El viaje del alma
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS
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sábado, 9 de marzo de 2024
viernes, 8 de marzo de 2024
Libertad
La libertad, según el
diccionario, es la capacidad de la conciencia para pensar y obrar según la
propia voluntad. La libertad es el estado o condición de quien no es esclavo.
En términos generales,
se refiere a la capacidad de actuar, elegir y tomar decisiones sin
restricciones externas excesivas o coacciones indebidas.
El estado de libertad
define la situación, circunstancias o condiciones de quien no es esclavo, ni
sujeto, ni impedido al deseo de otros de forma coercitiva. En otras palabras,
aquello que permite a alguien decidir si quiere hacer algo o no, lo hace libre,
pero también lo hace responsable de sus actos en la medida en que comprenda las
consecuencias de ellos.
Según esto, existe un
buen número de personas en la Tierra que, sin ser oficialmente esclavos, no
pueden considerarse libres, porque no pueden decidir por sí mismos, o no pueden
expresar libremente sus pensamientos o sus anhelos más profundos. Seguro que en
la mente de todos están los lugares del mundo donde se discrimina por razón de
sexo, o por razón de opción política, o por tendencia sexual, o por el color de
la piel, o por el volumen del extracto de la cuenta corriente, o por creencias
religiosas, o por un sinfín de cosas ridículas más, que por muy ridículas que
puedan parecer a los que no las sufren, hacen la vida imposible por su estado
de esclavitud, no reconocida, a millones y millones de personas.
Pero no es el objeto
de esta entrada enumerar dictaduras, sean del color que sean, o enumerar países
xenófobos, o nombrar países homofóbicos, capitalistas o corruptos. No. El
auténtico objeto de la entrada era hacer una loa a la libertad como uno de los
bienes más preciados del ser humano.
Pero llegado a este
punto se llena mi mente con una pregunta: ¿Es realmente libre el ser humano?
Imaginemos el estado perfecto. ¿Serían realmente libres todos los habitantes de
ese paraíso?, ¿No existiría ningún impedimento para que cada uno hablara y
obrara según su conciencia?, (pensemos que al ser un lugar tan idílico todos
sus habitantes actuarían siempre eligiendo la opción al bien). Pues, a pesar de
eso, no serían libres, porque todos tendrían como gobernador principal de sus
actos al dictador más poderoso que puede existir: “La mente”. La mente, por la
que se pasearía la envidia, la crítica, los celos, la ira, la tristeza o el
dolor, solo por nombrar algunos de los carceleros más depravados que puedan
existir.
Para que el ser humano
sea realmente libre tiene que dominar a su mente, ya que hasta entonces
permanecerá subyugado a los caprichos de esta.
Puede parecer un poco
drástico, pero no lo es, en absoluto, ya que es la mente la que impide a la
persona conseguir lo que la propia mente parece que anhela: “La felicidad”. Es
una paradoja, el ser humano con su mente piensa que quiere ser feliz y que
podría hacer para conseguirlo y, sin embargo, la propia mente se encarga de
boicotear su propio pensamiento. ¡Dramático!, aunque muy pocas personas son
conscientes de tal dictadura.
Ante esta coyuntura
boto a la basura mi loa a la libertad, ya que solo se puede proclamar la
dictadura de la mente, mucho más poderosa que cualquier tirano asesino que
pueda existir en el mundo.
La libertad, que es la capacidad del ser
humano para obrar según su propia voluntad a lo largo de su vida, no puede ser
proclamada por tantas y tantas personas que viven atadas a pensamientos de
dolor, que viven subyugados por sus vicios, que permanecen atados
emocionalmente a sus familiares, que vagan temerosos por la vida por lo que
otros puedan pensar, que desean vehementemente el último modelo de auto, etc.,
etc.
Nadie en las
condiciones anteriores puede proclamarse libre. Es cierto que no están atados
con cadenas por otro ser humano, pero sus cadenas, es seguro, que aun sean más
difíciles de cortar, porque mientras los que se encuentran encadenados de
cuerpo, en su interior existe el anhelo de libertad, al menos de libertad de su
cuerpo, los que se encuentran encadenados a las cadenas de su mente, ni tan
siquiera ansían la libertad porque no son conscientes de su esclavitud.
