El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




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martes, 15 de noviembre de 2022

Mi otro "yo"

 

 


Martes 15 de noviembre 2022

     A veces tengo la sensación de que no soy el único inquilino que habita en mi cuerpo físico. Y, a pesar de la sensación, sigo llamándole “mi” cuerpo físico, entre otras razones, porque llevo casi toda la vida creyéndome el dueño absoluto de tan valiosa propiedad, ya que no ha sido hasta los últimos años cuando me he encontrado hablando, de manera, primero, inconsciente con el “usurpador” y, últimamente, “casi consciente”.

Supongo que, mi compañero de cuerpo, también se referirá a “su” cuerpo cuando escribe en su diario o comenta con sus amistades alguna disfunción de su vivienda. Hemos de tener en cuenta que la vivienda ya tiene bastantes años y aparecen grietas y humedades en su estructura, con más frecuencia de la deseada.

Empecé a ser consciente del overbooking de mi cuerpo en esos momentos de éxtasis a los que, suelo llegar, a veces, cuando navegando en la meditación buceo en lo más profundo de mi silencio.

Y es cuando estoy en la zona abisal de mi silencio, impregnado por la luz a pesar de las profundidades, cuando haciendo gala de una paciencia ilimitada y de un amor incondicional, me recrimina por alguna acción, palabra o pensamiento, que haya salido de mí, de manera automática, sin pasar, previamente, por el filtro del amor.

Tengo que reconocer que, en la asignatura del amor en la que estoy matriculado en la presente vida, aún me falta por asimilar una buena parte del programa y me he colocado un filtro para purificar los pensamientos, palabras y acciones que van desfilando desde mi yo hacia el mundo. Sin embargo, a veces, bajo la guardia y dejo inutilizado el filtro, causando desastres, que a mí me parecen apocalípticos.     

Es entonces, mientras trato de reparar el filtro en la meditación, cuando mi compañero de cuerpo me deja visualizar el efecto que mis miserias han ocasionado en mi entorno y se permite, porque yo así se lo he hecho saber, darme los consejos, oportunos, para que tal cosa no vuelva a suceder.

Es un sabio. Sus consejos son tan sencillos y tan fáciles de llevar a la práctica, que no puedo entender como no se me ocurren a mí, en primera instancia.

  Cada vez me pregunto, con más frecuencia, si no será “mi otro yo” que, al habitar en lo más profundo del cuerpo, no está contaminado por esta sociedad sin entrañas. O, podría, también, ser mi alma encarnada que, aprovechando los silencios de nuestra mente, (me refiero a la que utilizamos los dos convivientes del cuerpo), puede hacerse escuchar, (ella habla siempre muy bajito). O como sabemos que Dios habita en nuestro interior, que sea Él mismo el que me honra con Sus clases magistrales. O ¿será la voz de mi conciencia?

En fin, agradezco a quien sea, que me hace ver, de manera inmediata, mis nefastas actuaciones.  

sábado, 5 de noviembre de 2022

Para los que no son felices

 


              Si a un hambriento le colocas delante un plato de comida, se lo come seguro; si a un sediento le pones un vaso con agua, también se la bebe seguro; de la misma manera que si le regalas dinero a alguien con problemas económicos, no va a dudar ni un instante en aceptarlo, como si ofreces un trabajo en el que habría que trabajar muchas horas, pero que sería magníficamente recompensado con un gran sueldo, sería también aceptado con los ojos cerrados. Pero si a alguien con problemas emocionales, que son los problemas que azotan a la inmensa mayoría de la sociedad, le ofreces la posibilidad de liberarse de esos traumas emocionales, con un ejercicio que no cuesta dinero y que le ocuparía no más de quince o veinte minutos diarios, la respuesta será que no tiene tiempo, que no sabe, que no puede, que le faltará continuidad en el tiempo, y mil razones más.

El ejercicio, en cuestión, sería la meditación y mantener pensamientos positivos conscientes en la mente para evitar los nefastos pensamientos que con su energía negativa están perjudicando a la persona. Pero para eso habría que conseguir derribar las barreras de los hábitos, de las creencias, del estrés, de los rechazos, de los miedos, del que dirán, de su falta de tiempo, de su falta de voluntad, de su poca paciencia, de su falta de madurez, de la debilidad de su carácter y de los millones de excusas que va a plantear su mente que no quiere perder el control.

