El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




viernes, 9 de diciembre de 2016

"Alea jacta est"

No era habitual que todos los miembros del Consejo Kármico presentaran el Plan de Vida a un alma, ya que lo normal era que asistieran a la presentación uno o dos miembros del Consejo, acompañados por los ángeles ayudantes y los futuros guías del alma en su nueva vida, a no ser que la misión que se iba a presentar al alma tuviera algo de extraordinario. Pero en este caso así lo parecía. Llegar a Dios desde la nada y enseñar ese camino podría ser un reto demasiado difícil.



-      Y continuaron su exposición: Es difícil, pero no imposible. Sabes que nunca se realiza una programación imposible, todas son realizables. Tu afán por finalizar los viajes a la materia, tu desapego de la vida terrenal y el ansia para conseguir cuanto antes tu unión con Dios nos ha llevado a esta organización de vida para ti. El Karma que tienes pendiente es totalmente asumible.

-      Siguió el Maestro presentando la vida a Kepha: Tus padres y el resto de tu familia, van a encontrarse muy lejos de la espiritualidad, para que no tengas ningún tipo de influencia y para que la descubras por ti mismo. Lo mismo pasará con tus relaciones y con las familias que formes a través de esas relaciones. Tendrás tres relaciones importantes. Con tu primera esposa sois totalmente desconocidos, nunca antes habéis coincido en ninguna vida. Es un alma joven que recién está iniciando su aventura, pero será necesaria para el aprendizaje de ambos, sobre todo en cuanto al respeto y la generosidad se refiere. Las otras dos relaciones serán con almas afines de muchas vidas, y aunque seguiréis aprendiendo, con vuestros problemas, no serán relaciones traumáticas como bien podría llegar a ser la primera. Tendrás dos hijos: Una mujer en tu primera relación y un varón en la tercera, con una diferencia de casi cuarenta años entre ellos. El segundo será un maestro que continuará tu labor y necesitará del camino que vayas abriendo con tus enseñanzas. Este hijo es Erihak, el que una vez encarnó como Juan el Bautista o como el Inca Lloque Yupanqui. Siempre de carácter fuerte, carácter que también tendrá en esta vida. Habéis coincido en el ochenta por ciento de vuestras vidas y ya sabes que casi siempre ha sido tu padre biológico. Ahora tú serás el padre. Cuando aparezca estarás a punto de iniciar tu auténtica misión.

-      Otro Maestro tomó la palabra: La Madre será tu Maestra para el desarrollo de tu misión y Jesús tu Maestro en la sanación. Según vayas despertando, se irán despertando distintas cualidades en ti, pero solo será cuando ya no suspires por ellas y te de igual tenerlas que no.

-      Nacerás en España, para que entiendas su idiosincrasia. Has luchado con ellos en dos ocasiones, hace 500 años cuando invadieron a sangre y fuego tu país y hace 200 cuando guiabas a los pueblos americanos para liberarlos de su yugo. Sabemos que no hay resentimiento en ti hacia ellos, pero si es bueno que termines de asimilar una vida en la materia desde posiciones antagónicas.

-   Tú sabes que los nacionalismos, como todos los “ismos”, las religiones, las creencias, las opciones políticas, las tendencias, la sexualidad, y tantos pensamientos erróneos solo sirven para separar a los seres humanos, todo eso es fuente de conflicto, es germen de guerras.

-      Pueden comenzar los hombres una guerra por un trocito de tierra o de mar, porque un avión pasa por un cielo que se considera propio, en el nombre de Dios, (ya lo hicieron unos en las cruzadas y lo hacen otros ahora), por un pedazo de trapo que denominan bandera, por un pozo de petróleo o una mina de diamantes, como prevención de algo que ni ellos mismos saben qué, por una lengua, o para tapar otros problemas internos. Aunque sin llegar a la guerra también se generan conflictos por casi todo. ¿Hasta cuándo? 
  
-      Todo es producto de la separación entre los seres humanos, y cualquiera que sea la causa de la separación solo es producto de la ignorancia en la que viven, agravada esa ignorancia por el egoísmo y por las ansias de poder.

-   Esa ignorancia no significa que sean analfabetos, no, son buenos maestros, abogados, ingenieros o médicos. No es un conocimiento intelectual el que les falta, ese conocimiento, aunque no sirve de mucho, lo tienen. Lo que les falta es saber quiénes son realmente.