Encontrar a Dios
Donde
haya un pájaro, donde haya una flor, donde haya una piedra y donde haya una
nube, ahí está Dios. En la brizna de hierba, en la gota de agua, en el grano de
arena y en la chispa del fuego, ahí está Dios. En la catedral, en la pagoda, en
el salón del reino y en la mezquita, ahí está Dios. En el bar, en el
prostíbulo, en el casino y en la sala de meditación, ahí está Dios. En el agua,
en el fuego, en el aire y en la tierra, ahí está Dios.
Dios
está alrededor de ti, pero también está en ti, donde puedes encontrarle en
cualquier momento, porque cualquier momento es bueno para encontrarte con Dios.
Solo
tienes que respirar, mantener la atención en esa respiración, y dejarte llevar
hacia tu interior. Sin darte cuenta te encontrarás con Él cara a cara.
¡Apúrate, te está esperando!
Sanación
Las
personas sanan cuando internamente desean sanar, y eso no va a ser hasta que la
persona haya completado el aprendizaje que esa enfermedad lleva asociado.
Nadie,
ni medico tradicional ni sanador, puede sanar a nadie que no lo desee. Solo se
puede colaborar en la sanación de aquel que ha completado el aprendizaje y ha
decidido sanar.
Cuando
una enfermedad se ha manifestado ya a nivel físico, hay que tratar el cuerpo
físico, pero hay que tratar con mucha más insistencia el origen, es decir, el
problema energético que lo detonó.
Mientras
la persona tenga un proceso de aprendizaje en marcha o una lección incompleta,
el trabajo con el cuerpo físico para restaurar la salud es idéntico a poner
capas de pintura en la pared sin solucionar el problema que causa la humedad en
la misma.
KAPITTHA MUDRA (Ayuda a estimular la libido)
KAPITTHA
MUDRA (Ayuda a estimular la libido)
Este
mudra aumenta la sensibilidad en general y se le considera útil para sanar la
sexualidad, pues crea una conexión entre el corazón y la pelvis.
Practicar
este mudra asiduamente contribuye a liberarse de los sentimientos de culpa y
los pensamientos turbulentos con respecto a la sexualidad.
Este mudra es ideal
para personas que entran en la hermosa fase de unión con la pareja o para
aquellos que se sienten fríos en las relaciones debido al estrés y la ansiedad.
Cómo
se hace:
Junta
la punta de tu dedo índice con tu dedo pulgar y dobla el resto hacia el centro
de la mano.
Puedes
colocar el mudra izquierdo en el corazón y el derecho en el área de la pelvis.
Duración:
Puedes hacer este
mudra durante 10 a 15 minutos o cuando sea necesario.
Beneficios:
Para
la curación sexual que, de hecho, es la liberación de la culpa y de los
sentimientos impuros en torno a la sexualidad.
Mejora
de la sensibilidad.
Provoca
la conexión entre el corazón y la pelvis.
Ayuda
a desarrollar la devoción hacia la pareja.
Estimula
la libido, mejora la sensibilidad y logra la unidad del corazón con la pareja.
martes, 5 de marzo de 2024
No es el "qué", es el "cómo"
«No son las cosas que nos pasan las que
nos dañan,
sino nuestra opinión sobre ellas»
Epicteto
"No es lo que te ocurre, es cómo te lo tomas"
La vida está llena
de giros inesperados, desafíos y momentos difíciles. En el viaje de la vida,
enfrentamos una variedad de situaciones que pueden sacudir nuestras emociones y
poner a prueba nuestra resistencia. Sin embargo, lo que realmente determina
nuestro bienestar y nuestra capacidad para superar los obstáculos no es tanto
lo que nos sucede, sino cómo elegimos responder ante esas circunstancias.
Es fácil ser
arrastrado por las olas de la adversidad, sentirnos víctimas exclusivas de los
acontecimientos. Sin embargo, en lugar de quedarnos anclados al sufrimiento,
podemos despertar nuestras actitudes y diseñar estrategias para enfrentar los
problemas.
En el corazón de
esta idea radica el poder del pensamiento y la percepción. Dos personas pueden
experimentar exactamente la misma situación, pero sus reacciones pueden ser
radicalmente diferentes. Esto se debe a que cada individuo interpreta los
eventos a través de su propia lente emocional y mental. Mientras que algunos pueden
ver un revés como una oportunidad para crecer y aprender, otros pueden
percibirlo como una tragedia insuperable.