              Ante esto, no queda más remedio que preguntarse: ¿Es realmente el ser humano un animal racional?, ¿cómo es posible que sea capaz de trabajar duro, de sol a sol, a cambio de un sueldo y no sea capaz de dedicarse a si mismo quince minutos de un día de veinticuatro horas para conseguir la estabilidad emocional, cuando además en una actividad completamente gratuita?

El ser humano que es una dualidad compuesta por materia y espíritu, está, completamente, descompensado: Es, en la mayoría de los casos, 90% materia y 10% espíritu, cuando debería de ser 50% materia y 50% espíritu. Porque nadie nos pide que renunciemos a la vida, a la diversión, a la alegría, sólo habría que entrar en el propio interior quince minutos al día. ¡Es terrorífica nuestra sociedad!, ¡No tiene tiempo!, cuando, a lo peor, se pasan más de quince minutos mirando televisión.

Y el problema añadido es que estas personas están encargadas de la educación de menores, bien porque sean padres, educadores, o simplemente amigos o parientes de esos menores. El mejor aprendizaje de un niño es el ejemplo. ¿Qué ejemplo pueden recibir nuestros niños de una sociedad tan irracional y material?, ¿qué tipo de educación?, ¿qué tipo de enseñanza? Ninguna. Están haciendo adultos, mental, física y emocionalmente enfermos, como sus enseñantes.

  Espero que al menos al otro lado de la vida nos exijan algún tipo de responsabilidad por tan gran despropósito. Bueno, no. Ya sé que al otro lado de la vida no se exige nada, pero si que nos la vamos a exigir, nosotros mismos, a la vuelta a la materia. Ahí nos encontraremos otra vez con más de lo mismo. ¿Hasta cuando?, pues hasta que aprendamos. Así que, ya que estamos aquí, aprendámoslo ahora, y en la próxima vida podremos hacer otras cosas.

jueves, 27 de octubre de 2022

Meditación Anti-hipertensión

 Meditación anti-hipertensión


La meditación anti-hipertensión se enfoca en reducir los niveles de estrés y promover la relajación para ayudar a controlar la presión arterial alta. Algunos de los beneficios específicos de esta práctica incluyen:

1. Reducción del estrés: La meditación anti-hipertensión utiliza técnicas de respiración consciente, movimiento y visualización para calmar el sistema nervioso y reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Esto puede ayudar a disminuir la presión arterial y promover un estado de relajación general.

2. Mejora de la circulación: Al relajar los vasos sanguíneos y reducir la tensión en el cuerpo, esta práctica puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea, lo que a su vez puede beneficiar la salud cardiovascular y reducir el riesgo de complicaciones relacionadas con la hipertensión.

3. Equilibrio del sistema nervioso autónomo: Equilibra el sistema nervioso autónomo, que controla funciones automáticas del cuerpo como la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la respiración. La meditación anti-hipertensión puede ayudar a mantener este sistema en equilibrio, lo que contribuye a un mejor control de la presión arterial.

4. Promoción de la conciencia corporal: A través de la práctica de esta meditación, se fomenta una mayor conciencia corporal, lo que puede ayudar a identificar y liberar tensiones físicas y emocionales que puedan contribuir a la hipertensión.

La meditación anti-hipertensión ofrece una forma holística de abordar la hipertensión al trabajar en varios niveles, incluyendo el físico, emocional y espiritual, para promover la salud y el bienestar cardiovascular. Sin embargo, es importante recordar que esta práctica complementa, pero no reemplaza, el tratamiento médico adecuado para la hipertensión, y se debe practicar bajo la supervisión de un profesional de la salud.






martes, 25 de octubre de 2022

Serpiente de Luz

  


Martes 18 de octubre 2022

 Volví a releer el capítulo del libro en el que Drunvalo relataba la llegada de la kundalini a su nueva residencia. Busque en el mapa para tratar de ubicarla y entonces fui consciente de que en una canalización que hice, de manera accidental, unos años atrás, el canalizador me dijo que viajaría a Perú. Para ser sincero no le hice ningún caso y ni tan siquiera recuerdo para qué tenía que viajar a Perú y sé que lo dijo.

