El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




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sábado, 28 de julio de 2012

El poder de elegir


            Todo es elección. Aunque no seamos conscientes de ello, nos pasamos la vida eligiendo, y nuestra primera elección es, sin ninguna duda, nuestra llegada a la vida. Elegimos nacer por el inmenso deseo que tiene el alma de purificarse y acercarse a Dios, cuando sería más fácil para ella quedarse en los planos en los que se encuentra, sin ninguna de las necesidades y padecimientos del cuerpo. Pero es igual, el alma necesita acercarse a su esencia divina y vivir su divinidad de manera completa, para lo cual tiene que completar su aprendizaje, tiene que vivir todas las experiencias, tiene que liberarse de sus deudas y recibir las que le son debidas.
            Lo realmente dramático, es que una vez en el cuerpo, no recordamos nada de esa, nuestra primera elección, y nos encontramos en la vida, envueltos en pañales, creciendo y aprendiendo, en casi todas las ocasiones, con dudas y con miedos, unas lecciones que no son las que necesariamente hemos venido a aprender. Es como si nos matriculáramos en la Facultad de Filosofía y en vez de enseñarnos a razonar, nos enseñaran a construir puentes. No nos sirven “casi” de nada las enseñanzas que vamos recibiendo a lo largo y ancho de nuestra vida, y no es porque nuestros maestros no lo intenten, en muchos casos con amor, aunque con esa peculiar manera que tenemos de amar los humanos, el amor del cuerpo, y no el amor del alma. Pero siguen sin sernos útiles sus enseñanzas, ya que no nos enseñan a vivir para el alma. Sus enseñanzas están basadas en como engañar a la vida.
            Es posible, que incluso en ese engañar a la vida, tengamos algunas opciones para elegir nuestro camino: Estudiar o trabajar, ser ingeniero o escritor, permanecer solteros o casarnos, tener un hijo o dos, vivir en una casa o en un piso, etc., etc. Pero siguen siendo opciones de vida, no opciones de alma. Elijamos la opción que sea, siempre nos faltarán las opciones más importantes, de las que ni tan siquiera podemos ser conscientes de que están ahí, al alcance de nuestra mano. Esas opciones, se refieren a la vida del alma, y es normal que no tengamos conocimiento de ellas, porque nunca, nadie, nos ha hablado de otras opciones que no sean las referidas a la vida física del cuerpo.
            Esas otras opciones, desconocidas para casi todos los mortales, no van en contra de la vida, o mejor dicho, no van en contra del libre fluir de la vida. Van a favor de la vida, y por lo tanto, van a favor del alma.
            No se trata de elegir entre nada físico, ni entre dos deseos, que según nos han enseñado, nos pueden dar algún momento de efímera felicidad. Se trata de elegir las condiciones para conseguir, de manera cada vez más duradera, hasta llegar a permanente, “la felicidad”.
            Se trata de desaprender lo aprendido. Se trata de elegir la paz en lugar de la guerra. Se trata de elegir la alegría en lugar de la tristeza. Se trata de elegir la acción en lugar de las dudas. Se trata de elegir la risa en lugar del llanto. Se trata de aceptar en lugar de criticar. Se trata de elegir el respeto en lugar de despreciar. Se trata de elegir el perdón en lugar del odio. Se trata de bendecir en lugar de maldecir. Se trata de elegir el servicio al prójimo en lugar de ignorarle. Se trata de elegir al amor en lugar del miedo. Se trata en vivir desde el alma, mimando al cuerpo. Se trata de elegir la humildad y no la soberbia. Se trata de vivir en la verdad y no en el engaño. Se trata de alegrarte por el bien de tu hermano sin envidias. Se trata de vivir desde el corazón. Se trata de amarnos a nosotros mismos. Se trata de aceptar el libre fluir de la vida sin oposición. Se trata de aceptarnos y presentarnos ante los demás tal como somos, sin máscaras, sin engaños.
            Se trata de elegir la felicidad en lugar del sufrimiento.

jueves, 16 de febrero de 2012

Conciencia

            Perdemos demasiado tiempo y limitamos nuestra conciencia en menudencias tales como satisfacer los caprichos de nuestra forma física. No es nuestro objetivo primordial el cuerpo, aunque si es importante. No se trata de complacer todos los deseos de la mente, pero si hemos de respetar y cuidar con mimo nuestro cuerpo, para mantenerlo fuerte, sano y joven el mayor tiempo posible; ya que es a través de él como tenemos que desarrollar las tareas que hemos venido a realizar en la materia, y que si son primordiales.  

