El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




martes, 4 de octubre de 2022

Escondidos tras una máscara

            


            Cuando nacemos somos limpios y puros. Las capas formadas de nuestra aura son brillantes, transparentes, cristalinas. Pero no nos dura mucho, a lo sumo, hasta que empezamos a caminar, ya que es esa etapa de nuestra vida cuando conocemos una palabra nueva que vamos a escuchar y a repetir muchísimas veces a lo largo de nuestra vida: “NO”.

El “no” lleva implícito muchas cosas, en principio es la negación de la expresión natural del niño y eso hace que empiece a aprender a reprimir conductas y emociones, empieza a colocarse una máscara, la máscara de la represión; con ella puesta el niño empieza a reprimir los impulsos que salen de su interior.

Pero el niño sigue creciendo y empieza a coleccionar máscaras de todo tipo y condición, máscaras que serán distintas, en función del escenario en que se encuentra, con los amigos, que, por supuesto, es distinta a la máscara de andar por casa. En casa tiene varias, la máscara para tratar con mamá, la máscara para tratar con papá, la máscara para tratar con los hermanos, la máscara para tratar con los abuelitos; y el niño sigue creciendo y se convierte en un adulto, y sigue acumulando máscaras, la máscara para tratar con los compañeros de trabajo, la máscara para tratar con su pareja, la máscara para tratar con su jefe, etc., etc., etc.

Representa tantos personajes, que ni la propia persona sabe como es, sólo es una representación de sí misma, ya que, en función de la circunstancia, de la persona que tiene delante o el lugar en que se encuentra, irá colocándose una máscara u otra. Entonces ¿quién es realmente esa persona?, ¿la que actúa en casa cuando está sola?, ¿la que actúa cuando está con la familia?, ¿la que actúa en el trabajo?, ¿quién es realmente la persona?, ¿sabe la persona realmente quién es?

No, la persona no sabe quién es y ni tan siquiera como es. Físicamente la persona no sabe cómo es porque ella no se ve, lo único que ve es su reflejo, y ¿quién la dice que lo que refleja el espejo y ella ve, es lo mismo que ven los demás?; por lo tanto sabe cómo es su reflejo, pero no como es ella. Y en cuestión de carácter, tampoco sabe como es, la persona cree que es la imagen que ella se ha construido de sí misma, construcción realizada en función de las máscaras, pero lo que cree la persona que es, sólo es otro reflejo, en este caso mental.

Según va madurando la persona, a lo largo de muchas vidas, según va construyendo su carácter, va dejando máscaras, estas van desapareciendo, hasta que la persona llega un momento que arroja la última máscara y vive sin ellas. En ese momento, la persona ya es ella, ya no actúa, sólo vive. ¿Cuándo ocurrirá eso? Sólo ocurrirá en el momento en que la persona deje de vivir desde la mente y viva desde el corazón, en el momento en que sea Amor y ya no tenga miedo de mostrarse tal cual es, en el momento que sea consciente de su divinidad. Mientras no sea consciente de eso y viva temerosa de perder su empleo, de perder a su pareja, de que sus hijos no se casen con un buen partido, etc., seguirá usando máscaras, es normal, con algo hay que tapar la hipocresía.

Hay que ser como los niños, limpios, puros, brillantes, cristalinos y luminosos, y eso sólo lo puedes hacer viviendo, sintiendo y actuando desde el corazón.

      

Dar para recibir

 


Capítulo X. Parte 5. Novela "Ocurrió en Lima"

Me pareció volver a escuchar la voz de Ángel:

-    El problema es la falta de amor. Cuando dos personas se enamoran se sienten muy bien, con los mismos gustos y las mismas aficiones, que no dudan en calificarse como almas gemelas.

>> A partir de aquí, solo les queda irse a vivir juntos. Y lo hacen porque vivir separados les supone un verdadero tormento.

>> Pero ¿Cuál es el objetivo de la pareja?, está claro que ser felices. Pero tienen un error de concepto, esperan ser felices con el amor que reciban de la otra parte. Esperan ser felices cada uno de los miembros de la pareja, pero no pasa por su cabeza el que sea feliz la otra parte por el amor que uno mismo le entregue al otro. Los dos quieren recibir, pero no se han planteado que tienen que dar.

