La vida es perfección, es un viaje fascinante, es una sucesión de sincronicidades, la vida es complitud. La vida es eso que has elegido, que te has dado, para experimentar, para aprender, para disfrutar.
El secreto para que esto ocurra, para que disfrutes, para que sea fascinante tu vida, es la aceptación, es el no enfrentarte a la vida, es no querer manipularla, es no querer controlarla, es dejarla que fluya, es dejarla que te empape sin el paraguas de tus prejuicios. La has elegido tú, has elegido el lugar, has elegido la familia, has elegido las experiencias con las que vas a vivir, has elegido el aprendizaje que sobreviene con esas experiencias, lo has elegido todo, ¿por qué te rebelas?, ¿por qué te cuestionas?, ¿por qué le pones freno a tu evolución?
Las quejas sobre la vida son continuas, se la tacha de dura, de aburrida, de corta si alguien la deja joven, de terrible ante la enfermedad si se alarga demasiado, de injusta, de patética, etc., y la vida no es nada de eso. La vida es un fiel reflejo de su protagonista. Si el protagonista es valiente y se atreve con todo, la vida le dará más coraje por su valentía, y más resoluciones por su osadía; si el protagonista es alegre, su vida será una fiesta; si el protagonista es un neurótico, la vida le dará neurosis; si es triste, le dará dolor; si es amoroso, le dará amor; si es dulce le dará ternura; si es sereno le dará respeto.
¿Te acuerdas de tu último enamoramiento?. Te cambia la vida, todo está bien, todo es alegría, todo es perfección, no hay enemigos, y la faz rejuvenece de la sonrisa floja que se instala en ella. Pero como desgraciadamente, es posible que te parezca imposible tanta felicidad, empiezas a estropearlo, con dudas, con preguntas: ¿Cuánto me quieres?, ¿me querrás toda la vida?, y ¿si el fin de semana que no nos vemos me olvidas? Este es el verdadero patetismo, no la vida. Negarse a ser feliz, negarse a vivir, negarse a ser complet@.
Recuerda……… cada persona vive la vida que ha decidido vivir, y ni una sola de las circunstancias que la rodean son por casualidad, porque esta no existe. Cada persona tiene el grado de felicidad que ha decidido tener, porque nadie la puede dar la felicidad excepto ella misma. Cada persona tiene el dinero que ha decidido tener, y se va a boicotear para no tener más durante toda su vida. Cada persona va a tener soledad o compañía, va a tener paz o estrés, va a tener salud o enfermedad, según haya sido su decisión.
Ahora que estoy haciendo inmersión en otra cultura, puedo comprobar lo poco que necesitan algunos para ser felices, y como otros, los más desarrollados, los que lo tienen todo, se niegan la felicidad porque aún les siguen faltando cosas. ¡Es triste!
Repara todas las goteras que están afectando a tu vida, y sé feliz, no necesitas nada para serlo, sólo realizar el viaje más corto que te puedas imaginar, “Viajar a tu interior”.
La pefección existe.Se manifiesta en mi corazón y fluye sin pensarlo. Amar es "el secreto"
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