Nuestra principal tarea es cultivar la sensibilidad superior, es llegar a ser tan puros y altruistas que nuestras mentes permanezcan imperturbables ante cualquier acontecimiento, ya sea físico, ya sea emocional, ya sea mental o espiritual.
Se trata de expandir nuestra conciencia más allá de nosotros mismos, para alcanzar un nivel de conciencia tal, que sintamos a todos, en cualquier forma posible:
-          Como lo que son en realidad, es decir, como nuestros hermanos.
-          Tal como se encuentran: física, mental o emocionalmente.
Este es el instrumento de la sanación: “La conciencia expandida”.
Es posible que ya seas un magnífico sanador, o seas muy intuitivo, o sientas con bastante claridad el estado de personas en tu entorno; y eso te haga pensar que estás más cerca del final de tu recorrido en el cuerpo. Puede ser que no sea así, hay otros parámetros que también hay que valorar:
·         No utilices ese mini-poder para manipular a la vida, ni a tus hermanos.
·         Utilízalo para ayudar a todos, de dos maneras: Públicamente cuando te lo soliciten, y privadamente en la soledad de tu meditación cuando no lo hagan.
·         Ayuda de manera altruista, no sólo con lo que te sobra, sino con lo que te falta.
·         No juzgues a nadie si no quieres que te juzguen a ti.
·         No critiques nunca y no serás criticado.
·         Respeta siempre las decisiones de los otros.
·         Ante cualquier desaire, perdona, bendice y vete.
·         Deja que la vida pase a través de ti.
·         Acepta todo y a todos.
·         Vive siempre desde el alma dejando hablar a tu corazón.
·         Práctica el silencio, y cuando hables que siempre sea con verdad.
·         Medita cada día, busca la paz y la serenidad.
·         Vive el amor.
·         Recuerda que no eres ese cuerpo.
·         Eres un alma, eres un Ser Divino, eres un Hijo de Dios, ¡vive como tal!

Cuando cumplas todas esas condiciones, sí que estarás más cerca de abandonar definitivamente el cuerpo, porque estarás viviendo desde el alma aun estando en el cuerpo.

domingo, 23 de octubre de 2011

Hablar por hablar

            Desde el principio de los tiempos, los seres humanos hablan unos de otros, prácticamente sin parar. Parece que ese es un buen entretenimiento, que ahora sigue siendo así, y así lo seguirá siendo hasta que todos hayan alcanzado un cierto grado de madurez y evolución.

             Pero todo ese hablar, que en muchas, muchísimas ocasiones, está falto de amor, sólo es una vibración pasajera en el aire, y no será más que eso, a no ser, que nosotros decidamos y permitamos que sea otra cosa. Lo que digan los demás, por muy desagradable que sea, no debe de importarnos en absoluto. De hecho, si no escuchamos lo que dicen de nosotros, está claro que no nos va a importar, pero si lo escuchamos, tampoco debería importarnos, porque si nos importa, si nos enoja, si nos llena de rabia, sólo es un problema nuestro, sólo es un signo de nuestra propia inmadurez, somos nosotros mismos los que nos estamos haciendo daño, no las palabras de los demás.
            Por qué… ¿Qué sabe nadie de los demás?, ¿Qué saben de sus circunstancias?, ¿Qué saben de sus sentimientos o sus emociones? Lo que digan los demás no tiene ninguna importancia, nunca saben lo que dicen. Y de la misma manera que ellos no saben nada de nuestras circunstancias, ¿Qué conocemos nosotros de las suyas?, nada, nadie sabe nada de nada de lo que pasa en un instante por el interior de la persona, por lo que el que escucha tampoco sabe las razones por las que otro puede hablar de él. En todos los casos, lo único que hay que ser: es amable, es amoroso, es bendecir al que habla.
            Cualquier sentimiento de sentirse ofendido o herido, solo es debido a la sensación de separación, de falta de unidad con todo lo creado, de sentir la necesidad de tener que estar defendiendo el propio espacio de manera permanente, solo es debido a la mente, ¡tan egoísta ella!. En el momento que aceptamos que todos somos la misma energía, y dejamos de pensar en nosotros mismos, ya no se siente ninguna ofensa, todo está bien, por muy grave que sea lo que se escuche.
            Jesús dijo: “Ama a tu enemigos y ruega por aquellos que te injurian”.
            Todos sufrimos juicios, críticas e injurias. No hay que preocuparse por ello. La Ley del Karma, colocará a todos y cada uno en su sitio. El trabajo de los que sufren los juicios, las críticas y las injurias es amar más, es perdonar, ser más bondadosos. Así las críticas y las injurias van a servir para un mayor crecimiento y más evolución del injuriado.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Pide, ofrece, bendice y agradece