>> Una cosa está clara, si no tienen en su interior suficiente amor no podrán dar mucho. Y para dar amor hay que aprender a amar, lo mismo que para respetar hay que practicar el respeto, ser generoso con uno mismo para poder serlo con los demás, valorarse uno mismo para valorar al otro, en definitiva, hay que ser feliz por uno mismo, para ser felices en pareja.

Cuando abrí los ojos, por un momento me asusté porque sentí movimiento en la cocina, hasta que fui consciente de que Diana estaba en la casa.

Me asomé a la cocina y la encontré preparando el desayuno.

-    Buenos días. Has sido tan amable y me has hecho un favor tan grande que la única manera que se me ocurrió para compensarte fue preparando el desayuno –me dijo, y continuó- Nunca entenderás cuanto bien me has hecho con tu compañía. Espero que no te moleste.

-    Buenos días. No me molesta en absoluto. Es un placer levantarse y encontrarse el desayuno preparado –era sincero, aunque mi pensamiento, que había permanecido en silencio, me decía muy bajito, como si tuviera miedo de que Diana pudiera escucharle “ten cuidado que hoy te prepara el desayuno y mañana ya veremos a ver si no se queda a vivir en tu cocina”.

Desayunamos hablando de los planes inmediatos de Diana. Tenía una semana de fiesta en la empresa en la que trabajaba como administrativa. En la semana esperaba dejar la casa en condiciones para vivir lo más cómoda posible. Lo primero era abrir las cajas para ir colocando la ropa y las cosas que había traído con ella.

-    ¿Qué te parece si paso contigo y probamos el microondas a ver si vuelve a saltar el interruptor? –pensaba que si no hacíamos eso nos íbamos a encontrar en el punto de partida.

-    Sí. Gracias. Porque estos primeros días voy a cocinar poco y todo será a base de microondas.

Cuando terminamos de desayunar Diana insistió en lavar los platos. Cuando terminó pasamos a su casa.

El problema del microondas era un cruce en el enchufe con lo que quedó funcionando en poco tiempo y viendo todo el trabajo que Diana tenía por delante y observando que su estado de ánimo había vuelto a resentirse, al entrar en la casa, me ofrecí a ayudarla a abrir cajas mientras ella colocaba lo que yo iba sacando de las cajas.

Diana se encargó de pedir unas pizzas para almorzar y no demorar el trabajo que iba a buen ritmo, por lo que hoy mismo es posible que su departamento estuviera en perfecto orden, como si hubiera vivido en él toda la vida.

Conejillos de indias

 


Capítulo X. Parte 4. Novela "Ocurrió en Lima

        Ángel se calló y me quedé pensando en mi teoría de que somos como conejillos correteando en la superficie de la Tierra sin tener el más mínimo conocimiento de nada. Y sabiendo “nada” tenemos que dominar a la mente, entender que somos todos iguales e hijos de Dios, que estamos aquí para aprender a amar y que, además, ha sido nuestra elección.

 ¡Claro!, Diana, al igual que yo, de esto no sabe nada, y es la primera vez que se encuentra sola, sin ninguna esperanza de que se revirtiera la situación.

Le ofrecí comer alguna cosa que aceptó y, entonces, hablé, un poco, de mí. No mucho. Lo justo para que entendiera que su situación era “el pan nuestro de cada día” y que somos muchos los que pasamos por el mismo trance.

Mi día había sido intenso. El trabajo en la empresa del padre de Indhira, el encuentro con Ángel, con las regresiones incluidas, y para rematar el día el encuentro con Diana. Después de cuatro horas, desde que llamó a mi puerta, me encontraba un poco cansado y necesitaba dormir, pero ella, que había comenzado a sentirse mejor, no daba señales de cansancio o de querer pasar a su casa. Supuse que entrar sola en su casa activaría nuevamente su soledad y le ofrecí quedarse a dormir en el sofá en el que estaba sentada.

Aceptó sin dudarlo ni un instante. La tuve que acompañar a su casa, porque no quería pasar sola, para recoger su pijama y regresamos, ya para dormir.

En diez minutos estábamos, ella en el sofá y yo, en mi habitación, en la cama. Y en cinco minutos más dormía como un bebé.