Y ahí estaba yo, con el inca machacándome en cada meditación, con la información del libro “Serpiente de Luz”, el mapa de Sudamérica extendido delante de mí y el recuerdo de la canalización. Era como un puzle en el que tenía que armar una imagen creíble sin tener ningún modelo que me sirviera de guía.

El pensamiento de acercarme a algún lugar que estuviera bajo la influencia de la energía kundalini de la Tierra parece que iba ganando fuerza. Hasta que, en un momento, sin saber cómo, apareció la pregunta en mi cerebro, ¿y si me voy a Perú?

jueves, 20 de octubre de 2022

La Kundalini en Sudamérica

  




Domingo 16 de octubre 2022

 

Después del tercer día ya pensaba, alguna vez, en el inca, durante el resto del día. Pero el pensamiento asociado que tenía cuando la historia volvía a mi mente era: “pues si me están esperando que me digan adonde y se dejen de misterios. No es más que una tontería de mi mente. Con unos días de descanso todo volverá a la normalidad”. Fueron dos semanas en las que interrumpí mi rutina de la meditación, pero cuando volví a sentarme en mi cojín, no volvió la normalidad, porque allí estaba el inca, esperando impertérrito, que retomara mi rutina.

En esos días estaba leyendo el libro de Drunvalo Melchizedek, “Serpiente de Luz”.

En una parte del libro, Drunvalo relata como la energía kundalini de la Tierra, que tuvo su hogar, en un tiempo, en la antigua Lemuria, que más tarde pasó a la Atlántida y luego a los Himalayas, estaba en tránsito, con grandes dificultades hasta los Andes.

Leyendo sobre el nuevo hogar de la kundalini, que se ubica al norte de Chile, abarcando en su radio de acción al sur de Bolivia y al sur de Perú, un nuevo pensamiento apareció en mi cerebro: ¿Y si el lugar donde me están esperando fuera alguno relacionado con la kundalini de la Tierra?

miércoles, 19 de octubre de 2022

Te estamos esperando



Sábado 15 de octubre 2022

 Ya sé que estaba relatando la razón de mi viaje a Perú, pero me he levantado con uno de esos pensamientos clásicos, con los que se puede definir a un babau, y no quería dejar pasar la oportunidad de recogerlo.

Es un pensamiento que ya he tenido en otras ocasiones: Me preguntaba sobre la realidad de la vida y las cosas que la envuelven. En concreto, pensaba si todas las personas veremos lo mismo. Cuando yo veo un color, rojo, azul, negro, cualquier color, ¿todas las personas verán lo mismo que yo?, ¿con el mismo brillo?, ¿la misma tonalidad?, lo que yo llamo azul, ¿será azul para todos?

Cuando tengo estos pensamientos sigo con ellos, no hago nada para que desaparezcan. Me gusta esta filosofía barata. En fin, cosas de babau.

No creo que esto me pase, solamente, a mi. Seguro que hay otros babaus que piensan cosas parecidas, ¿o no?

  Mejor vuelvo al primer día de la primavera en el hemisferio norte del año 2010.

Pero ese día 22 de marzo sí que pasó algo. Se formó en mi mente una imagen y apareció un pensamiento asociado a ella. Me pareció que la imagen representaba a un indio de medio cuerpo. Pero no era uno de esos indios conocidos por las películas del Oeste, de las tribus apaches, sioux, cheroquis o cheyenes. No, era diferente. Entonces no supe ubicarlo. Hoy sé que no era un indio de alguna película, era un inca. Y asociado a la imagen un pensamiento: “te estamos esperando”.

Con la imagen y el pensamiento hice lo de siempre. Pensar que mi mente ya estaba jugándome, de nuevo, una broma pesada y, centré toda mi atención en la respiración y en las sensaciones de mi cuerpo, pero sin resultado. El inca seguía ahí.

Al final dejé la meditación. Siempre lo hago cuando no soy capaz de detener el pensamiento. ¡Mañana será otro día!, pensé.