            Esta entrada de hoy, es para aquellos que creen en Algo superior a ellos/as, ya sea Dios, Jesús, Buda, Mahoma, La Virgen Maria, Saint Germain, Krishna, la Naturaleza, la Energía, etc., etc. Si crees que no hay nada antes, o más allá de la vida, no es necesario que sigas leyendo.

            Aunque………., no, espera, porque es posible que creas que seas agnóstico/a o sencillamente ateo/a y, puede ser que no lo seas. ¡Compruébalo primero!
            ¿Qué ha ocurrido cuando te has encontrado ante una situación, que a tu entender era límite?: El pago de una cantidad importante sin tener liquidez en tu cuenta; perder de vista a tu hijo en medio de una muchedumbre; la comunicación de un diagnóstico grave a un familiar muy allegado; etc. ¿Qué es lo primero que has hecho?, ¿No has pedido ayuda o suplicado a Alguien, o incluso has renegado de ese Alguien? Pues si te ha ocurrido eso, lamento decirte que aunque sea en tu subconsciente, si crees en Algo. Si es así, esto también es para ti.
            Personalmente creo que hasta los científicos más agnósticos, no lo son, y creen en Algo, allá en el interior de su subconsciente, y es normal, ya que en ese subconsciente profundo subyace la verdadera identidad del ser, y en los momentos de angustia, esa identidad llama con desespero a su Creador.
            Lo que te propongo hoy aquí, es algo muy fácil de hacer, pero muy difícil de mantener en el tiempo. Se trata de controlar a tu mente el mayor tiempo posible de tu día. Es difícil, sobre todo al principio. Pero siempre hay una primera vez para cada cosa y, cualquier nueva actividad requiere atención, mucha atención, y más si esa actividad es controlar a tu pensamiento.
            Recuerda la primera vez que te sentaste al volante de un coche, o subiste en una bicicleta, o entraste al gua para aprender a nadar, o bañaste a tu bebé por primera vez. Requería de toda tu atención. La diferencia estriba en que esas actividades tenían una duración determinada en el tiempo, y lo que yo te voy a proponer dura veinticuatro horas un día tras otro.
            Se trata de “pedir ayuda”, “ofrecer los beneficios”,  “bendecir” y “agradecer” a esa Entidad en la que crees consciente o inconscientemente, todas y cada una de tus actividades.
            Comienza en el momento en que abras los ojos por la mañana y recuperes la conciencia después del sueño:
-          Da las gracias por nacer al nuevo día que tienes por delante, haga frío o calor, tengas un duro día de trabajo rutinario o un día de asueto.
-          Pide ayuda para todas las actividades que vas a realizar en ese nuevo día.
-          Bendice las actividades del día.
-          Y ofrece los beneficios de todas esas actividades.
Y después, de manera individualizada, hazlo para cada nueva actividad, pero no para aquellas que consideres importantes, sino para “todas las actividades”: Ducharte, secarte el pelo, afeitarte, vestiste, desayunar, tomar el autobús, fichar en la oficina, llevar al niño al cole, atender a cada cliente, hacer la comida, comer, etc., etc., etc.
Eso supone que durante todo el día vas a estar conectado/a a esa Entidad en la que crees: Pidiendo ayuda, dando gracias, bendiciendo y ofreciendo.
¿Cómo?: No hay que hacer un rosario, puedes decir sencillamente en tu interior: (Si la Entidad en la que crees es, por ejemplo, Jesús), imagina el momento del desayuno:
-          Jesús, te doy gracias por esta comida.
-          Te ofrezco los beneficios que vaya a producir en mí, para que nadie pase hambre en el mundo.
-          Bendigo estos alimentos con Amor.
-          Pido tu ayuda para que estos alimentos mantengan mi cuerpo fuerte, sano y saludable.
