La única espera importante
es la cita que tenemos con nosotros mismos
desde el momento de nuestro nacimiento.
Hari Krishan.
Quien no tiene que esperar, de nada
debe desesperarse.
Séneca
¿Por qué aguardas con impaciencia las
cosas?
Si son inútiles para tu vida, inútil es
también aguardarlas.
Si son necesarias, ellas vendrán y
vendrán a tiempo.
Amado Nervo.
Esperar……. Esperar……. ¿Quiénes de los
que estáis leyendo esto no estáis en este momento esperando algo?: ¿La pareja
ideal?, ¿Separarte de tu pareja?, ¿El viaje de vacaciones?, ¿Qué llegue el
verano, o el invierno?, ¿Qué te toque la lotería?, ¿La contestación a la
petición de trabajo?, ¿Alcanzar la iluminación en tu próxima meditación?,
¿Esperando un hijo?, ¿Qué llegue el fin de semana?, ¿Qué llegue la noche para
cenar?, ¿Esperando la cita con tu medico?, etc., etc., etc. Todos estamos
esperando algo, y casi todos estamos esperando de manera permanente.
Y ¿Cuánto
tiempo de tu vida has pasado sin esperar nada?, no mucho ¿Verdad?
Existen
esperas de todos los tipos, materiales, emocionales y espirituales. Da igual el
tipo de espera, porque la espera genera sentimientos de todo tipo: Miedo,
estrés, angustia, alegría, ansiedad, dudas, emoción, y un sinfín de
sentimientos más, que, normalmente, salvo contadas ocasiones, nos afectan
negativamente.
Y ¿Qué
hacer?, porque ya sabemos que para no esperar, hay que eliminar los deseos,
pero entiendo que es muy difícil, o por lo menos es muy difícil eliminarlos
todos. ¿Qué hacemos entonces?
Podemos
intentar dos cosas: Por un lado lo conocido, ¡Paciencia!, porque la paciencia
nos puede dar la fuerza para soportar cualquier espera, cualquier contratiempo,
cualquier contrariedad.
Y por otro lado, analizar serenamente
aquello que se espera: ¿Para qué es necesario?, si hasta este momento he vivido
sin “eso”, podré seguir viviendo igual. Este pensamiento nos sirve para la generalidad
de un deseo material, pero existen esperas más conflictivas, como ejemplo,
puede servirnos un problema de salud: Ante esperas de este tipo, nos queda la
“aceptación”. Si somos creyentes, nos puede servir el pensamiento: “Es la
voluntad de Dos”. Si no lo somos, o en cualquier otra situación: ¿Para qué
sufrir si no está en mis manos la solución? ¡Será lo que tenga que ser!, ya que
cualquier sentimiento negativo aun afectará más negativamente a la salud.
De cualquier forma hemos de pensar
que “todo está bien”, “que siempre es lo que tiene que ser”. Y para llegar a
integrar esa creencia en nosotros, hemos de realizar un viaje a nuestro
interior. De hecho, la única espera
importante es la cita que tenemos con nosotros mismos desde el momento de
nuestro nacimiento. Todas las esperas sólo son producto de la insatisfacción
producida por el desencuentro con nosotros mismos.
Medita para encontrarte y dejarás de
esperar.
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