Tuve un sueño extraño, del que recuerdo pelos y señales, en el que la protagonista fue una bolsa de basura:

“La bolsa de plástico negra con capacidad para cincuenta litros y que apenas estaba llena hasta la mitad se encontraba descansando al lado de la puerta de casa esperando, como cada día, que alguno de los miembros de la familia la sacara para realizar sus acostumbrados paseos. Primero de la mano de los dueños de la casa hasta el contenedor y, después, en el tour turístico en el que se encontraban las bolsas del vecindario hasta, lo que para ellas era, el balneario de vacaciones, aunque también podrían denominarlo como “el jardín del Edén” o “el paraíso”, porque allí iban a diseccionarlas completamente para reciclar a cada uno de los integrantes de la bolsa para su reutilización.

La bolsa se estaba impacientando. Se acercaba la hora en la que el vehículo que la transportaba solía llegar y, en la casa, no se apreciaba ningún tipo de movimiento.

No le gustaba el retraso porque cada vez que se retrasaba luego tenía que estar, durante toda la noche y buena parte del día siguiente, en el contenedor completamente sola.

¡Ah!, ¡por fin había movimiento en la casa! El esposo se estaba poniendo los zapatos a la vez que le decía a su esposa:

-    Cariño, me voy a la reunión del colegio.

-    Llévate la basura al salir –le dijo su esposa.

-    No puedo –contestó el esposo- ya voy tarde

-    Pero si solo es medio minuto cruzar al otro lado –le dijo la esposa un poco molesta- Di que no te apetece y quedas mejor.

-    Te he dicho que no puedo –volvió a repetir el esposo levantando la voz.

-    No es que no puedas –gritó la esposa- lo que pasa que no te sale de las narices bajarla. Te recuerdo que la basura la hemos hecho los tres. Y siempre la saco yo sin tener que salir.

-    Pues no me sale de las narices, ¿vale? -y dando un portazo se fue de la casa, dejando a la pobre bolsa de basura allí, tirada en el suelo y, lo que es peor, a su esposa roja de ira.

La bolsa estaba perpleja. El matrimonio había discutido por ella. ¡Ella que solo era una bolsa de basura!

-    ¡Qué importante debo ser! -pensó la bolsa de basura, cuando discuten por mí- En esta familia, yo, una bolsa de basura, soy más importante que el amor y el respeto. Aunque no deben de quererse mucho cuando discuten por mí como si yo fuera la amante de uno de ellos.

La esposa tuvo que sacar la bolsa de basura y a cada paso que daba renegaba más y más de su esposo, mientras el ego de la bolsa de basura se inflaba tanto que podría haber ido ella sola al contenedor volando. ¡Qué importante soy!, seguía pensando la bolsa de basura”.

Fue extraño, pero muy real. Es como si fuera una enseñanza más de Ángel. ¡Es increíble!, discutimos con la pareja hasta por una bolsa de basura.

lunes, 3 de octubre de 2022

Para encender la luz del alma

 

Martes 27 de septiembre 2022

 

El otro medicamento es la meditación.

En la mayoría de los casos nuestra mente trabaja a un ritmo vertiginoso día y noche. Nuestros pensamientos son un maremágnum continuo de horarios, preocupaciones económicas, fantasías sexuales, listas de la compra, problemas domésticos, inquietud por los hijos, planes de vacaciones, etc., como un carrusel que nunca se detiene. Esos pensamientos suelen girar en torno a las actividades cotidianas y crean unas pautas mentales que no dejan lugar para el silencio. En la actualidad, los seres de oscuridad copando los puestos de información y poder se encargan de que los pensamientos estén ocupados por el miedo, teniendo en los medios de comunicación su gran aliado.

El problema es que hoy tenemos los mismos pensamientos que ayer y los mismos que vamos a tener mañana. Nuestras mentes están ocupadas en la misma conversación interior todos los días.

Aprender a estar en silencio y a meditar implica descubrir como entrar en los espacios que existen entre los pensamientos.

En ese silencioso espacio vacío entre nuestros pensamientos, podemos disfrutar de una sensación de paz total que normalmente nos es desconocida, lo que sucede es que con todos los pensamientos que pasan por nuestra mente cada día, no hay tiempo para entrar en ese espacio entre pensamientos, sencillamente ¡porque no existe!, y eso trae como consecuencia el que nos sintamos tensos, inquietos, estresados, y eso en el mejor de los casos, ya que también podemos enfermar, porque el cuerpo solo es un reflejo de lo que pasa por nuestra mente.

La manera tradicional de controlar esos pensamientos es la meditación. Meditar es experimentar alivio del desasosiego y del parloteo constante de la mente para llegar al silencio y sentir paz interior.