Reconocer la
importancia del cómo nos tomamos las cosas no significa ignorar la realidad de
nuestras emociones. Es natural experimentar tristeza, ira o frustración frente
a los desafíos de la vida. La clave radica en no permitir que esas emociones
nos controlen o nos definan.
Recuerda que somos
los arquitectos de nuestra propia felicidad y bienestar. Aunque no podamos controlar
todas las circunstancias externas, siempre tenemos el poder de elegir nuestra
actitud y respuesta frente a ellas. Al abrazar esta verdad, podemos transformar
incluso los momentos más difíciles en oportunidades para crecer, aprender y
prosperar.
El libre albedrío
consiste en esto. No podemos controlar lo que llega a nosotros, porque es algo
ya pactado por el alma para llevar a buen término alguna de las razones de la
vida, pero si podemos, y para eso estamos aquí, en la materia, elegir nuestra
respuesta ante las adversidades. Esto es, precisamente, el crecimiento que
hemos venido a intentar conseguir en este valle de lágrimas o en este camino de
rosas. Es nuestra elección, de nosotros depende.
Meditación para la prosperidad
Meditación para la prosperidad
La meditación para la prosperidad tiene como objetivo principal abrir la mente y el corazón hacia la abundancia en todas sus formas. Algunos beneficios específicos de esta práctica pueden incluir:
1. Cambio de mentalidad: Ayuda a cambiar la mentalidad de escasez a una mentalidad de abundancia, lo que puede influir positivamente en la forma en que percibimos y atraemos oportunidades y recursos en nuestras vidas.
2. Liberación de bloqueos emocionales y mentales: Puede ayudar a disipar bloqueos internos relacionados con la autoestima, la autovalía y la creencia en nuestra capacidad para prosperar.
3. Conexión con la energía universal: Somos parte de una energía universal interconectada. La meditación para la prosperidad busca alinear nuestra energía personal con esta fuente infinita de abundancia, creando así un flujo más armonioso de energía en nuestras vidas.
4. Aumento de la confianza y la creatividad: Al liberar miedos y limitaciones, esta práctica puede aumentar la confianza en uno mismo y estimular la creatividad, lo que puede llevar a la manifestación de nuevas oportunidades y proyectos en nuestras vidas.
La meditación para la prosperidad no solo se trata de atraer riqueza material, sino también de cultivar una sensación de plenitud y bienestar en todas las áreas de nuestra vida.
domingo, 3 de marzo de 2024
Dhyana Mudra (El mudra de la concentración)
DHYANA MUDRA
El Dhyana Mudra es el
mudra de la meditación, de la concentración y del logro de la perfección
espiritual.
Indica el equilibrio perfecto entre el pensamiento y el resto
de los sentidos, y la tranquilidad.
Cómo se hace:
Las dos manos descansan
sobre el regazo adoptando la forma de cuencos: la mano derecha encima de la
izquierda mientras los pulgares se tocan suavemente y forman un triángulo.
Las manos y los brazos
forman un círculo de energía cerrado, que también se corresponde con la posición
de las piernas en la postura sentada de meditación.
Las mujeres ponen la palma de la mano derecha en el regazo apuntando
hacia el cielo y colocan la mano izquierda encima de la palma derecha.
Los hombres ponen la palma de la mano izquierda en el regazo apuntando
hacia el cielo y colocan la mano derecha encima de la palma izquierda.
Lleva a la meditación
profunda
Ayuda a centrar y a
encontrar el propio centro
Ayuda a progresar en
la meditación
Purifica la mente y la
libra de pensamientos continuos
Ayuda a alcanzar la
paz
Fortalece los músculos
del cuerpo, y activa la circulación de la sangre
Se activan los centros
nerviosos lo cual puede mejorar problemas como el insomnio, la ansiedad, la
irritabilidad y la depresión.
Mientras dura tu meditación.
Beneficios:
Aumenta la
concentración
Promueva la sanación
Equilibra la mente
Aporta calma,
tranquilidad y paz mental
sábado, 2 de marzo de 2024
AKASHA MUDRA (Mudra del elemento eter)
AKASHA MUDRA
Este Mudra está asociado con elemento espacial (Eter), y
tiene una serie de beneficios, incluyendo la relajación, aumento de la
concentración y mejor sueño
Cómo se hace:
Mantén el cuello y la columna cómodamente erguidos.
Descansa ambas palmas cómodamente sobre sus rodillas. Palmas mirando hacia arriba hacia el cielo.
