Ya
sabemos que la razón de la vida es poder experimentar el amor en todas sus
formas y aprender a amar de manera incondicional.
Y
para eso no existe un tiempo ya determinado. Pero de lo que si estamos seguros
es de que con una sola vida no tenemos suficiente, necesitamos alguna vida más.
¿Cuántas?,
no lo sabemos, y además no existe una regla que permita definir un rango de
vidas, ni grande, ni pequeño. Pero todo parece indicar que necesitamos cientos,
y algunas almas, miles de vidas.
Es
por eso que estamos naciendo y muriendo, con más frecuencia de la que nos
gustaría. Porque no nos gusta nacer cuando estamos al otro lado, y no queremos
morir cuando estamos en el lado de la vida física.
Si
siguiéramos al pie de la letra el Plan de Vida establecido por el alma, es
posible que no necesitáramos más allá de 10 vidas, pero del Plan de Vida no
solemos cumplirlo al 100%, ni al 50%, seguramente ni al 20%.
Claro
que también podemos pensar que ¡Como vamos a cumplir algo que no se conoce!,
porque el Plan de Vida es algo que conoce el alma, pero no lo conocemos de
manera consciente.
Nuestro
problema no es solamente el desconocimiento de nuestro Plan de Vida, tenemos
otro grave problema, y es que nos identificamos con el cuerpo, creemos que
somos seres independientes, creemos que somos diferentes, creemos que somos
superiores o inferiores a otros seres humanos y no es así, TODOS SOMOS LO
MISMO. No importa la edad, no importa el sexo, no importa la opción religiosa,
ni la opción política, no importa el color de la piel, ni cuantos ceros tiene la
cuenta corriente, no importa el coeficiente de inteligencia, TODOS SOMOS LO
MISMO.
Todos
somos una gota de energía desprendida de Dios. Y para comenzar a solucionar
estos problemas, lo mejor es aplicar la REGLA DE ORO EN LA VIDA. Trata a los
demás como te gusta que te traten a ti. No juzgues, no critiques, no engañes,
no discrimines, ayuda, respeta, valora, acepta y tolera al otro, PORQUE TÚ ERES
EL OTRO.
Y
eso con independencia de cómo se comporte, con independencia de su trato hacia
ti. Porque a ti te da igual, ya que el que está haciendo el trabajo de
acercamiento al alma y EL TRABAJO de acercamiento a Dios eres tú.
Aplicar
la REGLA DE ORO te va a llevar a conectarte con tu Plan de Vida, aunque lo
desconozcas, te va a llevar EN VOLANDAS a vivir desde el alma, que es lo que
estamos buscando, te va a llevar a vivir en paz, a la felicidad y a
experimentar el amor.
Hazlo,
no te arrepentirás.
Bendiciones.