El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




viernes, 30 de junio de 2023

Eterna juventud

 



Miércoles 28 de junio 2023

 

“Por favor no toques mis arrugas.

Me costó mucho tiempo conseguirlas”

Anna Magnani

         

Hoy es mi cumpleaños. Un 28 de junio, a las 11 de la noche, hora peninsular española, asomé la cabeza a esta vida. No sé si es la primera vez que visito este hermoso planeta o ya lo había visitado en anteriores ocasiones, aunque creo que tampoco es muy importante saber si esta es la primera o la “equisesima” vida.

Hace algunos años, muy pocos, habría dado, con gusto, la mitad de la vida que me quedaba por vivir, por saber algo de mis vidas anteriores. Hoy ya me da igual. A fin de cuentas, si ha habido otras vidas, no tengo conciencia de ellas. Solo tengo conciencia del peregrinaje que estoy realizando en esta y, puedo asegurar que está siendo más duro de lo que nunca me hubiera imaginado. Y como todo el trabajo que tengo que hacer he de hacerlo en esta vida y con este cuerpo, ¿para qué ocuparme de otras vidas?, bastante tengo con ocuparme de esta.

Mi despertar de esta mañana ha estado acompañado de un pensamiento digno de este diario, de babau completo.

Yo tengo claro, porque es una de mis creencias más arraigadas, de que todo es un pensamiento, supongo que como muchos de los que os asomáis a esta ventana.

Este ha sido mi pensamiento: Desde que nacemos, celebramos, año tras año, nuestro nacimiento. Es decir, celebramos envejecer y, según las enseñanzas de la Ley de la Atracción, está claro que estamos llamando a nuestra vida a la vejez, a la enfermedad y a la muerte.

¿Qué pasaría si al llegar a un determinado número de años de vida, nuestra celebración no fuera por cumplir años, sino por descumplirlos?, ¿viviríamos más?, ¿viviríamos mejor?, ¿erradicaríamos la muerte?

Si el cuerpo responde a las órdenes que recibe, ¿Qué pasaría si las órdenes fueran para rejuvenecer y no para envejecer?

Por lo tanto, si no queremos que el cuerpo envejezca y muera, solo tenemos que cambiar la actitud. Digámosle al cuerpo que va a vivir para siempre y así será.

Si trabajamos la Ley de la Atracción para que nos llegue más dinero, una buena salud, una pareja perfecta o unos hijos maravillosos, ¿por qué no atraer la eterna juventud?

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