Sin embargo, el inca apareció al día siguiente, con el mismo formato y el mismo pensamiento. Y al otro y al otro. Fueron cuatro días seguidos con la misma historia. Por lo que decidí descansar unos días de la meditación.

lunes, 17 de octubre de 2022

Meditación: Escudo para el corazón (Para cuando te sientas cansado/a)

 

Escudo para el corazón

 

La meditación "Escudo para el Corazón" sirve para fortalecer y proteger el corazón tanto física como emocionalmente. Realizarla cuando es fuerte el cansancio. Algunos de los propósitos y beneficios específicos de esta práctica incluyen:

1. Fortalecimiento del corazón físico: Esta meditación puede ayudar a fortalecer el músculo cardíaco y mejorar la circulación sanguínea alrededor del corazón, lo que puede contribuir a la salud cardiovascular en general.

2. Protección emocional: La práctica de esta meditación puede crear un "escudo" o capa de protección emocional alrededor del corazón, ayudando a mantener una sensación de calma y equilibrio incluso en situaciones estresantes o emocionalmente desafiantes.

3. Apertura del corazón: Aunque pueda parecer paradójico, el "escudo" creado por esta meditación no bloquea las emociones, sino que las filtra de manera que solo las energías positivas puedan entrar en el corazón. Esto puede ayudar a mantener el corazón abierto a la compasión, el amor propio y las conexiones significativas con los demás.

4. Equilibrio del chakra del corazón: El chakra del corazón, o Anahata, es el centro de amor, compasión y conexión. La meditación "Escudo para el Corazón" puede ayudar a equilibrar y armonizar este chakra, promoviendo una mayor armonía emocional y relaciones más saludables.

En resumen, la meditación "Escudo para el Corazón" ofrece una forma de fortalecer y proteger el corazón en todos los niveles: físico, emocional y energético. Esta práctica puede ser especialmente útil para aquellos que deseen cultivar un corazón abierto y resiliente en medio de las demandas de la vida moderna.




domingo, 16 de octubre de 2022

Ver para creer

  


Viernes 14 de octubre 2022

 Recuerdo que era lunes 22 de marzo del año 2010. Lo recuerdo porque era el primer día de primavera, del año en que España quedó campeona del mundo en futbol, por primera vez en la historia. No es que sea un fanático del futbol, pero es una efeméride que, como el asesinato del presidente Kennedy, la muerte del general Franco o el derribo de las Torres Gemelas, es difícil de olvidar. Eran las 8 de la mañana y estaba meditando.

Mis meditaciones siempre han sido un poco sosas. Las llamo sosas porque nunca me ha pasado lo que cuentan otros meditadores: que ven colores, imágenes, ojos y hasta escenas, que parecen, de otras vidas. Nunca he visto ni oído nada. Bueno, quizás exagero un poco, alguna vez sí que me ha pasado, pero, cuando me ha ocurrido, siempre he tratado de encontrar la razón lógica para que eso sucediera. Y siempre la encuentro. No hay nada que no encuentre la mente si, realmente, quiere encontrarlo. Podrá ser lógico o ilógico, pero a mí, en este caso, siempre me satisface la explicación de la mente.

Sé que cualquier cosa que aparezca en la meditación tendrá el significado que yo quiera darle. Sé que lo que “veo” al meditar solo es el resultado del juego creativo de mi mente utilizando recuerdos que tiene almacenados en los cajones de la memoria o que pudiera estar recibiendo una respuesta a un estímulo recibido. ¡Qué más da! Lo importante es conseguir lo que se busca, serenidad en la mente, cesación del pensamiento.

Creo que bien podría haber sido, en otra vida, el apóstol de Jesús, Santo Tomás, quien tuvo que ver los agujeros que los clavos, que sujetaron a Jesús en la cruz, dejaron en las palmas de sus manos, para creer que era Jesús resucitado: "Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron”. Pues algo parecido me pasa a mí, con las experiencias de la meditación. Tengo que ver para creer. O ¿ya no tanto? Creo que me estoy volviendo más crédulo con la edad, aunque, ¡qué más da lo que pase!, y ¡qué más da lo que crea! La vida no va a cambiar. Mi vida va a seguir por los mismos derroteros, ya vea una luz violeta en la meditación o lo vea todo negro.

La realidad es que todos creemos que hay “algo”, no visible, no tangible, al otro lado de la vida, y nos gusta, de alguna manera, contactar con ese “algo” y, rápidamente, le damos una explicación lógica a cualquier cosa “extraña” que nos ocurra y más, si es meditando.

Yo, también, creo que existe ese “algo”, pero, tengo muy claro que no va a estar cotilleando cada vez que una persona se sienta a meditar.

