En
una eternidad siempre se puede empezar de nuevo.
Facundo Cabral.
¿Cuántas veces
has pensado, has hecho o has dicho algo, y después de un cierto tiempo,
normalmente muy corto, te has arrepentido? Hasta aquí, normal, creo que a todos nos ha
pasado alguna vez o más, porque los seres humanos somos lentos en nuestro
aprendizaje y siempre tropezamos más de una vez en la misma piedra. ¡Mira si
somos lentos, que solo para aprender a Amar, que es algo que no parece muy difícil,
volvemos a la escuela de la vida una y otra y miles y miles de veces!
Pero
volviendo a nuestro arrepentimiento, ¿Qué hacemos con él?, ¿Lo dejamos dentro,
bien guardado hasta que se pudra, o dejamos que salga al exterior en forma de
disculpa o de perdón, por eso que incluso a nosotros mismos nos ha sentado mal?
No importa
lo que hayas hecho hasta ahora, no importa cuántos arrepentimientos se han
podrido en tu interior, no importa cuantos amigos has perdido o cuantos
familiares se han enojado con tu actitud, ¡Siempre se puede empezar de nuevo! A
partir de este momento, deja a un lado tu orgullo, olvida tus malas experiencias
anteriores, no escuches a la sinrazón de tu razón, y pide perdón, porque eso es
lo que tu corazón más desea.
El perdón es el abridor y despejador
de los caminos de la amistad. El perdón es el vehículo que lleva en línea recta
hacia el amor. El perdón es la mejor medicina para combatir el miedo y la
ansiedad. El perdón es la armadura de los valientes. El perdón es la terapia del
alma. El perdón aleja del pasado dejando el camino expedito para el futuro. Perdonar
es empezar de nuevo, y para eso siempre es tiempo.
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