El
28 de julio, el día de la patria peruana, sentía en mi corazón, más que
escuchar por los oídos, con los ojos húmedos por la emoción, con la ilusión en
mi mente y el alma partida en mil pedazos, el himno del Perú.
"Somos
libres, seámoslo siempre".
Con
las maletas en la puerta y los pasaportes en la mano, volvíamos a casa.
Han
sido casi 14 años de lucha, de ilusión, de felicidad, de nostalgias, de
emociones encontradas. Han sido 14 años de vida.
Gracias
Perú. Gracias a las peruanas y peruanos que hemos encontrado en el camino.
Gracias.
Se
abre una nueva etapa, no exenta de incertidumbre, pero.... ¡hágase la voluntad
de Dios!