Las
personas sanan cuando internamente desean sanar, y eso no va a ser hasta que la
persona haya completado el aprendizaje que esa enfermedad lleva asociado.
Nadie,
ni medico tradicional ni sanador, puede sanar a nadie que no lo desee. Solo se
puede colaborar en la sanación de aquel que ha completado el aprendizaje y ha
decidido sanar.
Cuando
una enfermedad se ha manifestado ya a nivel físico, hay que tratar el cuerpo
físico, pero hay que tratar con mucha más insistencia el origen, es decir, el
problema energético que lo detonó.
Mientras
la persona tenga un proceso de aprendizaje en marcha o una lección incompleta,
el trabajo con el cuerpo físico para restaurar la salud es idéntico a poner
capas de pintura en la pared sin solucionar el problema que causa la humedad en
la misma.
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