Martes 18 de octubre 2022
Volví a releer el capítulo del libro en el que Drunvalo relataba la llegada de la kundalini a su nueva residencia. Busque en el mapa para tratar de ubicarla y entonces fui consciente de que en una canalización que hice, de manera accidental, unos años atrás, el canalizador me dijo que viajaría a Perú. Para ser sincero no le hice ningún caso y ni tan siquiera recuerdo para qué tenía que viajar a Perú y sé que lo dijo.
Y ahí estaba
yo, con el inca machacándome en cada meditación, con la información del libro
“Serpiente de Luz”, el mapa de Sudamérica extendido delante de mí y el recuerdo
de la canalización. Era como un puzle en el que tenía que armar una imagen
creíble sin tener ningún modelo que me sirviera de guía.
El pensamiento
de acercarme a algún lugar que estuviera bajo la influencia de la energía
kundalini de la Tierra parece
que iba ganando fuerza. Hasta que, en un momento, sin saber cómo, apareció la
pregunta en mi cerebro, ¿y si me voy a Perú?
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