Si quieres ampliar más, puedes hacerlo.
Y mientras desayunas, siente la energía que te invade. No lo estropees pensando en lo que pasará después del desayuno o en el trabajo.
Ojo, no te estoy diciendo que no tengas una programación, esta ha de existir, tu día tiene que tener una organización, pero cada actividad tiene su momento. Cuando desayunas no has de pensar en el coche, y cuando estás conduciendo no has de pensar en el trabajo. Que cada actividad merezca toda tu atención, como si fuera la primera vez que la realizas. De hecho, cada actividad es nueva y única, ya que cada día es nuevo y distinto al anterior, incluso tú también eres distinto/a, no tienes las mismas células de ayer.
Todo esto ¿Por qué? No nos han soltado y nos han dejado en la vida sin más. Tenemos una legión de ayudantes que están permanentemente con nosotros para ayudarnos en nuestra tarea, y recuerda que nuestra tarea no es estar ocho horas en la oficina, o hacer la comida, o pasear al perro. Nuestra verdadera tarea es:
-          La enseñanza que de eso se desprende.
-          Pagar nuestras deudas o recibir lo que nos deben nuestros deudores, (Karma).
Si todas las tareas las haces desde el cuerpo y desde la mente, tus ayudantes no pueden contactar contigo. Ellos están ahí para ayudarte en tu “verdadero trabajo”, y el trabajo realizado desde la mente sólo es ilusión.
Agradecer, pedir ayuda, ofrecer y bendecir, te desliga del cuerpo, te acerca a tu interior, incrementa tu vibración y te pone en disposición de recibir, abriendo la cancela para que tus ayudantes puedan entrar de lleno en tu energía. Y no sólo eso, sino que en ese momento no estás generando vibraciones negativas con los pensamientos habituales: “no puedo”, “no sé”, “no tengo”.
Trabajar desde el cuerpo cierra tu campo energético, y tus ayudantes, por mucho que lo intenten, no tienen acceso a ti. Es como aquel que quiere que le toque la lotería y no compra los boletos. Hay que poner los medios para que se den las oportunidades, o lo que es lo mismo: A Dios rogando y con el mazo dando.
Yo sé que es difícil porque estoy en tu mismo camino. Es posible que el primer día lo hagas por la mañana, y en algún momento que te acuerdes, de tal manera que si se computa el tiempo que has estado trabajando en eso, puede ser que no pase de dos o tres minutos. Es igual, no sufras, ayer no hiciste ni esos dos minutos de comunicación con tu Ser. Insiste mañana, y harás cuatro minutos, y cinco al día siguiente, y así sucesivamente.
Los resultados merecen la pena. No te hablo de lo escrito en un libro. Te cuento mi experiencia: La sensación de paz y serenidad es infinita. Los acontecimientos fluyen con una facilidad, que, al menos a mí, me dejan perplejo, las sincronicidades son permanentes, hasta las personas con cara de palo, se transfigurarán en tu presencia y, la sensación de “que todo está bien” es permanente sin que te lo tengas que plantear.
Es posible que algunas cosas no salgan, como tú, desde el cuerpo y desde la mente habías planificado, no sufras, sólo es que eso no lo tenias que hacer, o no lo tenias que hacer en ese momento, o de esa manera. Todo sigue estando en su sitio. Siempre ocurre lo mejor para ti cuando trabajas desde el alma. Cuando trabajas desde el cuerpo, simple y llanamente estás desperdiciando tu vida.
Pide ayuda, ofrece, bendice y agradece. No esperes más, no tengas dudas, si algunos podemos, ¡Tú también!

sábado, 3 de septiembre de 2011

El chakra del alma y los Maestros

            Antes de hablar del chakra del alma, vamos a refrescar, de una manera muy superficial, lo que sabemos de los chakras.