Meditar significa que no debe haber ningún movimiento en la mente, que debe estar completamente quieta. No hay movimiento, no hay tiempo, no hay pensamiento. Meditar es un “arte”, es colocarlo todo en su sitio, de manera que no haya ningún tipo de confusión.

En la meditación, la mente descubre por sí misma la grandeza de todo lo que es verdadero, descubre cual es el objetivo de la vida, de lo sagrada que es la vida y todo lo que la envuelve, con lo que llegados a este punto se tratan todas las cosas con respeto, ya que todo, absolutamente todo es sagrado.

¿Qué sucede cuando se ha acostumbrado a la mente a estar a disposición del alma, serena y sin pensamientos? A partir de ahí, adviene la felicidad, la auténtica felicidad, se siente el Amor, el Amor Divino, se siente la unión con todo, la unión con todos, la unión con Dios.

    Este es nuestro único trabajo en esta vida, esa es nuestra única misión, ninguna otra. No es necesaria la búsqueda de ninguna misión, ya que, a partir de ese momento, todo lo que sucede en la vida, se desarrolla como si estuviéramos sobre una alfombra voladora que nos lleva de un acontecimiento a otro, sin prisas, sin problemas, sin expectativas.

La meditación proporciona el alivio que buscan, los que se acercan a ella, para dejar el estrés, el miedo o la ansiedad, pero proporciona mucho más, ya que nos enseña que dentro de cada uno de nosotros existe un poder, una energía, una paz y una sabiduría que podemos aprovechar cuando al fin nos damos cuenta de que están ahí.

Con la meditación, además de buscar respuestas lógicas en la ciencia y la filosofía, o de fe en la religión, se pretende trascender el estado ordinario de conciencia y traspasar de algún modo la realidad ordinaria, despertando a otra visión de las cosas que nos llena y da sentido a nuestra existencia. Se eleva la vibración y nos acercamos a la quinta dimensión.

Lo importante es conectar nuestro corazón con nuestra esencia divina, con Dios. El corazón tiene una vibración más alta que el cerebro, a pesar de haber sido considerado, hasta hace poco, como una simple máquina de bombear sangre.

El amor incondicional, la gratitud, la bendición y el perdón tienen las vibraciones más elevadas. Es de sabios, por tanto, procurar emitir en estas frecuencias.

Nada es imposible. Siempre he creído que si una persona lo ha conseguido, lo puede conseguir el resto.

El pan nuestro de cada día

 


Capítulo X. Parte 3. Novela "Ocurrió en Lima"        

        Sentados en el mismo sofá, en el que, no hacía mucho, había tenido las espectaculares visiones de otras vidas pasadas y de la progresión de esta misma vida, y con un té bien caliente ante nosotros, comenzó Diana a relatarme su historia.

Era una historia como tantas, una triste historia de amor y desamor. Con veintinueve años de edad, acababa de romper una relación de tres años con el que parecía ser el gran amor de su vida y que, por boca de su pareja, eran la media naranja una del otro, eran la complementación perfecta.

Pero parece que el gran amor y la perfecta complementación, no llegó a durar más de seis meses. A partir de entonces las risas se tornaron en lágrimas, el amor en desconfianza, en críticas y en silencios. Durante dos años y medio ambos pasaban del amor al desamor con una facilidad pasmosa. Nunca hubo engaños con personas ajenas a la pareja. El único engaño era el que cada miembro de la pareja se hacía a sí mismo intentando salvar una relación que era insalvable.

Después de muchos intentos, decidieron de mutuo acuerdo, seguir cada uno su vida por separado y hoy, fue el día que llevaron a efecto su decisión.

Pero sea por decisión propia, de mutuo acuerdo, o por decisión de la otra parte, es duro. Hasta duele físicamente.

-    Recuerdas cuando te dije que al cuerpo le envuelven varias capas de energía que forman el aura de la persona.

Era la voz de Ángel, pero ¿cómo podía ser?

-    Como ahora ya sabes quién soy puedo hablarte sin esperar a encontrarnos. Y quiero aprovechar el sufrimiento de Diana, para que entiendas la razón de su dolor, que es el mismo que tú sentiste con la ruptura de tu pareja y el que sienten todas las parejas cuando se separan.

>> Cuando dos personas se unen para formar una pareja se forma un aura común, independiente de sus auras individuales. Y, además, se establece una conexión entre sus chakras.