Como vivir desde el corazón (2 de 3)

 


          Para vivir desde el corazón, sólo hay que vivir en silencio. Y para conseguir el silencio sólo hay que meditar.

Pero ya es bastante difícil la meditación, como para mantenerla horas, todas las horas del día en que nos mantenemos despiertos, y poder así vivir el ahora, y poder gozar de la sabiduría y las sensaciones del corazón. Por lo tanto, tendremos que hacer algo más.

Las herramientas necesarias para vivir desde el corazón son cuatro. La mente, la atención, la voluntad, y la paciencia.

Es una paradoja, pero necesitamos la mente para dominar a la mente. Necesitamos atención para observar a la mente, necesitamos, como para todo en la vida, ya sea física o espiritual, voluntad para volver al trabajo una y otra vez, cada vez que esta se distraiga, y necesitamos paciencia para llegar al final del camino: el corazón.

Sobre todo recuerda que cualquier camino que quieras recorrer comienza con un primer paso, y que con ese primer paso vas a recorrer un tramo pequeñito, en la vida física menos de un metro. No quieras con ese primer paso llegar al final del camino. No, el camino ha de recorrerse con tranquilidad y con perseverancia, teniendo claro que buscas, y volviendo al camino cada vez que los acontecimientos te separen de él.

Con todo esto claro, ya solo queda comenzar a caminar:

Lo primero que has de hacer es meditar. Medita cada día. Comienza por once minutos si no tienes práctica, y vete ampliando el tiempo para llegar, al menos, a los treinta minutos diarios. Si ya meditas, sigue con tu meditación. Si no lo haces búscate alguna con la que te sientas cómodo. Y si no sabes cual, puedes hacer la meditación para una mente neutral que viene a continuación.

Durante todo tu día, lleva la atención a tu respiración, siente el aire entrando por tus fosas nasales, siente como se expande tu abdomen, siente después como sale el aire y como se relaja tu abdomen, e imagina que estás respirando desde el corazón. Si aun no has adquirido una práctica meditativa, a la tercera respiración, tu mente ya se habrá distraído, para esto necesitas, una vez que seas consciente de tu distracción, voluntad para volver tu atención a la respiración. Haz esto durante todo el tiempo que puedas permanecer consciente.

Como mantener una mente meditativa durante todo el día es una tarea harto difícil, mantén también la atención en todos los procesos de tu mente. Observa cómo se comporta tu mente, para dar prioridad a algunas de las energías del corazón: Intuición, desapego, compasión, ecuanimidad, amor. 

viernes, 14 de octubre de 2022

C.T.N.E.

  


Jueves 13 de octubre 2022

  Aquí sigo, relatando el porqué de mi venida al Perú. Aunque, si habéis llegado hasta aquí, podeis dejar de leer. Lo digo para que no os aburráis, ya que os vais a encontrar con una enorme tontería.

 Recuerdo que comencé a meditar 10 minutos diarios para tratar de dominar el pensamiento, según decían los especialistas, y liberarme de un estrés que cada día iba en aumento, motivado por un trabajo de lo más demandante, que me mantenía ocupado o pendiente del teléfono las 24 horas del día.

Como los 10 minutos iniciales de meditación parece que surtían en mí algún efecto, serenándome durante un tiempo razonable, decidí ir ampliando ese tiempo, dedicado “a la nada”, porque eso es la meditación para mí, hacer nada, no pensar, solo ser.

Los objetivos que quería conseguir eran, por un lado, mantener la serenidad ante cualquier situación y, por otro, no sentir el miedo o la ansiedad que se apoderaban de mí cada vez que sonaba el teléfono, a altas horas de la madrugada, para informarme de algún problema grave, que era siempre la razón de la comunicación.

Trabajaba en una empresa de telecomunicaciones. En ese entonces, no recuerdo si ya se denominaba, solamente, Telefónica o seguía siendo Compañía Telefónica Nacional de España, y yo era el responsable de la instalación, mantenimiento y funcionamiento de las líneas telefónicas de la mitad de una provincia. Era un trabajo apasionante y muy estresante, que se agravaba los días en que la naturaleza nos regalaba una tormenta con una buena cantidad de rayos. Cada rayo podía llevarse por delante un buen número de líneas telefónicas, por lo que durante todo mi tiempo de trabajo activo no pude disfrutar de la belleza de las tormentas o de un buen chaparrón, ya que, para mí, eran como un castigo enviado por Dios que, además de trastocar mi tiempo, iba a mandar a mi provincia a la cola del ranking nacional en la calidad del servicio.

