Señor,
concédeme la
serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar,
valor para cambiar aquellas que puedo,
valor para cambiar aquellas que puedo,
y sabiduría para reconocer la diferencia.
San Francisco
de Asís
Teniendo
en cuenta que el cuerpo ha sido elegido por cada alma como la mejor opción para
el trabajo a realizar, rechazar el propio cuerpo, o alguna de sus partes,
significa renunciar a aquello que el alma ha preparado con esmero.
Por
lo tanto, si cree que ha venido para realizar una misión, y que para ello el
instrumento que se ha dado es el cuerpo, tiene que aceptar, valorar, respetar,
cuidar y amar su cuerpo.
Si
no cree que ha de realizar un trabajo determinado, es igual, tiene que pasar la
vida con su cuerpo, con cualquiera que sea su creencia. Por lo tanto, acéptelo
también, ya que sufrirá inútilmente si no lo hace.
Así
que, tanto si cree que ha elegido su cuerpo, como si cree que usted es el
resultado del azar, tiene el cuerpo que tiene. Acéptelo, no lo puede cambiar,
salvo los pequeños, o grandes matices de la cirugía.
Aliméntelo
de manera sana, ejercítelo, que no se atrofie antes de tiempo, dele el descanso
que le corresponde. Potencie sus fortalezas y trabaje para mejorar sus
debilidades.
Escuchen
su cuerpo. El cuerpo es sabio y sabe realmente que necesitan, cuando lo
necesitan y como lo necesitan. No maltraten a su cuerpo. Si maltratan a su
cuerpo, no se sorprenda si otros les maltratan, porque es la energía que
desprenden.
Recuerde
que energías iguales se atraen, por lo tanto, si usted no está satisfecho de su
cuerpo, esa energía le rodeará como un anuncio de neón, y todos aquellos que se
crucen en su camino, serán atraídos por su “luz de neón”, y opinarán, (deporte
mundial el de opinar de cuestiones ajenas), que no les gusta el cuerpo que
usted tiene, con lo cual añaden sufrimiento al suyo propio.
Tenga
en cuenta, además, que usted es un ser único. No existe otro igual en todo el
Universo. Y las piezas únicas siempre han sido muy bien valoradas.
No
se lamente de su cuerpo, no le critique. Con los lamentos y con la crítica no
va a conseguir cambiarlo.
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