El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




lunes, 17 de octubre de 2016

Amor humano, Amor Divino



El Amor de Dios es una energía, mientras que el amor de los hombres es un sentimiento, una emoción, un conglomerado de apego y deseo que mueve una energía que afecta al chakra solar y hace que parezca que hay maripositas aleteando en el estómago. Pero las maripositas más pronto que tarde dejan de aletear, la energía del deseo se va evaporando y solo queda el apego que nos hace creer que seguimos con las personas porque las queremos, aunque a veces decimos, sin ningún rubor, que se ha acabado el amor, pero queda el cariño. No, el Amor nunca se acaba, lo que pasa es que no ha existido nunca. Lo que queda es apego, algo que hay qué aprender a eliminar porque es la antítesis del amor. Donde hay apego no puede existir amor, porque el Amor es libertad, el Amor es confianza, el Amor es respeto, el Amor es tolerancia, el Amor es comprensión.


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