-    No sé qué son los chakras –era la primera vez que escuchaba esa palabra.

-    Los chakras son centros de energía que se encuentran en el aura. Hay cientos de chakras, pero algunos son más importantes, por su tamaño y por el trabajo que realizan.

>> La función de los chakras es expulsar la energía gastada, sucia y enferma del aura de la persona y, a su vez, proveerla de nueva energía. El chakra es como un embudo con la parte delgada hacia el cuerpo y funciona como un remolino, dando vueltas a izquierda y derecha. Cuando gira a la izquierda expulsa la energía y cuando lo hace a la derecha la recibe.

>> Los chakras más importantes, los que se denominan chakras mayores, se encuentran a lo largo de la columna, que es coincidente con el canal central energético que se llama sushamna. Desde la base de la columna hasta la coronilla están repartidos esos chakras.

>> Pues bien estos chakras se encuentran unidos entre los dos miembros de la pareja. Si pudieras verlo sería como una cuerda, que en este caso es energética.

>> Cuando se separa la pareja, esa conexión se rompe y duele. Y va a doler hasta que la parte de la conexión rota en cada uno se repare y esa energía sea absorbida por el chakra correspondiente. Ese proceso puede durar un día, una semana, un mes, un año o muchos años, depende de la fortaleza mental y espiritual de la persona.

>> Por esa razón Diana se siente tan sola y desconsolada, porque está sintiendo las emociones más negativas de cada chakra.

>> Antay lo estás haciendo bien.

Te amo

 


Decía Siddhartha Gautama, el Buddha, que “Nosotros somos lo que pensamos. Todo lo que somos lo somos por nuestros pensamientos. Y con nuestros pensamientos, construiremos nuestro mundo”.

Pero no quiero hablar del pensamiento, quiero hablar del amor. Del amor entre los miembros de la pareja, del amor entre los miembros de la familia, del amor entre los amigos.

Al principio de cualquier relación se expresa abierta y claramente el amor que se siente por la otra persona, Las frases: “te amo”, “te quiero”, “te adoro”, “no puedo vivir sin ti”, son la moneda de cambio en esos inicios de relación. ¿Qué sucede ante tal profusión de palabras y pensamientos de amor? Vuelve a leer la frase del Buddha: “Somos lo que pensamos, todo lo que somos lo somos por nuestros pensamientos. Y con nuestros pensamientos, construimos nuestro mundo”.

¿Qué mundo se puede construir cuando, una buena parte del día, el pensamiento es de amor hacia la persona amada? Pues se construye un mundo maravilloso, un mundo de amor. El pensamiento de amor hace que la energía poderosísima del amor empiece a impregnar el cuerpo energético, de tal manera que le va limpiando de impurezas. Si la pareja de enamorados siguiera eternamente manifestándose de pensamiento, palabra y obra su amor, este se iría incrementando día tras día, sin remitir ni un solo gramo. Pues ocurre lo mismo con cualquier otro tipo de relación.

Los niños que crecen en el amor crecen más sanos, más alegres, más saludables. Los niños necesitan la demostración del amor tanto como la pareja de enamorados, tanto como cualquier persona. Las palabras de amor, las caricias, la ternura, son la clave de un cuerpo sano, de una mente serena, de unas emociones estables.

Decir “te amo”, cuantas más veces mejor, es la letanía que hace que todos los cuerpos, físico y energético, actuando desde ese amor consigan la estabilidad física, mental y emocional de la persona.

Pero todo pasa, y también la necesidad de expresar el amor. Cada vez se distancian más los “te amo”, con el resultado contrario. La energía de amor y la limpieza energética que se generaba al repetir la letanía, deja de generarse, inundándose el cuerpo energético con la energía de los problemas y del miedo. La pareja empieza a preguntar: ¿ya no me quieres?, y la respuesta es: “pues claro que te quiero”, y una nueva pregunta: “y ¿por qué no me lo dices?”.  Y la respuesta es: “porque ya lo sabes”.

Con los niños pasa lo mismo, después de besos, caricias y achuchones, se encuentra el pobre niño, no solo con que ya no recibe muestras de amor, sino que le tratan como si fuera un adulto exigiéndole cada día más. El niño no va a preguntar si han dejado de quererle, pero su comportamiento puede cambiar de manera radical.