-      Discutir por un trapo, por un trozo de tierra o por cualquier causa que los humanos crean justa en su corto conocimiento solo les separa de Dios. En lugar de discutir, en lugar de pelear, en lugar de separar, han de aunar esfuerzos, porque la vida que hay en uno es la vida que hay en todos, porque hoy pueden pelear por quitar una bandera en un lugar y en la próxima vida pueden pelear por volver a colocarla de donde la quitaron ellos mismos.

-      Recuerda que todos somos Uno, que en la materia todos sufrís lo mismo, todos sentís lo mismo, todos vais al mismo puerto, todos estáis embarcados en el mismo barco, se llama Tierra, ¡Qué bien os iría si todos remarais en la misma dirección!


-      Kepha, “Alea jacta est”. Dentro de poco estarás en la materia. Estamos contigo hijo.

martes, 6 de diciembre de 2016

Buscar en el silencio interior

En vidas anteriores ya había Kepha intentado desarrollar su intuición. O mejor, había intentado vivir de acuerdo a los dictados de su corazón, porque eso es la intuición: La habilidad para conocer, comprender o percibir algo de manera clara e inmediata, sin la intervención de la razón.

Todos los seres humanos están siempre ávidos de respuestas, queriendo saber. Pero sus preguntas, y por ende las respuestas que esperan recibir están relacionadas con el lugar que ocupan en su camino de evolución.

En realidad, el ser humano, más que saber, lo que anhela es tener una confirmación de que se van a realizar sus sueños. Porque cuando el ser humano pregunta, no es que quiera saber, lo que él quiere es escuchar determinadas respuestas que van en sintonía con sus deseos.


Los que se encuentran total y absolutamente dormidos sólo preguntan sobre su vida en la materia, las preguntas clásicas relacionadas con la salud, relacionadas con el dinero y relacionadas con el amor. Y por supuesto lo que esperan escuchar es que su salud es fantástica, y la de su familia también. Que su trabajo va a ir viento en popa, con posibilidades de conseguir un ascenso que va a llevar aparejado un buen pellizco de dinero. Si no tiene pareja, quiere oír que va a encontrar a su alma gemela. Si tiene pareja y se siente bien, no va a preguntar cuestiones sobre el amor, pero si no se encuentra muy bien, va a realizar la pregunta clásica: “¿Me tengo que separar?”.

Es curioso, los problemas de relación que tienen las personas una vez se encuentran en la vida. Conocen a una persona, se enamoran, según lo que ellos entienden por amor, y deciden unir sus vidas. A partir de ese momento, comienza para muchas de esas parejas una auténtica vida de sufrimiento, plagada de engaños, de desencuentros, de desamor, de desconfianzas, una vida anodina, una vida triste y aburrida, llena de gritos y de silencios, llena de rencor y en algunos casos de maltratos, bien sean físicos o emocionales. Y todo ese conglomerado es el mejor caldo de cultivo para encontrar, incluso sin buscarlo, un nuevo amor, con lo que comienza la separación de la pareja, que es una de las etapas más grises, más duras y más tristes con las que tienen que lidiar las personas en la materia, a excepción de la desaparición de sus seres queridos, alentados por la sinrazón de las religiones que avalan que la pareja ha de permanecer en el tiempo aunque vivan rodeados de espinas.

Cuando los seres humanos alcancen no más que un ápice de los tres pilares de la Triada de la Ascensión comprenderán, sin grandes esfuerzos, que cualquier relación, su duración en el tiempo y la interacción entre los miembros de la pareja es, como cualquier otro aspecto de sus vidas, algo programado, consensuado y aceptado de antemano en su Plan de Vida para la evolución y el crecimiento de los componentes de la pareja, y que la propia separación lleva inherente más aprendizaje. El amor, el cariño, el respeto y la generosidad son las virtudes que han de poner en práctica los miembros de la pareja en proceso de separación.

 Volviendo a la avidez por querer saber de los seres humanos, aquellas personas que empiezan a despertar van a añadir a las preguntas típicas, alguna sobre cuál es su misión, quien su Maestro y que ha sido en otras vidas.

Pero si hubiera alguno total y absolutamente despierto no necesitaría preguntar. No tendría curiosidad por conocer respuestas ya que, es muy posible, que no tuviera preguntas. Y si tuviera que conocer alguna cosa, la sabría escuchando su corazón, porque ahí están todas las respuestas. 


Y esas respuestas las tienen todos, y las tienen siempre. Es su intuición. Solamente tienen que buscar su silencio interior.