Pasé de 10 a 20 minutos de meditación y, de una vez al día a dos veces. Y se fue incrementando hasta el día de hoy, 30 años después, que medito entre 3 y 6 horas diarias. Es cierto que mi nueva ocupación lo requiere, ya que me he convertido en sanador espiritual y la sanación se realiza a través de mi meditación. Por eso, no parece que tenga mucho mérito tantas horas de meditación.

Para mí la meditación es tan necesaria como la comida para el hambriento o el agua para el sediento. Es la ventilación que necesita mi mente para agitar y esparcir los pensamientos que se encuentran en una apelotonada espera para bajar a expresarse a mi cerebro y deja mi mente, tan limpia, como queda el ambiente después de una de esas tormentas que antes tanto me mortificaban.

Si, ya sé que me he enrollado. Mañana seguiré.

lunes, 3 de octubre de 2022

Para encender la luz del alma

 

Martes 27 de septiembre 2022

 

El otro medicamento es la meditación.

En la mayoría de los casos nuestra mente trabaja a un ritmo vertiginoso día y noche. Nuestros pensamientos son un maremágnum continuo de horarios, preocupaciones económicas, fantasías sexuales, listas de la compra, problemas domésticos, inquietud por los hijos, planes de vacaciones, etc., como un carrusel que nunca se detiene. Esos pensamientos suelen girar en torno a las actividades cotidianas y crean unas pautas mentales que no dejan lugar para el silencio. En la actualidad, los seres de oscuridad copando los puestos de información y poder se encargan de que los pensamientos estén ocupados por el miedo, teniendo en los medios de comunicación su gran aliado.

El problema es que hoy tenemos los mismos pensamientos que ayer y los mismos que vamos a tener mañana. Nuestras mentes están ocupadas en la misma conversación interior todos los días.

Aprender a estar en silencio y a meditar implica descubrir como entrar en los espacios que existen entre los pensamientos.

En ese silencioso espacio vacío entre nuestros pensamientos, podemos disfrutar de una sensación de paz total que normalmente nos es desconocida, lo que sucede es que con todos los pensamientos que pasan por nuestra mente cada día, no hay tiempo para entrar en ese espacio entre pensamientos, sencillamente ¡porque no existe!, y eso trae como consecuencia el que nos sintamos tensos, inquietos, estresados, y eso en el mejor de los casos, ya que también podemos enfermar, porque el cuerpo solo es un reflejo de lo que pasa por nuestra mente.

La manera tradicional de controlar esos pensamientos es la meditación. Meditar es experimentar alivio del desasosiego y del parloteo constante de la mente para llegar al silencio y sentir paz interior.

Meditar significa que no debe haber ningún movimiento en la mente, que debe estar completamente quieta. No hay movimiento, no hay tiempo, no hay pensamiento. Meditar es un “arte”, es colocarlo todo en su sitio, de manera que no haya ningún tipo de confusión.

En la meditación, la mente descubre por sí misma la grandeza de todo lo que es verdadero, descubre cual es el objetivo de la vida, de lo sagrada que es la vida y todo lo que la envuelve, con lo que llegados a este punto se tratan todas las cosas con respeto, ya que todo, absolutamente todo es sagrado.

¿Qué sucede cuando se ha acostumbrado a la mente a estar a disposición del alma, serena y sin pensamientos? A partir de ahí, adviene la felicidad, la auténtica felicidad, se siente el Amor, el Amor Divino, se siente la unión con todo, la unión con todos, la unión con Dios.

    Este es nuestro único trabajo en esta vida, esa es nuestra única misión, ninguna otra. No es necesaria la búsqueda de ninguna misión, ya que, a partir de ese momento, todo lo que sucede en la vida, se desarrolla como si estuviéramos sobre una alfombra voladora que nos lleva de un acontecimiento a otro, sin prisas, sin problemas, sin expectativas.