En nuestro cuerpo energético hay cientos de chakras. Si, ya sé que es posible que hayas leído, o te hayan enseñado que hay siete chakras, y desde esa creencia pienses que estoy loco. Aparca por un momento esa creencia, y lee, sin juzgar, sólo lee.
            Esos siete chakras que conoces, junto con alguno más que no te han enseñado, son los chakras mayores, o más importantes; pero los otros, los chakras menores, no dejan de ser importantes, aunque no lo sean tanto. Me explico: Los chakras mayores controlan, no solamente aspectos del cuerpo físico, sino también aspectos emocionales, aspectos de carácter, aspectos espirituales, etc., etc. Mientras que los chakras menores, menos importantes, afectan en la mayoría de los casos, solamente a un aspecto, o a varios, pero mucho más sutilmente que los chakras mayores.
Un ejemplo de chakra mayor puede ser el chakra base, que controla físicamente: los músculos, los huesos y la producción de sangre; emocionalmente está relacionado con la supervivencia y sus reacciones: como la lucha o la huida, los instintos, la necesidad de paz y de equilibrio a escala planetaria. Ignorar este chakra o sus elementos sería una amenaza a la propia supervivencia, bien a nivel individual o colectivamente como especie. Y un ejemplo de chakra menor, podría ser el chakra de la axila, que afecta físicamente al movimiento del brazo y poco más.

Llegados a este punto, ya podemos hablar un poco del chakra del alma: En el séptimo mes de embarazo, el alma encarnada entra en el feto, y su localización está en el duodécimo chakra. Este chakra se encuentra a unos treinta centímetros por encima de la cabeza.
            Este chakra parece una estrella dorada. Se le llama, en algunas tradiciones, “Estrella del alma”, y cuando una persona madura espiritualmente, la estrella dorada evoluciona a una perla dorada, a una bola dorada, a un brote dorado o a una llama dorada. En la terminología cristiana, esto es lo que se llama el “Fuego de Pentecostés”.
            Pero hasta que la persona no madura espiritualmente, este chakra está completamente cerrado, y empieza a abrirse cuando la persona empieza a construir su carácter, es decir, cuando empieza su madurez espiritual.
            El camino para madurar espiritualmente, es de sobra conocido: Meditación,  oración, silencio interior, cambiar los vicios por virtudes, abrirse al Amor Divino, llevar una vida de virtud, haciendo servicio, teniendo apropiadas relaciones con otras personas y con la Naturaleza, son algunas de las herramientas que permiten que la persona construya su carácter, y que el chakra del alma inicie su apertura.
Como una vez iniciado seriamente el camino, es muy difícil volver atrás, la persona va a seguir evolucionando, entonces, el brote dorado literalmente florece y se abre hacia arriba como una pequeña flor de loto dorada.
            Desde el duodécimo chakra, el alma encarnada, irradia hacia fuera una luz que distingue a esa persona del resto de los mortales. Esa luz llama la atención de los Maestros, y uno de ellos elige a la persona para trabajar con ella. De aquí la frase:”Cuando el alumno está preparado, aparece el Maestro”. No somos nosotros los que elegimos un Maestro como guía para trabajar, es el Maestro quien elige, en función del tipo de luz que irradia la persona. Pero para irradiar esa luz, ha de haberse recorrido un buen trecho del camino espiritual.
            Cuando un Maestro elige a una persona, la hace saber, de manera clara y contundente tal circunstancia, haciéndola saber quién es y que espera de ella.
            Es posible que muchos/as de los/as que estáis leyendo esto, tengáis una hermosa flor de loto dorada encima de vuestra cabeza, y que ya seáis guiados/as y bendecidos/as por un Maestro. ¡Enhorabuena!, ¡benditos/as seáis!, vosotros ya sabéis de que hablo.
            A los que todavía no habéis llegado, seguir perseverando, merece la pena. Vivir en el Amor permanentemente, es algo tan grandioso, que se escapa de la racionalidad.
            A los que estáis leyendo esto pensando que es una tontería, ¡os bendigo!, porque algo hay en vuestro camino, que os ha hecho tropezar con esta piedra. 
 

sábado, 20 de agosto de 2011

Con un lirio en la mano

            “Eso que estás diciendo, es lo mismo que decir que vaya por el mundo con un lirio en la mano”. Esto me lo decían, después de que yo hiciera una mínima exposición de mi pensamiento sobre cómo actuar con las demás personas, en todos los casos, sin hacer excepciones.