No se debe dar nada por sabido. Si quieres que tu amor se incremente trabájalo, si quieres que los tuyos sean felices demuéstrales tu amor. Es muy fácil, basta un “te amo” unas cuantas veces al día, basta un beso al entrar, al salir, al despertar, al dormir, basta una caricia, al pasar el pan, al abrir la puerta.

Somos lo que pensamos, porque la energía va detrás del pensamiento. Expresa tu amor mientras está fuerte para que no se debilite y, cuando se debilite, si quieres que se incremente, empieza a expresarlo nuevamente.

Si no lo haces, seguirás siendo medio infeliz y vivirás instalado en el miedo que es la energía contraria al amor.      


domingo, 2 de octubre de 2022

Dudar acaba con tus sueños

                    

Es demasiado el tiempo que muchas personas, en lugar de vivir, le dedican a la duda. Dudan de si se ha de subir o se ha de bajar, dudan de si se ha de comprar o se ha de vender, dudan de lo que dicen, dudan de lo que hacen, dudan de lo que piensan, dudan de lo que sienten, dudan…… dudan……. dudan.

          Dudar es como retorcer la vida por todos los lados, en lugar de vivirla y disfrutarla, en lugar de tomar un camino y seguirlo, para lo cual es mucho más fácil dejar el plano de la vida liso, sin arrugarlo, sin entrujarlo. Sobre un plano liso es mucho más cómodo el camino.

Dudar es volver incesantemente sobre todos los entresijos conocidos, ¿para qué?, ¿para qué vuelves siempre a los mismos escondites de tu mente si ya los conoces todos?

¿No te das cuenta de que tu mente no quiere que resuelvas la duda?, porque si lo haces es una partida ganada a la mente, y la mente no te va a dejar que ganes ninguna partida, por eso te va a mantener de un sitio a otro, dudando, negándote la vida, porque la mente no quiere que encuentres la solución.

Dudar es recorrer, de arriba abajo, todos los senderos una y otra vez. ¡No!, ¡párate!, y busca el norte, tú norte y síguelo sin dudar. Es posible que no sepas cual es el norte, pero de lo que si estás seguro es de que no quieres ir al sur, es decir, que lo que tienes no te causa felicidad, ni te da amor, ni te da serenidad, solo te genera dudas. Si no tienes claro cuál es el norte, toma cualquier otro camino que no sea el sur, el sur ya es conocido, ya es vivido, ya es experimentado, ya es caduco, ya se acabó.

Dudas y no sabes que camino elegir porque crees que en una de las bifurcaciones está tu felicidad, está tu amor, está tu alegría, y no sabes cuál es. Pero puede no ser cierto. Lo que sí vas a encontrar en cada bifurcación son las experiencias que necesitas vivir para tu crecimiento, para tu evolución, para tu aprendizaje. Y nunca hay bifurcación equivocada, porque en la otra hay otra experiencia distinta que también tienes que vivir.

Dudar es mirar una y mil veces el mismo aspecto, como si quisieras que alguien decidiera por ti. Pero no puede ser, tu trabajo es decidir la experiencia que vas a aprender, tu trabajo es decidir la experiencia que vas a vivir, tu trabajo es decidir si sigues viviendo en el sur con sufrimiento y aburrimiento, o no.

En la casa de la duda, el mayordomo es la ignorancia, porque no se sabe, porque no se decide, porque no se tiene la certeza, en definitiva, porque no se vive, porque no se Es. La verdadera tragedia de la duda es “no Ser”.

Y “no Ser” supone que toda tu vida queda condicionada a los demás, que todo tú poder se lo entregas a la sociedad, a esta sociedad sin entrañas, caduca y perversa, porque tú eres incapaz de dirigir tu vida, por “el qué dirán”, por “qué pasará si…”, por “si yo supiera”. El “no Ser”, es la negación de tu divinidad, negación que te lleva a una falta de amor y de respeto hacia ti mismo tan grande que pones tu vida, tu crecimiento, tu amor y tu felicidad en manos de cualquiera. ¡Eres tu quien tiene que decidir tu vida!  Porque ¡TU ERES!

Meditación Metta (Metta significa Amor Universal)


 Meditación Metta (Metta significa Amor Universal)

La meditación consta de cinco partes. El tiempo de duración de cada parte podría ser de cinco o diez minutos.

Las cinco partes son:

Enviar amor hacia nosotros mismos.

