La vida no es como a
cada uno de nosotros nos gustaría que fuera.
La vida es, y punto, y querer
que sea según los propios deseos, o los propios caprichos, es como querer
retorcerla.
Y retorcer a la vida,
es el camino más corto para el sufrimiento.
Si
algo no te gusta de tu vida, trabaja para cambiarlo, pero no condiciones tu
felicidad a los cambios que esperas conseguir.
Nunca
dejes de decir “Te amo”. No sabes si será la última vez. Cada día, a cada
instante, expresa tu amor.
Cuando la relación del
hombre con el hombre, sea idéntica a la relación de Dios con el hombre,
habremos encontrado el cielo en la tierra.
Y
la gloria, la felicidad, la alegría y el amor, serán las armas de los
ejércitos, la voz de los poderosos, el libro sagrado de las iglesias y la
moneda de cambio del capital.
Vivir sin miedo.
Sin miedo a la gente,
porque todos están embarcados en el mismo barco, viviendo todos, las mismas
miserias, deseando imposibles, tratando de aparentar lo que no son.
Sin miedo a la vida,
porque es hermosa, porque el timonel de la vida es uno mismo, porque el miedo
merma la propia confianza, y hace embarrancar a la vida, en los lodos de la
crítica, de la ira, del resentimiento.
Sin miedo a la
libertad, porque el miedo aprisiona con grilletes invisibles sin permitir el
movimiento.
Sin miedo a decir “no”,
con cariño, cuando la circunstancia lo requiera, porque cuando se retienen
varios “noes” el siguiente “no” ya está exento de cariño, y es más un exabrupto
que lleva implícita la tormenta.
Sin miedo, porque con
miedo no se ama.
Con
amor, porque quien ama no teme.
Empiecen a vivir su
vida, en lugar de tratar de vivir la vida de los demás. A los otros no hay que
agradarles, lo que hay que hacer es respetarles, es ayudarles si lo necesitan
y, por supuesto, si aceptan la ayuda. No hay que criticarles, no hay que
juzgarles, ni tan siquiera opinar, si no se lo requieren. Colóquense en sus
zapatos antes de opinar, ¿Qué sabe nadie de nadie?, ¿Qué saben de sus
pensamientos, de sus emociones, del momento por el que están pasando?, ¿Que
saben de su dolor o sus alegrías? Pues nada, no saben nada, así que tampoco
saben el porqué de sus reacciones.
Dejen
caer sus máscaras y acéptense. Con la propia aceptación comenzarán a amarse, y
la consecuencia lógica de la aceptación y del amor por ustedes mismos será la
aceptación del otro y el amor hacia él.
Una
de las tareas más difíciles del ser humano es ser honesto y sincero consigo
mismo.
Qué diferente sería la
vida si en lugar de centrarse en lo negativo, que es el punto de mira de todos
los seres humanos, cambiaran el ángulo y se centraran en lo positivo.
Se
ahorrarían mucho sufrimiento inútil
La vida es un gran
escenario en el que se llevan a cabo infinidad de papeles, y todos
protagonistas.
No existen vidas
insulsas ni vidas anónimas. Cada ser es un protagonista en la vida, todas las
vidas son interesantes y con contenido.
Cada persona vive la
vida que desea vivir. Solo ella es responsable de sus éxitos o sus fracasos.
Todos los seres humanos
tenemos los mismos problemas, con ligerísimos matices.
Lo que es bueno para
uno es bueno para todos.
Si
eres capaz de ver los problemas de tu vecino, e incluso le das consejos, puedes
aplicártelos a ti mismo, seguro que te van bien en alguna faceta de la vida.
En
el Amor no hay esfuerzo, no hay dolor, no hay sufrimiento, no hay dudas, no hay
celos. En el Amor hay sinceridad, hay transparencia, hay comunicación, hay
libertad, hay alegría.
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