            Mi exposición fue: “El pensamiento es energía, es vibración. Esa vibración es una señal que se envía y atrae otra vibración de la misma calidad que la enviada.

Por lo tanto, si la señal que envías de manera permanente es de desconfianza, vas a recibir, también de manera permanente, engaños y trampas, vivirás en un mundo que siempre te parecerá un mundo de tramposos, vivirás en una espiral de sospechas, vivirás siempre con cautela, con precaución, con miedo, con recelo; en lugar de tener una vida de confianza, de seguridad, de tranquilidad.

Lo que hay que hacer es no sospechar permanentemente de la gente, es no desconfiar de nadie. Si tu desconfías de los demás, ¿Crees tú, que ellos van a confiar en ti? Si la energía que reciben de ti es de desconfianza, te van a dar aquello que estás pidiendo casi a gritos, ¡que te engañen!”.
En principio, todo el mundo es bueno, y si hacen algo mal, o te dan un peso erróneo, o quieren cobrarte de más, etc., etc., no te están engañando a ti, se están engañando ellos, se están haciendo mal a ellos mismos, ya que tendrán que pagar por ese engaño que pretenden hacer contigo. Se denomina la “Ley del Karma”. ¡Si no somos el cuerpo, ¿cómo vamos a sentirnos engañados por 50 gramos de menos en un peso?! Somos un alma, y al alma le dan igual los 50 gramos.
Por lo tanto, ¡Si, vete con un lirio en la mano, y además del lirio, vete enviando amor! Si la energía que envías es amor, es confianza; se supone, por definición, que la energía de vuelta será la misma, y así será, aunque, desgraciadamente, no en todos los casos. Ya que aunque en todas las interacciones vayas con estas energías, alguno te va a engañar. Es normal, son esa pobre gente que sólo vive en su cuerpo, y basan su felicidad en estafarte un poco de dinero, para amasar más, o en engañarte en cualquier otro aspecto. ¿Qué hacer? Pues lo normal, decírselo, con todo el amor. Y si no tienes ocasión de decírselo, lo que has de hacer es perdonarle, bendecirle y no volver con esa persona. Yo creo que no hay que poner la mejilla dos veces.
    Si consigues una vida de silencio, si consigues vivir observando la vida, es seguro que el Universo te va a indicar en forma de intuición, en forma de saber porque sí, en que tienda has de entrar para que te atiendan desde el alma. Pero si en vez de vivir en el silencio vives en un pensamiento circular de desconfianza, entrarás en la tienda en la que necesites hacer realidad tus pensamientos, entrarás en la tienda de un troglodita para que te atienda como te mereces, engañándote. 

viernes, 5 de agosto de 2011

Abundancia y prosperidad

            Es cierto que buscamos la iluminación, pero la tenemos que encontrar en el mundo material en que vivimos. Y aunque para encontrarla, es necesario prescindir de los deseos, de cualquier deseo, resulta difícil no desear, por ejemplo dinero, cuando llegar a final de mes es casi un calvario.

O sea, que por un lado necesitamos estabilidad económica para conseguir la estabilidad emocional, imprescindible para avanzar en nuestro sendero espiritual, y por otro hemos de eliminar cualquier tipo de deseo, como puede ser el de conseguir una estabilidad económica.
¿Qué hacer entonces? Porque, además, nadie ha dicho que un ser evolucionado espiritualmente tenga que vivir en la miseria, nadie ha dicho que el dinero y la espiritualidad sean incompatibles.
En todas las religiones, incluida la católica, en todas las filosofías, en todas las enseñanzas, se habla de la Ley del Karma, directa o indirectamente:

