El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




Mostrando entradas con la etiqueta Importancia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Importancia. Mostrar todas las entradas

lunes, 8 de septiembre de 2025

Nada es importante



Todo está bien. Nada es importante.

Esta es una invitación a soltar el peso del mundo.

Vivimos en una era donde cada notificación parece urgente, cada decisión parece trascendental, y cada paso que damos está cargado de expectativas. Pero ¿y si te dijera que todo está bien, y que nada es realmente importante?

No se trata de indiferencia ni de apatía. Es una forma radical de ver la vida con ligereza, de entender que el universo no está esperando que lo salvemos, que no hay una lista cósmica de tareas por cumplir. Es una filosofía que nos libera.

          La importancia es una trampa. Desde pequeños nos enseñan que hay cosas “muy importantes”: sacar buenas notas, elegir la carrera correcta, encontrar el amor perfecto, tener éxito. Pero esa importancia es una construcción. Lo que hoy parece vital, mañana será un recuerdo borroso. Lo que nos quita el sueño esta semana, en un año será una anécdota que contamos riendo.

Cuando soltamos la idea de que todo debe tener un propósito trascendental, empezamos a vivir con más autenticidad. Nos permitimos equivocarnos, cambiar de opinión, descansar sin culpa.

Todo está bien, incluso cuando no lo parece. Decir “todo está bien” no significa negar el dolor, la incertidumbre o el caos. Significa confiar en que, incluso en medio de la tormenta, hay algo profundo que permanece intacto. Es reconocer que no necesitamos tener todas las respuestas, que podemos respirar en medio del desorden.

Es aceptar que la vida no es una ecuación que hay que resolver, sino una experiencia que hay que sentir.

En un mundo que nos empuja a correr, a demostrar, a competir, elegir la ligereza es un acto revolucionario. Reír cuando todo parece serio. Descansar cuando el mundo exige productividad. Amar sin condiciones. Soltar sin miedo.

Porque cuando entendemos que nada es tan importante, empezamos a ver lo que realmente importa: el momento presente, la conexión con otros, el silencio entre pensamientos, el sol que entra por la ventana.

Se trata de vivir sin peso. Todo está bien. Nada es importante. Y en esa paradoja, encontramos una libertad que no necesita explicación. Una vida más suave, más honesta, más nuestra.

¿Y si hoy, solo por hoy, te permites vivir como si eso fuera cierto?

Ten en cuenta que si algo tiene que ser, va a ser. Estate seguro. Lo malo es que no sabes que es eso que si tiene que ser, pero no desesperes, ni tan siquiera lo busques. Llegará a ti. Lo único que tienes que hacer es permanecer alerta, sin descartar ninguna de las opciones que se vayan presentando en tu vida.

           Y si tienes problemas con la importancia de las cosas, piensa cuanta importancia tendría esa cosa para ti si murieras esta noche.