Enviar amor hacia un buen amigo o familiar.

Enviar amor a alguien con quien no se tiene trato.

Enviar amor a una persona difícil o un enemigo.

Enviar amor a todos los seres.

-          Siéntate en tu espacio de meditación.

-          Coloca las manos apoyadas en las piernas con las palmas hacia arriba. Los dedos en Gyan Mudra, (junta las yemas del pulgar y del índice en ambas manos, dejando los otros tres dedos juntos y estirados).

-          Coloca la punta de la lengua en el paladar.

-          Cierra los ojos o déjalos una décima parte abiertos.

-          Lleva la atención al corazón.

-          Empieza respirando lenta y suavemente por la nariz, con una respiración abdominal, alargando la exhalación en las primeras respiraciones.

-          Permite que con cada exhalación salga toda la tensión de tu cuerpo.

Primera parte:

-          Visualízate a ti mismo delante de ti.

-          Siente como sale una luz dorada desde el centro de tu corazón, y te envuelve completamente.

-          Siente que desde tu corazón te estás llenando de amor a ti mismo.

-          Repite en silencio dentro de ti: Yo Soy ese Yo Soy, Yo Soy Amor, Yo Soy Paz, Yo Soy Alegría.

-          Siente que te amas, que te valoras, que te toleras, que te sientes feliz contigo, siente que te respetas.

Segunda parte:

-          Visualiza a tu amigo o a tu familia delante de ti.

-          Siente como sale la luz dorada desde el centro de tu corazón, y la envuelve completamente. Es fácil, es una persona a la que quieres.

-          Siente el amor que sale de tu corazón.

-          Repite en silencio dentro de ti: Yo te bendigo con Amor.

-          Siente que amas, que valoras, que reconoces las cualidades de esa persona.

Tercera parte:

-          Visualiza a una persona que te sea indiferente delante de ti.

-          Siente como sale esa luz dorada desde el centro de tu corazón, y la envuelve completamente.

-          Queremos reconocer en esta parte a ese ser humano como un igual a nosotros.

-          Siente el amor que sale de tu corazón.

-          Repite en silencio dentro de ti: Yo te bendigo con Amor.

-          Siente que reconoces la conexión entre todas las cosas, y por supuesto con esa persona.

Cuarta parte:

-          Visualiza a tu enemigo.

-          Siente como sale la luz dorada desde el centro de tu corazón, y l@ envuelve completamente.

-          Es posible que te surjan preguntas del tipo: ¿quién puede sentir amor hacia un canalla? ¿hacia aquel que tan mala jugada me ha gastado?

-          El que esa persona sea “mala”, no justifica que tú también lo seas Siente el amor que sale de tu corazón.

-          Repite en silencio dentro de ti: Yo te perdono, yo te bendigo con Amor.

-          Siente que perdonas y bendices a esa persona.

Quinta parte:

-          Visualiza la Tierra delante de ti.

-          Siente como la luz dorada que sale desde el centro de tu corazón la envuelve completamente.

-          Repite en silencio dentro de ti: Que cada persona, que cada ser sea bendecido.

-          Siente que envías tus sentimientos de comprensión, reconocimiento, tolerancia y amor, hacia todos los seres humanos, hasta el último rincón de la tierra, hacia todos los animales de todas las especies, hacia el planeta, hacia sus ríos, sus valles, sus montañas, sus bosques. Hasta donde la existencia se exprese sin importarnos la forma, sin discriminaciones.

 

-          Cuando creas que has finalizado, vuelve a ti, siente el amor en tu corazón, disfruta de la sensación.

-          Para finalizar la meditación, respira más profundamente alargando la inhalación.

 

Meditación del mendigo (Eliminar bloqueos de deseos intensos)

La "meditación del mendigo"  es una práctica que tiene como objetivo desarrollar la humildad, la gratitud y la conexión con el universo. Se realiza adoptando la postura de un mendigo, sentándose en la tierra con las manos extendidas hacia adelante, palmas hacia arriba, como si estuvieras pidiendo limosna.

Esta meditación se utiliza para cultivar la actitud de desapego hacia las posesiones materiales y para abrir el corazón a la abundancia del universo. Al adoptar la postura de un mendigo, uno simbólicamente renuncia a la necesidad de control y se entrega al flujo de la vida. Además, al mantener las manos abiertas, uno está simbólicamente listo para recibir las bendiciones que el universo tiene para ofrecer.