“Es dando que se recibe”
“Es necesario sembrar para recoger”
Por lo tanto, si queremos recoger dinero, es necesario realizar en primer lugar una buena siembra. Esa siembra es el diezmo.
 El diezmo es una ley espiritual tan efectiva como lo son las leyes naturales. En su sentido literal es donar la décima parte de todos los frutos adquiridos.
El diezmo es una práctica de la antigüedad, practicada tanto entre los babilonios, persas, griegos y romanos, como entre los hebreos. También es ley en la actualidad entre los musulmanes, judíos y muchos grupos cristianos.
“Si quieres recibir antes tienes que dar”. Se trataría de dar entre el 10% y el 20% de los ingresos netos a organizaciones de caridad o proyectos espirituales.
En realidad no sólo se trata de diezmar, es todo un compendio de acciones a realizar para llamar la abundancia a tu vida. Te detallo algunas:
Normalmente cuando se tiene necesidad de dinero, los pensamientos negativos son los que más abundan en la mente. Se han de eliminar esos pensamientos y se han de evitar las palabras en contra de la prosperidad y el éxito.
·         No decir cosas parecidas a “No tengo dinero”
·         En su lugar decir:
·    No tengo presupuesto.
·   No estoy interesado.
·   Lo pensaré.
·         Recuerda que lo que se dice tiende a materializarse.
·         Se han de realizar acciones positivas acorde con el dinero:
·         Ser generosos.
·         Compartir.
Realizar el diezmo, de manera secreta, sin hacer ostentación, no menos del 10% de los ingresos netos, y a continuación decretar: DECRETO que el buen Karma generado por este diezmo, vuelva a mí y a mi familia, muchas, muchas veces, en temas espirituales, material y financieramente, para neutralizar mi Karma negativo. Con humildad, con gratitud, con amor y con fe.
Además de esto, no se debe generar Karma negativo. No se puede dar con una mano y robar con la otra. Para no generar Karma negativo:
·         No robar.
·         Pagar las deudas a su debido tiempo.
·         Evitar hacer ostentación de la riqueza: No despreciar a los pobres y evitar el orgullo.
·         Evitar la envidia:
o   No hablar de alguien sobre el dinero que tiene o como lo ha conseguido.
o   Bendecir a los ricos.
·         Evitar las injurias.
·         Ser generosos.
Aún hay una cosa más, enseñada por Jesús, en relación con el diezmo: Dar ya no el 10% sino darse del todo por amor, sin contar el costo.
¡Bendito/a seas en la abundancia y en la prosperidad!  