La meditación proporciona el alivio que buscan, los que se acercan a ella, para dejar el estrés, el miedo o la ansiedad, pero proporciona mucho más, ya que nos enseña que dentro de cada uno de nosotros existe un poder, una energía, una paz y una sabiduría que podemos aprovechar cuando al fin nos damos cuenta de que están ahí.

Con la meditación, además de buscar respuestas lógicas en la ciencia y la filosofía, o de fe en la religión, se pretende trascender el estado ordinario de conciencia y traspasar de algún modo la realidad ordinaria, despertando a otra visión de las cosas que nos llena y da sentido a nuestra existencia. Se eleva la vibración y nos acercamos a la quinta dimensión.

Lo importante es conectar nuestro corazón con nuestra esencia divina, con Dios. El corazón tiene una vibración más alta que el cerebro, a pesar de haber sido considerado, hasta hace poco, como una simple máquina de bombear sangre.

El amor incondicional, la gratitud, la bendición y el perdón tienen las vibraciones más elevadas. Es de sabios, por tanto, procurar emitir en estas frecuencias.

Nada es imposible. Siempre he creído que si una persona lo ha conseguido, lo puede conseguir el resto.

domingo, 2 de octubre de 2022

Meditación Metta (Metta significa Amor Universal)


 Meditación Metta (Metta significa Amor Universal)

La meditación consta de cinco partes. El tiempo de duración de cada parte podría ser de cinco o diez minutos.

Las cinco partes son:

Enviar amor hacia nosotros mismos.

Enviar amor hacia un buen amigo o familiar.

Enviar amor a alguien con quien no se tiene trato.

Enviar amor a una persona difícil o un enemigo.

Enviar amor a todos los seres.

-          Siéntate en tu espacio de meditación.

-          Coloca las manos apoyadas en las piernas con las palmas hacia arriba. Los dedos en Gyan Mudra, (junta las yemas del pulgar y del índice en ambas manos, dejando los otros tres dedos juntos y estirados).

-          Coloca la punta de la lengua en el paladar.

-          Cierra los ojos o déjalos una décima parte abiertos.

-          Lleva la atención al corazón.

-          Empieza respirando lenta y suavemente por la nariz, con una respiración abdominal, alargando la exhalación en las primeras respiraciones.

-          Permite que con cada exhalación salga toda la tensión de tu cuerpo.

Primera parte:

-          Visualízate a ti mismo delante de ti.

-          Siente como sale una luz dorada desde el centro de tu corazón, y te envuelve completamente.

-          Siente que desde tu corazón te estás llenando de amor a ti mismo.

-          Repite en silencio dentro de ti: Yo Soy ese Yo Soy, Yo Soy Amor, Yo Soy Paz, Yo Soy Alegría.

-          Siente que te amas, que te valoras, que te toleras, que te sientes feliz contigo, siente que te respetas.

Segunda parte:

-          Visualiza a tu amigo o a tu familia delante de ti.

-          Siente como sale la luz dorada desde el centro de tu corazón, y la envuelve completamente. Es fácil, es una persona a la que quieres.

-          Siente el amor que sale de tu corazón.

-          Repite en silencio dentro de ti: Yo te bendigo con Amor.

-          Siente que amas, que valoras, que reconoces las cualidades de esa persona.

Tercera parte:

-          Visualiza a una persona que te sea indiferente delante de ti.

-          Siente como sale esa luz dorada desde el centro de tu corazón, y la envuelve completamente.

-          Queremos reconocer en esta parte a ese ser humano como un igual a nosotros.

-          Siente el amor que sale de tu corazón.

-          Repite en silencio dentro de ti: Yo te bendigo con Amor.

-          Siente que reconoces la conexión entre todas las cosas, y por supuesto con esa persona.

Cuarta parte:

-          Visualiza a tu enemigo.

-          Siente como sale la luz dorada desde el centro de tu corazón, y l@ envuelve completamente.

-          Es posible que te surjan preguntas del tipo: ¿quién puede sentir amor hacia un canalla? ¿hacia aquel que tan mala jugada me ha gastado?

-          El que esa persona sea “mala”, no justifica que tú también lo seas Siente el amor que sale de tu corazón.

-          Repite en silencio dentro de ti: Yo te perdono, yo te bendigo con Amor.

-          Siente que perdonas y bendices a esa persona.

Quinta parte:

-          Visualiza la Tierra delante de ti.

