Capítulo X. Parte 5. Novela "Ocurrió en Lima"
Me pareció volver a escuchar la voz de Ángel:
>>
A partir de aquí, solo les queda irse a vivir juntos. Y lo hacen porque vivir
separados les supone un verdadero tormento.
>>
Pero ¿Cuál es el objetivo de la pareja?, está claro que ser felices. Pero
tienen un error de concepto, esperan ser felices con el amor que reciban de la
otra parte. Esperan ser felices cada uno de los miembros de la pareja, pero no
pasa por su cabeza el que sea feliz la otra parte por el amor que uno mismo le
entregue al otro. Los dos quieren recibir, pero no se han planteado que tienen
que dar.
>>
Una cosa está clara, si no tienen en su interior suficiente amor no podrán dar
mucho. Y para dar amor hay que aprender a amar, lo mismo que para respetar hay
que practicar el respeto, ser generoso con uno mismo para poder serlo con los
demás, valorarse uno mismo para valorar al otro, en definitiva, hay que ser
feliz por uno mismo, para ser felices en pareja.
Cuando abrí los ojos, por un momento me asusté porque
sentí movimiento en la cocina, hasta que fui consciente de que Diana estaba en
la casa.
Me asomé a la cocina y la encontré preparando el
desayuno.
-
Buenos
días. Has sido tan amable y me has hecho un favor tan grande que la única
manera que se me ocurrió para compensarte fue preparando el desayuno –me dijo,
y continuó- Nunca entenderás cuanto bien me has hecho con tu compañía. Espero
que no te moleste.
-
Buenos
días. No me molesta en absoluto. Es un placer levantarse y encontrarse el
desayuno preparado –era sincero, aunque mi pensamiento, que había permanecido
en silencio, me decía muy bajito, como si tuviera miedo de que Diana pudiera
escucharle “ten cuidado que hoy te prepara el desayuno y mañana ya veremos a
ver si no se queda a vivir en tu cocina”.
Desayunamos hablando de los planes inmediatos de
Diana. Tenía una semana de fiesta en la empresa en la que trabajaba como
administrativa. En la semana esperaba dejar la casa en condiciones para vivir
lo más cómoda posible. Lo primero era abrir las cajas para ir colocando la ropa
y las cosas que había traído con ella.
-
¿Qué te
parece si paso contigo y probamos el microondas a ver si vuelve a saltar el
interruptor? –pensaba que si no hacíamos eso nos íbamos a encontrar en el punto
de partida.
-
Sí. Gracias. Porque estos primeros días
voy a cocinar poco y todo será a base de microondas.
Cuando
terminamos de desayunar Diana insistió en lavar los platos. Cuando terminó
pasamos a su casa.
El
problema del microondas era un cruce en el enchufe con lo que quedó funcionando
en poco tiempo y viendo todo el trabajo que Diana tenía por delante y
observando que su estado de ánimo había vuelto a resentirse, al entrar en la
casa, me ofrecí a ayudarla a abrir cajas mientras ella colocaba lo que yo iba
sacando de las cajas.
Diana
se encargó de pedir unas pizzas para almorzar y no demorar el trabajo que iba a
buen ritmo, por lo que hoy mismo es posible que su departamento estuviera en
perfecto orden, como si hubiera vivido en él toda la vida.
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