No deposites tu felicidad o tu
bienestar en manos de otros. Todo depende de ti. No esperes que otros te den
amor. Tú solo te tienes que ocupar de dar amor, no de suplicarlo.
La felicidad es un estado
interior. Es un estado de serenidad y de paz. Y nada que provenga del exterior
va a hacer que lo consigas. Conseguirás alegría o euforia, pero será algo
pasajero, mientras la felicidad, la auténtica felicidad es un estado permanente
y se llega a ella cuando aceptas cada una de las situaciones que se van
presentando.
Ya
sé que esto puede sonar muy bien, pero…, ¿Cómo se consigue?
Se
puede llegar a conseguir viviendo el momento presente. Sabiendo que todo está
bien. No preocupándote o sufriendo por un pasado que ya pasó o por un
hipotético futuro que no sabes si llegará.
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