Cierra los ojos
suavemente.
Ahora, junta suavemente el dedo medio y el pulgar para formar un círculo. Asegúrate de hacer
esto en ambas manos. Todos los dedos restantes permanecerán cómodamente
extendidos.
Observa el espacio
detrás de tus ojos conocido como chidakasha o "chita ka Akasha.” Este
espacio oscuro también representa el “akasha tatva” (Elemento espacial).
Usa tu imaginación para
llenar chidakasha con luz blanca o amarilla.
Inhala profundamente y
exhala por completo.
Sirve para:
Mejora ciertos
aspectos físicos del cuerpo.
Mejora los reflejos en
el cerebro.
Mejora la toma de decisiones
rápida, por lo que, si se necesita tomar algunas decisiones rápidamente, puede
ayudar.
También ayuda a
desintoxicar las impurezas del cuerpo.
Elimina impurezas no
sólo del cuerpo sino también de la mente, lo que da un pensamiento claro
Para aliviar enfermedades
relacionadas con los elementos del espacio, como sinusitis, migraña y problemas
de audición.
Duración:
Es recomendado por un mínimo de 30-40 minutos diarios. Se
puede hacer de una vez, o en 3 partes que duren 10-15 minutos.
Beneficios:
Ayuda a desintoxicar el
organismo y a eliminar toxinas.
Trae positividad al
cuerpo
Ayuda a aliviar los
problemas causados por enfermedades relacionadas con el Akasha, como migraña y sinusitis.
Más elemento espacial
significa más espacio para otros elementos como aire, agua, fuego y tierra.
Ayuda con los
problemas de audición.
Activa el chakra de la
garganta.
jueves, 29 de febrero de 2024
Meditar en la cocina
Puede ser
tan espiritual cocinar un estofado de lentejas como meditar. La clave está en
la actitud y, sobre todo, en la presencia.
Si el
pensamiento y la acción están presentes en la cocina, cocinando las lentejas,
no hay ninguna diferencia con la actitud que se trata de mantener en la
meditación: “Siempre presente”.
A fin de
cuentas, la meditación tendría que ser una manera de vivir, no una actividad a
la que dedicar unos minutos al día. Se trata de vivir el presente en los
minutos de meditación y en las horas restantes del día.
martes, 27 de febrero de 2024
Disfrutar la vida
Los seres
humanos somos capaces de recordar hasta la extenuación los momentos dolorosos
de nuestras vidas. Los recordamos, los sufrimos y lloramos con su recuerdo, los
contamos, unas veces nos corroe la rabia, otras la ira, hablamos de nuestro
dolor sin venir a cuento, nos lamentamos, siendo incluso incapaces de sentir el
dolor ajeno, porque “no es nada comparado con lo que me ha pasado a mí”.
Sin embargo, somos incapaces de
recordar con parecida intensidad los momentos felices. Hasta diría que estos
pasan por nuestra vida sin pena ni gloria. Después de unos momentos de euforia,
caen en el olvido, hasta el extremo de que, si nos piden que recordemos algún
acontecimiento feliz de nuestra vida, podemos quedar dubitativos, tratando de
descubrir alguno de esos momentos.
De la
misma manera nos comportamos ante la enfermedad, nos podemos pasar el día
lamentándonos, sintiendo nuestro dolor, explicando a todo aquel que se cruza
con nosotros lo mal que nos encontramos, lo infelices que nos sentimos, la mala
suerte que parece haberse aliado con nosotros, y un sinfín de desgracias más.
Pero cuando estamos sanos, no explicamos a todas las personas con las que nos
encontramos, que estamos sanos, que nos sentimos bien, que vaya suerte la
nuestra, que nos encontramos felices por la buena salud. ¿Por qué será?
¿Quiere
decir esto que hay muchos más momentos de dolor que momentos felices en las
vidas de las personas? No es así. Normalmente pasamos más tiempos neutros, sin
episodios excepcionales ni de felicidad, ni de dolor, de la misma manera que
pasamos más tiempo de nuestra vida, sanos que enfermos. Y llamo momentos
neutros a momentos que, en realidad, los deberíamos calificar como
excepcionales, como son el amanecer de cada día, ver una salida o una puesta de
sol, sentir el canto de los pájaros, el olor de la tierra después de la lluvia,
escuchar la risa inocente de los niños, sentir el abrazo de los que nos
quieren, tener hambre y poder comer, y un sinfín de cosas más.