Ser tú

        

             ¿Te has sentido muchas veces transportado a un mundo increíble mientras leías o escuchabas la historia de alguien a quien le cambió su vida? Seguro que sí, aunque no estés en ninguna búsqueda específica de nada. Seguro que sí, porque todos los seres humanos nos preguntamos alguna vez en la vida ¿para qué estoy aquí?, ¿qué sentido tiene mi vida?, ¿qué sentido tiene la vida?, ¿por qué sufro, porqué solo soy feliz en algunos momentos?, ¿por qué no me pasará a mí como a otros que han cambiado su vida, lo han dejado todo y han seguido su corazón? Y en esos instantes te has imaginado haciendo lo que verdaderamente quieres hacer, lo que sientes y te has sentido el hombre, la mujer más libre del mundo.

Pero, casi al mismo instante ha aparecido tu mente y te ha dicho “Eso solo les pasa a los demás”. A algunos, a muy pocos, y yo soy una persona normal y corriente. ¿Pero, sabes una cosa? Los demás son tú y tú eres los demás. Es decir, lo que tú piensas, ellos también lo piensan, Porque todos somos, exactamente, lo mismo. Almas, almas con una sed increíble de ser felices. Pero no felices con nuestras posesiones materiales.

Así pues, hablamos de plenitud, de plenitud interior, de sentirte presente, muy presente en tu propia vida y ver como todo sucede y darte cuenta de que tú puedes intervenir. De hecho, debes hacerlo, es tu obligación. Y lo haces. Constantemente eliges esto o aquello en tu quehacer diario. Así pues, ¿por qué no eliges para ti?, ¿por qué no dejas ya de pensar que sentirán los demás si haces esto, o si haces lo otro? Qué más da. No harás nada que les pueda hacer daño si lo haces con Amor, con el convencimiento de que eso es lo mejor para ti.

Porque cuando haces lo que es mejor para ti, estás haciendo lo mejor para todos los que te rodean. Porque eres completo y feliz y todo lo que puedes hacer es dar felicidad y amor.

Párate, deja de leer como “otros sí pueden y tu no”. No te pongas excusas mentales que sabes que no te sirven para nada y que solo son excusas movidas por el miedo.

¿Pero dónde queda el miedo cuando eres feliz? No existe. Haz, camina, cae, levántate y confía, confía, confía. No estás nunca solo. Jamás, porque estás contigo. Y en ti lo tienes todo. La capacidad de amar, de sentir, de vibrar con la energía del Universo. Porque eso eres, un “ínfimo” fragmento del Universo, que dejó un día de tener esa conciencia y se encarnó. Pero no perdió nada. La llevas contigo. Tú eres luz, tú eres vida. Tú eres esa pieza imprescindible, aunque estés en una esquina lejana de este puzle Universal, que no puede construirse sin ti.  Seria incompleto.

Siéntete tú, siéntete yo. Un yo no mental, un yo en los demás y con todo. Tú eres Buda, tú eres Dios, tú eres Luz, tú eres camino, tú eres Maestro.

Y por encima de todo tú eres ¡libre! Libre para elegir y ser ese “otro” que ha cambiado su vida y al que envidias muchas veces. Eso te puede pasar a ti, de hecho, te está pasando, pero no quieres escuchar.

Haz tu camino sin miedo y los demás se colocarán en el lugar correcto para dejarte andar. Da igual, no pienses en “mi madre, mi padre que dirán, que pensarán, mis hijos, mi pareja, mi hermano……” Da igual. Si tú estás bien ellos estarán bien, seguro.

Quizá tarden un tiempo en darse cuenta y aceptarlo. Y, ¿qué? Es su tiempo, no el tuyo. Es su elección, no la tuya. Tú eliges amarlos desde ese tú que eres y, ellos, poco a poco, sentirán esa energía que les llegará sin palabras, sin discusiones, sin luchas, sin tener que convencerles de nada. Llegará así, tal cual.

Qué fácil parece, ¿verdad? Pues lo es. Lo verdaderamente difícil, y muy cansado, es que sea al revés. Es decir, que sea una lucha entre tu sentir y tu deber. No hay deberes.

Obsérvate como el Ser Divino que eres y camina desde ahí. Nadie es más que tú. Ni Jesús, ni Buda, ni nadie. Todos somos elegidos.

Recuerda: el puzle está incompleto sin ti.