Si
te has acostumbrado a llevar una vida sencilla y a dominar tu cuerpo, no te
envanezcas por ello, y, si no bebes sino agua, no andes diciendo a cada momento
que tú no bebes sino agua.
Si
quieres ejercitar la paciencia y la tolerancia, hazlo por y para ti y no por y
para los otros; no muestres tu devoción, y en la sed más ardiente, toma el agua
en tu boca, tírala, y no le digas a nadie.
EPICTETO