Podemos
llorar años la desaparición de un ser querido, pero no festejamos años el
nacimiento de otro ser querido. Podemos lamentarnos mucho tiempo por la pérdida
de un trabajo, pero no nos alegramos el mismo tiempo cuando lo encontramos y
nos contratan. Podría seguir poniendo infinidad de ejemplos, pero no merece la
pena, seguro que cada uno de vosotros puede pensar en su ejemplo favorito.
Sabemos,
al menos, todos los que nos asomamos a esta ventana, que energías iguales se
atraen, sabemos que somos lo que pensamos, sabemos que el Universo nos regala
aquello que permanece en nuestra mente con una cierta intensidad. Pero, es
igual, somos incapaces de cambiar nuestro pensamiento, somos incapaces de
mantener los sucesos buenos en nuestra mente durante más tiempo que los malos,
somos incapaces de ser felices. ¿Será que nos gusta el sufrimiento?, ¿Será que
no terminamos de creernos que somos energía?, ¿Será que, a pesar de todo,
nuestro conocimiento, somos incapaces de dominar a la mente?, ¿Será que
practicamos poco la mucha teoría que atesoramos?, ¿Será que no habremos
integrado en nosotros nuestra divinidad?, ¿Qué será?
Enseñar con el ejemplo
El ejemplo es el mejor método de aprendizaje. Si quieres que tu hijo aprenda a amar, ama tú; si quieres que sea tolerante, tolera; si quieres que sea honesto, lleva tú la bandera de la honestidad; si quieres que sea humilde no le trates con orgullo; si quieres que respete, respétale a él; y así con todos y cada uno de los valores.
lunes, 26 de febrero de 2024
DURGA MUDRA - Para la ansiedad y los ataques de pánico.
DURGA MUDRA
MUDRA PARA ALIVIAR LA ANSIEDAD
Y LOS ATAQUES DE PÁNICO
Cómo se hace:
Se forma colocando el
dedo pulgar entre el dedo índice y el dedo medio, y el resto hacia dentro.
El resto de dedos
apriétalos como formando, todos, un puño.
En este cierre debes
mostrar fuerza y seguridad, pero tampoco aprietes demasiado o atraerás la
ansiedad y la ira.
Hacer el mudra Durga
es como un buen apretón de manos, debe ser fuerte, pero no demasiado.
Lo ideal es que lo realices con las 2 manos a la vez.
Sirve para:
Aliviar la ansiedad.
Eliminar los ataques
de pánico
Eliminar el bruxismo.
Practicar durante 5 MINUTOS. Luego descansa y vuelve.
Beneficios:
El Durga Mudra te
ayuda a combatir problemas de ansiedad o momentos de pánico.
Calma los nervios y
elimina miedos.
Su potencia es tal,
que otorga protección y apoyo, aparte de eliminar con su luz toda la oscuridad.
Elimina la confusión
de nuestras vidas, guiándonos en la dirección adecuada.
Es el mudra para el
BRUXISMO, especialmente si lo haces antes de dormir.
Reduce el estrés del
día a día.
Mejorará tu autoestima.
Te ayudará a aclarar
tus ideas.
sábado, 24 de febrero de 2024
viernes, 23 de febrero de 2024
Siempre ahora
Siempre es ahora.
Y
si mantienes a tu pequeño yo anclado, en ese eterno ahora, sin retornar al ayer
para recordar, lamentar o sufrir y, sin desplazarte ilusionado, esperanzado,
ansioso o curioso al mañana, vas a experimentar el verdadero milagro de la
vida.
miércoles, 21 de febrero de 2024
La noche más oscura
Cuando
la incertidumbre, la impotencia, la sensación de soledad, la tristeza, la
ansiedad, la angustia o la depresión se apoderen de ti, llenando de oscuridad
tu vida, dándote la sensación de vivir en la etapa más oscura de tu existencia,
entra dentro de ti, deja de lamentarte y cambia la pregunta de ¿por qué a mí?
por esta otra ¿para qué a mí?
En
la vida, todos los acontecimientos, todas las situaciones, todo lo que parecen
problemas, lo que parece buena o mala suerte, los hechos, los sucesos, los
accidentes o las casualidades, ya están, desde antes de llegar a la vida,
perfectamente organizados, planificados y programados.
Todo
en la vida está engarzado, para todo existe una sagrada razón, todo tiene un “por
qué” y un “para qué”.
