El viaje del alma

El alma no tiene raza, no tiene religión, solo conoce el Amor y la Compasión.
Todos somos seres divinos, hace miles de años que lo sabemos, pero nos hemos olvidado y,
para volver a casa tenemos que recordar el camino. BRIAN WEISS




jueves, 25 de enero de 2018

Aceptar el cuerpo

Señor,
concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, 
valor para cambiar aquellas que puedo,
y sabiduría para reconocer la diferencia.

San Francisco de Asís


Teniendo en cuenta que el cuerpo ha sido elegido por cada alma como la mejor opción para el trabajo a realizar, rechazar el propio cuerpo, o alguna de sus partes, significa renunciar a aquello que el alma ha preparado con esmero.

Por lo tanto, si cree que ha venido para realizar una misión, y que para ello el instrumento que se ha dado es el cuerpo, tiene que aceptar, valorar, respetar, cuidar y amar su cuerpo.




Si no cree que ha de realizar un trabajo determinado, es igual, tiene que pasar la vida con su cuerpo, con cualquiera que sea su creencia. Por lo tanto, acéptelo también, ya que sufrirá inútilmente si no lo hace.

Así que, tanto si cree que ha elegido su cuerpo, como si cree que usted es el resultado del azar, tiene el cuerpo que tiene. Acéptelo, no lo puede cambiar, salvo los pequeños, o grandes matices de la cirugía.

Aliméntelo de manera sana, ejercítelo, que no se atrofie antes de tiempo, dele el descanso que le corresponde. Potencie sus fortalezas y trabaje para mejorar sus debilidades.

Escuchen su cuerpo. El cuerpo es sabio y sabe realmente que necesitan, cuando lo necesitan y como lo necesitan. No maltraten a su cuerpo. Si maltratan a su cuerpo, no se sorprenda si otros les maltratan, porque es la energía que desprenden.

Recuerde que energías iguales se atraen, por lo tanto, si usted no está satisfecho de su cuerpo, esa energía le rodeará como un anuncio de neón, y todos aquellos que se crucen en su camino, serán atraídos por su “luz de neón”, y opinarán, (deporte mundial el de opinar de cuestiones ajenas), que no les gusta el cuerpo que usted tiene, con lo cual añaden sufrimiento al suyo propio.

Tenga en cuenta, además, que usted es un ser único. No existe otro igual en todo el Universo. Y las piezas únicas siempre han sido muy bien valoradas.

No se lamente de su cuerpo, no le critique. Con los lamentos y con la crítica no va a conseguir cambiarlo.





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