-          Siente como la luz dorada que sale desde el centro de tu corazón la envuelve completamente.

-          Repite en silencio dentro de ti: Que cada persona, que cada ser sea bendecido.

-          Siente que envías tus sentimientos de comprensión, reconocimiento, tolerancia y amor, hacia todos los seres humanos, hasta el último rincón de la tierra, hacia todos los animales de todas las especies, hacia el planeta, hacia sus ríos, sus valles, sus montañas, sus bosques. Hasta donde la existencia se exprese sin importarnos la forma, sin discriminaciones.

 

-          Cuando creas que has finalizado, vuelve a ti, siente el amor en tu corazón, disfruta de la sensación.

-          Para finalizar la meditación, respira más profundamente alargando la inhalación.

 

Meditación del mendigo (Eliminar bloqueos de deseos intensos)

La "meditación del mendigo"  es una práctica que tiene como objetivo desarrollar la humildad, la gratitud y la conexión con el universo. Se realiza adoptando la postura de un mendigo, sentándose en la tierra con las manos extendidas hacia adelante, palmas hacia arriba, como si estuvieras pidiendo limosna.

Esta meditación se utiliza para cultivar la actitud de desapego hacia las posesiones materiales y para abrir el corazón a la abundancia del universo. Al adoptar la postura de un mendigo, uno simbólicamente renuncia a la necesidad de control y se entrega al flujo de la vida. Además, al mantener las manos abiertas, uno está simbólicamente listo para recibir las bendiciones que el universo tiene para ofrecer.


domingo, 25 de septiembre de 2022

Tikum

  



Sábado 24 de septiembre 2022

 

Otra vez en La Baguette. Otro sábado haciendo tiempo hasta la hora de ir a buscar a mi hijo que asiste un sábado al mes a un taller de legos.

Hoy tenía necesidad de algo dulce y he pedido una porción de torta de chocolate y un chocolate caliente. Me voy a poner hasta las cejas de chocolate.

Somos menos personas en la terraza que el sábado anterior. Y eso que hace menos frío. Es el segundo día de primavera. Pero en esta Lima tan gris, el sol se hace el remolón.

El espacio debe de tener capacidad para unas 30 personas y, ahora, 10:30 de la mañana, somos 9. Y parece que no le prestan mucha atención a su celular, como el otro sábado que estuve aquí, excepto una de las personas que, como yo, está sola en su mesa. Todos los demás están con su consumición y hablando con las personas que los acompañan.

Yo estoy tomando notas, aprovechando el tiempo, para hacer un esquema de lo que será mi nuevo libro o una novela corta.

Tratará sobre la pareja, porque de las 1.100 entradas que tiene mi blog, (el inca vuelve a casa), las que tratan sobre la pareja son las más leídas y comentadas.

El blog tiene 12 años de vida. La idea de iniciarlo surgió cuando me vine a vivir al Perú.

Y surgió porque en España, en Tikum, que era el Centro de yoga y salud que regentaba junto a Denisa, mi socia, mi amiga, mi hermana del alma, cada viernes hacíamos una meditación gratuita en la que antes de la meditación hablábamos sobre algún tema “espiritual” de interés. Pues para seguir hablando de esos temas inicié el blog. Era una manera de no perder el contacto.

Por cierto, a Tikum se lo llevó por delante la pandemia. Las personas que lo regentaban no pudieron aguantar la presión de un alquiler sin ingresar nada.

“Los seres de la oscuridad” están haciendo un buen trabajo sembrando el miedo en cada una de las personas que habitan el planeta. Su objetivo es impedir que ayudemos a la Tierra a conseguir alcanzar la quinta dimensión. La ayudaríamos con el amor, por eso inoculan el miedo, que es lo contrario al amor. Pero no lo van a conseguir, a pesar de que aun les quedan desgracias, por sacar a la luz, dentro de su chistera.

Me está viniendo bien tanto chocolate, porque así se endulza la nostalgia que está generando en mí pensar en Tikum. Me he transportado a las siete de la noche de algún viernes. Sentado en la tarima, meditando con un grupo de personas que, con el tiempo, se convirtieron en amigos. Recordando como fue creciendo el número de asistentes, de 2, en las primeras meditaciones, a 70 algunos años después.

Ya es la hora de ir a buscar a mi hijo. ¡Hasta la próxima!