Trabaja
para cambiar eso que no te gusta, pero antes tienes que aceptarlo. Acepta y honra
tu vida y cada instante de ella, porque eso que no te gusta es una pieza muy
importante en el devenir de tu existencia para conectar con tu divinidad.
La
vida, como un río sin fin, fluye con misterio y propósito. Aunque no siempre
entendamos las razones detrás de los eventos que nos rodean, a veces es en la
incertidumbre donde encontramos la belleza y el significado más profundo.
Cada hoja que cae,
cada risa compartida, cada lágrima derramada, todos forman parte de un tejido
cósmico. Para todo existe una sagrada razón.
Todos los seres humanos estamos conectados y cualquier acción, por ínfima que parezca, tiene un enorme impacto.
martes, 20 de febrero de 2024
Vivir la vida (3 de 3)
Sin
embargo, mientras se espera que lleguen los resultados esperados, la persona
puede pasar a la siguiente y definitiva fase, que es “aceptar”.
La
aceptación hace que se asuma la realidad de lo que está ocurriendo.
Aceptar
es ver las cosas como son, no como a la persona le gustaría que fueran. Es
observar las situaciones y los sucesos, sin juzgar, sin esperar nada, ya que
cuando no se acepta, y se espera algo, es una prueba clara de que se quieren
controlar las situaciones, controlar a las personas, controlar el mundo. Y no
funciona así.
La aceptación es como un puente que lleva
de la decepción a la paz, del dolor a la alegría, del sufrimiento a la
felicidad.
Aceptación es vivir el presente, es
vivir la realidad, tal cual es, es vivir a los demás como lo que son, seres
divinos. La aceptación, al mantener a la persona en la realidad, lejos de vivir
una vida de pensamientos, le permite ser consciente de todas las oportunidades
que le rodean, para poder fijar y seguir el rumbo de su vida hacia la
felicidad.
Aceptar significa no
juzgar nada, ni nuestro, ni de los otros, ni del interior, ni del exterior, las
cosas son como son y no hemos de tener ningún interés en como deberían ser, en
como tendrían que ser, en como pensamos nosotros que han de ser.
Aceptar, evitando el
sufrimiento se abre un abanico de posibilidades ante otras posibles opciones. Se
puede plantear como: “voy a aprender de lo que me ha ocurrido y voy a seguir mi
camino”. ¿Cómo? Redirigiendo mi vida hacia otra dirección que me convenga y me
haga feliz.
Algunos aspectos a tener en cuenta para
que sea más fácil la aceptación:
- Comienza con una pregunta, ¿para qué a
mí?, en lugar de preguntarse ¿por qué a mí?
- El pasado no existe, no se puede volver
atrás. No se puede cambiar lo que pasó. Se puede aprender para no repetirlo.
- No aceptar la realidad es como querer
borrar el presente, la rutina, todo lo conseguido hasta el momento.
-
Admitir los errores y perdonarse por
ellos.
-
Buscar soluciones a los problemas
actuales.
- Agradecer todo lo que se tiene.
lunes, 19 de febrero de 2024
Propósito de vida
Hoy
escuché una frase, a uno de los muchos gurús, (no conozco su nombre), que nos regalan sus pensamientos
elevados, con la que estoy, completamente, de acuerdo y me apetece compartirla
con vosotros.
domingo, 18 de febrero de 2024
Vivir la vida (2 de 3)
Si nos resignamos sufriremos ya que
continuaremos a la espera de que la situación se revierta. Quedaremos atrapados
en esa situación. Nos compadeceremos y nos sentiremos las víctimas.
Para alejarse del
sufrimiento es imprescindible entenderlo y ser consciente de que el
padecimiento nos aleja de una vida feliz. Una vez entendido, es muy posible que
no se pase, directamente, al capítulo de la aceptación, sino que la persona se
entretenga en un punto intermedio.
Cuando el sufrimiento
ha tomado posesión de la persona y esta es consciente, solo le queda tratar de alejar
el sufrimiento para volver a un estado, si no de felicidad, si, al menos, de
una cierta tranquilidad.
Para ello la persona,
con ayuda externa o haciendo uso de su propia voluntad, comienza un trabajo
interior. La base de ese trabajo bien podría estar alineado con los siguientes enunciados:
-
Todo es energía.
-
Los pensamientos, origen de su
sufrimiento, también lo son.