sábado, 16 de julio de 2011

Meditación en la Energía Divina

Meditación en la Energía Divina

·         Sentado/a, con la espalda recta.
·         Deja los ojos cerrados, y lleva la vista al entrecejo.
·         Las manos descansan encima de los muslos con las palmas hacia arriba.
·         Toma conciencia de la respiración.
·         Repite en silencio en tu interior:
o   Al Dios Todopoderoso, Padre Divino, Madre Divina. A mi Maestro espiritual, a todos los Maestros espirituales, a los Santos Ángeles, a los Santos Gurús, a los ayudantes espirituales, a mis guías, a mi Ser Supremo, a mi alma.
o   Gracias por las bendiciones, gracias por la guía, gracias por la ayuda, gracias por la protección, gracias por la Sabiduría Divina, gracias por la salud, gracias por la abundancia y la prosperidad.
·         Sigue sintiendo tu respiración.
·         Sigue el aire que entra por tu nariz.
·         Sigue su recorrido hasta los pulmones.
·         Sigue su recorrido cuando sale, también por la nariz.
·         Siente como sale tu tensión con el aliento.
·         Siente como entra la energía en ti con cada inhalación.
·         Siente como entra la relajación.
·         Ve llevando el aire a cada rincón de tu cuerpo.
·         Y permite que se vaya toda la tensión con la exhalación.
·         Dale permiso a tus músculos para que se relajen.
·         Permite que tus músculos se aflojen.
·         Permite que se suelten.
·         Cada vez mas…….. cada vez más flojos………
·         Cada vez más sueltos…….. cada vez más relajados.
·         Repite dentro de ti:
o   “Pido a Dios que abra mi canal de Luz”
o   “Pido la ayuda, la guía y la protección de mi Maestro”
·         Mantén la atención en tu respiración.
·         …………………………………………
·         ……………………………………………………
·         ………………………………………………………….
·         Repite en silencio en tu interior:
o   Yo Soy el alma.
o   Yo Soy un Ser espiritual de inteligencia divina, de amor divino, de poder divino.
o   Yo soy un hijo de Dios.
o   Yo soy uno con Dios.
·         Siente tu cuerpo relajado y lleno de energía.
·         …………………………………………………….
·         …………………………………………………………………………..
·         …………………………………………………………………………………………..
·         Sigue sintiendo tu respiración y la energía circulando por tu cuerpo.
·         ……………………………………………………………..
·         …………………………………………………………………
·         ………………………………………………………………………………….
·         Repite en silencio en tu interior:
o   Dios Es
o   ……………………..
o   Dios Es en mí.
o   ……………………………..
o   Dios Es en mi cuerpo.
o   ………………………………………..
o   Mi cuerpo es el templo de Dios.
o   ………………………………………………………….
o   La Energía Divina circula por todo mi cuerpo.
·         Imagina esa Energía como una Luz Dorada que empieza a inundar tu cuerpo.
o   ………………………………………………………………………
o   Permito a la Energía Divina circular por mi cuerpo.
o   ……………………………………………………………………………………
o   La Energía Divina está sanando, rejuveneciendo, regenerando y revitalizando mi cuerpo.
o   …………………………………………………………………………………………
o   Permito a la Energía Divina que sane, rejuvenezca, regenere y revitalice mi cuerpo.
·         Permanece en silencio, respirando, con la atención en tu interior sintiendo como la Energía Divina circula por tu cuerpo.
·         ……………………………………………
·         …………………………………………………..
·         …………………………………………………………….
Llegados a este punto de la meditación, puedes permanecer en silencio el tiempo que te apetezca, y finalizar la meditación. Si te apetece puedes ir llevando la atención a cada parte de tu cuerpo para llevar esa Energía Divina, o sólo a las partes de tu cuerpo que necesiten sanación. (Por ejemplo)
·         Lleva la atención a tus pies.
·         Repite en silencio en tu interior:
o   Dios Es
o   ……………………..
o   Dios Es en mí.
o   ……………………………..
o   Dios Es en mis pies.
o   ………………………………………..
o   Mis pies son el templo de Dios.
o   ………………………………………………………….
o   La Energía Divina circula por mis pies.
o   ………………………………………………………………………
o   Permito a la Energía Divina circular por mis pies.
o   ……………………………………………………………………………………
o   La Energía Divina está sanando, rejuveneciendo, regenerando y revitalizando mis pies.
o   …………………………………………………………………………………………
o   Permito a la Energía Divina que sane, rejuvenezca, regenere y revitalice mis pies.
·         Puedes pasar por todas las partes de tu cuerpo, o por tus chakras.
·         PARA FINALIZAR: Deja salir la energía sobrante.
·         Levanta las manos a la altura del pecho con las palmas mirando al frente.

·         Visualiza la Tierra delante de ti:
o   Repite en tu interior:
o   “Que toda la Tierra sea bendecida con paz, con amor, con iluminación”
o   “Que toda la Tierra sea sanada, revitalizada, regenerada”
o   “Bendiciones para la Madre Tierra, para sus habitantes, para sus animales, para sus plantas”
o   “Que cada persona, que cada ser sea bendecido”
·         Antes de bajar las manos puedes bendecir a la o las personas que quieras:
·         Visualiza a la persona que quieres bendecir, y repite en tu interior:
o   “Que XXXXX sea bendecido con paz, con amor, con iluminación, con buena salud, con abundancia y prosperidad”, “Bendito seas”.
·         Así, una a una a todas las personas que quieras bendecir.
·         Cuando hayas terminado tus bendiciones, baja las manos a los muslos con las palmas hacia arriba.
·         Repite en silencio dentro de ti:
o   Al Dios Supremo, Padre Divino, Madre Divina, gracias por las bendiciones recibidas, gracias por la sanación.
o   A mi Maestro espiritual, a todos los Maestros espirituales, a los Santos Ángeles, a los Santos Gurús, a los ayudantes espirituales, a mis guías, a mi Ser Supremo, a mi alma, gracias por las bendiciones recibidas, gracias por la sanación.

·         Empieza a respirar más profundamente, alargando la inhalación.

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·         Acuérdate de ser feliz.