---------------Continuación
Comencé esto que no tiene
nombre con la palabra depende y es que depende de cómo mires la vida: si como veas
el vaso, medio lleno o medio vacío, va a depender el papel que decidas
interpretar en la vida: el de la víctima, a la que le ocurre de todo y con el
que la vida se ha ensañado; o el del dueño de tu vida, con tu pasado bueno o
malo.
Es claro que lo que
pertenece al pasado no existe, ya está, ya fue, ya pasó, solo existe en nuestra
mente, ¿Por qué insistes en torturarte en repetir una y otra vez el daño que te
han hecho?, porque eso es lo que haces.
Al recordarlo haces que vuelva a ocurrir la ofensa, sé que es más fácil decirlo
que sentirlo, pero hay que intentarlo.
En tu ser profundo,
afortunadamente no existen pastillas
para el rencor. No sé si el mundo sería mejor o peor, no lo sé, pero tenemos
que aprender a luchar con nuestros
demonios interiores, en ellos, un auténtico y verdadero satán lucha contra nosotros,
haciendo casi desvariar a nuestra mente. Me refiero a nuestros pensamientos
negativos que son los primeros que se apuntan ante cualquier problema.
El infierno no existe,
como tampoco existe un Dios castigador. El cielo o el infierno nos lo buscamos
nosotros acá en la tierra, son nuestros pensamientos, nuestras emociones,
nuestros sentimientos los que nos hacen vivir un cielo o un infierno.
Y también depende la etapa
de tu vida. Generalmente se dice que cambios importantes se producen cada siete
años, un día leí en un viejo libro algo de mucha sabiduría y quiero compartir con ustedes: “Leer libros en
la juventud es como mirar la luna por una rendija, leer libros en la edad
adulta es como mirar la luna desde un patio y leer libros en la ancianidad es
como mirar la luna desde una terraza abierta. Esto es porque la profundidad de
experiencias es mayor con los años”.
Bueno, quiero hacer un paréntesis
para decirles que todo esto que estoy diciendo es relativo, porque nada es
absoluto y nadie es dueño de la verdad. Lo único absoluto es Dios por la
eternidad.
La vida es vivir, no es una cosa, es un proceso,
solamente puedes conocerla viviendo, fluyendo con ella. Si buscas el
significado de la vida en libros, filosofías, dogmas, te la perderás. Siente el aire entrando por
tu nariz, siente como bombea tu corazón, siente la sangre que corre por tus
venas, no esperes encontrarla en algún lugar. Está sucediendo aquí y ahora.
Este momentito es lo único
real, el pasado ya fue, el futuro es incierto, y hablando del pasado, es
momento de que me conozcan un poco más: ¿Quién soy? Lamento decir que todavía
no se quien soy, quizá para muchos de Uds. sea una niña con retardo o enfermita
como he escuchado algunas veces y no entiendo, se supone que los enfermos están
en los hospitales, bueno mejor lo dejamos, decía que no sé quien soy profundamente.
Pero no soy la única que se hace esas preguntas: ¿Quiénes somos?, ¿Por qué nos
tocó la vida que nos tocó?
Y no digas que nunca te has
preguntado nada de esto. Esas son las grandes preguntas a lo largo de la historia de la humanidad, eso me ocurrió
a mí. Cuando enferme vi la vida de forma distinta era como si hubiera estado
con una venda en los ojos para apreciar lo bello y el regalo que Dios nos da
cada mañana al despertar.
No se porque los humanos
somos “tan cabeza hueca” que nos gusta aprender a golpes. Esperamos que se
muera alguien que amamos, o entrar en la cárcel, o como yo estar enferma, para
darnos cuenta de que lo más importante de esta existencia, es eso, la
existencia.
Es un hecho que sin salud poco
o nada se puede hacer, más aun, si es una restricción física trae mucho dolor,
al menos al inicio, aunque luego lo asumes como tu realidad.
Más adelante explicare el
proceso de la enfermedad, como afronte el comienzo, los cambios en el cuerpo, las
dificultades motoras, etc.…
Pienso que lo más difícil
de una enfermedad es aceptar que estás enfermo. Para mi es darte por vencido a
pesar de que los psicólogos dicen que una parte fundamental de cualquier mal o
cualquier situación en que te encuentres es la aceptación. Todavía no he
aceptado esto que le está ocurriendo a mi cuerpo y es que aceptar que estoy
enferma seria para mí como derrumbarme. Ahora no se si estoy haciendo bien o
mal, tal vez esté cometiendo un error, pero supongo que llegará la etapa en que
lo acepte. Puede que a partir de eso este mejor o peor, pero aun no me toca.
La enfermedad de mi cuerpo
dio sus primeros síntomas en la universidad porque aunque no lo crean alguna
vez en un tiempo lejano estuve ahí. Lo más increíble de todo esto es que
ingrese con beca, algo de lo cual jamás me sentí orgullosa aunque todos lo creían
así.
Continuará………………….