-
Energías iguales se atraen.
Cada pensamiento y
emoción emite una vibración y, según la ley de la vibración, esta vibración
atrae eventos, circunstancias y personas similares.
Esta es la base de la
Ley de la Atracción. Nuestra mente y nuestros pensamientos
tienen un poder de atraer lo positivo o lo negativo que se proyecta en el
universo. La idea es que si nos enfocamos en lo que queremos y lo visualizamos,
sintiendo la emoción de eso que queremos, con la misma intensidad que sentíamos
el sufrimiento, podremos manifestarlo en nuestra realidad.
Es bueno utilizar
algunas técnicas, porque la acción, el esfuerzo, y la responsabilidad son la
llave para desechar viejos hábitos y crear otros nuevos, para generar un estado
mental positivo y alineado con los objetivos que se desean. Estas técnicas
pueden ser: la meditación, la afirmación, el agradecimiento, el perdón y la
visualización.
Visualiza tus deseos
como si ya se hubieran manifestado. Imagina tus deseos como si ya se hubieran
manifestado en tu vida.
Visualízate
experimentando y disfrutando de tus metas alcanzadas con todos los detalles
sensoriales. Siente la emoción y la gratitud mientras visualizas.
A partir de aquí, solo
queda mantener la voluntad y el trabajo y, esperar con paciencia, que lleguen
los resultados esperados.
viernes, 16 de febrero de 2024
Vivir la vida (1 de 3)
Señor, concédeme
la serenidad
para aceptar las cosas que no puedo cambiar,
valor para
cambiar las que sí puedo y
sabiduría para
discernir la diferencia.
(San Francisco
de Asís)
Existen tantas maneras de vivir la vida física como seres humanos viviéndola, pero si hablamos de las sensaciones que llegan a sentir los ocho mil millones de vividores que pueblan el planeta, como consecuencia de cada una de las interacciones con el mundo, el número se reduce drásticamente. Podemos nombrar algunas: felicidad, alegría, satisfacción, bienestar, tristeza, miedo, sufrimiento, vergüenza, ira, asombro, amor, gratitud, esperanza, culpa.
Por supuesto, son
muchas menos que ocho mil millones, pero se podrían agrupar aún más, hasta
dejarlas reducidas a la mínima expresión:
- Regodearse con el sufrimiento que van
generando los acontecimientos del momento.
- Alternar el sufrimiento con alguna de
las técnicas leídas, aprendidas o escuchadas, para cambiar el devenir de tus
miserias.
-
Aceptar.
La primera opción, la
de regodearse con el sufrimiento es la más fácil, porque es un hábito arraigado
en nosotros desde nuestra más tierna infancia. Solamente hay que observar cómo
se desenvuelve el ser humano en sociedad, solo hay que observar cuáles son sus
conversaciones, cuáles son sus comentarios y cuáles sus carencias, para
determinar, sin temor a equivocarnos, que el ser humano es adicto al
sufrimiento, adicto al dolor, adicto a la pena, a la tristeza y al miedo, de la
misma manera que se puede ser adicto a las drogas, a la nicotina, a la comida o
al alcohol.
Y de la misma manera que para
liberarse de la opresión de las adicciones físicas se ha de hacer un
sobreesfuerzo y, puede que, incluso internarse en una clínica de
desintoxicación, para liberarse de las adicciones emocionales se ha de
realizar, también, un ejercicio de voluntad intenso, se ha de realizar un
ejercicio de aceptación de la realidad de la vida, se ha de tener el
convencimiento de que solamente con el dolor es imposible, no solo ser feliz,
sino que es imposible hacer felices a los demás. Se ha de cambiar la creencia
de que la felicidad es algo que nos llega del exterior como un regalo, sino que
es un estado interior al que se llega por propia voluntad, sin tener en cuenta
“el qué dirán”, sin esperar nada de nadie.
No podemos liberarnos del
sufrimiento por el mero hecho de pensar: “Desde mañana no voy a sufrir y voy a
ser feliz”, porque el hábito de sufrir, es una enseñanza tan arraigada en
nosotros, que deshacerse de ella es casi como ser infiel al amor de nuestros
progenitores, que son, los que con su ejemplo, ¡nefasto ejemplo de sufrimiento!,
nos han inculcado que es, no solo normal, sino casi un deber, sufrir con el
padecimiento de los demás, y sobre todo con el padecimiento de los que nos
quieren.