de católico o musulmán, si es de rico o es de pobre, si es la derecha o la izquierda; un mundo en el que se sustituyan las armas por la palabra, un mundo en el que se trabaje para llevar agua en el desierto y no buscarla en los desiertos de Marte, un mundo en el que todos los niños jueguen, y rían, y sean felices, un mundo de igualdad, un mundo de servicio, un mundo de ayuda.
¿Utopía?, no hay mejor realidad que una buena utopía. Y puede hacerse posible, ¿cómo?
Primero, creerlo: No se puede conseguir nada que no se cree. ¡Todos somos creadores!, ¡el pensamiento crea la realidad! Olvidar el “pobre de mí”, olvidar el “no puedo”, olvidar que “no valgo”, olvidar que “no sirve de nada”, y cambiarlo por SI PUEDO, SI VALGO, PUEDO HACERLO y LO HAGO.
Segundo, cambia tú: Recuerda que el mejor aprendizaje es el ejemplo, enseña con tu ejemplo. Empieza a ver a todos como tus hermanos, reparte amor, reparte bocadillos, no pasa nada porque no vayas de vacaciones este año. Permíteme un secreto: cuanto más das, más tienes, no te falta nada, el Universo cuida de los generosos, ¡puedo dar fe! No discrimines, no juzgues nada, tu misión en este mundo no es de juez; ayuda a todos sin distinción.
Tercero, vive una vida interior plena: Si tienes que enseñar a todos con tu ejemplo, ¿Cómo vas a enseñarles a ser felices si vives en sufrimiento?, ¿Cómo vas a dar amor si en tu corazón reside el resentimiento?, ¿Cómo les vas a enseñar a confiar si vives una vida de miedo y desconfianza? Y todo eso, ya está en ti, en tu interior. Busca todo eso en el silencio de tu meditación.
¡No tengas miedo! El mundo te está esperando, ¡te necesitamos!
El mundo que te espera ya está en proceso de cambio: En las dictaduras el pueblo se amotina, en las seudo-democracias dependientes del dinero, el pueblo se manifiesta en las plazas; en los países corruptos empiezan a levantarse voces de denuncia, está saliendo a la luz el fariseísmo de las religiones. El mundo está en proceso de cambio, y vamos a acelerar ese cambio entre todos los que ya tenemos una visión distinta, entre todos los que estamos dedicando nuestra vida a los demás, entre todos los que renunciando a una vida de paseo, paseamos para detectar necesidades; entre todos los que cambiamos la búsqueda del amor por la entrega de amor a manos llenas; entre todos los que sacrificamos una tarde de cine, por actuar en la película de la vida; entre todos los que nos emociona la risa de un niño, o lloramos con la amargura de la pobreza.
¿Aun crees que es pedantería?, ¡Te estamos esperando!

martes, 19 de julio de 2011

Claves para la vida eterna


         Más de una vez hemos dicho, que necesitamos tener la inocencia de los niños para crecer espiritualmente, lo suficiente, como para no volver a encarnar, y acabar así con nuestro ciclo de nacimientos y muertes.
          Al decir que hemos de tener la inocencia de los niños, nos estamos refiriendo a su bondad innata, a su gran corazón, a su falta de maldad, a su falta de crítica, a su desconocimiento del rencor.
          Esa es la misma inocencia de la que disfrutan los seres que están al otro lado del cuerpo, y que han llegado a ella en virtud de su esfuerzo, han llegado a ella porque han comprendido lo que es la fraternidad, la solidaridad, la compasión, la unión y el amor. Los seres que ya viven, para siempre, en otras dimensiones, se caracterizan por la fraternidad y el servicio desinteresado. Pero, no han llegado a disfrutar de esas virtudes una vez han abandonado el cuerpo, no. Para vivir en esas otras dimensiones para siempre, es imprescindible trabajar esas cualidades en la Tierra, y hasta que no se consigan esas cualidades desde el cuerpo, seguiremos en nuestro ciclo de muerte y reencarnación.
          El primer paso, es comprender de manera clara, que los pensamientos y las emociones, afectan grandemente al crecimiento espiritual. Por una razón muy sencilla, porque pretenden amarrar el alma a la materia. Pero el alma no puede atarse a la Tierra, y lo único que se consigue es la desconexión del alma, es retraso en el verdadero conocimiento, es retraso en el crecimiento espiritual.
          Hoy día, en que la información está al alcance de todos, es raro encontrar personas en los países del primer mundo que no hayan oído hablar del alma, de la reencarnación, del crecimiento espiritual, de la energía, del sentido de la vida, etc., etc. Unas personas, no hacen caso, porque están acostumbradas a vivir desde el sufrimiento, desde la mente, y no quieren escuchar que tienen la felicidad al alcance de la mano, ¡no es su momento!, han de seguir siendo bebés espirituales unas cuantas vidas más. Otras muchas, creen efectivamente, que la vida material sólo es un aprendizaje para acercarnos a Dios, nuestra única y definitiva realidad, pero sólo lo creen mentalmente, ya que consideran duro el trabajo a realizar, y prefieren seguir leyendo libros en vez de poner en práctica lo aprendido, prefieren comentar las vidas de otros que si han buscado a Dios por diferentes caminos, en vez de imitarles; prefieren quejarse de la vida material, antes de empezar a vivir la vida espiritual; en suma, también siguen siendo bebés espirituales, aunque traten de disimularlo.
          A ti, qué crees realmente que está vida solo es un lapsus en la vida eterna, y que quieres dejar a un lado el auto-engaño en el que vives, te detallamos unas cuantas claves para que puedas comenzar a vivir una vida plena, una vida de felicidad, una vida de satisfacciones, una vida de hermandad, una vida de servicio, una vida de amor:
- Se sincero/a y honesto/a: Que tus pensamientos, tus palabras y tus actos sean coincidentes. No pienses una cosa, digas otra y hagas otra diferente.
- Cambia los malos hábitos que afectan a tu cuerpo, a tu mente y a tus emociones: Al cuerpo aliméntale de manera sana y natural, además de mantenerle sano y fuerte. Enseña a descansar a tu mente de pensamientos equivocados y circulares. No vivas permanentemente las mismas emociones.
- Elimina la pereza, fortalece la voluntad: Para trabajar cualquiera de las claves que aquí aparecen es imprescindible la voluntad. Empieza por pequeños retos, para ir fortaleciendo tu carácter, los grandes retos llegarán solos.
- Acepta los obstáculos, las crisis, las caídas: Sólo son pruebas que se han de pasar, igual que los estudiantes han de pasar sus exámenes. Estos sólo hacen que fortalecer a la persona y acercarla a Dios.
- Evita el auto-engaño: Se ha de permanecer alerta de manera permanente, la mente utiliza miles de estrategias para convencerte de que lo estás haciendo bien.
- Selecciona a las personas con las que te relacionas: No todas están vibrando en la Luz. Si deseas evolucionar has de seleccionar y frecuentar a las personas que vibran en un nivel alto de evolución. En la etapa de la evolución es mejor ser alumno que maestro.
- Ser humildes: Ninguno estamos exentos de vanidad.
- Evita cualquier tipo de explotación, de especulación, de manipulación: Por una sencilla razón, “todos somos hermanos”.
- Respeta el proceso de los que te rodean: Y ayúdalos cuando lo necesiten, de manera desinteresada, sin orgullo, sin vanidad, con humildad.
          Tú, que si crees en la vida eterna, y que sabes que esta vida sólo es un aprendizaje, aprende rápido y practica para no tener que volver.